Qué es Microsoft Agent 365 y para qué sirve en la empresa

Última actualización: 10/12/2025
Autor: Isaac
  • Microsoft Agent 365 es el plano de control para desplegar, registrar y gobernar agentes de IA en entornos Microsoft 365.
  • La plataforma se apoya en Entra, Defender y Purview para ofrecer identidad, control de acceso y seguridad en profundidad a cada agente.
  • Sus cinco pilares son registro centralizado, control de acceso, visualización, interoperabilidad con datos y aplicaciones, y protección de datos sensibles.
  • Permite pasar de pilotos aislados a una operación a gran escala con agentes de IA gestionados como empleados digitales.

 

agent 365

En los últimos meses, la conversación sobre agentes de inteligencia artificial ha pasado de la teoría a la práctica. Cada vez más empresas están probando bots que automatizan tareas, hablan con otras aplicaciones y toman decisiones en nombre de los empleados. El problema es que, sin una buena gobernanza, ese ecosistema de agentes puede convertirse en un auténtico caos difícil de controlar.

En ese contexto aparece Microsoft Agent 365, la nueva capa de control de Microsoft 365 pensada para llevar orden, seguridad y visibilidad a toda esa “tropa” de agentes de IA. No hablamos de otra plataforma para crear modelos, sino de un plano de gobierno común que trata a los agentes como si fueran trabajadores más de la organización: con identidad propia, políticas de acceso, monitoreo y supervisión continua.

Qué es exactamente Microsoft Agent 365

Microsoft Agent 365 es una plataforma de despliegue, administración y control para agentes de inteligencia artificial que se conectan a datos y aplicaciones corporativas. Microsoft la describe como el “plano de control” para agentes: un entorno unificado desde el que TI puede registrar, organizar, vigilar y proteger todos los agentes que funcionan dentro de su tenant de Microsoft 365.

A diferencia de otras soluciones, Agent 365 no está pensada para desarrollar modelos o asistentes desde cero. Su propósito es gobernar los agentes ya existentes, independientemente de dónde se hayan creado: con herramientas de Microsoft como Copilot Studio o Microsoft Foundry, con frameworks de código abierto o con plataformas de terceros. Todos terminan pasando por el mismo registro y las mismas reglas.

La idea de fondo es extender la infraestructura de identidad y seguridad que ya protege a personas, dispositivos y aplicaciones a este nuevo tipo de “usuario digital”. Cada agente recibe su propio identificador de Microsoft Entra Agent, lo que permite aplicar controles de ciclo de vida y acceso muy similares a los que se usan hoy con las cuentas de los empleados.

Desde Agent 365, los equipos de TI tienen un espacio de trabajo rastreable dedicado a los agentes. Allí ven qué bots existen, quién los ha creado, qué permisos tienen, a qué datos acceden y cómo se comportan en tiempo real. Todo integrado dentro del propio Centro de administración de Microsoft 365, sin tener que saltar entre consolas dispersas.

Panel de control Microsoft Agent 365

Contexto: por qué Microsoft apuesta por la IA agéntica

Los llamados agentes de IA, o IA agéntica orientada a tareas, se han convertido en una de las grandes tendencias del sector. Ya no se trata solo de un chatbot conversacional genérico, sino de pequeños “trabajadores digitales” que ejecutan procesos de negocio completos: preparar informes, tramitar compras, gestionar incidencias o coordinar flujos entre varias aplicaciones.

Firmas de análisis señalan que la mayor parte de proyectos de agentes aún están en fase experimental o de prueba de concepto. Hay mucho ruido de marketing y menos resultados reales de lo que cabría esperar. Precisamente por eso Microsoft quiere posicionar Agent 365 como la pieza que falta para pasar de los experimentos aislados a un uso serio y a escala empresarial, con reglas claras de gobierno.

Directivos de la compañía, como Charles Lamanna o Jared Spataro, dibujan un futuro en el que las empresas tendrán muchos más agentes que empleados humanos. Se habla de organizaciones con 100.000 trabajadores que podrían llegar a operar entre medio millón y un millón de agentes de IA, asumiendo tareas que van desde ordenar el correo hasta ejecutar procesos de adquisición de extremo a extremo.

Microsoft asegura que internamente ya utiliza millones de agentes de IA en sus propios procesos. Con ese nivel de escala, el riesgo de pérdida de control, brechas de seguridad o “shadow IT” es evidente. Agent 365 nace para atacar ese problema concreto: poner orden en un ejército de bots que, sin supervisión, podrían acceder a datos sensibles o tomar decisiones fuera del marco de las políticas corporativas.

Principales beneficios de Microsoft Agent 365

agent 365

El mayor valor de Agent 365 es que permite administrar todos los agentes de IA de una organización a gran escala, sin importar quién los haya desarrollado o cómo se hayan incorporado. Desde una única consola, TI puede verlos, gobernarlos y asegurar que operan bajo las mismas normas que el resto del entorno corporativo.

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Por un lado, la plataforma funciona como torre de control sobre la proliferación de agentes. Detecta bots en uso, en desarrollo y en proceso de incorporación desde plataformas externas. Eso reduce puntos ciegos y ayuda a frenar la expansión descontrolada de agentes creados por empleados sin supervisión adecuada.

Por otro, Agent 365 amplía a los agentes las capacidades de seguridad y cumplimiento ya presentes en la suite de Microsoft: Defender, Entra y Purview. Esto se traduce en telemetría en tiempo real, control de accesos basado en riesgo, protección frente a amenazas y análisis de exposición de datos sensibles.

Además, al ofrecer un entorno de observabilidad unificado, los responsables de negocio pueden medir el rendimiento y el impacto de los agentes: cuántas tareas completan, con qué rapidez, con qué calidad y qué retorno de la inversión aportan. Deja de ser un experimento opaco para convertirse en un componente más, medible, de la fuerza laboral digital.

Requisitos previos y disponibilidad de Agent 365

Por ahora, Microsoft Agent 365 está disponible dentro del programa de acceso anticipado Frontier. Esto significa que no cualquier inquilino de Microsoft 365 puede activarlo todavía: la organización tiene que estar incluida en ese programa y aceptar las condiciones específicas del servicio.

Los términos de Agent 365 se rigen por las cláusulas de versión preliminar que Microsoft aplica a sus funcionalidades en desarrollo. Son características pensadas para pruebas y pilotos, no necesariamente para un despliegue masivo en producción, aunque muchas empresas ya las usan para preparar su llegada a disponibilidad general.

Un requisito clave es que el tenant disponga de al menos una licencia de Microsoft 365 Copilot. Esa licencia es la que permite activar el acceso a Copilot Frontier y, a partir de ahí, habilitar Agent 365 para los usuarios o grupos que se designen desde el centro de administración.

En cuanto a modelos de precios, Microsoft ha indicado que se concretarán más cerca de la disponibilidad general. De momento, la plataforma se orienta a empresas que quieran probar la gobernanza de agentes en un entorno controlado y trabajar de la mano de Microsoft mientras la solución madura.

Cómo se habilita Microsoft Agent 365 en el tenant

La activación de Agent 365 se realiza íntegramente desde el Centro de administración de Microsoft 365. El proceso, tal y como lo detalla Microsoft, se apoya en la sección dedicada a Copilot y al programa Frontier dentro de la consola.

El flujo habitual consiste en que un administrador se identifique en el portal de administración y acceda al apartado Copilot > Configuración > Acceso de usuario. Dentro de ese menú puede habilitar la opción Copilot Frontier y elegir a qué usuarios, grupos o al conjunto completo de la organización se otorgará acceso al programa.

Una vez que se concede el acceso a Frontier, el panel lateral del centro de administración muestra un nuevo apartado de Agentes gestionados por Agent 365. Desde ahí comienza la experiencia de registro, visibilidad y configuración de políticas. Es posible que al entrar por primera vez se pida aceptar los términos de servicio específicos de esta funcionalidad.

A partir de ese momento, los administradores pueden registrar agentes, revisar su inventario, asignarles políticas de seguridad, controlar permisos de acceso a datos y empezar a trabajar con telemetría y paneles de rendimiento. No es necesario montar infraestructura adicional, ya que Agent 365 se apoya en la base de servicios de Microsoft 365 y Entra.

Microsoft Agent 365 como torre de control para agentes de IA

Agent 365 está diseñado como una capa central de gobierno y visibilidad sobre los agentes distribuidos por todo el entorno corporativo. Su función principal es servir de registro único desde el que TI pueda contestar a preguntas muy básicas pero críticas: cuántos agentes hay, quién los usa, qué pueden hacer y qué riesgos introducen.

Este enfoque se vuelve esencial a medida que los agentes se multiplican en número y complejidad. En muchas organizaciones, cualquier empleado con acceso a determinadas herramientas puede crear su propio agente para automatizar tareas. Sin una capa de control, ese ecosistema paralelo se convierte en shadow IT, con bots que interactúan con datos sensibles sin pasar por el circuito oficial de seguridad.

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Desde Agent 365, los equipos de administración pueden definir qué agentes están autorizados y cuáles no. Los agentes “no sancionados” pueden marcarse, ponerse en cuarentena y bloquear su acceso a recursos organizativos, reduciendo el riesgo de filtraciones o comportamientos inesperados.

La propuesta de Microsoft obliga de facto a otros proveedores de IA a integrarse con este plano de gobierno si quieren operar en entornos corporativos que confían en Microsoft 365. De lo contrario, sus agentes corren el riesgo de ser percibidos como soluciones en la sombra sin las garantías de control y seguridad que TI necesita.

El problema del ejército de bots y la necesidad de control

La visión de futuro que plantea Microsoft implica un auténtico ejército de bots con permiso para actuar dentro del software de la empresa. Estos agentes automatizan partes clave del flujo de trabajo de los empleados, desde tareas rutinarias hasta procesos complejos que involucran varias aplicaciones y repositorios de datos.

Sin una supervisión adecuada, esa proliferación puede derivar en un entorno ingobernable donde nadie sabe cuántos agentes hay, qué acceso tienen, qué decisiones toman ni cómo interactúan entre ellos. Además del caos operativo, este escenario abre la puerta a vulnerabilidades de seguridad muy serias.

Entre los riesgos se encuentran ataques de tipo inyección en prompts y contextos, en los que una web o una aplicación introduce instrucciones ocultas que intentan manipular el comportamiento de un agente, robar información o cambiar sus resultados. A medida que los agentes se integran con sistemas de negocio críticos, el impacto potencial de este tipo de ataques aumenta de forma drástica.

Microsoft Agent 365 pretende reducir esos riesgos al proporcionar medidas de seguridad en tiempo real que rastrean lo que hace cada agente. La telemetría detallada y la capacidad de cortar el acceso de un agente comprometido de manera inmediata son piezas fundamentales de este enfoque de defensa en profundidad.

Las cinco capacidades clave de Microsoft Agent 365

Microsoft resume la propuesta de Agent 365 en cinco grandes capacidades que permiten llevar la IA agéntica a escala empresarial: Registro, Control de acceso, Visualización, Interoperabilidad y Seguridad. Cada una aborda una pieza distinta del problema de gobernar agentes.

1. Registro centralizado de todos los agentes

El primer pilar es un registro único que actúa como fuente de verdad para todos los agentes de la organización. A través de Microsoft Entra se obtiene un inventario completo de los bots que están activos, en construcción o incorporados desde plataformas de terceros, incluyendo aquellos registrados en la Microsoft Teams Store.

Cada agente dispone de su propio ID de agente Entra, de forma similar a como cada empleado tiene su cuenta corporativa. Esto facilita la trazabilidad, permite localizar agentes “sombra” y ofrece al equipo de TI la capacidad de poner en cuarentena los que se consideren no autorizados, impidiendo que se descubran o que se conecten con otros recursos internos.

Además, Microsoft introduce la Agent Store, un catálogo integrado en Copilot y Teams donde los usuarios pueden encontrar agentes aprobados para su rol y sus flujos de trabajo. Esto ayuda a canalizar la demanda hacia soluciones verificadas en lugar de fomentar que cada uno cree bots sin control.

2. Control de acceso y principio de mínimo privilegio

La segunda capacidad se centra en controlar quién puede crear, registrar y gestionar agentes, así como delimitar de manera precisa qué recursos puede utilizar cada uno. Con la expansión del número de agentes, el control de acceso deja de ser opcional y se convierte en un requisito crítico.

Agent 365 se apoya en plantillas de políticas específicas para que los equipos de TI puedan aplicar reglas de seguridad estándar desde el primer día. Se definen límites sobre qué datos, aplicaciones o APIs están al alcance de cada agente, y bajo qué condiciones pueden conectar con recursos sensibles.

Microsoft Entra introduce políticas de acceso adaptativas basadas en riesgo y contexto en tiempo real. Si un agente muestra un comportamiento anómalo o se sospecha que ha sido comprometido, se bloquea el acceso de inmediato. Los agentes operan, por diseño, bajo el principio de menor privilegio, minimizando la superficie de ataque y el impacto de una posible mala configuración.

3. Visualización, telemetría y métricas de negocio

La tercera pieza se orienta a ofrecer una visibilidad profunda y accionable sobre la actividad de los agentes. Agent 365 no se limita a mostrar un listado, sino que incluye paneles unificados, mapas de conexiones entre agentes, personas y recursos, y analítica avanzada con alertas.

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Desde este tablero, los líderes de TI, seguridad y negocio pueden ver qué agentes están en uso, qué nivel de actividad tienen, a qué datos acceden y qué riesgos potenciales representan. Los informes se adaptan al rol: cada área ve las métricas que realmente le interesan dentro de su propio flujo de trabajo.

La plataforma incorpora también medición integrada del rendimiento de los agentes: velocidad de respuesta, calidad de las tareas ejecutadas, grado de adhesión a las políticas, impacto en productividad y retorno de la inversión. Además, dispone de registros detallados, capacidades de e-discovery y políticas de retención para soportar auditorías y requisitos de cumplimiento.

4. Interoperabilidad con datos, aplicaciones y plataformas

El cuarto componente se centra en que los agentes puedan trabajar con el mismo contexto y datos que las personas, siempre bajo control. Agent 365 habilita el acceso a documentos en Word, Excel, Outlook, SharePoint, OneDrive o a datos de negocio en Dynamics 365, cuando así lo definen las políticas.

La plataforma también desbloquea el acceso a lo que Microsoft llama Work IQ: los datos, relaciones y contexto propios de cada organización, integrados directamente con las aplicaciones de Microsoft 365. De esta forma, los agentes no se limitan a respuestas genéricas, sino que se ajustan a los procesos únicos de cada empresa.

Agent 365 es, además, una plataforma abierta: funciona con agentes creados en Copilot Studio, Microsoft Foundry, Microsoft Agent Framework o el SDK de Agent 365, y también con agentes desarrollados con frameworks de código abierto y desplegados en nubes asociadas o plataformas de terceros.

5. Seguridad en profundidad para agentes y datos

El quinto pilar es la seguridad, que Microsoft plantea como no negociable en un entorno de agentes. Agent 365 integra varias capas para proteger tanto a los agentes como a la información que manejan frente a amenazas externas e internas.

Por un lado, Microsoft Defender ayuda a detectar ataques dirigidos a agentes, investigar incidentes y responder con rapidez gracias a una visión completa de la cadena de ciberataques. Trabajando junto con Microsoft Entra, permite bloquear accesos de alto riesgo en tiempo real cuando se detectan comportamientos sospechosos.

Por otro lado, Microsoft Purview aporta visibilidad sobre riesgos de exposición de datos sensibles relacionados con la IA. Evita que los agentes procesen o filtren información crítica sin autorización, identifica comportamientos arriesgados y aplica políticas adaptativas si algo no encaja con el patrón esperado.

Las organizaciones pueden auditar interacciones, revisar posibles violaciones de políticas y ajustar sus controles a nuevas normas regulatorias sobre el uso de la inteligencia artificial. El objetivo es que los agentes se integren en los flujos de trabajo esenciales sin comprometer la privacidad ni la seguridad de los datos.

Integración con Entra, Defender, Purview y el ecosistema Microsoft 365

Uno de los grandes puntos fuertes de Agent 365 es la forma en que se apoya en la infraestructura ya existente de Microsoft 365. No se trata de una solución aislada, sino de una capa que extiende a los agentes lo que ya se hace con usuarios, dispositivos y aplicaciones.

Con Microsoft Entra, cada agente tiene identidad gestionada y políticas adaptativas. Con Defender, se monitorizan amenazas específicas contra la flota de agentes, se correlacionan señales y se automatizan respuestas. Y con Purview, se controla qué información sensible está en juego y cómo se comparte o se expone.

Además, la integración con aplicaciones como Office, Teams o SharePoint da a Microsoft ventaja frente a otros proveedores que no están tan embebidos en la productividad diaria. Muchas empresas prefieren un único plano de control para orquestar múltiples agentes y proveedores, y Microsoft pretende ocupar ese espacio con Agent 365 como torre central.

De cara a los equipos de TI y seguridad, esto supone reutilizar herramientas, conocimientos y procesos ya implantados para gestionar personas y aplicaciones, sin tener que arrancar de cero un modelo de gobierno específico para agentes. El resultado buscado es una transición más suave hacia una fuerza laboral híbrida de humanos y bots.

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