Cómo transferir archivos entre el PC y Android mediante FTP

Última actualización: 17/12/2025
Autor: Isaac
  • El protocolo FTP permite transferir archivos directamente entre Android y PC a través de la red WiFi, sin necesidad de cables ni servicios intermedios.
  • Para un uso cómodo es clave fijar IP estática y puerto fijo en el móvil, activar el FTP en el router si es necesario y guardar marcadores en Windows o Linux.
  • Usar una app de servidor FTP en Android y un explorador compatible en el PC facilita automatizar las conexiones y gestionar grandes volúmenes de archivos.
  • FTP complementa otros métodos de transferencia como USB, nube, mensajería o Quick Share, ofreciendo una opción flexible para uso intensivo en red local.

Transferir archivos entre el PC y Android mediante FTP

Si sueles pasar fotos, vídeos o documentos entre el móvil y el ordenador, acabarás comprobando que usar FTP entre tu PC y Android puede ser mucho más cómodo que andar con cables. No tienes que buscar el dichoso USB, ni pelearte con el modo MTP ni con drivers raros: ambos dispositivos se hablan por la red WiFi de casa y listo.

En esta guía vas a ver, paso a paso, cómo transferir archivos entre el PC y Android mediante FTP, qué necesitas configurar en el router, cómo fijar una IP estática en el móvil, qué apps de servidor FTP son más prácticas y cómo dejarlo todo automatizado tanto en Windows como en Linux. Además, repasaremos qué es exactamente el protocolo FTP, cómo funciona y qué alternativas existen cuando prefieras tirar de otros métodos.

Qué es FTP y por qué te sirve para conectar PC y Android

El protocolo FTP (File Transfer Protocol) es una tecnología veterana que lleva más de cinco décadas en uso y que se diseñó precisamente para enviar archivos de un equipo a otro a través de una red TCP/IP (la misma familia de protocolos en la que se basa Internet). Nació en los años 70 dentro de ARPANET, la red previa a Internet, así que es literalmente parte de la historia de la red.

Cuando usas FTP, un dispositivo actúa como servidor FTP (donde están los archivos) y otro como cliente FTP (el que se conecta para ver y descargar o subir contenido). Toda la comunicación viaja, por defecto, por los puertos 20 y 21 del equipo que hace de servidor, y no necesitas intermediarios: la transferencia va directamente de un aparato al otro.

En el contexto de Android y PC, esto se traduce en que puedes convertir tu móvil en un servidor FTP y conectarte desde el ordenador, o al revés: montar un servidor FTP en el PC y acceder desde el teléfono con un gestor de archivos compatible. Técnicamente, es lo mismo que usar FTP para subir archivos a un hosting web, solo que aquí el “servidor” es tu propio móvil u ordenador doméstico.

Conviene saber que el FTP original es inseguro porque no cifra la información. Por eso existen variantes como FTPS o SFTP, que añaden una capa de seguridad (por ejemplo, SFTP funciona sobre SSH y suele usar el puerto 22). En un entorno doméstico, detrás de tu router y en tu WiFi, se suele usar FTP “a pelo”, pero si vas a abrirlo hacia Internet, es mejor optar por FTPS o SFTP.

Una de las grandes ventajas del FTP es que no tiene límites reales de tamaño de archivo como sí pasa con algunos servicios de descarga directa o mensajería. Mientras tu red WiFi aguante, puedes pasar carpetas enormes, copias de seguridad de apps, fotos en bruto, etc., de forma bastante fluida.

Requisitos básicos para transferir archivos PC-Android por FTP

Para poner en marcha todo el tinglado solo necesitas unos pocos elementos: un dispositivo Android, un PC (Windows o Linux) y una red WiFi compartida. A partir de ahí, el resto es configuración y elegir la app adecuada.

En el lado de Android vas a necesitar una aplicación que haga de servidor FTP o un gestor de archivos que incluya esta función. Hay muchas alternativas en Google Play, pero es importante tener en cuenta dos cosas: que no abuse de la publicidad y que permita configurar bien el puerto, el usuario y la contraseña.

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Algunos usuarios prefieren apps como Gestor de Archivos + porque integra una opción de servidor FTP relativamente limpia, con algo de anuncio pero sin ser agresivo, y la posibilidad de pagar una cuota pequeña anual para eliminar la publicidad. Otros optan por exploradores como File Expert o MiXPlorer, que también incluyen soporte para FTP y hasta servidores HTTP en algunos casos.

En el PC necesitarás un explorador de archivos capaz de conectarse a servidores FTP. En Windows puedes usar el propio explorador con el asistente de “Conectar a unidad de red” o crear una “ubicación de red” FTP, mientras que en Linux (por ejemplo, Caja en Linux Mint, Nautilus o Dolphin) se puede escribir directamente la dirección FTP en la barra de ubicación. Otra opción universal es tirar de clientes FTP dedicados como FileZilla.

Hay un detalle que muchos tutoriales pasan por alto: en algunos routers hay que habilitar explícitamente el servicio FTP para que todo funcione dentro de la red local. En ciertos modelos de Vodafone, por ejemplo, es imprescindible activar la opción FTP en el panel de administración del router para que después el PC pueda conectar sin problemas al móvil.

Configurar el router y la red para usar FTP con Android

cómo imprimir un documento desde un dispositivo móvil con impresora en red

Antes de liarte a instalar apps, conviene revisar si tu router permite y tiene activo el tráfico FTP. No todos los tutoriales lo mencionan, pero puede ser la diferencia entre que todo funcione a la primera o que te vuelvas loco sin saber por qué no conecta.

En un router típico de Vodafone, el proceso pasa por entrar a la interfaz web del router desde el navegador del PC, usando la dirección y las credenciales que vienen en la pegatina o que te haya facilitado el operador. Una vez dentro, suele haber un modo “básico” y un “Modo Experto” o avanzado donde se esconden estas opciones.

En este modo avanzado, la ruta suele ser similar a: Configuración > Compartir contenido > FTP. Ahí encontrarás una casilla para activar el servicio FTP. En cuanto la marques, tendrás que guardar o aplicar los cambios, y el router permitirá el tráfico FTP dentro de tu red local. En ese momento, puedes olvidarte del router, porque no habrá que tocarlo más salvo que quieras permitir accesos desde fuera de casa.

A nivel de red interna, otro aspecto clave es evitar cambios constantes de IP en tu móvil. Por defecto, casi todos los teléfonos usan DHCP, es decir, el router les asigna una IP dinámica que puede variar cada vez que se conectan. Si vas a crear marcadores FTP en el PC, te interesa que esa IP no cambie.

Lo ideal es asignar al móvil una dirección IP estática dentro del rango de tu red, algo así como 192.168.0.X o 192.168.1.X, según tenga configurado tu router. También conviene evitar IP muy bajas (por ejemplo, entre .10 y .20) porque son las que normalmente se reparten primero; es mejor irse a valores más altos como .31, .77, etc., de manera que se reduzcan los conflictos con otros aparatos conectados.

Configurar una IP estática en Android para usar siempre el mismo FTP

El primer paso práctico en tu móvil es dejarle bien claro qué IP va a usar siempre en tu WiFi. Esto se hace desde los ajustes de red del propio Android y te ahorra tener que reconfigurar Windows o Linux cada vez que quieras pasar archivos.

En la mayoría de móviles, el camino es similar: entras en Ajustes > Redes o Conexiones > WiFi, localizas tu red, mantienes pulsado sobre ella y eliges la opción de “Modificar red” (o un nombre parecido). Dentro de la configuración avanzada verás un apartado de “Ajustes de IP” o “Tipo de IP” que suele estar en DHCP por defecto.

Ahí es donde debes cambiar la opción a “Estática”. Android te permitirá entonces escribir manualmente la dirección IP que quieras usar para ese dispositivo. Si tu red es, por ejemplo, 192.168.1.X, puedes asignarle 192.168.1.77 al teléfono, de forma que no choque con otros aparatos y tú la recuerdes fácilmente.

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Ten en cuenta que, junto a la IP, Android suele mostrar también otros datos como puerta de enlace (gateway), máscara de red y DNS. Lo habitual es que el sistema rellene estos valores de manera automática y tú solo tengas que ajustar el último bloque de la IP, pero si tienes dudas puedes copiar los datos que aparecían antes de pasar a estática.

Si usas varias redes WiFi (por ejemplo, la de casa, la del trabajo y la de un familiar), tendrás que repetir el proceso de IP estática para cada una, o bien asumir que solo funcionará de forma automática donde hayas fijado esa IP. Si únicamente te conectas a tu red doméstica, bastará con configurar la IP estática ahí, e incluso puedes borrar la red y volver a añadirla ya con la IP fija correcta.

Elegir y configurar una app de servidor FTP en Android

Con la IP estática configurada, toca preparar el móvil para que pueda hacer de servidor FTP y exponer sus archivos a la red local. La forma más práctica es usar un gestor de archivos que ya incluya la función de servidor FTP.

Aplicaciones como Gestor de Archivos + ofrecen un módulo FTP integrado que permite iniciar y detener el servicio con un simple botón, mostrar la URL que debes usar en el PC y configurar parámetros como el puerto o el directorio raíz. Su publicidad es moderada y, si lo usas mucho, la cuota anual para quitar anuncios es bastante asequible.

Otra alternativa es el explorador File Expert, que además de las funciones típicas de gestor de archivos y copias de seguridad de apps, dispone de un apartado específico para habilitar un Servidor FTP. Al abrir la aplicación, se accede al menú principal (normalmente con las tres rayas en la esquina superior izquierda) y se baja hasta encontrar la opción de “Servidor FTP”.

Dentro de ese apartado, suele haber un botón de ACTIVAR SERVICIO que, al pulsarlo, arranca el servidor FTP en el móvil. Pero antes conviene revisar la configuración: muchas apps permiten definir un usuario y contraseña personalizados y elegir el puerto de escucha. Si no quieres que cualquiera en tu WiFi local pueda entrar, desactiva el “Acceso anónimo” y pon credenciales propias.

Una vez guardados los cambios, la app mostrará algo del estilo: ftp://192.168.1.77:2211, indicando la IP del móvil y el puerto que se está usando. Esa es la dirección que tendrás que introducir en el explorador de archivos del PC o en tu cliente FTP. Lo bueno es que, si siempre usas la misma IP y el mismo puerto, podrás crear un marcador permanente.

Conectar desde Windows al servidor FTP de tu Android

Sincronizar dispositivos móviles con Windows para recibir notificaciones

Cuando el servidor FTP del móvil está activo y sabes su dirección (IP + puerto), llega el momento de configurar Windows para acceder a los archivos como si fuese una carpeta más. Esto solo tendrás que hacerlo una vez; después, será doble clic y listo.

En Windows 10 y versiones posteriores puedes abrir el Explorador de archivos cómodamente con el atajo de teclado Windows + E. Dentro de la ventana, en la parte superior, encontrarás la opción de “Conectar a unidad de red” o “Agregar una ubicación de red”, según la versión concreta del sistema.

Al seleccionar esta opción se abre un pequeño asistente. A veces Windows te muestra primero una ventana de advertencia o ayuda adicional; si aparece y te lía, puedes simplemente cerrarla con “Cancelar” y seguir adelante hasta llegar a la parte donde se te pide la dirección de la ubicación de red.

En el campo donde solicita la dirección, debes escribir la URL FTP completa del móvil, respetando el formato y el puerto que configuraste en la app. Siguiendo el ejemplo anterior, sería algo así: ftp://192.168.1.77:2211. Es importante que el servidor FTP del móvil esté activado cuando hagas esta configuración, o Windows no podrá comprobar la conexión.

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En el siguiente paso, Windows te preguntará si quieres iniciar sesión de forma anónima o con nombre de usuario. Si en tu app de Android desmarcaste la opción de acceso anónimo y creaste un usuario (por ejemplo, “admin”), entonces debes introducir exactamente ese nombre aquí, respetando mayúsculas y minúsculas.

El asistente también te pedirá que asignes un nombre a esta conexión de red, algo que tenga sentido para ti: “FTP Móvil Android”, el modelo de tu teléfono, etc. Ese será el nombre que verás después dentro del apartado “Ubicaciones de red” del Explorador de archivos, como si fuera otra carpeta más del sistema.

En el último paso, Windows te dará la opción de abrir automáticamente la ubicación de red al terminar. Deja marcada la casilla y pulsa en “Finalizar” para comprobar que la conexión funciona. Si todo está correcto, aparecerá una ventana pidiendo la contraseña del usuario FTP que definiste en el móvil.

Una vez introducida la contraseña y aceptada la sesión, verás la estructura de carpetas del teléfono como si fuera una unidad de red: podrás copiar, mover o borrar archivos desde el PC a tu antojo. A partir de ese momento, cada vez que quieras usar este método, solo tendrás que arrancar el servidor FTP en el móvil y abrir la ubicación de red en Windows.

Conectar desde Linux (ejemplo con Caja en Linux Mint)

Si utilizas Linux, el proceso es parecido, pero normalmente aún más directo gracias a la barra de direcciones del gestor de archivos. En Linux Mint con entorno Mate, por ejemplo, el explorador de archivos se llama Caja.

Con el servidor FTP del móvil ya en marcha, abre Caja y busca la barra de ubicación. En algunos temas puede estar oculta tras un icono o mostrando solo “botones” de carpetas; en ese caso, suele bastar con pulsar en el icono para que se convierta en una barra de texto editable donde puedes escribir direcciones manualmente.

En esa barra escribe la dirección del servidor FTP del móvil, por ejemplo: ftp://192.168.1.77:2211, y pulsa la tecla Enter. Caja intentará conectar y, si el servidor requiere autenticación, te mostrará un cuadro de diálogo para introducir nombre de usuario y contraseña. También puedes marcar la opción de guardar la contraseña para no tener que escribirla cada vez.

Tras autenticarte, el contenido del teléfono aparecerá en Caja como una ubicación remota montada. Podrás realizar operaciones de copiar y pegar, crear carpetas (por ejemplo, con clic derecho > “Crear carpeta” en la ubicación de la tarjeta MicroSD), y en general manipular archivos igual que con cualquier otro dispositivo montado.

Cuando termines de trabajar, es recomendable desmontar la conexión con un clic derecho sobre la ubicación FTP y eligiendo “Desmontar”. Esto cierra correctamente la sesión y evita que el sistema se quede intentando acceder a un recurso de red que ya no está disponible si apagas el servidor en el móvil.

Si usas a menudo esta conexión, puedes acceder al menú de Archivo > Conectar con el servidor… del gestor de archivos y crear una entrada persistente para el FTP de tu Android. Solo tendrás que indicar tipo de servicio “FTP”, la IP y el puerto, y tus credenciales. La próxima vez, con un par de clics estarás dentro sin teclear direcciones.

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