La lucha entre los portátiles ultraligeros y los equipos dos en uno está más reñida que nunca. Microsoft y Apple han lanzado dos auténticos pesos pesados para el usuario que busca potencia, portabilidad y diseño de primera calidad: la Microsoft Surface Pro 11 y el Apple MacBook Air con chip M4. La comparativa entre ambos dispositivos no solo enfrenta sistemas operativos diferentes, sino también filosofías de uso y conceptos de productividad. Elegir uno u otro puede influir notablemente en la experiencia diaria, por lo que resulta esencial analizar cada detalle con calma.
En este artículo vamos a desglosar a fondo las características técnicas, prestaciones, diseños, diferencias de pantalla y mucho más, basándonos en datos y pruebas realizadas por los principales medios tecnológicos del momento. Si tienes dudas sobre cuál de los dos se adapta mejor a tu día a día, aquí tienes la guía definitiva para tomar una decisión informada.
Comparativa de especificaciones y configuraciones
Uno de los primeros aspectos que debemos considerar al enfrentarnos al Microsoft Surface Pro 11 y el Apple MacBook Air con M4 es su configuración de hardware. Ambos parten de precios similares, pero sus posibilidades de personalización varían y pueden influir considerablemente en el coste final.
El MacBook Air 13 (M4) parte de los 999€, con un procesador M4 de 10 núcleos en la CPU, 8 o 10 núcleos en la GPU, 16 GB de memoria RAM y un SSD de 256GB. A partir de ahí, se pueden aumentar la RAM hasta 32GB y el almacenamiento hasta 2TB, aunque las mejoras tienen un precio bastante elevado. El modelo tope de gama puede superar los 2.200€ fácilmente.
En el caso del Surface Pro 11, también encontramos un precio inicial de alrededor de los 999€, con el chip Snapdragon X Plus, 16GB de RAM y SSD de 256GB, así como una pantalla IPS. El verdadero salto se produce al elegir el modelo con OLED y Snapdragon X Elite, donde obtenemos hasta 64GB de RAM y 1TB de almacenamiento, alcanzando los 2.499€ en su versión más equipada.
Ambos modelos, por tanto, ofrecen una variedad de configuraciones avanzadas que los convierten en máquinas extremadamente potentes, aunque la Surface Pro 11 se posiciona como el único de los dos con opción a 64GB de RAM. Sin embargo, Apple sigue apostando fuerte por la integración total entre hardware y software, lo que le permite sacar partido a cada componente.
Diseño y experiencia de uso
Si hay algo que llama la atención nada más ver estos dispositivos es su cuidado diseño y calidad de fabricación. El MacBook Air M4 apuesta por el clásico diseño clamshell (tipo portátil tradicional), mientras que la Surface Pro 11 opta por un formato tablet 2 en 1 con teclado extraíble.
El portátil de Apple es, según muchos análisis, sencillamente la perfección en el segmento de ultrabooks: su chasis es increíblemente fino, ligero pero robusto, y cada detalle – desde el teclado hasta la bisagra – transmite una sensación premium y de durabilidad difícil de superar. Apple ha sabido mantener la elegancia minimalista en todos sus colores y remata la experiencia con un touchpad háptico líder en la industria.
Por su parte, el Surface Pro 11 tampoco se queda atrás. Todo su cuerpo es de aluminio y cuenta con un excelente soporte trasero ajustable (kickstand), el mejor implementado hasta la fecha en un dispositivo tipo tablet. Esto permite colocar la pantalla en múltiples posiciones, ideal para trabajar, dibujar o ver contenido multimedia. Eso sí, con el teclado acoplado pierde parte de esa extrema ligereza y puede resultar menos estable que el MacBook Air sobre superficies blandas (como las piernas).
Ambos ofrecen varias opciones de color y un estilo reconocible; Apple con su elegancia sobria y Microsoft con la personalización de fundas-teclado y acabados ligeramente más llamativos.
Teclado y trackpad: sensación al escribir
El teclado del MacBook Air sigue siendo el referente del mercado. El Magic Keyboard destaca por su excelente tacto, recorrido corto y precisión, y está considerado como el mejor para largas jornadas de escritura. El trackpad Force Touch añade una capa de funcionalidad extra, con soporte para gestos y respuestas hápticas, resultando en una experiencia de uso inmejorable.
La Surface Pro 11 ofrece un teclado desmontable (Surface Pro Flex), que supone un coste extra. Aunque está muy bien construido y ofrece teclas agradables al tacto, no llega al nivel de estabilidad y comodidad del MacBook, especialmente cuando se utiliza sobre superficies irregulares. El trackpad del Surface Pro es háptico y responde bien, pero su tamaño es inferior y resulta menos preciso en ciertas tareas. Para quienes valoran la escritura cómoda y precisa, el equipo de Apple está un paso por delante.
Pantallas: tecnología y calidad de imagen
En el apartado de pantalla, nos encontramos con dos propuestas de altísima calidad pero con enfoques diferentes. El MacBook Air equipa un panel IPS de 13,6 pulgadas con resolución 2560 x 1664, formato 16:10 y un brillo máximo excelente. Esta pantalla destaca por su fidelidad de color, buena luminosidad y contrastes notables dentro de la tecnología LCD.
La Surface Pro 11, por su parte, se comercializa con dos opciones: una pantalla IPS de 13 pulgadas con resolución 2880 x 1920 y un modelo OLED con los mismos valores, que ofrece negros profundos, colores más vibrantes y un contraste muy superior. Su relación de aspecto es 3:2, lo que implica algo más de espacio vertical, ideal para productividad y lectura de documentos largos. Además, el panel OLED permite una experiencia realmente inmersiva, sobre todo para quienes consumen mucho contenido audiovisual o trabajan con imágenes. Como punto menos positivo, este panel consume más batería que el IPS.
En el MacBook Air los 60Hz de tasa de refresco se mantienen frente a los 120Hz de la Surface, que ofrece una experiencia más fluida al navegar y desplazarse por menús. La pantalla de la Surface, además, es táctil y compatible con el lápiz Surface Slim Pen, lo que supone una ventaja clara para diseñadores, artistas digitales y quienes buscan anotar o dibujar directamente sobre la pantalla.
Rendimiento: procesadores y eficiencia
El Apple MacBook Air M4 estrena el chip M4, que marca un salto importante en rendimiento y eficiencia energética. Según las pruebas de Digitaltrends y Fstoppers, el portátil de Apple domina en benchmarks tanto en tareas de un solo núcleo como en rendimiento multi-núcleo. Esto se traduce en una mayor agilidad en el uso cotidiano, apertura de programas y tareas de creación de contenido ligero o edición de vídeo semiprofesional.
En el lado de Microsoft, la Surface Pro 11 monta el chip Snapdragon X Plus o X Elite, ambos basados en arquitectura ARM. Estos procesadores ofrecen buena potencia y una eficiencia energética sobresaliente, pero todavía encuentran ciertas limitaciones en la compatibilidad y optimización de algunos programas profesionales, especialmente software como Adobe Photoshop, Lightroom o Premiere, donde el MacBook Air M4 saca ventaja clara y demuestra una integración hardware-software más madura.
Almacenamiento y conectividad
En ambos casos, el almacenamiento base es de 256GB SSD, con opciones de ampliación (hasta 2TB en el MacBook Air y 1TB en Surface Pro 11). Las unidades SSD de ambos dispositivos emplean tecnología flash sin componentes mecánicos, lo que se traduce en mayor velocidad, menor ruido y una alta resistencia a golpes y caídas respecto a los discos duros tradicionales.
A nivel de puertos, los dos equipos incluyen puertos USB-C modernos (Thunderbolt 4 en MacBook Air y USB4 en Surface Pro 11), aunque hay ligeras diferencias. El MacBook Air añade un conector MagSafe de carga y una salida de auriculares de 3.5mm, mientras que la Surface Pro 11 carece de jack, pero suma una ranura nanoSIM ideal para conexión móvil en movilidad y una mejor conectividad inalámbrica.
La Surface también supera al MacBook Air en la inclusión de un modelo con puertos USB-A en el caso de la Surface Laptop, aunque en la Surface Pro 11 predominan los USB-C y la facilidad de conexión mediante adaptadores.
Sistema operativo y experiencia de usuario
La experiencia de uso diaria está fuertemente marcada por el sistema operativo. El MacBook Air, con macOS, ofrece una navegación intuitiva, inicia sesión y sincroniza datos con el ecosistema Apple en segundos, y presume de una estabilidad y rendimiento sobresaliente en la mayoría de tareas. Los usuarios de iPhone o iPad encontrarán la integración perfecta con sus dispositivos móviles.
Windows 11 en la Surface Pro 11 aporta la versatilidad de un entorno clásico de PC y compatibilidad total con la mayoría de aplicaciones de productividad, aunque la transición a chips ARM sigue lastrando el rendimiento y la estabilidad en algunas aplicaciones profesionales. El proceso de configuración inicial en Windows sigue demandando más tiempo y atención que en macOS, algo que puede resultar frustrante para quienes buscan inmediatez.
En el uso diario, aunque ambos sistemas operativos son perfectamente válidos para ofimática y navegación, los análisis revelan una pequeña ventaja para Apple en cuanto a fluidez, menor lag y rapidez en el lanzamiento y cierre de aplicaciones, así como en la gestión de actualizaciones del sistema.
Batería y autonomía
La duración de la batería es un factor clave para cualquier usuario que busque movilidad. Ambos dispositivos son referencia en su segmento, permitiendo jornadas completas de uso sin cargar. El MacBook Air M4 vuelve a liderar por un estrecho margen, superando a la Surface Pro 11, especialmente si esta última se utiliza con el panel OLED, que consume más energía.
En usos intensivos y pruebas reales, el MacBook Air aguanta más de un día y medio de trabajo estándar, mientras que la Surface Pro 11 ofrece cifras similares en la versión IPS, algo menos en la OLED. Es importante también destacar la eficiencia energética del chip M4, que hace que Apple mantenga el liderazgo en autonomía desde el salto a su propio silicio.
Audio y multimedia
El apartado del audio es otro donde Apple lleva la delantera. El MacBook Air M4 incorpora un sistema de cuatro altavoces con woofers de cancelación de fuerza que ofrece un sonido sorprendentemente rico, nítido y con buenos graves incluso para su escaso grosor. Es considerado uno de los mejores en portátiles de su tamaño.
La Surface Pro 11 monta altavoces laterales dobles que cumplen bien con el cometido básico, pero no ofrecen la riqueza de matices ni la potencia del equipo de Apple. Para escuchar música, ver películas o videollamadas, la experiencia es simplemente correcta.
Cámaras y funcionalidades extra
En videollamadas y reuniones online, ambos portátiles cuentan con cámaras frontales de 12MP, aunque el MacBook Air introduce mejoras notables en la captura a baja luz y funciones como Center Stage, que centra automáticamente al usuario en la imagen. También ofrece Desk View, una curiosa función para compartir el escritorio físico de forma combinada con la cámara principal.
Por su parte, la Surface Pro 11 incluye una cámara trasera adicional de 10MP, perfecta para usar el equipo como tablet y realizar fotos o escanear documentos sin necesidad de otro dispositivo. Además, integra un potente procesador neuronal (NPU) para funciones de IA avanzadas dentro del entorno Copilot+ PC.
Opciones de personalización, precios y disponibilidad
Tanto Microsoft como Apple ofrecen sus equipos en múltiples configuraciones, colores y accesorios. Es importante tener en cuenta que, en el caso de la Surface Pro 11, el teclado y el lápiz se venden por separado, lo que incrementa el coste final si necesitas aprovechar todas sus capacidades.
En cuanto a precios, ambos arrancan en la horquilla de los 1.000€, pero los modelos más avanzados pueden superar los 2.000€ con facilidad. La Surface Pro 11 tiende a tener más ofertas y descuentos puntuales en tiendas, mientras que Apple rara vez aplica rebajas a sus productos recién lanzados. Así que, según el momento y la tienda, la diferencia de precio puede decantarse de un lado u otro.
¿Para quién es cada equipo?
La elección final debe estar marcada por tus necesidades y preferencias personales. Si buscas un portátil tradicional, robusto, con el mejor teclado y la máxima autonomía, el MacBook Air M4 es la apuesta segura. Es el estándar de oro para quienes priorizan la escritura, edición ligera de foto y vídeo, y la integración total con el ecosistema Apple.
Por el contrario, la Surface Pro 11 es imbatible si necesitas la versatilidad de un dispositivo 2 en 1, con pantalla táctil, posibilidad de uso como tablet y compatibilidad con lápiz óptico para dibujar o tomar notas a mano. También es la mejor opción si la portabilidad extrema y la conectividad móvil son prioridades absolutas.
Cabe destacar que, aunque ambas máquinas son excelentes en movilidad, si tu flujo de trabajo depende de aplicaciones profesionales (Photoshop, Lightroom, Premiere), la ventaja en rendimiento y estabilidad del MacBook Air M4 es clara, como han demostrado los análisis más recientes.
Cada nuevo lanzamiento de Microsoft y Apple acerca más la capacidad de sus dispositivos, y la línea que los separa es cada vez más fina. Aun así, las pequeñas diferencias en experiencia de usuario, calidad de acabados y ecosistema pueden marcar la diferencia para cada persona.
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