Qué puedes hacer con un puerto Thunderbolt que no puedes hacer con un USB-C

Última actualización: 04/08/2025
Autor: Isaac
  • Thunderbolt permite transferencias de datos mucho más rápidas y conexiones en cadena de varios dispositivos, superando a USB-C estándar.
  • La gestión de monitores múltiples de alta resolución y frecuencias elevadas es una ventaja clave de Thunderbolt en comparación con USB-C.
  • Thunderbolt permite expandir el ordenador con estaciones de acoplamiento avanzadas, eGPU y periféricos profesionales sin perder rendimiento.

puerto thunderbolt vs usb-c

Si alguna vez te has preguntado para qué sirve de verdad un puerto Thunderbolt y por qué es tan especial respecto a un USB-C estándar, has llegado al lugar correcto. No todo el mundo sabe que, aunque ambos utilizan el mismo conector físico, sus capacidades y usos no son idénticos. Esta confusión es habitual incluso entre quienes usan tecnología a diario.

En este artículo vamos a desgranar en profundidad todo lo que puedes conseguir con Thunderbolt que no es posible con un simple USB-C, comparando ambos estándares y mostrando casos reales. Analizaremos desde la transferencia de archivos, la conexión de periféricos, la gestión de monitores múltiples y el rendimiento en tareas profesionales y gaming, hasta las limitaciones y anécdotas prácticas que te ayudarán a distinguir cuándo necesitas realmente uno u otro.

Qué diferencia a Thunderbolt de USB-C: conceptos clave

El primer paso para no perderse en el lío de cables y puertos es entender que USB-C es un tipo de conector físico mientras que Thunderbolt es un protocolo o tecnología específica. Es decir, todos los puertos Thunderbolt actuales (sobre todo desde Thunderbolt 3) utilizan el conector USB-C, pero no todos los USB-C son Thunderbolt ni mucho menos ofrecen las mismas funciones.

El USB-C, también llamado USB Tipo C, es ese conector ovalado y reversible que se ha convertido en el estándar europeo y mundial para cargar y transferir datos en móviles, tabletas, portátiles, consolas y multitud de dispositivos modernos. Su gran fortaleza es la compatibilidad universal, la facilidad de uso y la creciente velocidad de transferencia. Puede soportar, según la versión, desde 5 Gbps (USB 3.0) hasta 40 Gbps (USB 4 versión 2.0), aunque esto depende mucho del cable, el puerto y el dispositivo exacto.

Sin embargo, Thunderbolt supone una vuelta de tuerca a lo que puede hacer el USB-C. Nacido de la alianza entre Intel y Apple, Thunderbolt no solo ofrece velocidades altísimas (hasta 120 Gbps de un solo sentido en Thunderbolt 5), sino que permite cosas como conectar varios monitores 4K/8K, usar GPU externas o encadenar periféricos en serie. Si ves un ‘rayo’ dibujado junto al puerto, es Thunderbolt. Si solo ves el símbolo USB, es un USB-C normal, aunque puede compartir parte de las capacidades.

Velocidad de transferencia: ¿por qué Thunderbolt marca la diferencia?

Thunderbolt 4, Thunderbolt 3, USB-C y USB 4.0 compatibilidad-5

Para profesionales que mueven archivos enormes, como editores de vídeo o fotografía, la razón de apostar por Thunderbolt es clara: reduce el tiempo de espera al mínimo gracias a sus velocidades extremas. Un USB-C estándar, dependiendo de la versión, puede llegar a 20 Gbps (USB 3.2 Gen 2×2), mientras que Thunderbolt 3 o 4 logran hasta 40 Gbps y Thunderbolt 5 puede dispararse a 80 Gbps bidireccionales o 120 Gbps en salida.

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¿Qué implica esto en la práctica? Que transferir varias decenas de gigas entre discos duros externos, servidores y equipos de trabajo es cuestión de segundos, no minutos. Así, puedes copiar proyectos enteros de vídeo 4K sin perder la cabeza. Además, la fiabilidad y estabilidad de Thunderbolt reduce la tasa de errores en la transferencia, lo cual es vital en entornos profesionales.

Por otro lado, si tu uso se limita a mover archivos de Word, fotos o música de aquí para allá, el USB-C va sobrado y no necesitas invertir en Thunderbolt.

Conectividad de monitores: la importancia de la resolución y la tasa de refresco

Uno de los puntos más atractivos de Thunderbolt es su facilidad para gestionar múltiples monitores de alta resolución y altas tasas de refresco. Mientras que un puerto USB-C (aunque compatible con DisplayPort) puede limitarte a una o dos pantallas o a menor resolución/frecuencia, Thunderbolt 5 permite conectar hasta dos monitores 8K o tres 4K a 144 Hz, e incluso un solo monitor a una salvajada de 540 Hz.

Esto no solo interesa a diseñadores gráficos, arquitectos o creadores de contenido, sino también a gamers competitivos que buscan la mínima latencia y el máximo refresco posible. Thunderbolt además permite la conexión en cadena (Daisy Chain), algo que en USB-C solo es factible en versiones y equipos muy concretos. Si tienes que montar un setup multi-monitor para streaming, edición, trading o tareas avanzadas, Thunderbolt es la opción premium.

Encadenar dispositivos y ampliar el ordenador: lo que solo Thunderbolt te ofrece

Thunderbolt brilla cuando quieres ir más allá del simple «enchufa y usa». Este protocolo permite encadenar hasta cinco dispositivos en serie a través de un único puerto, algo imposible para USB-C sin comprar hubs especiales. De esta forma, puedes conectar una base Thunderbolt, varios discos duros externos, una eGPU (tarjeta gráfica externa) y monitores de alta gama… todo usando solo un cable desde tu portátil.

Esto es clave si trabajas con estaciones de acoplamiento o necesitas montar un entorno de trabajo flexible y ordenado, con muchos periféricos conectados y sin enredo de cables. Las bases Thunderbolt incorporan además puertos de todo tipo (Ethernet, HDMI, audio, USB, ranura SD, etc.), incrementando el número de conexiones disponibles con solo un cable a tu portátil. Aquí la diferencia con los hubs USB-C normales es, de nuevo, enorme en potencia y ancho de banda.

Gaming, edición y tareas exigentes: rendimiento y posibilidades reales

Los usuarios más exigentes, tanto en gaming como en edición de vídeo, audio o modelado 3D, encuentran en Thunderbolt un aliado para ampliar sus equipos sin sacrificar rendimiento. La posibilidad de conectar una eGPU, unidades SSD ultra rápidas o interfaces de audio profesionales garantiza una experiencia fluida y sin cuellos de botella.

En el mundo de los videojuegos, Thunderbolt permite ratios de frames por segundo altísimos y menor input lag, especialmente relevante en títulos competitivos. En edición de vídeo, la transferencia en tiempo real de material 4K/8K es mucho más viable gracias al ancho de banda garantizado, incluso trabajando con varios discos externos y monitores simultáneamente.

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Para la mayoría de usuarios domésticos, un USB-C rápido será más que suficiente, pero si aspiras a trabajar o jugar al más alto nivel, Thunderbolt es un salto de calidad palpable.

Compatibilidad y limitaciones: puntos fuertes y debilidades de cada estándar

USB-C es el campeón de la compatibilidad universal y la asequibilidad. Casi todos los dispositivos actuales lo adoptan, y es suficiente para cargar y transferir datos entre portátiles, móviles, consolas, auriculares o discos duros. Además, su coste es mucho menor y puedes encontrar cables y adaptadores baratos sin problemas.

Thunderbolt, en cambio, requiere hardware específico (chip Intel certificado, drivers, etc.), lo que encarece los portátiles y bases compatibles. No todos los dispositivos soportan Thunderbolt, así que antes de lanzarte a comprar periféricos, revisa bien las especificaciones.

Otro aspecto importante es que si conectas un cable o dispositivo Thunderbolt a un puerto USB-C estándar, solo funcionará a la velocidad y funciones del USB-C, perdiendo las ventajas propias de Thunderbolt. Por el contrario, todos los dispositivos USB-C funcionarán en un Thunderbolt, pero tampoco aprovecharán su máximo potencial si no lo soportan.

Alimentación y carga: diferencias de potencia

Ambos estándares han avanzado mucho en la entrega de energía. Un buen cable USB-C puede cargar dispositivos pequeños y ahora incluso portátiles y consolas con entregas de hasta 100 o incluso 240 W. Thunderbolt iguala esos valores, pero su gran ventaja es la estabilidad y posibilidad de alimentar múltiples periféricos potentes a la vez (bases, monitores, discos, etc.) sin riesgos de caídas de voltaje o incompatibilidades.

En la práctica, para cargar un móvil, una tablet o un portátil estándar, USB-C es más que suficiente. Si tu setup requiere alimentar varias pantallas de alta resolución, discos duros y tarjetas externas simultáneamente, Thunderbolt es la opción más robusta y fiable.

Comparaciones por versiones y generaciones: ¿Qué aporta cada evolución?

Cómo deshabilitar o forzar la detección de puertos USB específicos en windows-7

En los últimos años, las versiones de ambos estándares no han parado de crecer: USB 3.0, 3.1, 3.2, 4.0, Thunderbolt 3, 4, 5… cada salto implica más velocidad y capacidades. Por ejemplo, Thunderbolt 3 y 4 ofrecen 40 Gbps, soporte multitarea, daisy chain para periféricos en serie y compatibilidad total con USB-C y DisplayPort. Thunderbolt 5, presentado en 2023, dobla el ancho de banda y permite hasta 120 Gbps en una dirección para pantallas de máxima resolución, siendo clave para profesionales gráficos y gamers extremos.

USB 4.0 añade muchas de las capacidades de Thunderbolt, permitiendo hasta 40 Gbps, pero sigue sin igualar la versatilidad y estabilidad de Thunderbolt en escenarios avanzados. Además, hay que tener en cuenta que la velocidad real depende no solo de la versión del puerto, sino también del cable y periférico que se utilice. Muchas veces, un cable barato limita el rendimiento general aunque el puerto sea avanzado.

Limitaciones y problemas frecuentes: lo que debes saber antes de elegir

USB-C tiene el gran problema de la variedad de versiones, cables y compatibilidades. No todos los puertos USB-C soportan las mismas prestaciones, y el usuario puede confundirse fácilmente. Se ven puertos que apenas llegan a 5 Gbps y otros que alcanzan 40 o 80 Gbps, dependiendo del equipo y el cable. Además, las opciones de conexión en cadena (vital para setups de oficina) normalmente no están presentes salvo que también integre Thunderbolt.

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Thunderbolt es una tecnología más homogénea, pero su principal pega es el precio: bases, cables y equipos suelen ser más caros y a veces difíciles de encontrar. Además, no todos los ordenadores o tablets incluyen puertos Thunderbolt, así que hay que revisar siempre las especificaciones antes de comprar periféricos.

Donde Thunderbolt es imbatible es en entornos profesionales, estudios creativos, oficinas de trading de alto nivel o setups de gaming competitivo. Para el usuario doméstico medio, USB-C ofrece una relación calidad-precio excelente y es suficiente en el 90% de casos.

¿Quién debe elegir Thunderbolt y quién se conforma con USB-C?

Thunderbolt es perfecto si necesitas transferir grandes archivos, trabajar con varias pantallas de alta resolución, usar estaciones de acoplamiento avanzadas, conectar eGPU o encadenar dispositivos en serie sin perder velocidad. Los profesionales creativos, editores de vídeo, diseñadores gráficos, ingenieros y gamers de alto nivel encontrarán en Thunderbolt un aliado insustituible.

El USB-C es para quienes buscan un estándar universal, barato, compatible con todo, fácil de encontrar y que permita cargar, transferir datos y conectar periféricos sin complicaciones. Hoy en día, móviles, tablets, consolas, auriculares, discos y la mayoría de portátiles usan USB-C como estándar. Si tus necesidades no son especialmente exigentes, acertarás con cualquier equipo compatible con este conector.

Otros usos y curiosidades: ejemplos prácticos de cada estándar

Thunderbolt se utiliza en muchos MacBook y portátiles de gama alta para conectar dos monitores 4K o una pantalla 8K, a la vez que gestionan almacenamiento ultra rápido o transmisión de datos en tiempo real sin despeinarse. En estudios audiovisuales, permite la edición colaborativa y la retransmisión de vídeo en bruto sin retrasos.

El USB-C, gracias a adaptadores y cables específicos, puede cargar dispositivos antiguos, conectar bases, mandar vídeo a televisores y hasta transferir audio digital limpio a auriculares de nueva generación. Además, existen memorias flash con doble conector USB-C/USB-A para facilitar el intercambio entre dispositivos antiguos y modernos. Su uso en bancos de energía garantiza la carga rápida de smartphones y portátiles sobre la marcha.

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