
Si tu fondo de pantalla se ve recortado, desenfocado o no encaja como debería, tranquilo: suele ser cuestión de relación de aspecto y resolución. Elegir bien estas dos variables es la diferencia entre un fondo que luce de cine y otro que se ve regular. Aquí tienes una guía completa para ajustar el tamaño y la proporción a tu móvil sin quebraderos de cabeza.
Lo primero es tener claro que no existe un tamaño “universal” para todos los teléfonos. En iPhone y Android conviven múltiples resoluciones y proporciones (16:9, 19.5:9, 20:9, 21:9…), por lo que lo ideal es diseñar tus fondos igualando la resolución nativa del panel o, al menos, manteniendo la misma relación de aspecto y margen suficiente para muescas y barras.
Relación de aspecto, resolución, tamaño de pantalla y densidad: conceptos clave
La relación de aspecto es la proporción entre anchura y altura (por ejemplo, 19.5:9 o 20:9). Determina la forma del lienzo; si no la respetas, el sistema tendrá que recortar o añadir bandas, y ahí es donde empiezan los problemas de encuadre.
La resolución indica cuántos píxeles hay en ancho y alto (por ejemplo, 1080 × 2400). Cuanto mayor sea, más detalle podrás mostrar, siempre que la imagen original tenga suficiente calidad para aguantar ese tamaño sin pixelarse.
El tamaño de pantalla (en pulgadas, medido en diagonal) no te dice cuántos píxeles hay, solo lo “grande” que es físicamente el panel. Dos móviles de 6,5 pulgadas pueden tener resoluciones distintas; por eso, a la hora de crear fondos de pantalla lo que manda son los píxeles reales, no las pulgadas.
La densidad (PPP/PPI) es cuántos píxeles caben en una pulgada. Afecta a lo nítido que percibes el contenido, pero para un fondo estático lo importante es exportar en las dimensiones en píxeles correctas. El típico debate de 72 ppp vs 300 ppp aplica al mundo de la impresión; en pantallas, si la imagen mide 1080 × 2400 px, se verá igual de nítida a 72 que a 300 ppp.

Tamaños y proporciones habituales por plataforma y marca
En iPhone, nuevos modelos traen pantallas más definidas, así que conviene preparar los fondos con resoluciones altas acordes a su panel. Modelos recientes se mueven en proporciones tipo 19.5:9 y resoluciones como 1170 × 2532 (iPhone 13) o aproximadamente 1179 × 2556 (iPhone 14 Pro).
En Android no hay un único estándar. Cambia según marca y modelo: hay paneles HD (1280 × 720), Full HD+ (por ejemplo, 1080 × 2400), QHD+ (1440p con variaciones como 3200 × 1440), e incluso casos 4K en algunas gamas muy concretas. La clave es respetar la relación de aspecto que use tu pantalla y su resolución real.
iPhone
Los iPhone modernos combinan alta densidad y proporciones alargadas. Por ejemplo, verás referencias como 1170 × 2532 o 1179 × 2556 en modelos sin botón Home. Eso implica fondos en vertical que mantengan la proporción 19.5:9 (aprox.) y margen para isla/muesca y barras.
Android (visión general)
No existe una talla única. Muchas pantallas actuales usan variantes Full HD+ o QHD+, con relaciones 18:9, 19:9, 19.5:9 o 20:9. Un lienzo muy común hoy es 1080 × 2400 (20:9) en gama media y alta, aunque hay abundantes excepciones.
Google Pixel
La familia Pixel cambia según generación. El Pixel 6, por ejemplo, utiliza 1080 × 2400 px con relación 20:9. Lo ideal es diseñar para esa proporción y cubrir áreas que puedan recortarse por la interfaz.
Samsung Galaxy
La serie Galaxy suele optar por AMOLED muy vivos, con paneles Full HD+ o QHD+. Hay modelos con 1080 × 2400 (20:9) y otros de gama alta con 1440p (por ejemplo, 3200 × 1440). Mantener la proporción nativa evita recortes molestos.
Sony Xperia
Xperia destaca por sus formatos “cinematográficos” como 21:9. En algunos modelos de gama alta se ven cifras como 3840 × 1644 px (4K en vertical “ultra ancho” para cine y contenido multimedia).
Sharp AQUOS
Los AQUOS priorizan paneles muy calibrados, pero las resoluciones varían por modelo. Comprueba tu pantalla y crea fondos con la misma relación de aspecto para que encajen a la perfección.
Cómo saber la resolución exacta de tu móvil
La forma infalible de conocer el tamaño óptimo para tu fondo es ver cuántos píxeles tiene una captura de pantalla hecha en tu dispositivo. Si una screenshot mide 1080 × 2400 px, ese es el lienzo ideal para tu fondo de pantalla.
Android: pasos para comprobarlo
- Haz una captura pulsando el botón de encendido y bajar volumen a la vez (según modelo puede variar un poco, pero la idea es la misma). Guárdala en tu galería.
- Abre la captura en la app de fotos/galería del teléfono y toca el icono de información, normalmente representado por una “i”. Busca las dimensiones.
- Verás datos del tipo 720 × 1560, 1080 × 2400, etc. Esas cifras son la resolución nativa de tu pantalla en ese modo.
- Usa exactamente ese tamaño para preparar tu fondo, o uno superior manteniendo la misma relación de aspecto.
iPhone: pasos para comprobarlo
- Toma una captura (en modelos con Face ID, pulsa encendido y subir volumen a la vez). Se guardará en Fotos.
- Abre la app Fotos, busca la captura y toca el botón de información (i). Revisa ancho × alto.
- En modelos recientes verás algo similar a 1179 × 2556. Diseña tu fondo a ese tamaño o escala manteniendo la proporción para evitar recortes.
Entonces, ¿qué relación de aspecto debo usar para mi fondo?
Usa la misma que tu panel. Si tu móvil es 20:9, crea el fondo 20:9 (ej. 1080 × 2400, 1440 × 3200, etc.). Si es 19.5:9, ajusta el lienzo a esa proporción (ej. 1170 × 2532 o 1179 × 2556). Haz sitio para muescas, cámaras y barras de estado para que el motivo principal no quede tapado.
Ejemplos útiles: para Google Pixel 6, prepara el diseño en 1080 × 2400 (20:9). Para iPhone 14 Pro, una buena referencia es 1179 × 2556 (aprox. 19.5:9). Si quieres margen extra para efectos de desplazamiento (parallax), exporta algo más grande conservando la proporción y encuadra tu motivo más centrado.
¿Hay un “estándar” que sirva para todo? No. 1080 × 1920 (Full HD 16:9) fue clásico durante años, pero hoy muchos teléfonos usan formatos más altos. Si no quieres complicarte, diseña pensando en la pantalla concreta de tu dispositivo y te ahorras recortes.
Crear y ajustar fondos: apps, edición y recorte
Si quieres ir a tiro hecho, una app de personalización con fondos para tu modelo te lo pondrá fácil. Hay aplicaciones que ofrecen librerías filtradas por dispositivo (incluso con iconos y widgets a juego, como hace WidgetClub) para configurar el fondo sin tocar medidas.
Si prefieres diseñar, programas como Adobe Photoshop o GIMP te permiten cambiar tamaño y recortar con precisión y, si necesitas eliminar elementos, usa la guía para borrar objetos en fotos.
Otra opción muy práctica es usar herramientas online como Canva. Puedes abrir un diseño en blanco y establecer tu tamaño personalizado en píxeles (por ejemplo, 1080 × 2400 para 20:9 o 1179 × 2556). Si te cuadra, también tienes plantillas (como las de estilo “fondo de pantalla neón para móviles”) que luego adaptas a las medidas exactas de tu móvil.
En Canva el flujo típico es: crear diseño con medidas en vertical, subir tus fotos, componer (añadir texto, iconos o varias capas) y descargar en JPG. Cuando uses 1080 × 1920 por comodidad, recuerda que muchos móviles actuales son más altos, así que recorta o cambia el tamaño del lienzo a la resolución de tu pantalla antes de exportar.
También puedes tirar de la herramienta de recorte integrada en tu móvil. Al establecer un nuevo fondo, la mayoría de sistemas te dejan ajustar el encuadre y la relación de aspecto para que encaje perfecto sin tener que abrir una app externa.
Formatos de archivo recomendados
JPG/JPEG: el más equilibrado para fondos, con buena calidad y tamaño contenido. Ajusta la compresión para no pasarte de peso ni perder nitidez.
PNG: útil si necesitas transparencias o evitar artefactos de compresión en gráficos muy planos, aunque el archivo suele pesar más que un JPG equivalente.
HEIC: formato eficiente en iOS, con buen ratio calidad/tamaño. Ten en cuenta la compatibilidad si luego vas a usar el fondo en otros sistemas que no manejen HEIC nativamente.
El mito de los 72 ppp (y por qué en pantalla mandan los píxeles)
Para pantallas, la etiqueta de 72 ppp o 300 ppp es irrelevante. Una imagen de 150 × 200 píxeles se verá igual en ambos “ppp” porque lo que realmente cuenta es su tamaño en píxeles. Trabaja siempre en dimensiones de píxeles y olvida el “dpi” salvo que vayas a imprimir.
Así que, a la hora de crear wallpapers, concéntrate en las dimensiones en píxeles que te dio tu captura de pantalla. Si usas la proporción correcta y suficiente resolución, obtendrás un fondo nítido y sin recortes.
Relaciones de aspecto frecuentes y su impacto visual
16:9 fue la reina de generaciones anteriores. Hoy pervive en monitores/TV, pero los móviles actuales van a pantallas más altas, por lo que un fondo 16:9 suele dejar huecos o necesitar recortes en equipos modernos.
Las proporciones 18:9 y 19:9 ganaron popularidad porque permiten pantallas más esbeltas sin hacer el teléfono excesivamente ancho. Ideales para scroll y apps, pero conviene diseñar fondos respetando esa verticalidad extra.
La proporción 19.5:9 es muy común en iPhone y varios Android. En esta relación, evacúa el contenido clave lejos de la muesca/“isla” y de la barra inferior, dejando “zonas de respiro”.
Un 21:9 (típico de Xperia) resulta fantástico para cine y series. Si diseñas para esta proporción, recuerda que el lienzo es muy alto; coloca el motivo principal en el centro para evitar que la interfaz lo invada.
¿Por qué importan tanto tamaño y resolución también para apps y juegos?
Más allá de la estética, el tamaño y la resolución influyen en la claridad del texto, la legibilidad y el rendimiento. Una mayor resolución ofrece más detalle, pero también exige más recursos. En el día a día, elegir un fondo nítido y bien proporcionado mejora la experiencia general.
Para desarrolladores, diseñar para múltiples dispositivos implica usar layouts adaptativos, probar en variedad de pantallas y preparar recursos escalables. Si un gráfico pensado para baja densidad se muestra en una pantalla de alta densidad, se verá borroso si no existe una versión a mayor tamaño.
Los gráficos vectoriales (SVG) escalan sin perder calidad, perfectos para iconos o formas. Para fotos o texturas, toca generar varias versiones rasterizadas para distintas densidades. Así garantizas nitidez tanto en pantallas modestas como en paneles muy definidos.
La orientación también cuenta. Muchas personas usan vertical para mensajería y navegación, y horizontal para vídeo o juegos. Un buen diseño de app (y un buen fondo) se adapta sin cortes raros o elementos inaccesibles cuando rotas el dispositivo.
Buenas prácticas relevantes
- Diseño adaptable: conserva proporciones, usa layouts fluidos y assets escalables.
- Pruebas reales: revisa tu diseño en varios móviles y densidades para detectar problemas pronto.
- Optimiza medios: exporta varias resoluciones, usa formatos eficientes (SVG/WebP/HEIC según encaje).
- Equilibrio calidad/rendimiento: una imagen inmensa puede pesar demasiado; busca el punto óptimo.
Herramientas y flujo de trabajo recomendado para diseñar tus fondos
1) Averigua la resolución real con una captura (como hemos visto). 2) Crea el lienzo con esa medida exacta. 3) Coloca el motivo principal lejos de muescas y barras. 4) Exporta en JPG con compresión moderada para que no pese demasiado y se mantenga nítido.
Si trabajas con Canva, empieza con un diseño personalizado en píxeles, prueba plantillas (por ejemplo, estilos tipo neón), sube tus imágenes, ajusta textos y efectos y descarga en JPG. Si te sientes cómodo con Photoshop/GIMP, usa guías y máscaras para centrar el motivo y deja margen “de seguridad” para el recorte del sistema.
Para quien quiera personalizar al máximo, apps especializadas de personalización ofrecen packs completos: fondos, iconos y widgets. Algunas te permiten incluso cambiar todo con plantillas cohesionadas; puedes partir de tus fotos o usar libraries ya listas, y recortar sin preocuparte de medidas.
Casos prácticos: Pixel 6 e iPhone 14 Pro
Google Pixel 6: trabaja con 1080 × 2400 px (20:9). Si compones un fondo con detalles finos (líneas, tipografías), exporta a esa resolución o un pelín superior con la misma proporción, y evita comprimir demasiado el JPG.
iPhone 14 Pro: una referencia excelente es 1179 × 2556 px (19.5:9 aprox.). Deja aire alrededor de la Dynamic Island y la barra inferior. Si usarás el efecto de profundidad, procura un primer plano claro para que el sistema pueda separarlo del fondo.
Cómo aplicar el fondo en el dispositivo sin perder encuadre
Al definir un fondo, iOS y Android suelen permitir acercar/alejar y reencuadrar. Asegúrate de no ampliar en exceso (perderás nitidez) y de mantener el motivo centrado. Si el sistema ofrece modo “perspectiva” o “parallax”, activa solo si has dejado margen extra en los bordes.
En Android, muchos launchers dejan definir fondos para pantalla de inicio y de bloqueo por separado. Comprueba ambos porque la interfaz varía (reloj, notificaciones, accesos directos) y podría tapar áreas importantes de tu diseño.
Consejos de calidad y peso del archivo
No te obsesiones con 4K a menos que tu panel sea 4K o necesites margen fuerte para recortes y efectos. Un JPG a 85–90% de calidad en la resolución nativa de tu móvil suele ser más que suficiente y ahorra batería y almacenamiento.
Si el fondo es muy gráfico (planos de color, texto grande), prueba PNG y compara tamaño/resultado. En iPhone, HEIC puede ser una gran opción para mantener calidad sin inflar demasiado el archivo, siempre que no lo vayas a reutilizar en otros sistemas.
Si te quedas con una idea fuerza, que sea esta: descubre la resolución real de tu móvil con una captura, diseña el fondo en ese tamaño (o mantén la misma relación de aspecto si escalas), deja aire para muescas y barras, y exporta en un formato eficiente (preferiblemente JPG). Con estos pasos tu fondo encajará como un guante y se verá impecable.
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