Si alguna vez te has encontrado con un teléfono móvil que no responde o que, en el peor de los casos, parece haberse convertido en un ladrillo, probablemente te hayas topado con el temido término ‘brickear’. Aunque el término suena alarmante, es una situación que ocurre con más frecuencia de lo que podrías imaginar, especialmente al manipular software o realizar modificaciones avanzadas en dispositivos Android.
El término ‘brickear’ proviene de la palabra inglesa brick, que significa ladrillo. Cuando un móvil se brickea, básicamente se convierte en un objeto tan útil como un ladrillo: incapaz de realizar ninguna función. Sin embargo, no todos los casos de brick son iguales, y en muchos de ellos, existen soluciones que pueden devolver la vida a tu dispositivo.
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