Cómo Convertir Un Portátil En Un Ordenador De Escritorio

Si has estado trabajando desde casa  y estás encontrando dificultades para hacer el trabajo tan eficientemente como lo hacías desde la oficina, puede que necesites hacer algunos cambios en tu actual configuración de trabajo.

Usar el portátil en la cama o en la mesa del comedor ya no va a ser suficiente, especialmente con la posible extensión del bloqueo.

Con un poco de inversión y unos cuantos ajustes, puedes convertir un portátil en un ordenador de escritorio. Esto no sólo mejorará tu productividad, sino que también te ayudará con tu ergonomía y postura.

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Usa el portátil como escritorio durante el trabajo desde casa

Sí, los ordenadores portátiles son estupendos para trabajar, pero no están pensados para ser utilizados durante horas seguidas. Trabajar durante muchas horas con la pequeña pantalla del portátil, el teclado estrecho y el pequeño ratón puede provocar dolores de muñeca, cuello y espalda. Por ello, debes cambiar a una pantalla más grande y a un teclado y ratón adecuados. Para tu postura, debes utilizar una silla ergonómica, aunque no sea una silla de trabajo adecuada.

Convertir un portátil en un ordenador de escritorio: Una guía completa

Hemos recopilado algunos consejos útiles que te ayudarán a convertir tu portátil en una configuración de escritorio. Estos consejos también son útiles en los casos en los que puedes utilizar un viejo portátil que tengas en casa y convertirlo en un escritorio básico para los niños o para tareas ocasionales como la navegación web, la reproducción de medios o la gestión de archivos. Veamos estos consejos en detalle…

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1. Pantalla: Cambia a un monitor

Si tienes un monitor de ordenador en casa, utilízalo. Si no, compra uno asequible. Puedes hacer maravillas para mejorar tu productividad y tu postura.

Asegúrate de que el monitor tenga al menos 24 pulgadas de diagonal y una resolución Full HD.

También tiene que tener al menos 250 nits de brillo (mejor si su brillo es de 300 nits) para que puedas ver el contenido en la pantalla incluso si se enfrenta a la luz solar directa o a cualquier otra fuente de luz brillante en la habitación.

Prefiere un monitor que tenga al menos un puerto HDMI, aunque sería bueno tener dos.

2. Teclado y ratón: Prefiere los de tamaño normal

Para combinarlos con la pantalla más grande, utiliza el teclado y el ratón por cable o inalámbrico que ya tienes. Los teclados y ratones con cable pueden parecer desordenados, pero son bastante asequibles y, lo que es más importante, fiables.

Si tu trabajo implica muchos números, prefiere un teclado de tamaño completo con un teclado numérico dedicado. Aunque los teclados de membrana no están mal, los teclados mecánicos son mucho mejores y mucho más fiables.

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Al elegir un ratón, asegúrate de que no sea de tamaño pequeño, ya que los más pequeños no son ergonómicos y pueden provocar dolor de muñeca.

Prefiere un ratón de tamaño completo que ocupe la palma de la mano. También debe tener clics táctiles para que reciba una respuesta adecuada cuando pulses un botón. Algunos ratones también cuentan con botones adicionales que pueden programarse para realizar tareas específicas o lanzar aplicaciones concretas.

Si quieres un ratón inalámbrico, busca el que tiene conectividad Bluetooth en lugar de RF (radiofrecuencia), porque te permite conectarlo con otros dispositivos diversos, como teléfonos inteligentes, tablets y televisores inteligentes. Aunque los ratones inalámbricos con Bluetooth tienen más latencia que los que tienen cable, es poco probable que la mayoría de la gente note la diferencia.

3. Soporte para ordenador portátil: Para una mejor gestión del espacio y una posible segunda pantalla

Otro paso importante que debes saber para convertir tu portátil en una configuración similar a la de un PC de escritorio es utilizar un soporte para portátil.

No sólo te ayudará con la gestión del espacio en tu mesa de trabajo, sino también con la térmica del portátil.

Hay dos tipos de soportes para portátiles, los que sostienen el portátil en modo cerrado y los que sostienen el portátil en modo abierto. Si tienes poco espacio, elige el que sostiene el portátil en modo cerrado.

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Si tienes un escritorio extremadamente pequeño, puedes mantener el soporte para portátil detrás del monitor, ya que te ahorrará algo de espacio, pero eso también le dificultará el acceso al portátil al colocarlo en el soporte o al retirarlo.

El soporte para portátiles que sostiene el portátil con la tapa abierta te da la opción de utilizar la pantalla integrada del portátil como segundo monitor (siendo el monitor conectado el principal). El uso de dos pantallas al mismo tiempo mejora enormemente tu productividad y velocidad de trabajo, ya que puedes mantener abiertas dos ventanas de aplicaciones a pantalla completa al mismo tiempo y hacer muchas cosas entre ambas.

Sea cual sea el soporte que elijas, asegúrate de que sea resistente. Evita los que están hechos de plástico, y si te decides por un soporte de plástico, lee sus comentarios y asegúrate de que es lo suficientemente fuerte y resistente como para sostener un portátil.

4. Cables y gestión de cables: Mantén tu escritorio ordenado y productivo

Necesitas unos cuantos cables para la configuración de tu escritorio. Normalmente, necesitarás un cable HDMI o un cable DVI para conectar el portátil con el monitor, un cable de audio para los altavoces y un concentrador USB. Sin embargo, muchas de esas cosas también dependen de los puertos que tengan tu portátil y tu monitor.

Cable HDMI o adaptador de USB-C a HDMI

La mayoría de los portátiles modernos tienen un puerto HDMI. Sin embargo, algunos portátiles de hoy en día solo vienen con un puerto USB Tipo-C, lo que significa que necesitas un convertidor de USB Tipo-C a HDMI.  También puedes comprar un concentrador USB-C que cuente con un puerto HDMI, unos cuantos puertos USB Tipo-A, un puerto de audio y un lector de tarjetas SD.

Si tu monitor es demasiado antiguo y carece de puerto HDMI, necesitarás un adaptador DVI o VGA adicional.

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Cable de audio

A menos que quieras seguir utilizando los altavoces de tu portátil, necesitarás un cable de audio de 3,5 mm macho a 3,5 mm macho. Si tu monitor tiene altavoces integrados, puedes conectar un extremo del cable al portátil y el otro al monitor. Si piensas utilizar una configuración de altavoces estéreo o de 2.1 canales con el portátil, conecta el cable de audio del altavoz al puerto de auriculares de 3,5 mm del portátil.

Cable Hub USB

No todos los portátiles tienen varios puertos, especialmente los más nuevos con un diseño fino y ligero. Por ejemplo, los portátiles MacBook Air y MacBook Pro más recientes solo cuentan con puertos USB Type-C.

Incluso algunos portátiles Windows delgados y ligeros carecen de un puerto HDMI de tamaño completo y de un lector de tarjetas SD.

A veces un portátil no tiene suficientes puertos para todas tus necesidades. En esos casos, necesitarías un concentrador USB que tenga unos cuantos puertos USB, puertos de audio y una ranura para tarjetas SD.

Gestión eficaz de los cables para tu escritorio de trabajo

Si quieres que tu escritorio tenga un aspecto limpio y ordenado, la solución más sencilla es utilizar bridas de velcro. Compra un montón de ellas y utilízalas para enrollar los cables detrás de tu monitor o escritorio de forma que no cuelguen hacia el suelo. Átalos y colócalos lo más rectos posible.

5. Silla y escritorio: Cómo tener una postura corporal correcta

Si aún no tienes un escritorio y una silla, te aconsejamos que los adquieras cuanto antes. Elige una mesa de madera o de metal que tenga al menos un metro de ancho.

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Así tendrás espacio suficiente para colocar un monitor, un portátil, un ratón y un soporte para el portátil. Tendrás espacio suficiente para mover el ratón libremente. Consigue una silla de diseño ergonómico y con reposabrazos.

Si quieres evitar los dolores corporales derivados de trabajar durante más horas, asegúrate de tener una postura correcta. La espalda debe estar recta.

La parte superior del monitor tiene que estar alineada con tus ojos mientras tu cuello y tu cabeza miran hacia delante.

Tus brazos tienen que estar alineados con el tablero de la mesa (donde se colocan el teclado y el ratón). No olvides levantarte y dar un pequeño paseo por la casa y estirar el cuerpo al menos una vez cada dos horas.

Beneficios de utilizar el ordenador portátil como escritorio

Ahora que has aprendido a convertir tu portátil en una configuración de escritorio, veamos sus beneficios. Estos son algunos de los beneficios de usar tu portátil como configuración de escritorio:

1. Convertir el mismo portátil en un ordenador de escritorio te permite ahorrar dinero, ya que no tienes que gastar en la compra de un nuevo ordenador.
2. La pantalla del portátil puede utilizarse como segunda pantalla para mejorar la productividad.
3. Un portátil ocupa menos espacio que un armario de PC completo.
4. Esta configuración requiere menos energía que un PC completo.
5. Puedes quitar el portátil fácilmente y llevarlo a todas partes cuando no estés en casa.
6. Esta configuración mejora tu productividad y velocidad de trabajo, gracias a una pantalla más grande, un teclado y un ratón.
7. También te ayuda con tu postura corporal, evitándote posibles dolores corporales como los de muñeca, cuello y espalda.

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