La evolución de los códecs de vídeo es un tema que ha cobrado especial relevancia en estos últimos años, sobre todo por el auge del contenido en streaming en plataformas como YouTube, Netflix o Twitch. A medida que la calidad de imagen mejora, los requisitos técnicos y de red se vuelven más exigentes. Aquí entran en juego tres grandes contendientes: AV1, HEVC (H.265) y VP9. Cada uno tiene sus ventajas, limitaciones y casos de uso recomendados.
En este artículo vamos a analizar todas las diferencias, el rendimiento, eficiencia, compatibilidad, licencias y futuro de estos tres códecs. Si estás pensando en qué formato es el más adecuado para tus proyectos de vídeo o simplemente te interesa comprender cómo se transmite vídeo de alta calidad por Internet, quédate hasta el final.
¿Qué es AV1 y por qué es tan prometedor?
El códec AV1 (AOMedia Video 1) es un estándar de compresión de vídeo abierto y gratuito desarrollado por la Alliance for Open Media (AOMedia), un consorcio compuesto por grandes nombres como Google, Netflix, Amazon, Cisco, Intel, Microsoft, Mozilla y Apple. Fue lanzado públicamente en 2018 con un objetivo muy claro: superar a HEVC y VP9 tanto en eficiencia como en accesibilidad, eliminando los costes de licencia que encarecen su adopción.
Uno de los puntos clave de AV1 es que no requiere el pago de regalías para su uso, lo que supone un gran incentivo, sobre todo para desarrolladores de software libre y pequeños creadores. Además, AV1 está diseñado para ofrecer una mayor compresión sin pérdida de calidad, lo que significa que el mismo vídeo puede ocupar menos espacio sin sacrificar la claridad.
En pruebas realizadas por Facebook (hoy Meta), AV1 fue capaz de superar en un 34% la compresión del VP9, y hasta un 50% frente a H.264 (x264). También se ha demostrado que AV1 es entre un 20 y un 30% más eficiente que HEVC en bitrates similares.
Además, en comparación con otros códecs, AV1 es muy flexible y escalable, lo que lo convierte en una opción ideal para reproducir contenido en resoluciones altas como 4K, 8K e incluso vídeo 360º con HDR. Si quieres aprender más sobre las mejores cámaras para grabar en 4K, puedes consultar este artículo sobre cámaras web 4K.
Sin embargo, no todo es positivo. El gran obstáculo de AV1 hasta ahora ha sido su lentitud en la codificación. La complejidad de su algoritmo hace que el tiempo de procesamiento sea considerablemente más alto que VP9 o HEVC, lo que complica su uso para transmisiones en directo o en sistemas con hardware limitado.
El veterano HEVC (H.265): calidad con un precio
HEVC, también conocido como H.265, es el sucesor directo de H.264/AVC. Fue creado por MPEG (Moving Picture Experts Group) con el propósito de ofrecer una compresión más eficiente, y de hecho, es capaz de reducir el tamaño de los vídeos en aproximadamente un 50% en comparación con H.264, manteniendo una calidad similar.
Este códec se lanzó en 2013 y tiene una buena base instalada tanto en dispositivos móviles como en televisores, reproductores multimedia, cámaras profesionales y software de edición. De hecho, muchos dispositivos actuales incluyen aceleración por hardware para HEVC, permitiendo codificación y decodificación de vídeo de forma muy rápida y eficiente.
Pese a sus beneficios, HEVC tiene un problema muy grande que afecta su adopción: las licencias de uso y las regalías. Existen múltiples titulares de patentes (MPEG LA, HEVC Advance, Technicolor, etc.), cada uno con sus propias tarifas y condiciones. Esto ha provocado que empresas como Google y Mozilla no lo respalden abiertamente, impulsando alternativas como VP9 y AV1.
Las regalías no afectan solo a fabricantes. También impactan en software y plataformas: por ejemplo, algunas aplicaciones y sistemas operativos requieren pagar extra para habilitar la reproducción de HEVC, como en el caso de Windows que cobra una pequeña cantidad para descargar el soporte en su tienda oficial. Para obtener más información sobre cómo transmitir vídeos en alta calidad, visita este artículo sobre controladores de imagen.
VP9: el veterano de Google que aún da batalla
VP9 es otro códec abierto, desarrollado por Google en 2013 como sucesor de VP8, y ha sido utilizado ampliamente en YouTube, Android y navegadores como Chrome o Firefox. Su principal ventaja es que también es libre de regalías, al igual que su heredero, AV1.
En cuanto a rendimiento, VP9 representa un gran avance respecto a H.264, con una compresión entre 30% y 50% superior. Sin embargo, ha quedado algo por detrás en eficiencia comparado con HEVC y sobre todo con AV1, que lo supera en casi todos los frentes.
Aun así, VP9 sigue siendo una opción muy válida cuando necesitas buena compresión, amplia compatibilidad y velocidad de codificación razonable. Además, su compatibilidad con dispositivos antiguos es ligeramente mayor que la de AV1, lo que puede representar una ventaja.
Netflix, por ejemplo, ha demostrado que AV1 reduce el consumo de datos hasta un 20% comparado con VP9, manteniendo la misma calidad de imagen. A pesar de ello, VP9 es más rápido en codificar y requiere menos recursos computacionales, lo que lo hace ideal para situaciones en las que se necesita eficiencia sin esperar tiempos largos de procesamiento.
Comparativa técnica entre AV1, HEVC y VP9
Para entender mejor las diferencias, veamos algunos aspectos clave:
- Compresión: AV1 logra la mejor compresión de los tres, seguido por HEVC y luego VP9.
- Calidad: AV1 ofrece mejor calidad a igual tasa de bits frente a HEVC y VP9.
- Compatibilidad: HEVC es el más ampliamente soportado hoy en día, aunque AV1 va ganando terreno rápidamente.
- Licencias: AV1 y VP9 son libres de regalías; HEVC es de pago y complejo en licencias.
- Velocidad de codificación: HEVC y VP9 son más rápidos que AV1, aunque eso está cambiando con las nuevas GPU.
Además, las pruebas de codificación realizadas por WinXDVD y MSU han reflejado que AV1 requiere el triple de tiempo de procesamiento que HEVC. Esto se debe a que aún no está tan optimizado para codificación por hardware, aunque la situación está mejorando con las tarjetas gráficas más recientes, como las Intel Arc, NVIDIA RTX 40 y AMD Radeon RX 7000.
Soporte de hardware y software
En cuanto a reproducción y edición, HEVC es claramente el más soportado, dado que lleva más tiempo en circulación. Muchos dispositivos móviles, cámaras, TVs y programas como Premiere Pro, DaVinci Resolve o Final Cut Pro ofrecen soporte nativo.
AV1 todavía tiene camino por recorrer. Aunque ya se encuentra en navegadores como Chrome y Firefox, aún no es compatible en Safari ni en muchos editores profesionales. Windows ofrece soporte AV1 mediante extensión gratuita, y reproductores como VLC requieren versiones recientes para poder decodificarlo correctamente. Si quieres saber más sobre cómo transmitir vídeos en red usando VLC, lee este artículo sobre transmisiones de vídeo con VLC.
La buena noticia es que la industria está apostando muy fuerte por AV1: Netflix, YouTube, Amazon y muchas plataformas de streaming están empezando a usarlo. Además, Android 14 exige soporte AV1 para dispositivos nuevos, lo que acelerará la adopción global.
Y no olvidemos que Apple forma parte de la Alliance for Open Media, aunque ha sido reticente en incorporarlo en sus dispositivos. Todo apunta a que, tarde o temprano, acabará cediendo.
Aplicaciones prácticas: ¿qué códec deberías usar?
Depende de tu situación concreta:
- Si eres creador de contenido para YouTube o streaming: AV1 es el códec del futuro. YouTube ya lo admite, y ofrece vídeos más ligeros y rápidos de cargar con mejor calidad.
- Si necesitas compatibilidad con hardware antiguo o trabajas en directo: HEVC o VP9 son más rápidos y menos exigentes en cuanto a recursos.
- Si desarrollas aplicaciones o software: AV1 es una opción atractiva por su naturaleza libre de regalías, aunque deberás tener en cuenta los requisitos de hardware.
Además, si usas programas como Filmora, OBS Studio o Adobe Media Encoder, ya puedes comenzar a exportar en formato AV1 si tu hardware lo soporta. Si deseas obtener consejos sobre cómo convertir una presentación a vídeo sin perder calidad, visita este artículo sobre convertir presentaciones a vídeo.
En cuanto a imágenes, AV1 también ha dado vida al nuevo formato AVIF, que busca sustituir al JPG y al PNG gracias a su gran capacidad de compresión sin pérdida visible de calidad. Es un rival directo de WebP y HEIC, aunque aún está en fase de adopción progresiva.
Mientras AV1 lidera en compresión, escalabilidad y futuro, aún necesita tiempo y soporte de hardware para desplazar por completo a HEVC y VP9. Las mejoras recientes en aceleración por GPU están allanando ese camino, por lo que es cuestión de tiempo que se convierta en el estándar dominante, especialmente en streaming y contenidos de alta resolución.
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