- Los archivos HEIC ahorran espacio manteniendo alta calidad, pero requieren códecs HEIF y HEVC para funcionar correctamente en Windows.
- Instalar las extensiones oficiales de Microsoft permite abrir y convertir HEIC con la app Fotos y otros programas como Paint o Photoshop.
- Cuando un HEIC está dañado, herramientas de reparación especializadas pueden recuperar gran parte de la imagen original.
- Configurar el iPhone para disparar en JPEG o convertir selectivamente HEIC a JPG ayuda a evitar futuros problemas de compatibilidad.

Si usas un iPhone o iPad y trabajas en un PC con Windows 10 u 11, tarde o temprano te habrás topado con fotos que llevan la extensión .HEIC y que tu ordenador no abre ni a la de tres. Es algo totalmente normal: Apple guarda por defecto las imágenes en este formato moderno, mientras que Windows sigue sin traer de serie todo lo necesario para manejarlas con soltura.
La buena noticia es que hay varias formas totalmente seguras, muchas de ellas gratuitas y nativas, para abrir, ver, editar y convertir fotos HEIC en Windows sin subir tus imágenes a páginas raras ni instalar programas sospechosos. Vamos a ver, paso a paso, cómo funciona este formato, qué limitaciones tiene en Windows y qué métodos tienes para convertir las fotos de tu iPhone a JPG u otros formatos compatibles.
Qué es exactamente un archivo HEIC y por qué lo usa el iPhone
El formato HEIC responde a las siglas High Efficiency Image Coding, y es el tipo de archivo que Apple utiliza como variante práctica del estándar HEIF (High Efficiency Image File Format). Lo que consigue es muy sencillo de entender: archivos de imagen más pequeños en tamaño, pero con una calidad visual equivalente o incluso superior a un JPEG tradicional.
En realidad, dentro de un archivo HEIC se combinan dos piezas: por un lado está el contenedor HEIF, que es el que se encarga de guardar la imagen y los metadatos (datos EXIF, XMP, localización, fecha, parámetros de cámara, etc.), y por otro lado está el códec de compresión HEVC (High Efficiency Video Coding), el mismo que se utiliza para comprimir vídeo de forma muy eficiente.
Gracias a esta combinación, un HEIC ocupa sensiblemente menos espacio que un JPEG de calidad similar. Para un usuario de iPhone esto significa que puede almacenar muchas más fotos en el mismo espacio, algo clave cuando la memoria del móvil empieza a ir justa y no quieres estar borrando imágenes cada dos por tres.
Además de la foto en sí, el contenedor HEIF permite guardar información adicional dentro del propio archivo, al igual que hace JPEG: coordenadas GPS, fecha y hora de disparo, tipo de dispositivo, modo de cámara, e incluso secuencias de imágenes o ráfagas cuando se usan funciones como Live Photos.
Ahora bien, frente a alternativas modernas como WebP (impulsada por Google y pensada sobre todo para la web), HEIC tiene un hándicap importante: el códec HEVC no es libre, está cubierto por patentes gestionadas por MPEG LA. Esto hace que no todos los sistemas lo adopten de forma nativa, porque usarlo implica pagar licencias por cada dispositivo o instalación.
Por qué Windows no abre HEIC por defecto
Lo que muchos usuarios se preguntan es: si los archivos HEIC son tan eficientes, por qué Windows 10 y Windows 11 no los soportan de serie, sin necesidad de instalar nada extra. Técnicamente, Microsoft podría incluir esos códecs en la propia instalación de Windows, ya que ocupan muy poco: unos 6 MB para HEVC y apenas unos kilobytes para HEIF.
El problema viene de la parte legal y económica. HEVC es un códec patentado, y su uso implica que el fabricante (en este caso, Microsoft) tenga que pagar licencias por cada copia de Windows distribuida. Dado el número enorme de PCs en el mundo, el coste total de esa licencia sería muy elevado, así que Microsoft optó por un enfoque distinto: en lugar de incluir los códecs en todas las instalaciones, los ofrece como extensiones descargables desde Microsoft Store. De esta manera solo se pagan regalías por los equipos que realmente los instalan.
Durante un tiempo, la extensión HEVC de Microsoft Store no era gratuita y costaba una pequeña cantidad simbólica; era el propio usuario el que tenía que pagar por poder reproducir contenido HEVC. Con la popularización del formato HEIC gracias a Apple, Microsoft decidió suavizar esta política y hoy en día ofrece versiones gratuitas de estas extensiones, aunque sigue habiendo variantes de pago en algunos escenarios.
En el ecosistema Apple, en cambio, iOS y macOS traen soporte HEIC y HEVC de fábrica. Eso significa que en un Mac puedes abrir un HEIC sin instalar nada usando la app Vista Previa o Fotos, y el Finder muestra miniaturas sin problemas. Es razonable pensar que Apple logró acuerdos de licencia ventajosos con MPEG LA, y de paso ha contribuido a que el formato se vuelva mucho más popular.
Por tanto, cuando pasas las fotos de tu iPhone al PC y Windows dice que necesitas “descargar códecs HEIC” o muestra un error indicando que no puede abrir el archivo, el motivo de fondo no es que la imagen esté mal, sino que a tu sistema le falta ese soporte añadido.
Cambiar la configuración del iPhone para no disparar en HEIC
Si no quieres complicarte la vida en el ordenador, una solución muy práctica es configurar el iPhone para que haga las fotos en JPEG en lugar de HEIC. De esta manera, las imágenes se guardan ya en un formato compatible con prácticamente cualquier dispositivo y programa.
En iOS, Apple ofrece una opción para escoger el tipo de archivo de las fotos. Basta con ir a Ajustes > Cámara > Formatos y seleccionar la opción “Más compatibles”. A partir de ese momento, el iPhone guardará las nuevas fotos principalmente en JPEG, sacrificando algo de eficiencia de espacio a cambio de una compatibilidad total con Windows y otros sistemas.
Ten en cuenta que esta elección no convierte las fotos HEIC que ya tenías, sólo afecta a las que hagas a partir de ahora. Para las imágenes antiguas seguirás necesitando abrir o convertir los HEIC desde Windows, tal y como veremos en los siguientes apartados.
Método 1: abrir fotos HEIC en Windows 10/11 con la app Fotos y extensiones de Microsoft
La forma más directa y segura de trabajar con HEIC en Windows es usar la aplicación Fotos integrada en el sistema, junto con las extensiones oficiales de Microsoft para HEIF y HEVC disponibles en la Microsoft Store. Es un método nativo, sin recurrir a webs externas ni instalar herramientas poco fiables.
En muchos equipos con Windows 10 u 11 relativamente actualizados, basta con hacer doble clic en la imagen HEIC. Si ya tienes instaladas las extensiones correctas, el archivo se abrirá directamente en Fotos o incluso en Paint, y el Explorador de archivos mostrará miniaturas de estas imágenes como si fueran JPEG o PNG.
Si al abrir un HEIC te aparece un mensaje diciendo que necesitas un códec o una extensión, deberás ir a Microsoft Store e instalar dos componentes: las “Extensiones de imagen HEIF” y los códecs “HEVC” compatibles. Desde el propio diálogo de error suele aparecer un enlace directo a la tienda, pero también puedes buscarlos manualmente.
Tras completar la instalación, el sistema empezará a mostrar miniaturas de HEIC en el Explorador, la app Fotos podrá abrirlos sin más y Paint también será capaz de cargarlos para ediciones sencillas. En muchos casos, esta configuración será todo lo que necesitas para trabajar con tus imágenes del iPhone en el ordenador.
Qué hacer si la imagen HEIC no se abre o aparece como dañada
Puede ocurrir que, incluso tras instalar los códecs, algún archivo HEIC siga sin abrirse o muestre un error indicando que está dañado o corrupto. Esto suele deberse a problemas durante la transferencia (por ejemplo, un corte de conexión al copiar desde el móvil o al transferir fotos del iPhone a un disco duro externo) o a fallos en el propio medio de almacenamiento.
En estos casos, el mensaje de Windows puede indicar que el archivo no se reconoce o que la aplicación Fotos no puede mostrarlo. Antes de dar la foto por perdida, es recomendable probar con otra herramienta de visualización o conversión, ya que a veces un programa interpreta mejor ciertas inconsistencias del archivo.
Si confirmas que realmente no se puede abrir en ningún visor compatible, es muy probable que la foto esté parcialmente dañada. En ese punto, se puede recurrir a software especializado de reparación de imágenes, como EaseUS Fixo Reparación de Fotos, pensado específicamente para recuperar fotos corruptas de formatos como HEIC, JPEG y otros.
Esta clase de utilidades permiten escanear uno o varios archivos a la vez, detectar errores internos y reconstruir, en la medida de lo posible, la información visual perdida. Suelen funcionar tanto con fotos almacenadas en el disco duro como en tarjetas SD, pendrives o discos externos.
El flujo típico con este tipo de programa consiste en abrir la aplicación, elegir la opción de reparación de fotos, añadir las imágenes dañadas, iniciar el proceso de reparación masivo o individual, y después previsualizar los resultados antes de guardarlos en una nueva ubicación. Si la imagen se recupera correctamente, podrás volver a abrirla en Windows sin errores.
Método 2: abrir HEIC con Adobe Photoshop en Windows
Si ya trabajas de manera habitual con Adobe Photoshop en tu PC con Windows, es muy posible que prefieras usarlo también para abrir y editar tus fotos HEIC. Para ello, además de tener las extensiones HEIF y HEVC instaladas desde la Microsoft Store, hay que ajustar un par de opciones internas del propio Photoshop.
En primer lugar, asegúrate de que tu Windows ya reconoce el formato HEIC. Después, abre Photoshop y carga cualquier imagen en un formato estándar, como JPG o PNG. Este paso inicial sirve únicamente para acceder al panel de preferencias del módulo Camera Raw.
Dentro del programa, ve al menú Edición > Preferencias > Camera Raw. En la sección de gestión de archivos encontrarás una opción similar a “Abrir automáticamente todos los JPEG y HEIC compatibles”. Debes marcarla para que Photoshop trate los HEIC admitidos como lo hace con cualquier otra foto sin requerir conversiones previas.
Una vez guardados los cambios, cierra Photoshop y vuelve a abrirlo para que la configuración surta efecto. A partir de ahí, deberías poder abrir directamente tus archivos HEIC desde el menú Archivo > Abrir o arrastrándolos a la ventana del programa, siempre que el sistema los reconozca correctamente.
Si aún así algún HEIC específico no se abre en Photoshop, puede deberse a limitaciones de compatibilidad de la versión concreta del programa, o a que el archivo esté parcialmente dañado. En ese supuesto, es buena idea utilizar primero la app Fotos o un conversor intermedio para transformarlo en JPEG, y luego seguir el flujo habitual de edición en Photoshop.
Método 3: convertir HEIC a JPG, JPEG o PNG en Windows
Aunque cada vez haya más soporte nativo, mucha gente prefiere convertir los HEIC a JPG o PNG para evitar problemas con otros programas, compartir las imágenes sin sustos o subirlas a webs que no aceptan el nuevo formato. En Windows 10 y 11 tienes varias formas de hacer esta conversión sin arriesgar la privacidad de tus fotos.
Una posibilidad es usar la propia aplicación Fotos una vez que el sistema ya reconoce HEIC. Abres la imagen, pulsas en el menú de los tres puntos “…” en la parte superior y eliges la opción “Guardar como…”. En el cuadro de diálogo que aparece podrás seleccionar el formato de salida (por ejemplo, JPEG) y la carpeta donde quieres guardar el nuevo archivo convertido.
Esta vía tiene la ventaja de que no necesitas instalar nada adicional ni salir del ecosistema de Windows. Además, te permite convertir de una en una aquellas fotos HEIC que realmente necesitas reutilizar en otro contexto o compartir con personas que no usan dispositivos Apple.
Otra alternativa es recurrir a programas de terceros especializados en la conversión de imágenes, que pueden procesar grandes cantidades de archivos en lote. Algunos funcionan como aplicaciones de escritorio, y otros como servicios online. En el caso de las herramientas online, conviene tener mucho cuidado con la privacidad: si vas a subir fotos personales, es mejor optar por servicios muy conocidos, con buena reputación y políticas claras de protección de datos.
Si no quieres bajo ningún concepto subir tus fotos a Internet, la recomendación es elegir un conversor offline de confianza o quedarte con las opciones que ofrece la app Fotos de Windows, que trabajan en local y no exponen tus imágenes a terceros.
Visores y conversores alternativos para HEIC en Windows
Los usuarios de versiones antiguas de Windows, o de equipos donde no se puede instalar la Microsoft Store, pueden optar por visores de fotos de terceros compatibles con HEIC.
La ventaja de usar un visor específico es que suele ofrecer funciones adicionales, como navegación rápida por carpetas, edición básica, cambio de tamaño y conversión por lotes. Así puedes transformar grandes colecciones de HEIC a JPEG u otros formatos en unas pocas operaciones.
También existen códecs de terceros que integran el soporte HEIC directamente en el sistema, permitiendo que más aplicaciones se beneficien de él. Sin embargo, cuando se trata de códecs y filtros instalables a nivel de sistema, es fundamental descargarlos desde fuentes oficiales o muy consolidadas, ya que un códec malicioso puede comprometer la seguridad del ordenador.
En cualquier caso, si tienes la posibilidad, lo más sencillo y seguro sigue siendo aprovechar las extensiones oficiales de Microsoft para HEIF y HEVC, ya que se integran perfectamente con Fotos, Paint y el Explorador de archivos.
Método 4: reparar fotos HEIC dañadas en Windows
A veces el problema no es que Windows no entienda el formato, sino que las fotos HEIC se han corrompido durante la copia desde el iPhone, al pasarlas a una tarjeta SD o al guardarlas en un disco externo. Si además has borrado las originales del móvil, la situación puede ser delicada.
En estas circunstancias, herramientas como EaseUS Fixo Reparación de Fotos pueden resultar muy útiles. Se trata de software específicamente diseñado para analizar archivos de imagen estropeados y tratar de reconstruir la información interna para que vuelvan a ser legibles.
El uso suele ser bastante sencillo: primero inicias el programa en tu PC con Windows, luego eliges el modo de reparación de fotos y añades todas las imágenes HEIC que dan error al abrirse. Puedes seleccionarlas desde diferentes ubicaciones, ya sea el disco duro interno, una memoria USB, una tarjeta de cámara o un disco duro externo.
Después tienes la opción de reparar todas las fotos a la vez o centrarte en alguna en concreto. Una vez finalizado el proceso, normalmente se ofrece una previsualización rápida para comprobar qué archivos se han recuperado con éxito y decidir cuáles quieres guardar en la carpeta de salida.
Además de corregir errores que impiden abrir las fotos, este tipo de utilidades puede ayudar con imágenes pixeladas, granuladas o con artefactos extraños derivados de una corrupción parcial de los datos. La eficacia dependerá del grado de daño, pero en muchos casos merece la pena intentarlo antes de asumir que la foto está perdida.
Cómo se generan las fotos HEIC en el iPhone y otros dispositivos
Si encuentras un archivo con extensión .HEIC en tu ordenador, lo más habitual es que proceda de un iPhone o iPad con iOS 11 o posterior. Desde esa versión, Apple estableció el formato HEIC/HEIF como opción predeterminada para guardar las fotos tomadas con la cámara.
Esto significa que cualquier foto reciente que hayas hecho con un iPhone moderno, salvo que cambies los ajustes de la cámara, se guardará por defecto en este formato. Cuando la transfieres al PC mediante cable, AirDrop (si usas Mac) o servicios en la nube, el archivo llegará como HEIC, a menos que el propio sistema haga una conversión automática a JPEG según la configuración.
Otros fabricantes y plataformas también han empezado a ofrecer soporte para HEIF/HEIC, aunque de momento es Apple quien más ha impulsado su adopción. En el ámbito de la web, sin embargo, formatos como WebP han ganado ventaja por carecer de las mismas restricciones de patentes y por estar ampliamente soportados por los navegadores.
Si prefieres que tu iPhone genere JPEGs desde el primer momento para evitar líos en Windows, recuerda que siempre puedes ir a Ajustes > Cámara > Formatos y elegir “Más compatibles”. De esta forma, tus próximas fotos serán más fáciles de manejar en cualquier entorno, aunque ocuparán algo más de espacio.
En cuanto a los vídeos, el equivalente al mundo HEIC es el uso de HEVC (H.265) como formato de compresión de vídeo. Windows también requiere códecs específicos para reproducir estos contenidos de forma nativa, aunque siempre puedes usar reproductores como VLC, que incorporan sus propios decodificadores internos.
Opciones nativas y seguras para usuarios nuevos en Windows
Muchos usuarios que vienen de macOS o que se estrenan en el ecosistema Windows se encuentran con que todas sus fotos del iPhone están en HEIC y no se abren ni se dejan editar con las aplicaciones que usaban hasta ahora. La prioridad en estos casos suele ser encontrar una solución sencilla, sin complicarse con mil programas distintos.
Si te preocupa la privacidad y no quieres subir fotos personales a servicios online, la combinación más recomendable es: instalar las extensiones HEIF y HEVC desde Microsoft Store, usar la app Fotos para abrir y, si hace falta, convertir a JPEG aquellas imágenes que necesites compartir, y valorar la configuración del iPhone para disparar en JPEG a partir de ahora si no quieres seguir lidiando con HEIC.
En paralelo, puedes considerar el uso de visores gratuitos fiables o de Photoshop si ya formas parte del ecosistema de Adobe. Pero, para alguien que únicamente quiere abrir y convertir sus fotos sin volverse loco, las herramientas nativas de Windows son más que suficientes siempre que los códecs estén bien instalados.
Sea cual sea la ruta que elijas, conviene tener siempre copias de seguridad tanto de las fotos en el móvil como de las que guardas en el ordenador, especialmente si vas a hacer conversiones masivas o a mover los archivos entre diferentes dispositivos y tarjetas de memoria.
Con todo lo anterior, disponer de fotos HEIC procedentes de un iPhone en un PC con Windows deja de ser un problema y pasa a ser una ventaja: aprovechas el ahorro de espacio en el móvil y, con dos ajustes bien hechos, las manejas como cualquier otro archivo de imagen en tu ordenador.
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