¿Cuánto tiempo se necesita para descifrar una contraseña? Claves y factores esenciales

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Ilustración sobre seguridad y contraseñas fuertes

La seguridad digital es un tema que preocupa cada vez más a cualquier persona o empresa. No es para menos: cada año aumenta la sofisticación de los ataques informáticos y los hackers cuentan con más recursos tecnológicos para descifrar contraseñas. ¿Cuánto tiempo tardarían realmente en hackear tu contraseña? ¿Y de qué depende ese tiempo?

Puede parecer exagerado, pero una contraseña que te costó segundos inventar podría ser descifrada al instante por un programa automatizado. Aun así, la buena noticia es que si sigues unas sencillas reglas y entiendes cómo funciona el proceso de descifrado, puedes hacer que lograrlo sea prácticamente una misión imposible. Vamos a desgranar todos los factores, métodos y recomendaciones según los datos y estudios más recientes.

Puntos clave: factores que influyen en el tiempo de descifrado

El tiempo que se tarda en descifrar una contraseña no solo depende de la creatividad con la que la inventes. Realmente se determina por varios factores técnicos:

  • Longitud de la contraseña: Cuantos más caracteres tenga la clave, más difícil es descifrarla.
  • Complejidad de los caracteres: Incluir mayúsculas, minúsculas, números y símbolos multiplica exponencialmente las combinaciones posibles.
  • Algoritmo de hash que la protege: No es igual crear una contraseña en un sistema anticuado (por ejemplo, basado en MD5) que en uno moderno que usa bcrypt o SHA256.
  • Potencia de procesamiento del atacante: Las GPUs modernas permiten realizar millones de pruebas por segundo.
  • Tipo de ataque: Los hackers pueden emplear fuerza bruta, diccionario, ataques híbridos o de máscara, y aprovechar bases de datos filtradas.

La combinación de todos estos elementos define si una clave se quiebra en segundos o en millones de años. Por tanto, una misma contraseña podría ser muy débil en una web y casi inexpugnable en otra dependiendo del entorno.

El papel de la longitud y la variedad de caracteres

La pregunta del millón siempre es: ¿cuántos caracteres necesito? Los estudios actuales coinciden en que la longitud es incluso más importante que la complejidad. Así, una contraseña de 16 caracteres formada solo por letras será mucho más resistente que una de 8 muy compleja.

Sin embargo, combinar la longitud con variedad de caracteres (mayúsculas, minúsculas, números y símbolos) lleva la seguridad a otro nivel. Por ejemplo, según los datos más recientes de empresas como Hive Systems, una contraseña de:

  • 4 caracteres (usando solo números o letras minúsculas): descifrada al instante.
  • 8 caracteres (mezclando números, letras y símbolos): entre minutos y horas, dependiendo del hardware y del algoritmo de hash.
  • 12 caracteres complejos: años hasta millones de años.
  • 16 caracteres combinando todo: prácticamente imposible de descifrar por fuerza bruta (trillones de años).
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Además, si la clave es una simple palabra de diccionario, aunque tenga símbolos, puede descubrirse en segundos si ha sido filtrada antes. Para evitar que esto ocurra, aprende a evitar que los navegadores recuerden contraseñas fácilmente y protege tus datos.

¿Por qué ya no es suficiente combinar solo mayúsculas y minúsculas?

Hace solo diez años, tener una contraseña de 10 caracteres con mayúsculas, minúsculas y números era una garantía aceptable. Sin embargo, debido al auge de hardware cada vez más potente y accesible, como las últimas tarjetas gráficas RTX de Nvidia utilizadas en la nube, el tiempo de descifrado se ha reducido drásticamente.

Por ejemplo, una clave de ese tipo que en 2012 podía resistir más de 100 años, hoy puede caer en semanas. Por eso, ahora se recomienda trabajar con contraseñas de más de 12-14 caracteres y añadir siempre símbolos para reforzar la seguridad.

Tipos de ataques y cómo afectan al tiempo de descifrado

No todos los intentos de descifrar contraseñas funcionan igual. Los ciberdelincuentes pueden usar varias estrategias:

  • Ataque de fuerza bruta: Consiste en probar todas las combinaciones posibles hasta dar con la contraseña correcta. Es el método más lento, pero también el que más asegura resultados si hay tiempo y recursos ilimitados.
  • Ataque de diccionario: Se basa en probar listas de palabras y combinaciones habituales, además de las contraseñas filtradas en anteriores brechas (HaveIBeenPwned, etc). Los ciberdelincuentes roban contraseñas en la web con este método.
  • Ataques híbridos: Combinan listas de palabras con sustituciones (“a” por “@”, por ejemplo) y variaciones numéricas.
  • Ataques de máscara: Si el atacante conoce el patrón o parte de la contraseña, puede reducir enormemente el número de pruebas necesarias.

El mayor peligro está en el uso de contraseñas ya filtradas o palabras de diccionario. En ese caso, se pueden descifrar al instante sin importar la longitud o los símbolos que añadas. Para aprender cómo protegerlas, visita la guía para eliminar contraseñas guardadas en Windows.

Influencia del algoritmo de hash y de la tecnología del atacante

Las contraseñas nunca deberían guardarse en texto plano; lo habitual es que se almacenen como un hash generado por algoritmos como MD5, SHA256, bcrypt, PBKDF2, etc. Cada uno de ellos ofrece unas características y resistencias diferentes.

  • MD5: Antiguo y vulnerable. Contraseñas numéricas o sencillas de hasta 13 caracteres pueden romperse al instante.
  • SHA256: Mucho más seguro. Una clave de 11 caracteres con números, mayúsculas, minúsculas y símbolos tardaría más de 2.000 años en descifrarse. Aprende a recuperar tu contraseña en Android si tienes problemas con el acceso.
  • Bcrypt: Incluye salting (datos aleatorios adicionales) y factor de coste (más rondas de cifrado), haciéndolo extremadamente resistente. Una contraseña de 8 caracteres bien construida puede requerir más de 27.000 años para ser rota, e incluso una de 12 o 14 caracteres sería prácticamente invulnerable a fuerza bruta.
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La realidad es que, aunque el algoritmo sea seguro, si la contraseña es débil o filtrada, se vuelve vulnerable.

¿Cuánto tiempo se tarda realmente en descifrar una contraseña? Tablas orientativas

Empresas como Hive Systems publican cada año tablas estimativas con los tiempos necesarios para descifrar contraseñas según situación realista (hardware avanzado y contraseñas hasheadas). Se suelen utilizar tarjetas gráficas Nvidia de última generación y configuraciones realistas de hash.

  • Contraseña numérica/simple (hasta 10 caracteres): descifrado instantáneo.
  • 8 caracteres combinando todo: horas a 164 años (en función de la complejidad y el hash).
  • 12 caracteres con símbolos: de años a millones de años para romperla.
  • 14 a 16 caracteres aleatorios: miles de millones de años.

En escenarios con contraseñas protegidas por bcrypt y hardware muy avanzado, romper una contraseña aleatoria de 8 caracteres puede tardar hasta 12 años, mientras que combinaciones no aleatorias o filtradas pueden caer en pocos segundos.

¿Por qué siguen cayendo las contraseñas de muchas cuentas?

A pesar de estas cifras, millones de cuentas se siguen viendo comprometidas. Esto es así porque:

  • Se reutilizan contraseñas. Si una clave aparece en una filtración, un atacante puede probarla en otras cuentas.
  • Se usan patrones o información personal (nombres, fechas de nacimiento, equipos de fútbol, comida favorita…).
  • Las contraseñas son demasiado simples o cortas. Los sistemas de ataque automatizados las descifran en segundos.
  • No se aplica la autenticación en dos pasos o MFA.

Incluso los algoritmos potentes de hash pueden proteger mejor cuando la contraseña es aleatoria y larga. Si la contraseña es simple o ya ha sido filtrada, los atacantes pueden emplear tablas arcoíris o ataques de diccionario para obtener acceso rápidamente. Para protegerte, consulta la guía sobre generar contraseñas seguras con ChatGPT.

Herramientas y métodos de protección recomendados

La mayoría de expertos y empresas de ciberseguridad coinciden en varias pautas de seguridad:

  • Utiliza contraseñas largas (mínimo 12-16 caracteres) y complejas. Añade siempre símbolos y combina mayúsculas, minúsculas y números en patrones no previsibles.
  • Crea una contraseña única para cada servicio. Así, si una se filtra, no compromete todas tus cuentas.
  • No reutilices contraseñas bajo ninguna circunstancia.
  • Evita datos personales y palabras del diccionario.
  • Usa gestores de contraseñas (Bitwarden, LastPass, 1Password, etc.) para crear y almacenar claves robustas sin tener que recordarlas todas.
  • Activa la autenticación multifactor (MFA) siempre que sea posible. Si puedes evitar el SMS, mejor apuesta por apps como Keepass o Google Authenticator, o incluso tokens físicos.
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Las tecnologías passwordless y MFA hacen prácticamente imposible que un atacante acceda a tus cuentas solo con la contraseña, aunque llegue a descifrarla. Para más detalles, consulta cómo encontrar usuario y contraseña en dispositivos.

Errores habituales y recomendaciones prácticas para crear contraseñas robustas

Muchos caen en el error de utilizar la misma contraseña para todo. Otros optan por patrones fáciles de recordar o anotan las claves en lugares inseguros. Aquí tienes consejos esenciales:

  • Asegúrate de que todas tus contraseñas superan los 12 caracteres.
  • Elige combinaciones imposibles de asociar contigo: nada de fechas, nombres, datos personales o repeticiones.
  • Apóyate en reglas mnemotécnicas personales para recordar claves, pero que nadie más pueda adivinar.
  • No guardes contraseñas en navegadores públicos o dispositivos compartidos.
  • Utiliza administradores de contraseñas para crear, gestionar y cambiar tus claves.

Recuerda que muchos servicios ofrecen comprobar si tus contraseñas han estado comprometidas previamente. Herramientas como HaveIBeenPwned pueden avisarte si alguna de tus cuentas aparece en filtraciones.

¿Qué podemos esperar en el futuro?

La tendencia es clara: la potencia de hardware seguirá aumentando, lo que hará que las contraseñas simples sean cada vez menos seguras. Por eso, poco a poco se están imponiendo los sistemas de autenticación sin contraseña o con factores adicionales como biometría, apps móviles o llaves físicas USB. Para conocer mejor las opciones disponibles, visita nuestro artículo sobre .

El avance de la computación en la nube también permite que hackers motivados puedan alquilar potentes GPUs y lanzar ataques masivos durante horas a bajo coste. Pero tú puedes ponérselo muy difícil siguiendo las recomendaciones anteriores.

Todo apunta a que la mejor defensa sigue siendo la prevención. Apostar por contraseñas aleatorias, largas y robustas, junto con el uso de gestores de contraseñas y autenticación en dos pasos, es la forma más sencilla y eficaz de evitar sustos en la red. Con la información y herramientas actuales, tienes todo lo necesario para construir una fortaleza alrededor de tu identidad digital.

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