Microsoft Encarta fue mucho más que una enciclopedia. Fue el referente del conocimiento digital para millones de estudiantes y curiosos de todo el mundo durante más de una década. Lanzada en 1993 y descontinuada oficialmente en 2009, Encarta supuso una revolución en la forma de acceder a la información, justo cuando los ordenadores personales empezaban a instalarse en los hogares.
Durante su apogeo, Encarta fue sinónimo de tareas escolares, trabajos académicos y tardes de exploración multimedia. Sin embargo, su éxito se desvaneció con la misma rapidez que surgió, víctima de su incapacidad para adaptarse al vertiginoso ascenso de Internet y a la aparición de alternativas gratuitas como Wikipedia. La comparativa con Microsoft Encarta es inevitable a la hora de analizar qué fue de los gigantes de la información digital.
El nacimiento de Encarta: una apuesta arriesgada de Microsoft
A finales de los años 80, Microsoft ya estaba explorando formas de digitalizar el conocimiento. Bill Gates era consciente del potencial que ofrecía el CD-ROM como medio de almacenamiento para información multimedia. La idea inicial era aliarse con Encyclopædia Britannica, considerada por entonces el estándar de oro en el ámbito enciclopédico, pero el intento fracasó. Britannica se negó a digitalizar su contenido por miedo a canibalizar su lucrativo negocio de volúmenes impresos, que costaban entre 1500 y 2200 dólares con un margen de beneficio considerable.
La negativa de Britannica no desanimó a Microsoft. En su lugar, optó por adquirir derechos sobre la Enciclopedia Funk & Wagnalls. Para reforzar la base de contenidos de Encarta, más adelante se integraron también textos de otras fuentes como la Collier’s Encyclopedia y la New Merit Scholar’s Encyclopedia, todas provenientes del Grupo Macmillan. Esta combinación de fondos permitió a Microsoft crear una enciclopedia digital multimedia que incluía artículos, fotos, vídeos, audios, mapas interactivos, animaciones y cronologías.
La primera edición salió al mercado en 1993 bajo el nombre Encarta 1993, para Windows 3.x. Contaba con alrededor de 25.000 artículos, 7.000 imágenes, 30 vídeos y 9 horas de contenido de audio. Su nombre en clave durante el desarrollo fue “Project Gandalf”, y rápidamente se convirtió en “Encarta” gracias a una agencia de publicidad que propuso este nombre original y sonoro.
Un comienzo complicado: el error del precio
Encarta no brilló desde el principio. Su lanzamiento se vio perjudicado por un precio inicial especialmente elevado: cerca de 400 dólares. Teniendo en cuenta que en aquel entonces eran pocas las familias que disponían de un ordenador personal en casa, mucho menos podían permitirse pagar esa cantidad por un software educativo, por muy revolucionario que fuera. En aquellos años, Microsoft tuvo que aprender de los errores para posicionar mejor su producto en un mercado competitivo.
Microsoft supo corregir el rumbo rápidamente. Lanzó promociones que reducían su precio a solo 99 dólares e incluso comenzó a incluir el software junto con los paquetes de Windows o en equipos nuevos que lo traían preinstalado. Esta estrategia de distribución ayudó a convertirlo en un producto omnipresente en los hogares durante la segunda mitad de los años 90.
La versión española no llegó hasta 1997, de la mano de la editorial Santillana. Contenía unos 43.000 artículos traducidos y adaptados, y costaba 24.900 pesetas (unos 150 euros), mucho más asequible que cualquier enciclopedia impresa tradicional. Era como tener 29 tomos metidos en un solo CD-ROM, y encima, con soporte multimedia. Este enfoque ayudó a que la enciclopedia se convirtiera en un referente educativo para muchos estudiantes.
La época dorada de Microsoft Encarta
Entre 1995 y 2005, Encarta vivió su momento de máximo esplendor. Se lanzaban nuevas ediciones cada año y se ofrecían paquetes con distintas versiones. La edición estándar contenía lo básico, mientras que la “Premium” incluía extras como vídeos de Discovery Channel, atlas interactivos, mapas en 3D, cronologías históricas y herramientas académicas.
Además, Microsoft desarrolló versiones específicas para distintos públicos:
- Mi primera Encarta (Encarta Kids): pensada para niños menores de 7 años.
- Encarta Matemáticas: orientada a reforzar el aprendizaje de matemáticas.
- Microsoft Student: una suite educativa que incluía Encarta, plantillas para Word y una calculadora gráfica.
Encarta también se expandió a nivel internacional. Microsoft publicó ediciones localizadas en idiomas como inglés (estadounidense y británico), español, francés, alemán, japonés, italiano, neerlandés y portugués brasileño. Algunas versiones incorporaban contenido de enciclopedias regionales. Por ejemplo, la edición neerlandesa se nutrió de textos de la enciclopedia Winkler Prins.
La edición Encarta Premium 2008 llegó a incluir 68.000 artículos en inglés. Su auge fue tal que logró arrinconar a gigantes como Britannica, cuya edición impresa dejó de ser rentable a finales de los 90, hasta el punto de ser vendida con pérdidas en 1996.
Interactividad, acceso offline y avances tecnológicos
Uno de los aspectos que más valoraban los usuarios era la interactividad de Encarta. Cada artículo estaba enriquecido con ilustraciones, clips de audio y vídeo, mapas interactivos y líneas de tiempo. También contaba con un motor de búsqueda potente que facilitaba enormemente la navegación y localización de contenidos.
Además, en la era pre-Internet o de conexiones muy lentas, el acceso offline era una ventaja competitiva inigualable. Encarta se distribuía en CD-ROM, luego en DVD-ROM, y permitía actualizar parte de su contenido durante un periodo limitado tras la instalación mediante Internet Explorer como navegador predeterminado. Este enfoque garantizaba a los usuarios un acceso continuo a la información.
También incluía herramientas adicionales como el Diccionario Encarta, un traductor y un globo terráqueo 3D basado en Microsoft MapPoint. Estas funciones educativas añadidas eran muy útiles para el trabajo escolar y académico. La combinación de tecnologías permitió a Encarta destacarse en un mercado que empezaba a diversificarse.
Encarta incluso experimentó con la inteligencia artificial de la época. A través de un bot en Windows Live Messenger llamado “Encarta Respuestas Instantáneas”, era posible hacer preguntas directamente desde el chat y recibir fragmentos de información sacados de la enciclopedia, además de resolver cálculos matemáticos básicos.
El principio del fin: la llegada de Wikipedia
En 2001, Larry Sanger y Jimmy Wales lanzaron Wikipedia. Esta enciclopedia online y colaborativa transformó por completo el panorama del acceso al conocimiento. Su naturaleza abierta, gratuita y en constante crecimiento atrajo rápidamente a millones de usuarios.
Encarta no supo reaccionar a tiempo. Aunque en 2000 Microsoft estrenó una versión online de Encarta con acceso limitado a ciertos artículos y modelos de suscripción, la propuesta no fue lo suficientemente competitiva frente a Wikipedia, que ofrecía contenido libre y sin restricciones. El auge de Wikipedia marcó un antes y un después en la forma de acceder a la información.
En 2005, Microsoft implementó un sistema de sugerencias llamado Encarta Feedback System, en el que los usuarios podían proponer actualizaciones y nuevos textos, pero sometidos a revisión editorial. Fue un intento de acercarse al modelo colaborativo de Wikipedia, pero no logró enganchar al público, especialmente porque los colaboradores no recibían compensación alguna.
Mientras tanto, Wikipedia crecía imparable. En 2006, la versión en inglés ya superaba el millón de artículos, y la española los cien mil. En contraste, Encarta Premium 2009 redujo su cantidad de contenido: artículos como “Veganismo”, “Corrida de toros” o “MTV” desaparecieron completamente sin explicación. Esto generó críticas y desconcierto entre los usuarios.
El cierre de Encarta y su legado
En marzo de 2009, Microsoft anunció oficialmente el fin de Encarta. A partir del 30 de junio de ese año ya no se venderían nuevas copias del software, aunque las actualizaciones continuarían hasta el 31 de octubre. El sitio web se mantuvo en línea hasta diciembre de 2009 solamente en Japón, país en el que todavía tenía cierta cuota de mercado.
Los suscriptores de pago de MSN Premium recibieron compensaciones económicas, y Microsoft retiró también el software “Microsoft Student”, incluido en muchos paquetes con Encarta.
La Fundación Wikimedia, interesada en reutilizar parte del contenido de Encarta, llegó a realizar contactos con Microsoft para liberar sus archivos bajo una licencia abierta. Sin embargo, el acuerdo no se concretó. Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia, consideró que “aunque los contenidos eran pocos comparados con los de Wikipedia, las imágenes podrían resultar útiles”.
Así llegó a su final una de las plataformas educativas más queridas por toda una generación. Encarta no supo adaptarse a la era de la información libre y colaborativa, pero nadie puede negar su papel pionero en llevar la enciclopedia a la era digital. Hoy día, muchas personas que crecieron usando Encarta aún la recuerdan con nostalgia. Fue testigo de una era en la que el acceso al conocimiento comenzó a cambiar radicalmente, abriendo el camino a lo que hoy entendemos como cultura digital. Encarta marcó un antes y un después, demostrando que las grandes transformaciones tecnológicas muchas veces empiezan con proyectos tan aparentemente simples como una enciclopedia en un CD.
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