El ciberacoso es una realidad que no podemos negar, pero si combatir. En los últimos años ha crecido exponencialmente la manera en la que las personas se ven afectadas por esta forma de violencia, en donde las mujeres son las principales víctimas.
Esto hace que se vuelva en un problema relacionado con el género y que no se puede ignorar. Además, hay muchos tipos de acoso cibernético que se basan en cómo se amenaza y coacciona a las víctimas.
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¿Qué es el acoso cibernético?
El ciberacoso es un tipo de violencia en el que se daña o molesta reiteradamente a una persona o un grupo de ellas, utilizando prioritariamente los medios informáticos como las redes sociales, las mensajerías y los múltiples portales web.
Cabe destacar que los acosos cibernéticos pueden estar acompañados de otros delitos como la extorsión, las amenazas públicas, el hackeo a cuentas y datas personales, entre muchos otros actos que son penalizados por las leyes.
Se cree que la mayor parte de las muestras de acoso informático se realizar a través de plataformas como WhatsApp, usando las características de difusión en masa que estas tienen para mantener amenazadas a las víctimas.
Los 5 Tipos de ciberacoso que debes conocer
Existen muchas formas de acosar, y usando los medios cibernéticos para molestar y dañar a las personas es uno de ellos. Sin embargo, podemos detectar hasta 5 tipos de ciberacoso más comunes en los últimos años, así que necesitas estar enterado de sus rasgos y cómo prevenirlos.
1. Ciberbullying
El bullying cibernético forma parte de los acosos online más frecuente en los últimos años, ya que ha crecido el uso de los dispositivos informáticos (como los teléfonos inteligentes) por parte de los niños y adolescentes.
Aunque el ciberbullying no se limita exclusivamente a este tipo de personas. De hecho, el bullying es un acto de acoso en el que los involucrados comparten un mismo rango de edades y un entorno social similar. Por ejemplo, un adulto podría ser el bully de otro.
En cambio, si el acto involucra a un adulto con un niño, ya allí estaríamos hablando de otra forma de violencia e incluso de delitos graves.
En estos casos se usan los medios digitales, se comparten imágenes y se aprovechan los cajones de opinión (comentarios, mensajes, reacciones, etc…) para burlarse o molestar a una persona, incluso de manera masiva.
No es fácil hacer frente directamente a este tipo de violencia cuando involucra a terceros en internet, pero se debe conversar con los victimarios y las victimas, sobre todo si son representados por adultos, para tratar de frenar el ataque.
2. Sextorsión
Nace de la combinación del carácter sexual en una extorsión, en la que la víctima es amenazada constantemente en que su contenido privado y personal (mensajes, videos, notas de voz, imágenes) puede ser publicado sino accede a alguna petición particular, no necesariamente económica.
De hecho, el extorsionador puede pedirle a la víctima que le comparta más contenido de tipo sexual, cayendo en un círculo en el que se puede prolongar la amenaza durante largos periodos de tiempo si no se toman acciones, sobre todo legales.
La sextorsión afecta a personas de todos los géneros, pero las mujeres son las víctimas frecuentes. Además, se han detectado casos de pederastia y pedofilia en la que los niños son los más afectados por esta forma de acoso cibernético.
Hay que tener en cuenta que los acosadores pueden usar el anonimato o la diferencia geográfica para tener ventajas, así que lo primordial es buscar ayuda ante las autoridades y denunciar el acto para que estas tomen medidas pertinentes.
3. Grooming
Se conoce como Grooming al acto en la que un adulto establece un contacto cibernético con un menor de edad, principalmente con niños, para involucrarlo en actividades sexuales que pueden ir desde el intercambio multimedia hasta el acceso físico.
Se cree que el Grooming es un delito cibernético frecuente y también de los más peligrosos, porque el atacante utiliza el anonimato o la personalidad de las redes para ganarse la confianza de los niños y llevarlos a hacer acciones que les afecte, sin que ellos sean conscientes.
Incluso se puede presentar como una forma de falsificación de identidad, en la que el agresor se hace pasar por otro niño de edad contemporánea, utilizando lenguaje adaptado para generar un ambiente de amistad.
Los acosadores intentan a toda costa de romper los vínculos familiares de las víctimas, y para ello utiliza un lenguaje de iguales. Por ello, este es de los tipos de acoso cibernético que necesitan de atención urgente, principalmente por parte de los representantes y responsables de los niños.
4. Ciberviolencia de Género
La violencia de género ha evolucionado hacia un entorno virtual, en la que hay una persecución constante por parte de personas de distintos géneros o sexo. Por ejemplo, que un hombre humille a una mujer a través de una red social exponiéndola, es una muestra de ciberviolencia de género.
Pero este es un delito que no solo afecta a las mujeres. De hecho, puede verse de manera contraria o involucrado a personas y comunidades de distintas condiciones sexuales, principalmente del colectivo LGBTQ+.
Para que exista ciberviolencia de género, primero tiene que haber una diferencia en ese aspecto, por lo que dos personas del mismo género pueden incurrir a otros tipos de ataques o violencia, pero no estarían dentro de este tipo de clasificación.
Además, este es de los ataques que más se involucran con otras formas de violencia. Puede ir acompañado del bullying o de la sextorsión.
5. Ciberacoso psicológico
Aunque los tipos de acoso cibernético anteriores terminan siempre en traumas y traen consigo consecuencias psicológicas, hay una forma en la que la finalidad del agresor es afectar intencionalmente la psiquis de la víctima.
En esas ocasiones se utilizan los medios informáticos para imponerse y minimizar al acosado en variados contextos, sean religiosos, sociales, raciales, económicos, emocionales, laborales, familiares y muchos otros.
Incluso puede llevar a la víctima a tomar acciones definitivas contra su vida. Por ejemplo, el caso de los videos de YouTube en las que un acosador persuadía a los niños para cometer actos de violencia contra sí mismo.
Conclusiones
Conocer y aprender sobre las múltiples formas de acoso cibernéticos que invaden los entornos virtuales es de vital importancia, porque nos pueden ayudar a prevenirlos, tomar medidas para defendernos y hasta proteger a los más vulnerables.
En todos los casos de tipos de acoso cibernético, es indispensable involucrar a las autoridades para que tomen medidas que signifiquen el menor riesgo para las víctimas, porque ignorar la situación o intentar resolverla personalmente puede no ser la mejor solución y siempre terminan prolongando la violencia.
Me llamo Javier Chirinos y soy un apasionado de la tecnología. Desde que tengo uso de razón me aficioné a los ordenadores y los videojuegos y esa afición terminó en un trabajo.
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