Personalizar los sonidos de Windows es una de esas funciones que muchos pasan por alto, pero que puede marcar la diferencia en la experiencia diaria de uso del PC. Si alguna vez te has aburrido de las típicas alertas, pitidos y melodías que acompañan a las acciones de tu ordenador o, simplemente, quieres que cada evento tenga tu sello personal, estás en el lugar perfecto. Aquí descubrirás cómo dejar atrás los sonidos predeterminados y crear un entorno mucho más agradable y adaptado a tu gusto.
Desde hace varias versiones, tanto Windows 10 como Windows 11 permiten personalizar los efectos sonoros de prácticamente cualquier evento: notificaciones, inicio y cierre de sesión, conexión o desconexión de dispositivos, errores, avisos y mucho más. De hecho, puedes reemplazar los sonidos de fábrica por tus propios archivos, siempre que estén en formato WAV. A lo largo de esta guía, te explicamos todos los detalles, atajos y trucos para que le saques el máximo partido a la personalización sonora en tu ordenador.
¿Por qué cambiar los sonidos predeterminados de Windows?
Muchos usuarios no le prestan atención a los sonidos del sistema, pero personalizar los sonidos tiene más ventajas de las que imaginas. Por ejemplo:
- Identificación rápida de eventos: si configuras sonidos específicos para ciertas acciones, puedes saber al instante qué está ocurriendo sin mirar la pantalla.
- Mayor diversión y personalización: puedes poner efectos divertidos, sonidos nostálgicos (como los míticos de Windows XP) o incluso grabaciones propias.
- Mejora la accesibilidad: para personas con dificultades de visión, los sonidos personalizados pueden ayudar a distinguir eventos importantes del sistema.
- Reducción del estrés: reemplazar algunos sonidos molestos por otros más agradables ayuda a crear un entorno más relajante.
Cómo funciona el sistema de sonidos en Windows
Windows maneja los sonidos a través de lo que se denomina esquemas de sonido. Cada esquema es un conjunto de efectos asignados a diferentes acciones o eventos. Por defecto, Windows trae un esquema estándar, pero puedes modificarlo, guardarlo con un nombre propio y cambiar entre varios esquemas según prefieras.
Los sonidos que asigna el sistema deben estar en formato WAV y tener una duración muy corta, de uno a pocos segundos, para que no resulten molestos y no ralenticen el sistema. Puedes utilizar sonidos propios, descargados de Internet o grabados con un editor de audio.
Acceso a la configuración de sonidos en Windows 10 y Windows 11
El primer paso para modificar los sonidos es acceder al panel adecuado. El proceso es muy similar en Windows 10 y 11, aunque la ruta exacta varía ligeramente.
Windows 10
- Pulsa el botón de Inicio y escribe cambiar sonidos del sistema en la barra de búsqueda. Aparecerá la opción con un icono de altavoz. Haz clic en ella.
- También puedes acceder desde Configuración → Sistema → Sonido y, dentro de este menú, buscar el enlace a panel de control de sonido avanzado en la parte derecha o abajo.
- En la ventana nueva, ve a la pestaña Sonidos.
Windows 11
- Abre la Configuración pulsando Windows + I en tu teclado.
- En el menú de la izquierda, ve a Sistema y selecciona Sonido.
- Baja hasta encontrar Más opciones de sonido y haz clic.
- En la ventana emergente que aparece, selecciona la pestaña Sonidos.
En ambos sistemas, una vez en la pestaña de sonidos, verás una lista de eventos de programa que pueden tener sonido asignado: apertura de programas, cierre, alertas, errores, notificaciones, conexión de hardware USB, etc. Si te fijas, algunos de estos eventos vienen sin ningún sonido asignado por defecto, pero puedes añadirles uno fácilmente.
Pasos para personalizar los sonidos del sistema
Ahora que tienes abierta la ventana de configuración de sonidos, toca ponerse manos a la obra:
- Elige el evento que quieres modificar: en la lista de Eventos de programa, selecciona el que deseas personalizar. Por ejemplo, Aviso crítico o Conexión de dispositivo.
- Preescucha el sonido actual: puedes escuchar el sonido asociado pulsando el botón Probar.
- Selecciona un nuevo sonido: utiliza el desplegable Sonidos para elegir uno de los efectos incluidos por Microsoft o pulsa en Examinar para buscar un archivo WAV propio en tu disco duro.
- Guarda los cambios: una vez satisfecho con tu selección, haz clic en Aplicar y luego Aceptar. Puedes repetir este proceso para tantos eventos como desees.
Un truco importante es guardar tu conjunto personalizado como un esquema de sonidos. Bastará con pulsar Guardar como… tras aplicar los cambios, ponerle un nombre y, así, si alguna vez Windows restablece las opciones por defecto, podrás recuperar tu personalización en segundos.
Dónde encontrar sonidos gratuitos para Windows
Si no te apetece crear tus propios efectos, en Internet hay un montón de recursos gratuitos donde puedes encontrar audios para personalizar tu Windows:
- SoundBible: incluye gran variedad de clips y efectos, tanto para uso personal como comercial.
- Freesound: enorme comunidad online con miles de sonidos gratuitos, incluyendo algunos efectos clásicos de Windows. Revisa las licencias antes de usar los audios en proyectos comerciales.
- 99Sounds: colecciones de sonidos producidas por músicos y productores, completamente gratuitas.
- SampleSwap: aquí puedes encontrar loops, efectos y muestras de audio, ideales para proyectos musicales y también personalizar tu sistema.
Recuerda siempre leer los términos de uso y licencias de cada recurso, ya que algunos requieren atribución o pueden tener restricciones para uso comercial.
¿Qué otros aspectos de sonido puedes personalizar en Windows?
Además de los efectos de eventos, Windows te permite ajustar el volumen general del sistema, los volúmenes independientes de aplicaciones abiertas, y elegir dispositivos de salida y entrada (altavoces, auriculares, micrófonos y otros gadgets).
- Para elegir el dispositivo de salida, entra en Configuración → Sistema → Sonido y selecciona el que prefieras (esto es útil si tienes varios altavoces o usas auriculares inalámbricos).
- Puedes igualar el volumen de cada aplicación desde el mezclador de volumen, lo que es perfecto para controlar, por ejemplo, que los chats suenen menos que la música o los juegos.
- Si tienes problemas de sonido, el sistema incluye herramientas automáticas de diagnóstico y solución de problemas de audio en el mismo menú de Sonido.
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