- Los navegadores modernos permiten guardar webs en PDF usando la función de imprimir o impresoras virtuales como Microsoft Print to PDF.
- Existen extensiones y conversores online que mejoran el resultado, especialmente en páginas complejas o con mucho contenido dinámico.
- Una vez creado el PDF, se puede editar, comprimir, unir o proteger con contraseña mediante herramientas específicas de trabajo con documentos PDF.
En esta guía vamos a ver, paso a paso y con todo lujo de detalles, cómo puedes convertir webs en PDF en Chrome, Edge, Firefox, Safari, Opera, Windows, móvil y con herramientas online. También veremos qué puedes hacer después con esos PDF (comprimirlos, unirlos, editarlos, protegerlos, etc.), qué pasa con las páginas que cargan mucho contenido dinámico y cómo salir del paso cuando lo que quieres es una captura completa de arriba abajo.
Cómo funciona eso de “imprimir como PDF” en cualquier navegador
En la mayoría de casos, convertir una página web a PDF consiste básicamente en usar la función de imprimir y elegir un destino virtual en vez de una impresora física. El navegador genera una vista previa de la página, tú ajustas lo que quieras y, en lugar de mandar la orden a una impresora, guardas el resultado como archivo PDF.
Este procedimiento es muy parecido en Google Chrome, Microsoft Edge, Mozilla Firefox, Safari u otros navegadores basados en Chromium: abrir la web, usar la opción de imprimir, elegir “Guardar como PDF” o una impresora PDF y pulsar en Guardar. A partir de ahí solo queda seleccionar la carpeta de destino.
Antes de darle al botón final, merece la pena dedicar unos segundos a revisar las opciones de personalización de la impresión: tamaño de papel, márgenes, escala, encabezados/pies de página, orientación o incluso si quieres todas las páginas o solo algunas. Según el navegador, también podrás cambiar el título del documento o ajustar la calidad para que pese menos.
Si ves que en tu navegador (sobre todo en Firefox) no aparece la opción de imprimir o guardar como PDF, es buena idea comprobar si hay alguna actualización pendiente. Las versiones modernas de los navegadores incluyen estas funciones de serie y, una vez actualizados, el proceso suele ser igual de sencillo en todos.

Guardar webs en PDF desde Google Chrome
Google Chrome es el navegador más utilizado y, como era de esperar, incluye una opción integrada para convertir cualquier página en un archivo PDF sin necesidad de extensiones. Es rápido, cómodo y suele respetar bastante bien el diseño básico de la web.
Para usarlo, basta con que abras la web que quieras guardar y entres en el menú de Chrome, el típico botón con tres puntos verticales en la esquina superior derecha. Dentro de ese menú encontrarás la opción “Imprimir…”, que es la que vamos a utilizar aunque no quieras sacar nada por impresora física.
En la ventana de impresión verás, a la derecha, una vista previa del resultado y, a la izquierda, el apartado “Destino”. Aquí es donde tienes que seleccionar “Guardar como PDF”. Nada más hacerlo, la previsualización cambiará para mostrarte cómo quedará el documento final en PDF.
Antes de guardar, puedes ajustar varios parámetros: páginas a incluir, orientación (vertical/horizontal), márgenes, color o blanco y negro, cabeceras y pies, escala y otros detalles. Estos pequeños retoques te permiten crear un PDF más limpio, ideal para leer o enviar por correo.
Cuando lo tengas a tu gusto, pulsa en “Guardar”, elige la carpeta de destino y Chrome generará el archivo PDF con el contenido de la web. Es un método muy útil para guardar artículos largos, instrucciones o facturas que quieres archivar.
Extensiones de Chrome para guardar páginas como PDF
Si el sistema nativo de impresión del navegador se te queda corto o buscas algo todavía más directo, puedes recurrir a extensiones específicas para convertir webs completa o parcialmente a PDF. En Chrome hay varias bastante populares.
Una de ellas es Save as PDF, muy conocida entre quienes guardan webs con frecuencia. Su filosofía es simple: accedes a la página que quieres convertir y haces clic en el botón de la extensión. Ella se encarga del resto, generando el archivo PDF sin que tengas que ajustar demasiadas cosas.
Eso sí, por motivos de seguridad, esta extensión suele fallar en webs que requieren usuario y contraseña (por ejemplo, intranets, banca online o accesos privados). Al no poder gestionar bien la sesión, no siempre es capaz de procesar el contenido tras el inicio de sesión.
El punto fuerte de Save as PDF es que ofrece opciones adicionales de conversión para controlar mejor el documento final, manteniendo un uso muy intuitivo. El lado negativo es que, en páginas muy complejas o con restricciones, puede fallar y no generar el PDF correctamente.
Otra veterana de la Chrome Web Store es Print Friendly & PDF. Nació con la idea de permitir a los usuarios imprimir páginas web respetando el formato pero sin anuncios, menús inútiles ni elementos molestos, y a día de hoy sigue siendo una solución de referencia.
Esta extensión destaca porque utiliza el estándar PDF creado por Adobe, por lo que la compatibilidad y la calidad del documento generado suelen ser muy buenas. Suele dar como resultado PDFs ligeros, limpios y mucho más legibles que un volcado directo desde la impresión del navegador.
El inconveniente es que, si buscas funciones muy avanzadas de edición o automatización, quizá se quede un poco corta frente a otras alternativas. Pero para obtener un PDF bien maquetado desde casi cualquier artículo o blog es más que suficiente.
También tienes opciones como “Imprimir para Google Chrome”, una extensión que permite guardar la web actual tanto en PDF como en un HTML generado a partir del contenido visible. El funcionamiento es similar: botón de la extensión, eliges formato (PDF o HTML) y creas el archivo.
Su gran baza es que, además de PDF, genera un HTML local con los recursos multimedia incluidos, ideal si quieres conservar la estructura para abrirla sin conexión tal cual. La desventaja es que apenas ofrece configuraciones adicionales para afinar el resultado, así que el control sobre la conversión es limitado.
Cómo guardar páginas web en PDF con Firefox
Mozilla Firefox también permite convertir webs a PDF sin instalar nada, aprovechando las opciones de impresión integradas y, en Windows, la impresora virtual Microsoft Print to PDF. Su enfoque pone mucho énfasis en la privacidad, pero no por ello renuncia a la comodidad.
Para empezar, abre la web en cuestión y entra en el menú de Firefox usando el botón con tres líneas horizontales en la esquina superior derecha. Dentro del menú, elige la opción “Imprimir…”, que te llevará a una pantalla con la previsualización de la página que vas a sacar.
En esta pantalla de vista previa puedes retocar cosas como márgenes, orientación, cabeceras, escala o si quieres todas las páginas o un rango concreto. Cuando estés conforme, haz clic en “Imprimir” (normalmente arriba a la izquierda).
Se abrirá la ventana de impresión de tu sistema operativo. En Windows, es aquí donde tienes que elegir como impresora “Microsoft Print to PDF”. Al seleccionar ese destino, en lugar de salir un papel por la impresora, se generará un archivo PDF local con el contenido de la web.
Un detalle importante en Firefox es que no es lo mismo abrir el menú y pulsar en “Imprimir” que usar el atajo Ctrl + P. La ruta del menú te lleva a una pantalla de vista previa algo más completita, mientras que el atajo lanza de forma más directa el diálogo de impresión del sistema.
Si tienes prisa y no necesitas ajustar nada, puedes pulsar Ctrl + P y elegir directamente “Microsoft Print to PDF” o la impresora PDF que tengas configurada. Es una forma rápida de convertir la web sin marearte con opciones extra.
Crear PDF desde Microsoft Edge, Opera y otros navegadores
El nuevo Microsoft Edge, basado en Chromium, hereda muchas funciones de Chrome pero añade sus propios toques y una integración muy profunda con Windows. Guardar webs como PDF en Edge es tan sencillo como en Chrome.
Con la página abierta, ve al menú de Edge (el icono de tres puntos en la esquina superior derecha) y elige “Imprimir”. Verás una previsualización a la izquierda o derecha (según versión) y una serie de opciones. En la parte de impresora, selecciona “Microsoft Print to PDF” o “Guardar como PDF”, según lo que aparezca.
Una vez seleccionado este destino, configura las opciones de impresión que quieras (páginas, márgenes, color, encabezados, etc.) y pulsa en “Imprimir” o “Guardar”. Edge generará el PDF con la integración nativa de Windows 10 y 11, lo que suele dar resultados muy estables.
En el caso de Opera, hay una pequeña diferencia interesante: además del sistema de impresión clásico, el navegador incluye una opción específica para guardar como PDF desde el menú contextual. Esto agiliza el proceso en muchas situaciones.
Para usarla, sitúate en la página web, haz clic con el botón derecho del ratón sobre cualquier zona libre y selecciona “Guardar como PDF”. Automáticamente se abrirá el diálogo para elegir el nombre del archivo y la carpeta donde guardarlo.
Después de aceptar, Opera creará el PDF con toda la página completa. Si por lo que sea esta opción te da problemas en alguna web concreta, siempre puedes recurrir al atajo clásico de impresión: pulsa Ctrl + P y elige tu impresora PDF tal y como harías en Chrome o Edge.
Si usas otro navegador menos conocido o alguna versión personalizada, no te preocupes: mientras tengas disponible una impresora virtual como Microsoft Print to PDF o equivalente, podrás convertir cualquier web a este formato. Solo hace falta que tu navegador permita imprimir la página.
Usar la impresora virtual Microsoft Print to PDF (Windows)
En Windows 10 y Windows 11, Microsoft incluye de serie una impresora virtual llamada “Microsoft Print to PDF”. Esta utilidad permite convertir prácticamente cualquier cosa imprimible en un archivo PDF, sin programas externos.
Lo único que debes hacer es abrir la web (o documento, imagen, etc.) en el programa que quieras, entrar en el menú de impresión y seleccionar “Microsoft Print to PDF” como impresora de destino. En lugar de enviar la orden a una impresora física, el sistema te pedirá un nombre para el archivo y una carpeta donde guardarlo.
Esta impresora virtual no solo funciona con navegadores, sino con aplicaciones de todo tipo: Word, Excel, PowerPoint, LibreOffice, Bloc de notas, Photoshop, GIMP y prácticamente cualquier software que tenga opción de imprimir. Todo lo que salga por esa “impresora” se graba como PDF.
Si luego quieres hacer cambios sencillos como añadir anotaciones, cambiar la orientación de algunas páginas o resaltar texto, ni siquiera estás obligado a instalar un editor pesado: el propio Microsoft Edge es capaz de abrir PDFs y permitir ciertos niveles de marcado y edición ligera.
Para ediciones más profundas (modificar el contenido, remaquetar, convertir a otros formatos, etc.), sí tendrás que recurrir a soluciones más avanzadas como Adobe Acrobat o PDFelement, que están orientadas específicamente al trabajo profesional con PDFs.

Convertir páginas web en PDF desde el móvil (Android e iPhone)
Si lo que quieres es guardar un artículo o una factura desde el móvil, también lo tienes fácil. Los navegadores modernos de Android y iOS incluyen funciones para crear PDF directamente desde la opción de compartir o imprimir.
En iPhone, usando Safari, abre la web que te interese y toca el icono de menú (normalmente un botón con tres puntos o el de compartir). Después, pulsa en el icono de “Compartir”, el típico cuadro con una flecha hacia arriba.
Dentro de las opciones de compartir, toca en “Opciones” en la parte superior y cambia el formato de “Automático” a “PDF”. Una vez hecho, confirma con “OK” y selecciona “Guardar en Archivos” para almacenar el PDF directamente en la app Archivos o en iCloud Drive, según prefieras.
En Android, el proceso suele ser parecido en Chrome. Abre la página, toca el menú de tres puntos en la esquina superior derecha y elige “Compartir”. Entre las opciones verás “Imprimir”; tócala para abrir la vista previa de impresión.
En la lista de impresoras, selecciona “Guardar como PDF”. Después, toca el icono de PDF o el botón de guardar, elige la ubicación (almacenamiento interno, Google Drive, etc.) y tendrás el archivo listo. Los navegadores móviles suelen generar PDFs bastante comprimidos y ligeros, perfectos para enviar por mensajería o correo.
Conversores online para pasar una URL a PDF
Cuando te toca lidiar con webs muy complejas, con mucho JavaScript, contenido dinámico o diseños responsive sofisticados, el sistema tradicional de impresión del navegador puede no respetar el diseño original todo lo bien que querrías.
En esos casos, los conversores online de páginas web a PDF suelen dar mejores resultados. Estos servicios reciben la URL, cargan la página en sus propios servidores y generan un PDF intentando mantener al máximo el aspecto original.
Al elegir una de estas herramientas, conviene fijarse en que ofrezcan características como conservación de hipervínculos, soporte para contenido dinámico, respeto del diseño responsive y posibilidad de limpiar anuncios o ventanas emergentes. Muchas opciones gratuitas ya cumplen con todo esto.
Hay servicios que resaltan por ser completamente gratuitos, funcionar en línea, sin límites de uso y con un nivel de seguridad aceptable para contenido no sensible (la típica guía, artículo o tutorial público). Suelen incluir un simple campo para pegar la URL y un botón del estilo “Convertir a PDF”.
Para necesidades más exigentes, como webs corporativas, documentación interna o contenido protegido, suele haber planes de pago con más control sobre la calidad, la privacidad y la automatización. No olvides, eso sí, que estos conversores no suelen poder acceder a páginas tras un inicio de sesión, por lo que tendrás que usar el método del navegador para ese tipo de contenido.
Capturar una página entera como imagen y guardarla en PDF
Hay webs en las que métodos como “Ver código fuente” o inspeccionar elementos para localizar PDFs ocultos no funcionan, especialmente si todo el contenido está metido en imágenes incrustadas. En esos casos, la solución pasa por hacer una captura completa de la página.
Lo que necesitas es una herramienta (integrada en el navegador o externa) capaz de realizar una captura de pantalla de toda la página de arriba abajo, no solo de lo que ves en el monitor. Una vez obtienes esa imagen alargada, puedes convertirla a PDF fácilmente.
Muchos navegadores ya incorporan opciones de “Captura de pantalla de página completa” o similares, y si no siempre puedes recurrir a extensiones específicas o programas de terceros que tomen la captura completa y la guarden directamente como PDF o como imagen para luego convertirla.
Este método no captura texto seleccionable ni enlaces, porque el resultado es básicamente una foto de la página. Pero es muy útil cuando quieres guardar exactamente lo que ves, con todos los elementos gráficos, incluso si están bloqueados para la impresión o si forman parte de un visor extraño.
Trabajar con tus PDFs: editar, comprimir, unir y más
Convertir una web a PDF no es el final del camino, sino el principio. El formato PDF es muy versátil y cuenta con decenas de herramientas para modificar, proteger o transformar esos documentos según lo que necesites en cada momento.
Plataformas como Smallpdf, Lumin y muchas otras ofrecen más de una veintena de utilidades específicas: desde eliminar páginas innecesarias, comprimir el archivo, unir varios PDFs en uno solo o protegerlos con contraseña, hasta editar el contenido o convertirlo a formatos como Word, Excel o imagen.
Entre las funciones más prácticas después de guardar una web en PDF están las de comprimir el archivo para poder enviarlo por correo electrónico sin problemas de tamaño, y la posibilidad de unir varias páginas guardadas separadas en un único documento ordenado.
También resulta muy útil poder editar el PDF para añadir anotaciones, resaltar fragmentos, tachar datos sensibles o eliminar secciones que no te interesan (como banners o partes repetitivas). Para todo ello necesitas editores PDF, ya sean online o instalables.
Algunos servicios, como los que proporciona Lumin, permiten trabajar con PDFs en la nube: añadir notas, fusionar archivos, redactar información confidencial o convertirlos a otros formatos directamente desde el navegador, sin instalar aplicaciones pesadas en tu equipo.
Si lo que quieres es llevarlo a un documento de oficina para remaquetar, puedes emplear un convertidor de PDF a Word. Estos conversores intentan reconstruir la maquetación a partir del PDF, con mayor o menor éxito según la complejidad de la página original.
Incluso tienes la opción de transformarlo en otros formatos útiles, como el ePub para libros electrónicos, si lo que te interesa es leer tus artículos guardados en un lector de ebooks, con la maquetación adaptada a ese tipo de dispositivos.
Guardar solo una parte de una página web como PDF
No siempre necesitas la web entera; a veces solo te interesa un artículo concreto, una tabla o un bloque con instrucciones. En esos casos puedes imprimir solo una selección del contenido para crear un PDF mucho más limpio.
La mayoría de navegadores permite seleccionar el texto (y algunas imágenes asociadas) con el ratón, y luego, al ir a imprimir, elegir una opción similar a “solo selección” o “imprimir selección” en el cuadro de impresión. Así, el PDF contendrá únicamente lo que hayas marcado.
Otra técnica práctica es copiar lo que te interesa en un procesador de textos como Word o Google Docs, formatearlo a tu gusto y luego exportar a PDF. Tardas un poco más, pero el resultado suele estar mucho más ordenado y sin ruido visual.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.