Si alguna vez te has preguntado por qué tu conexión a Internet parece más lenta de lo que debería, realizar un test de velocidad puede sacarte de dudas. Esta prueba es la herramienta clave para saber si estás recibiendo exactamente lo que has contratado con tu proveedor, o si hay algo que está afectando tu rendimiento real. Aunque parezca una tarea simple, lo cierto es que hacer una medición correcta conlleva más preparación de la que muchos imaginan.
En este artículo vas a descubrir todo lo que necesitas saber para ejecutar una prueba de velocidad fiable desde casa, sin interferencias ni resultados manipulados por el entorno. Te contaremos cómo funcionan estas herramientas, qué información te van a mostrar y qué factores debes controlar para que los resultados sean relevantes. Si quieres dejar de navegar con dudas, sigue leyendo.
¿Qué es un test de velocidad de red y cómo funciona?
Un test de velocidad es una prueba que analiza cómo se comporta tu conexión a Internet en condiciones controladas. Para ello, utiliza servidores ubicados estratégicamente en diferentes puntos de la red para enviar y recibir datos desde tu dispositivo. Gracias a esta dinámica, se pueden medir de forma precisa parámetros como la velocidad de descarga, la velocidad de subida y la latencia (más conocida como ping).
El procedimiento comienza identificando tu ubicación para seleccionar el servidor más cercano. Esto es importante porque cuanto más cerca esté el servidor, menor será la latencia y mayor precisión se logrará en los resultados. Después, el navegador o la app que estés usando solicita una pequeña descarga desde ese servidor. Se mide cuánto tarda en completarse esa operación, lo que se traduce en la velocidad de bajada. Posteriormente, el proceso se invierte y se envían datos al servidor para medir la velocidad de subida.
Algunas pruebas pueden emplear distintos protocolos para la medición, siendo los más habituales HTTP y TCP. HTTP es más fácil de implementar, ya que es el mismo que usan los navegadores para acceder a páginas web, pero puede estar expuesto a errores con conexiones muy rápidas. TCP, en cambio, proporciona resultados más estables aunque no siempre es compatible, especialmente si hay cortafuegos activos.
Qué datos te ofrece un test de velocidad
El test de velocidad no solo te dice si tienes buena conexión o no, sino que desglosa diferentes valores que son claves para entender la calidad del servicio que estás utilizando. Aquí te explicamos los principales:
Velocidad de descarga
Este es el dato que más llama la atención. Representa la rapidez con la que puedes descargar archivos, cargar páginas web, ver vídeos en streaming o recibir cualquier contenido. Una velocidad alta de bajada significa una mayor fluidez en la navegación. El resultado habitualmente se muestra en Mbps (megabits por segundo) y se debe comparar con lo que tienes contratado. En este sentido, puedes averiguar más sobre cómo reducir la velocidad de tu conexión si los resultados no son satisfactorios.
Velocidad de subida
Es el dato inverso, es decir, cuánto tarda tu conexión en enviar datos desde tu dispositivo hacia Internet. Este parámetro es vital si sueles enviar archivos grandes, hacer videollamadas o trabajar en la nube. Aunque tradicionalmente ha sido menos valorado, actualmente con las conexiones simétricas (como la fibra óptica moderna) su importancia es mayor. Si te interesa, aquí encontrarás más información sobre los características del Poco F7 Ultra, un dispositivo que puede afectar tu experiencia de carga.
Latencia (Ping)
Este valor se mide en milisegundos (ms) y representa el tiempo que tarda un paquete de información en hacer el recorrido de ida y vuelta entre tu equipo y el servidor. Cuanto más bajo sea, mejor. Un ping elevado puede provocar retrasos en videollamadas o problemas al jugar online, generando el temido “lag”. Para evitar esto, consulta métodos sobre cómo reducir el ping en PC y consolas.
Jitter o fluctuación
En algunos test más completos también encontrarás este parámetro, que mide la variabilidad en el tiempo de respuesta. Una red con jitter alto puede ofrecer un rendimiento inconsistente, algo molesto para actividades sensibles como el streaming o los videojuegos en tiempo real.
Factores que afectan a los resultados del test
No serviría de nada hacer una prueba de velocidad si el entorno afecta negativamente a los resultados. Hay detalles clave a tener en cuenta para evitar interferencias:
Evitar otras actividades en la red
Es fundamental que durante la prueba, no exista ningún otro dispositivo consumiendo datos: ni móviles descargando aplicaciones, ni ordenadores reproduciendo vídeos en streaming, ni copias de seguridad automáticas activas. Todo esto podría alterar los resultados haciéndote pensar que tu conexión es más lenta de lo que realmente es.
Cerrar aplicaciones en segundo plano
Sobre todo si haces la prueba desde un dispositivo móvil, recuerda cerrar todas las apps que usen Internet, como servicios de música o vídeo, redes sociales o incluso actualizaciones automáticas. Cualquier proceso en segundo plano puede consumir ancho de banda y falsear la medición.
Desactivar sincronizaciones o descargas automáticas
Muchos equipos pueden estar descargando actualizaciones del sistema operativo, sincronizando archivos con la nube o realizando tareas programadas sin que seas consciente. Antes de iniciar el test, es recomendable verificar y pausar estas acciones desde el panel de control o el administrador de tareas.
Ubicación del router y tipo de conexión
La distancia al router y la calidad de la señal Wi-Fi también afectan los resultados. Idealmente, deberías realizar la prueba desde un ordenador conectado directamente por cable Ethernet. Si lo haces vía Wi-Fi, colócate lo más cerca posible del router y alejado de obstáculos o interferencias electrónicas como microondas o teléfonos inalámbricos.
Cantidad de dispositivos conectados
En hogares donde hay muchos dispositivos conectados de forma simultánea, es probable que una parte del ancho de banda esté siendo utilizada. Lo mejor es realizar la prueba en un momento del día en que apenas haya actividad en la red doméstica. Te puede interesar saber cómo desbloquear una red Wi-Fi en caso de no tener acceso a tu red habitual.
Cómo hacer un test de velocidad de forma profesional
Si quieres tener un control más exhaustivo y técnico, existen buenas prácticas para obtener datos lo más realistas posible:
- Utiliza un ordenador por cable conectado al router. Así evitarás pérdidas debidas al Wi-Fi.
- Realiza varias pruebas en distintos momentos del día. Esto puede ayudarte a detectar variaciones de calidad.
- Haz también una prueba bajo condiciones normales de uso. No solo importa la velocidad teórica máxima, sino cómo se comporta tu red con varios dispositivos funcionando.
- Anota los valores obtenidos (ping, bajada, subida) y compáralos con lo contratado. Si hay una diferencia muy grande, contacta con tu proveedor.
Diferencias entre operadores y tecnologías
Dependiendo de tu proveedor o del tipo de tecnología que tengas instalada en casa (ADSL, HFC, Fibra FTTH, 5G…), las velocidades reales pueden diferir bastante:
Por ejemplo, si tienes contratados 300 Mbps simétricos mediante fibra óptica, deberías obtener resultados muy cercanos a esa cifra tanto de bajada como de subida. Sin embargo, si estás conectado por Wi-Fi con mala cobertura o por ADSL, los resultados pueden caer drásticamente, incluso por debajo de los 50 Mbps. Para obtener más información sobre cómo afecta la tecnología a tu velocidad, revisa este enlace sobre AI RAN.
Algunos operadores como Digi o Finetwork ofrecen velocidades muy competitivas haciendo uso de redes propias o compartidas con otras compañías. Conexiones como las de Digi pueden superar los 900 Mbps de velocidad real si el entorno es óptimo. Incluso Finetwork, que emplea la red de Vodafone, garantiza un 80% del caudal contratado en condiciones normales.
Los mejores sitios para hacer un test de velocidad
Hay varias plataformas fiables que puedes utilizar para verificar la velocidad de tu red. Entre ellas destacan:
- testdevelocidad.es: ofrece información detallada, pruebas con protocolo TCP/HTTP y servidores distribuidos en la red Espanix.
- Speedtest.net: una de las más conocidas y utilizadas a nivel global, con app para móviles y test rápido.
- Movistar: ofrece su propio test adaptado a su red para clientes de fibra o ADSL.
- Velocímetro R: herramienta para medir velocidad tanto por Wi-Fi como por fibra o móvil.
Aunque todas estas herramientas son accesibles y fáciles de usar, recuerda que lo más importante es crear las condiciones adecuadas para la medición. Si las cumples, cualquiera de estas opciones te dará una estimación fiable de la calidad de tu conexión.
Realizar un test de velocidad de red no solo sirve para detectar fallos, también para verificar el cumplimiento del contrato, optimizar tu red doméstica o decidir si merece la pena cambiar de operador. Conocer bien cómo y cuándo hacer estas pruebas marca la diferencia entre obtener datos útiles o resultados engañosos. Si notas que tu conexión no rinde como debería, dedicar unos minutos a hacer una buena prueba puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza.
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