Qué es Project Prometheus de Bezos y por qué puede cambiar la IA industrial

Última actualización: 05/12/2025
Autor: Isaac
  • Project Prometheus es la nueva startup de IA de Jeff Bezos y Vik Bajaj, centrada en aplicar inteligencia artificial avanzada a la economía física y a la industria 4.0.
  • La compañía arranca con una financiación récord de 6.200 millones de dólares y un equipo de élite con talento procedente de OpenAI, Google DeepMind, Meta, Nvidia y Tesla.
  • Su foco no está en los modelos de lenguaje tradicionales, sino en sistemas de IA que aprendan de procesos reales para revolucionar robótica, fabricación, ingeniería y descubrimiento científico.
  • El proyecto refuerza el regreso operativo de Bezos y reordena la competencia en la IA industrial, elevando el listón para startups y grandes tecnológicas a nivel global.

Project Prometheus de Jeff Bezos

Cuando parecía que Jeff Bezos estaba más concentrado en los cohetes de Blue Origin y en su vida personal que en dirigir empresas, ha dado un giro inesperado y se ha metido de lleno en la nueva fiebre tecnológica: la inteligencia artificial. Con Project Prometheus, el fundador de Amazon regresa a un puesto operativo de primer nivel y lo hace, cómo no, a lo grande: con miles de millones sobre la mesa, un equipo plagado de estrellas de la IA y un enfoque muy distinto al de las típicas startups de chatbots.

Esta nueva compañía, de la que todavía se saben menos detalles de los que a muchos les gustaría, nace con la ambición de usar la inteligencia artificial para transformar la economía física: fábricas, robots, diseño de ordenadores, coches, medicamentos o incluso naves espaciales. En lugar de centrarse solo en modelos de lenguaje que responden a texto, Project Prometheus quiere que la IA aprenda de la realidad, de procesos industriales complejos y de la experimentación en el mundo físico.

Qué es Project Prometheus y por qué Jeff Bezos vuelve a la primera línea

Project Prometheus es una startup de inteligencia artificial cofundada y codirigida por Jeff Bezos y el científico Vik Bajaj. Se trata de una empresa aún bastante discreta de puertas afuera, pero con un planteamiento muy ambicioso: desarrollar sistemas de IA capaces de impulsar la ingeniería y la fabricación en sectores como la informática, la automoción, la industria aeroespacial y otras áreas de alta tecnología.

El nombre no es un guiño a la saga de Alien, sino al titar griego Prometeo, el personaje mitológico que robó el fuego a los dioses para entregárselo a la humanidad. La metáfora está clara: Bezos y su equipo quieren que la IA se convierta en una especie de “fuego” moderno para la industria, una tecnología que permita dar un salto gigantesco en cómo se diseñan y construyen productos físicos.

Para Bezos, este es su primer papel operativo desde que dejó de ser CEO de Amazon en 2021. Hasta ahora se había mantenido en un segundo plano, como fundador de Blue Origin y accionista de proyectos mediáticos como The Washington Post, pero sin dirigir el día a día de una compañía. Con Project Prometheus vuelve al barro: toma decisiones, contrata talento y se implica en la estrategia de un negocio emergente.

Su regreso llega en plena explosión de la IA, en un contexto en el que gigantes como OpenAI, Google, Meta, Microsoft o Anthropic compiten por dominar el sector. Mientras muchos se pelean por lanzar el mejor modelo de lenguaje, Bezos prefiere otro ángulo: usar la potencia de la IA para resolver problemas complejos del mundo físico, donde aún queda mucho por hacer y la competencia está menos saturada.

Este movimiento también refuerza la carrera personal de Bezos por convertirse en uno de los grandes magnates tecnológicos de la era post-Amazon, sumando Project Prometheus a su ya importante conglomerado, que incluye el coloso del comercio electrónico y la empresa de cohetes Blue Origin.

Startup de inteligencia artificial Project Prometheus

Una financiación histórica y un equipo de élite en IA

Si algo ha llamado la atención desde el primer momento es el dinero: Project Prometheus arranca con 6.200 millones de dólares de financiación inicial, una cifra descomunal para una empresa en fase temprana. Según fuentes citadas por medios como The New York Times, buena parte de ese capital procede directamente del propio Jeff Bezos.

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Con esa cantidad sobre la mesa, Project Prometheus se coloca automáticamente entre las startups de IA mejor financiadas del mundo desde su nacimiento. En un sector donde levantar 100 o 200 millones ya es noticia, empezar con más de 6.000 millones es algo que cambia por completo las reglas del juego: permite fichar a los mejores, invertir en infraestructuras costosas como GPUs de última generación, comprar otras startups y aguantar años de desarrollo sin preocuparse demasiado por la caja.

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La cifra exacta de empleados todavía baila según la fuente, pero todas coinciden en un punto clave: el equipo ya supera con creces el centenar de personas. Hay informaciones que hablan de casi cien profesionales, mientras que otras apuntan a que la plantilla podría rondar los mil empleados si se tienen en cuenta todas las contrataciones recientes.

Lo que sí está claro es el perfil del talento que está entrando: exinvestigadores y desarrolladores procedentes de OpenAI, Google DeepMind, Meta, Nvidia, Tesla y otros actores punteros de la IA. Estamos hablando de gente que ha trabajado en modelos de lenguaje de última generación, sistemas de visión por computador, robótica o agentes de IA capaces de ejecutar acciones complejas en ordenadores reales.

Entre las incorporaciones destaca el fichaje de parte del equipo de General Agents, una startup fundada por Sherjil Ozair que lanzó una tecnología llamada Ace, descrita como un “piloto informático en tiempo real”. Ace era capaz de tomar el control de un ordenador, ejecutar acciones basadas en las instrucciones del usuario y automatizar tareas de forma muy similar a como lo haría un asistente humano experto. Project Prometheus ha adquirido General Agents y ha integrado a Ozair y a varios de sus colegas en el nuevo proyecto.

Detrás de la operación también se asoma el ecosistema de Foresite Labs, una incubadora de biotecnología y ciencia de datos codirigida por Vik Bajaj, que ha servido como punto de encuentro entre algunos de los futuros fichajes de Prometheus y los inversores asociados a Bezos, especialmente en proyectos de salud y biotecnología como Grail o Xaira Therapeutics.

Vik Bajaj: el socio científico de Bezos en Project Prometheus

Junto a Jeff Bezos aparece un nombre que quizá no sea tan conocido por el gran público, pero que en Silicon Valley tiene mucho peso: Vik Bajaj. Físico y químico de formación, Bajaj cuenta con un largo historial de proyectos en la intersección entre ciencia dura, tecnología punta y creación de empresas.

Antes de embarcarse en Project Prometheus, Bajaj trabajó en Google X, el famoso laboratorio de “moonshots” de Google (hoy Alphabet), donde se gestan proyectos extremadamente ambiciosos y de alto riesgo. Desde esa división han salido iniciativas como Wing, el servicio de reparto con drones, o los primeros pasos del coche autónomo que acabaría convirtiéndose en Waymo.

También fue cofundador de Verily, el laboratorio de ciencias de la vida de Alphabet, centrado en aplicar tecnología avanzada y ciencia de datos a la salud. Más tarde dirigió Foresite Labs, desde donde se incubaron startups de biotecnología y de inteligencia artificial aplicada a la medicina y a la farmacología.

En Project Prometheus, Bajaj no es solo cofundador, sino también codirector ejecutivo junto a Bezos. Es decir, no se limita a ser un asesor técnico: está al mismo nivel jerárquico que el fundador de Amazon en la toma de decisiones. Su perfil combina experiencia científica, visión empresarial y un profundo conocimiento de cómo llevar tecnologías complejas desde el laboratorio hasta el mercado.

Según su propio perfil público, Bajaj reparte su trabajo entre San Francisco, Londres y Zúrich, tres puntos que podrían dar pistas de por dónde se moverán las principales sedes o centros de investigación de Project Prometheus, aunque la compañía todavía no ha hecho pública oficialmente su ubicación principal ni su estructura corporativa definitiva.

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Equipo y sedes de Project Prometheus

Un enfoque distinto: IA para la economía física y la industria 4.0

La gran diferencia de Project Prometheus frente a otros proyectos de IA es su foco en el mundo físico. Mientras la mayoría de las empresas que copan los titulares se dedican a modelos de lenguaje (como ChatGPT o Gemini) o a aplicaciones puramente digitales, Prometheus se orienta a usar la IA en tareas tangibles y de alto impacto industrial.

Según las informaciones disponibles, la misión de la compañía es aplicar inteligencia artificial avanzada a la resolución de problemas complejos en el entorno físico. Eso incluye campos como la robótica, el desarrollo y descubrimiento de nuevos fármacos, la manufactura avanzada, la ingeniería de hardware, la automoción o la industria aeroespacial.

En lugar de entrenar modelos únicamente con grandes cantidades de datos estáticos, Project Prometheus quiere crear sistemas de IA que aprendan mediante interacción con procesos reales, usando experimentación práctica, simulaciones físicas detalladas y ciclos de prueba y error muy cercanos a cómo trabajan los ingenieros y científicos en el mundo real.

Este enfoque se alinea con la idea de construir lo que algunos ya llaman “IAs ingenieras”: modelos capaces no solo de generar texto o imágenes, sino de proponer diseños de piezas, optimizar cadenas de producción, ajustar parámetros de una línea de montaje o sugerir nuevas combinaciones de materiales para mejorar un producto.

Bezos ha expresado en distintas ocasiones que percibe el ámbito de los grandes modelos de lenguaje como un mercado altamente saturado e incluso con cierta burbuja. En cambio, la aplicación de la IA a la industria pesada, a la fabricación y a la robótica todavía está en una fase menos madura, lo que abre un espacio más amplio para la diferenciación y, por supuesto, para crear ventajas competitivas difíciles de replicar.

En este contexto, la propia página de LinkedIn de Project Prometheus, aún muy escueta, utiliza el lema “IA para la economía física”, lo que resume bien esa intención de alejarse de los usos puramente digitales para entrar de lleno en fábricas, laboratorios, plantas industriales y cadenas logísticas.

Ámbitos de aplicación: de los robots a los cohetes pasando por la medicina

Aunque la empresa mantiene un perfil bajo y no ha publicado todavía un catálogo detallado de productos o proyectos concretos, las distintas filtraciones y declaraciones permiten dibujar un mapa bastante claro de los sectores en los que quiere entrar Project Prometheus.

En primer lugar, está todo lo relacionado con la manufactura avanzada. La idea es diseñar sistemas de IA que sean capaces de aprender directamente de las líneas de producción, detectar ineficiencias, proponer cambios en la organización de las tareas, ajustar parámetros de máquinas industriales o incluso controlar robots que trabajen en entornos complejos, como fábricas, minas o plantas de ensamblaje.

Otro ámbito clave es la ingeniería de hardware y de sistemas complejos, incluyendo el diseño de ordenadores, componentes electrónicos, vehículos y naves espaciales. Aquí la IA puede ayudar a explorar espacios de diseño enormes, simular el comportamiento de una pieza antes de fabricarla, reducir costes de prototipado y acelerar todo el ciclo de desarrollo de producto.

La robótica es una pieza central del proyecto, y encaja directamente con los intereses de Bezos. Amazon lleva años invirtiendo en automatización de almacenes y ha llegado a advertir que podría reemplazar a cientos de miles de empleados por robots en determinados puestos. Project Prometheus podría convertirse en el laboratorio donde se desarrollen las tecnologías necesarias para llevar esa automatización a otro nivel, tanto dentro de Amazon como en otras compañías industriales.

En el terreno de la salud y la farmacología, la empresa apunta a usar IA para acelerar el descubrimiento de medicamentos, el diseño de moléculas y la simulación de procesos biológicos complejos. Este tipo de aplicaciones exige combinar modelos de IA con simulaciones físicas y químicas de alto nivel, un área en la que la experiencia previa de Bajaj en proyectos como Verily y Foresite Labs puede marcar la diferencia.

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También se habla de aplicar estos sistemas a la investigación científica en general, donde la IA podría actuar como un asistente capaz de proponer hipótesis, optimizar experimentos, analizar datos masivos y sugerir nuevas líneas de trabajo, reduciendo de forma drástica los tiempos necesarios para llegar a descubrimientos relevantes.

Aplicaciones industriales de Project Prometheus

Impacto en el ecosistema emprendedor y la carrera por la IA

El aterrizaje de Project Prometheus no solo afecta a los gigantes tecnológicos, también envía un mensaje claro al ecosistema global de startups, especialmente a quienes están trabajando en IA aplicada a la industria 4.0 y a la economía real.

En primer lugar, marca un nuevo listón en cuanto a tamaño de las rondas iniciales. Conseguir 6.200 millones de dólares en la fase temprana de una empresa es algo al alcance de muy pocos, pero muestra hasta qué punto el mercado está dispuesto a apostar fuerte por proyectos de IA profunda con una visión clara y un equipo de élite.

Para los fundadores de startups, especialmente en regiones como Latinoamérica o Europa, el modelo Prometheus deja varias lecciones concretas. Una de ellas es la importancia de fichar talento con experiencia en grandes referentes globales (OpenAI, DeepMind, Meta, Nvidia, Tesla, etc.), no solo por la capacidad técnica de esas personas, sino también por el prestigio que aportan a la hora de negociar con inversores y socios industriales.

Otra lección es el foco en aplicaciones transformadoras en sectores tradicionales. Mientras el mercado de aplicaciones puramente digitales de IA se llena de competidores, hay industrias convencionales —como la automoción, la minería, la aeronáutica, la logística o la industria química— deseando incorporar IA, pero con pocas soluciones realmente profundas y adaptadas a sus necesidades.

En Latinoamérica, por ejemplo, varios analistas ven en Project Prometheus un espejo en el que mirar posibles alianzas entre industria pesada y talento tecnológico local, combinando conocimiento sectorial con desarrolladores e investigadores en IA que puedan crear soluciones específicas para contextos muy concretos.

Además, el movimiento de Bezos confirma una tendencia ya vista con otros grandes nombres como Eric Schmidt (ex CEO de Google, ahora implicado en proyectos como Relativity Space): los viejos líderes de la primera ola de Internet están volviendo al frente de proyectos relacionados con el espacio, la defensa, la robótica y la IA avanzada, donde su experiencia en escalar negocios globales sigue siendo extremadamente valiosa.

Por supuesto, la entrada de un jugador con tanto capital y tanta capacidad para atraer talento también genera preocupación entre startups más pequeñas. Competir por ingenieros e investigadores punteros frente a los salarios y recursos de Project Prometheus no va a ser sencillo, y es probable que la nueva empresa se convierta en uno de los destinos preferidos de los especialistas en IA interesados en proyectos de impacto físico y científico.

En conjunto, Project Prometheus reconfigura parte del tablero competitivo de la IA: no tanto en el frente de los modelos de lenguaje, donde ya hay varios pesos pesados, sino en el flanco de la IA industrial, la robótica y la ciencia aplicada, un ámbito donde hasta ahora solo unas pocas compañías especializadas tenían protagonismo.

Todo apunta a que esta apuesta de Jeff Bezos por una IA al servicio de la ingeniería, la fabricación y la investigación científica va a tener consecuencias de largo alcance, tanto para los grandes conglomerados tecnológicos como para las startups que intentan abrirse un hueco en la llamada economía física impulsada por algoritmos inteligentes.