Configuración de Open-Shell para menús clásicos en Windows 11

Última actualización: 12/12/2025
Autor: Isaac
  • Open-Shell permite reemplazar el menú Inicio moderno por estilos clásicos muy personalizables en Windows 11.
  • Existen alternativas como StartAllBack, Start11 o Menú Inicio X para emular menús de Windows 7 y Windows 10.
  • Estas herramientas son seguras si se descargan de fuentes oficiales, aunque implican riesgos funcionales y de compatibilidad.
  • Es recomendable crear puntos de restauración y copias de seguridad antes de modificar el menú Inicio o el registro.

Configuración de Open-Shell para menús clásicos en Windows

Si te agobia el nuevo menú Inicio de Windows 11 centrado, con recomendaciones del menú y un aspecto moderno que no termina de convencerte, que sepas que no estás solo. Muchos usuarios echan de menos el estilo clásico de Windows XP, Windows 7 o incluso el de Windows 10, más compacto, directo y sin tanto adorno.

La buena noticia es que puedes recuperar un menú Inicio clásico en Windows 11 (e incluso en Windows 10 si lo tienes roto o deshabilitado) gracias a herramientas como Open-Shell y otros programas similares. Y además, hay trucos mediante el registro y varias opciones extra para ajustar la posición, el botón de inicio y hasta el aspecto de la barra de tareas.

Qué es Open-Shell y qué puede hacer por tu menú Inicio

Open-Shell es la evolución de Classic Shell, un proyecto de código abierto orientado a devolver a Windows su menú de inicio de toda la vida. Permite sustituir el menú por defecto de Windows 11 (y también de Windows 10, 8.1 y 7) por versiones clásicas muy pulidas y llenas de opciones.

Con esta herramienta puedes elegir entre tres estilos principales de menú: uno clásico de una columna, otro clásico de dos columnas y un clon del menú de Windows 7. Cada uno de ellos se puede personalizar a fondo con skins, iconos pequeños o grandes, transparencia, tipo de letra y un largo etcétera.

Además de cambiar el menú, Open-Shell te deja reemplazar el botón de inicio por iconos clásicos (como el de Windows 7 o el Aero de Vista) o por una imagen personalizada. Incluso puedes ajustar el tamaño del botón, su alineación y cómo se integra con la barra de tareas.

Otro punto interesante es que Open-Shell incluye componentes opcionales como Classic Explorer y Classic IE, que retocan el Explorador de archivos y el antiguo Internet Explorer para darles un aire más clásico y ofrecer accesos directos adicionales. No son imprescindibles para el menú, pero ahí están si quieres una experiencia más “retro” en todo el sistema. Si quieres ir más allá con el Explorador, consulta cómo volver al anterior menú del Explorador de archivos.

Descarga e instalación de Open-Shell paso a paso

Para empezar a usar Open-Shell en Windows 11, lo primero es descargarlo desde su repositorio oficial en GitHub. Es importante no bajar el instalador desde webs de terceros para evitar instaladores modificados o versiones desactualizadas.

Accede a la página del proyecto en github.com/Open-Shell/Open-Shell-Menu. En la parte superior verás la sección de lanzamientos; normalmente hay un botón de Downloads o un listado de versiones donde encontrarás la última build estable o beta.

En la última versión, desplázate hacia abajo hasta el apartado Assets. Allí verás varios ficheros, pero el que te interesa es el instalador con nombre similar a OpenShellSetup.exe. Haz clic sobre ese archivo para descargarlo a tu ordenador.

Una vez tengas el ejecutable en tu equipo, ábrelo con doble clic. Se lanzará el asistente de instalación, que es bastante sencillo: solo tendrás que ir pulsando en Next, aceptar la licencia, elegir la ruta de instalación y finalmente hacer clic en Install para que copie todos los archivos necesarios.

En uno de los pasos intermedios del instalador verás una lista de componentes: Classic Explorer, Open-Shell Menu, Classic IE y Open-Shell Update. Si solo quieres cambiar el menú Inicio, lo recomendable es dejar activado únicamente Open-Shell Menu y desmarcar el resto. Si prefieres probar todas las funciones, puedes dejarlo todo marcado sin problema.

Primeros ajustes: estilos de menú clásico disponibles

Tras completar la instalación, busca la herramienta Open-Shell Menu Settings. Puedes encontrarla en la carpeta donde lo has instalado o simplemente teclear “Open-Shell” en el buscador del menú Inicio de Windows 11.

Al abrir la configuración, por defecto te aparecerá la pestaña Start Menu Style. Aquí es donde eliges el tipo de menú que sustituirá al inicio moderno de Windows. Verás tres opciones claramente diferenciadas, cada una con una vista previa.

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La primera es el estilo clásico de una sola columna, muy parecido al que tenían Windows 2000 y Windows XP en su modo más simple. Ofrece una columna con programas y accesos directos, muy compacta y sin elementos visuales innecesarios.

La segunda opción es el clásico con dos columnas. Mantiene el esquema del anterior pero añade una columna extra para accesos fijos como Documentos, Equipo, Panel de control, etc. Es ideal si quieres tener todo a mano sin andar navegando por submenús.

Por último, tienes el estilo Windows 7, que imita casi al milímetro el menú Inicio de esa versión: caja de búsqueda integrada, lista de programas frecuentes, accesos a carpetas y opciones de apagado en la parte inferior. Es la opción favorita de muchos usuarios porque combina estética clásica y funcionalidad moderna.

Selecciona el estilo que más te encaje y pulsa en OK o aplica los cambios para que Windows 11 comience a usar ese menú en cuanto pulses el botón de inicio o la tecla Windows del teclado.

Personalizar el aspecto del menú: skins, iconos y opciones visuales

Una vez elegido el estilo básico, llega lo divertido: ajustar la apariencia del menú para que se vea exactamente como quieres. Dentro de la misma ventana de configuración encontrarás el apartado Select Skin o “Seleccionar la piel”, que abre la pestaña de Skin.

En esta pestaña puedes escoger entre varias “pieles” que cambian radicalmente la estética del menú. Entre las más habituales están Classic Skin, Metallic, Metro, Midnight, Windows 8 y Windows Aero, cada una con su propio estilo de bordes, colores y efectos.

Además del skin, Open-Shell permite activar opciones como Mostrar iconos pequeños para que todo quede más compacto, usar una fuente más grande si te cuesta leer el texto, o marcar el modo Opaco para eliminar transparencias y ganar contraste.

Estas opciones varían ligeramente dependiendo del estilo de menú que hayas elegido antes. Por ejemplo, en el estilo Windows 7 tendrás más controles relacionados con la transparencia y el brillo, mientras que en el clásico de una columna se centra en la simplicidad y el tamaño de los elementos.

Tras modificar la piel y las opciones visuales, puedes volver a la pestaña Start Menu Style para ver un pequeño adelanto de cómo quedará todo. Si te convence, pulsa en OK; si no, cambia de skin y prueba de nuevo hasta dar con el aspecto que mejor encaje contigo.

Reemplazar el botón de Inicio y ajustar su alineación

Uno de los toques más llamativos de Open-Shell es la posibilidad de cambiar el icono del botón de inicio. Si no te gusta el nuevo logo plano de Windows 11, puedes volver al icono de Windows 7, al estilo Aero de Vista o incluso a un botón creado por ti mismo a partir de una imagen.

Para hacerlo, abre de nuevo la configuración de Open-Shell y entra en la pestaña Start Button (o equivalente). Allí verás opciones para usar el botón por defecto del sistema o para seleccionar una imagen personalizada.

Haz clic en Pick Image o “Elegir imagen” y selecciona el archivo que quieras usar como icono. En foros como el de Classic Shell hay un montón de botones de reemplazo ya preparados en distintos estilos, tamaños y colores, especialmente pensados para integrarse con Windows 11.

Si al aplicar los cambios ves que el botón se ve descentrado, recortado o mal alineado, vuelve a la configuración y entra en Advanced button options. Desde ahí podrás ajustar el tamaño, la posición y la alineación vertical u horizontal hasta que el resultado encaje perfectamente con la barra de tareas.

Recuerda que en Windows 11 es clave mover los iconos de la barra de tareas a la izquierda para que el botón de Open-Shell se superponga al botón de inicio original. De lo contrario, seguirás teniendo un inicio centrado que no cuadra con la estética clásica que quieres conseguir.

Colocar el menú Inicio en la izquierda en Windows 11

De fábrica, Windows 11 muestra el botón de inicio en el centro de la barra de tareas, junto al resto de iconos anclados. Microsoft justifica este cambio diciendo que hoy en día la mayoría de pantallas son panorámicas (formato 16:9) y situar el inicio en el centro reduce el desplazamiento de la vista.

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Aunque la explicación tiene cierto sentido, muchos usuarios están acostumbrados a tener el inicio en la esquina inferior izquierda, especialmente en pantallas grandes o configuraciones multi-monitor. Si quieres que Open-Shell y el sistema queden alineados, lo ideal es devolver los iconos a esa zona.

Para hacerlo desde Windows 11, entra en Configuración > Personalización > Barra de tareas. Dentro, busca la opción de alineación de la barra de tareas (Taskbar alignment) y selecciona “Izquierda” en lugar de “Centro”. Con esto, el botón de inicio nativo se desplazará a la parte izquierda, donde Open-Shell podrá colocarse por encima.

Una vez cambies la alineación, el botón de Open-Shell reemplazará visualmente al botón de Windows 11. Tú seguirás teniendo acceso al menú clásico cada vez que pulses en esa zona, y el menú moderno quedará “oculto” tras la interfaz de Open-Shell.

Si en el futuro quisieras volver al estilo moderno, bastaría con deshabilitar o desinstalar Open-Shell y restaurar, si quieres, la alineación centrada de la barra de tareas desde la misma sección de configuración.

Recuperar el menú clásico mediante el registro de Windows

Más allá de Open-Shell, existe un método algo más técnico para activar un menú de estilo clásico modificando el registro de Windows. Este enfoque se usó mucho en builds tempranas de Windows 11 para “forzar” algo más parecido al menú de Windows 10; si te interesa, aquí tienes una guía sobre cómo hacerlo modificando el registro.

Para probarlo, pulsa Windows + R, escribe regedit y confirma. Se abrirá el Editor del Registro de Windows, una herramienta poderosa con la que hay que ir con bastante cuidado, ya que cualquier cambio erróneo puede provocar comportamientos extraños en el sistema.

Navega hasta la siguiente ruta: HKEY_CURRENT_USER/Software/Microsoft/Windows/CurrentVersion/Explorer/Advanced. En el panel de la derecha, haz clic con el botón derecho, elige Nuevo > Valor de DWORD (32 bits) y ponle de nombre Start_ShowClassicMode (respetando mayúsculas y minúsculas).

A continuación, haz doble clic sobre ese nuevo valor y cambia los datos a 1. Esto indica que quieres mostrar el modo clásico. Guarda los cambios, cierra el editor del registro y reinicia el equipo para que Windows aplique la nueva configuración.

Este método no es tan flexible ni potente como Open-Shell, pero puede servir en ciertos escenarios para recuperar un inicio menos moderno sin instalar software adicional. Eso sí, conviene tener en cuenta que Microsoft va cambiando cosas en cada actualización, y no siempre garantiza que este truco funcione igual en el tiempo.

Otros programas para restaurar menús clásicos en Windows 11

Aunque Open-Shell es la opción gratuita más popular, existen otras herramientas pensadas para imitar los menús de Windows 7 o Windows 10 en Windows 11, y en algunos casos añaden todavía más opciones estéticas para la barra de tareas y el explorador.

Una de las más conocidas es StartAllBack, una aplicación de pago (con versión de prueba de 30 días) que se centra en devolver una interfaz clásica al menú de inicio, la barra de tareas y otros elementos del sistema. Permite elegir temas de tipo Windows 10 o un estilo refinado basado en Windows 7.

Al instalar StartAllBack, aparece un panel de configuración desde el cual puedes activar un tema clásico y ver al instante cómo cambian la barra de tareas y el menú Inicio. Desde el apartado de “Menú Inicio” puedes afinar el tamaño de los iconos, el número de filas, cómo se ordenan los programas e incluso hacer que la lista “Todos los programas” se despliegue como un menú al estilo XP.

Otra solución bastante popular es Start11, desarrollada por Stardock, una empresa muy conocida en el mundillo de la personalización de Windows. Esta herramienta también es de pago, aunque ofrece un periodo de prueba, y permite emular estilos de inicio de Windows 7, Windows 10, una versión moderna personalizada, o mantener la estética de Windows 11 pero más controlada.

Desde su interfaz podrás elegir el estilo de menú, alinear la barra de tareas a la izquierda o mantenerla centrada, cambiar el logo del botón de inicio entre numerosos diseños, e incluso modificar la transparencia, el desenfoque, el color y hasta aplicar texturas personalizadas a la barra de tareas.

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Por último, tienes Menú Inicio X, una app que ofrece un menú muy similar al de Windows 10 y que incluye una función muy curiosa: pulsando Mayús + Win te permite alternar rápidamente entre el menú modificado y el menú de inicio nativo de Windows. Es ideal si quieres comparar en vivo si el nuevo inicio es tan terrible o si te acabas acostumbrando.

Menú Inicio X incluye multitud de opciones para añadir temas, cambiar el icono del botón, incorporar accesos directos para apagar, suspender o reiniciar, y limitarte únicamente a recuperar el menú de Windows 10 sin tocar nada más si no te apetece trastear demasiado.

¿Son seguras las apps como Open-Shell, StartAllBack o Start11?

Es lógico que, al tratarse de aplicaciones de terceros que modifican la interfaz del sistema, te surjan dudas de seguridad. La clave está en usar siempre fuentes oficiales, versiones actualizadas y evitar cualquier variante “crackeada” o pirateada.

En el caso concreto de Open-Shell, se trata de un proyecto de código abierto donde el código fuente está disponible públicamente. Esto permite que la comunidad revise y audite lo que hace el programa, reduciendo mucho la probabilidad de que incluya elementos maliciosos.

StartAllBack y Start11, por su parte, son productos comerciales desarrollados por empresas reconocidas, algunas de ellas con buena relación con Microsoft y larga trayectoria en el ecosistema Windows. Actualizan con frecuencia sus programas para corregir errores y reforzar la seguridad.

Menú Inicio X lleva también muchos años en el mercado y mantiene una buena reputación entre los usuarios, siempre y cuando lo descargues desde su sitio oficial. La mayoría de problemas de malware vienen de ejecutables modificados que se comparten en portales de descarga poco fiables.

Como medida extra, siempre puedes subir cualquier instalador que descargues a VirusTotal para comprobarlo con decenas de motores antivirus al mismo tiempo. Lo recomendable es que el archivo tenga una tasa de detección nula o prácticamente nula antes de ejecutarlo.

Algunos medios especializados siguen también un protocolo de validación estricto: verificar que el enlace apunte a la web oficial, analizar el ejecutable en servicios como VirusTotal y, cuando hay dudas, instalar el programa en una máquina virtual para ver si se comporta de forma estable y sin comportamientos sospechosos.

Riesgos funcionales y precauciones antes de modificar el menú Inicio

Aun cuando las aplicaciones sean limpias en cuanto a malware, no hay que olvidar que tocan partes sensibles del sistema. Para lograr ese aspecto clásico tan integrado, muchas de ellas modifican o enganchan componentes internos de la interfaz de Windows.

En determinadas configuraciones, esto puede provocar errores visuales, cierres inesperados del explorador, problemas con la barra de tareas o comportamientos raros tras ciertas actualizaciones del sistema. No es lo habitual, pero puede ocurrir.

Por eso es muy recomendable crear un punto de restauración del sistema antes de instalar este tipo de programas. De esta forma, si algo sale mal o el sistema empieza a dar problemas, siempre puedes volver al estado anterior sin perder tiempo reinstalando todo.

Igualmente, nunca está de más hacer una copia de seguridad de los datos más importantes en otro disco, en la nube o en un NAS. No es que estas apps vayan a borrar tus archivos, pero si alguna incompatibilidad provoca que Windows no arranque correctamente, agradecerás tener tus documentos a salvo.

Ten en cuenta, además, que muchas de estas herramientas tocan el registro de Windows y otros componentes internos que también pueden estar afectados por otras personalizaciones que ya tengas. La combinación de varios tweaks puede generar conflictos inesperados.

Si sueles instalar builds de prueba de Windows 11 o realizar ajustes profundos en el registro, plantéate probar estas apps primero en entornos controlados como máquinas virtuales antes de llevarlas a tu equipo principal de trabajo o estudio.

Cómo volver al menú clásico en Windows 11-0
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