- Convierte tu HDD/SSD en externo con la carcasa correcta y formatea en exFAT o NTFS.
- Android TV/Google TV y Chromecast permiten ampliar almacenamiento y reproducir con Kodi/VLC.
- El USB-C del Chromecast, con un hub alimentado, añade discos, Ethernet y más estabilidad.
Si tienes un disco duro guardado en un cajón, ha llegado su gran momento: puedes darle una segunda vida como almacenamiento y centro multimedia para Android TV, Google TV o Chromecast. No hace falta gastarse un dineral ni complicarse; con un par de accesorios y un formateo correcto, pasarás de acumular polvo a disfrutar de tus pelis, música y fotos en pantalla grande, y conviene comprobar la salud de tu disco antes de empezar.
Además de ampliar memoria, reutilizar ese HDD o SSD te permitirá instalar apps sin saturar el televisor, grabar programas de la TDT en modelos compatibles y olvidarte de los tirones de la red cuando reproduces desde Internet. Y sí, hay trucos muy útiles para el Chromecast con Google TV: su puerto USB-C esconde más potencia de la que imaginas.
Prepara tu viejo disco: qué necesitas y cómo elegir la carcasa
El objetivo es que tu unidad pueda conectarse por USB a la tele o al reproductor que vayas a usar, así que lo primero es hacerla compatible con los puertos USB de tu Android TV, Google TV o Chromecast. Si ya es un disco externo, basta con su cable; si es interno, necesitarás una carcasa o adaptador.
Para discos de ordenador (los que iban dentro de un PC), revisa dos aspectos clave: tamaño físico (2,5 o 3,5 pulgadas) e interfaz (IDE en modelos muy antiguos o SATA en la mayoría actuales). Acertar con estos dos datos es esencial para comprar la caja adecuada sin sorpresas.
Las carcasas de 2,5 pulgadas suelen funcionar con la energía del propio USB, pero las de 3,5 pulgadas normalmente requieren alimentación externa porque los puertos de la tele no dan suficiente potencia. Apuesta por USB 3.0 si puedes: mejora la velocidad y la estabilidad al mover archivos grandes.
Cuando compres, prioriza tiendas con devolución fácil y recuerda que en muchas páginas verás avisos del tipo ‘el precio puede variar’ o ‘podemos recibir comisión por los enlaces’. No necesitas un modelo carísimo: para empezar, una caja sencilla suele ser más que suficiente.
El montaje no tiene misterio: abre la carcasa, encaja el disco en su conector (SATA o IDE) y cierra con tornillos o pestañas según el modelo. En cuestión de minutos lo tendrás listo para el siguiente paso, que será formatear con el sistema de archivos adecuado.
Formateo: sistemas de archivos y compatibilidades
Antes de usarlo con tu tele o Chromecast, conviene preparar la unidad con un formato compatible. Ojo, al formatear se borrará todo su contenido, así que haz copia de seguridad en el disco externo de fotos, vídeos y documentos que quieras conservar. A partir de ahí, toca elegir sistema de archivos.
Muchos televisores con Android TV o Google TV aceptan formatear el disco al conectarlo por primera vez. Si tu equipo lo permite, es lo más cómodo: el sistema deja el disco listo y adaptado a los requisitos del televisor. En el caso del Chromecast con Google TV, también puedes inicializar y usar almacenamiento externo con facilidad.
Si no lo reconoce o necesitas un formato específico, recurre al ordenador. En Windows, abre el Explorador de archivos, clic derecho sobre la unidad y elige ‘Formatear’. En macOS, entra en ‘Utilidad de discos’. Por compatibilidad, las opciones más prácticas son exFAT (muy versátil entre sistemas) o NTFS; evita FAT32 si vas a mover pelis en alta calidad, porque tiene límite de 4 GB por archivo.
Si tu objetivo es instalar más aplicaciones en el Chromecast con Google TV y olvidarte de su escasa memoria interna, puedes convertir la unidad externa en almacenamiento del sistema. Ve a ‘Sistema’ > ‘Almacenamiento’, elige la unidad y selecciona ‘Borrar y formatear como almacenamiento del dispositivo’ y después ‘Migrar datos a este almacenamiento’. Así unificarás la memoria interna y la externa en un único bloque transparente para el sistema.
Conectar el disco a Android TV o Google TV: usos y apps recomendadas
Una vez formateado, enchufa la unidad a un puerto USB del televisor o TV Box. En carcasas nuevas suele venir el cable, y si tu tele no alimenta bien la unidad, valora usar un hub con alimentación o un adaptador con corriente propia. Comprobarás que la capacidad real del disco marca la diferencia al grabar contenidos (un programa en Full HD ocupa varios gigas por hora).
Muchas teles permiten instalar apps en almacenamiento externo o mover parte de sus datos. Si vas justo de memoria, aprovecha para que la unidad sirva como ‘pulmón’ donde instalar aplicaciones pesadas sin lastrar la memoria interna. No todos los modelos lo soportan igual, pero en Android TV/Google TV suele funcionar bien.
En reproducción de contenidos, dos nombres reinan: Kodi y VLC. Con cualquiera de ellos podrás explorar carpetas del disco duro y abrir prácticamente cualquier formato de vídeo y audio, incluyendo MKV, múltiples pistas de audio y subtítulos. Kodi, además, puede convertirse en tu centro multimedia con bibliotecas, carátulas y organización avanzada.
Si notas que el disco se desconecta o no arranca, sospecha de la alimentación. Algunos puertos USB de televisores no dan la suficiente corriente, especialmente con discos de 3,5 pulgadas o modelos antiguos. En ese caso, usa una carcasa con fuente propia o un hub alimentado que garantice energía estable para la unidad; y consulta cómo solucionar si un disco duro externo se desconecta para más soluciones.
Exprime el USB-C del Chromecast con Google TV
El conector USB-C del Chromecast no solo sirve para enchufarlo a la corriente: con un hub USB-C adecuado puedes añadir almacenamiento, puerto Ethernet y otros accesorios mientras lo alimentas a la vez. Busca un concentrador compatible con Power Delivery para evitar cortes o subidas de consumo.
Si el problema es la memoria para apps, el proceso de unificación de almacenamiento te salvará la papeleta. Tras conectar el hub, enchufa pendrive, tarjeta o disco y entra en ‘Sistema’ > ‘Almacenamiento’ para configurarlo como interno. Con esto, te olvidas de los limitados 8 GB del Chromecast y puedes instalar más aplicaciones con tranquilidad.
Para reproducir pelis y series desde la unidad externa basta con instalar un explorador (o directamente Kodi). Personalmente, es muy práctico usar una tarjeta o pendrive compactos para dejar el montaje discreto y estable; si prefieres un disco grande, prioriza la alimentación fiable del hub.
¿Red WiFi irregular o lejos del router? Muchos hubs incluyen puerto RJ45. Conecta un cable de red y el Chromecast funcionará como si estuviera al lado del router: ganarás estabilidad y velocidad sostenida, muy útil para bitrate altos o remuxes pesados.
Si no tienes un enchufe cerca, puedes alimentar el Chromecast desde el USB del televisor, siempre que sea de tipo 3.0 o superior y preferiblemente activando la depuración USB en las opciones de desarrollador. Actívalas desde ‘Ajustes’ > ‘Sistema’ > ‘Información’ tocando varias veces sobre ‘Número de compilación’ hasta ver el mensaje correspondiente.
Otras formas de llevar tu disco a la tele
El plan más directo y económico es un cable HDMI desde el ordenador al televisor. Seleccionas la entrada y listo. Es simple y robusto: la calidad dependerá del PC, sin tirones de red, aunque lo menos cómodo es tener el ordenador cerca y el cable estirado por el salón.
Otra alternativa son los dispositivos tipo Chromecast, Apple TV o Fire TV Stick. Permiten enviar contenido desde móvil u ordenador a la tele por WiFi, con una experiencia similar a un Smart TV. Funcionan genial, pero si tu red inalámbrica flojea es posible notar buffering o pequeños cortes, especialmente con archivos pesados.
Si el televisor tiene USB y su reproductor entiende los formatos, puedes conectar el disco directamente y usar la tele como reproductor. Cuando no reconoce el formato o falla con ciertos MKV, un media player HDMI con USB es un comodín económico: se conecta por un HDMI a la tele y por USB al disco, y trae su mando para moverte por carpetas.
El almacenamiento en la nube (Google Drive, Dropbox, iCloud, OneDrive) te deja acceder a tu biblioteca desde cualquier sitio. Eso sí, depende de la conexión y no te servirá sin Internet, por lo que para vacaciones o zonas con mala cobertura conviene apostar por el disco local para evitar publicidad y falta de señal.
Si te animas con algo más avanzado, un NAS (Network Attached Storage) te da tu propia nube en casa. Puedes servir contenido por DLNA/UPnP y emplear soluciones como Plex o Kodi, ya sea en el propio NAS o en tu ordenador. Ganarás centralización, acceso para varios dispositivos y control total de la biblioteca, y es recomendable revisar el mantenimiento del disco duro en Linux si tu NAS corre sobre Linux.
Y si ya tienes consola, tanto PlayStation como Xbox suelen reproducir desde USB o desde red local. Es un camino rápido si ya están conectadas a la tele; solo recuerda que hay formatos no soportados y que, entre partida y partida, quizá te venza la tentación de jugar en lugar de ver una peli.
Consejos de compra, compatibilidad y rendimiento
Para la carcasa, confirma tamaño e interfaz del disco: 2,5 o 3,5, y SATA o IDE. Una caja con USB 3.0 es recomendable por velocidad y porque, en general, gestiona mejor picos de consumo. Si tu unidad es de 3,5 pulgadas, elige un modelo con fuente de alimentación externa para evitar apagones y pérdida de datos.
En capacidades, la compatibilidad depende del dispositivo, pero la mayoría de Android TV, Google TV y TV Box modernos leen 2 TB, 4 TB o más cuando el formato es exFAT. Comprueba el manual de tu modelo y, si te da problemas, valora particionar o usar una unidad de menor capacidad como prueba.
Si tu tele con webOS o el reproductor integrado te fallan con algunos MKV o subtítulos, una solución práctica es usar un dispositivo Android TV/Google TV (p. ej., un Chromecast con Google TV o una TV Box) con Kodi o VLC. En el mercado de segunda mano suelen aparecer opciones asequibles y, con un presupuesto en torno a 80-100 euros, encontrarás alternativas que reproducen fluido a nivel local.
Ten en cuenta que algunos sticks muy básicos no rinden bien con ciertos HEVC 4K, remuxes pesados o pistas de audio avanzadas. Si te interesa la reproducción local desde disco, valora mejor un dispositivo con USB nativo o un hub compatible y bien alimentado, para evitar cuellos de botella y tirones.
Si vas a montar un hub USB-C para el Chromecast, fíjate en que ofrezca Power Delivery (ideal 15 W o más) y, si añades Ethernet, que sea al menos 10/100, preferiblemente Gigabit. Con hubs baratos u OTG sin alimentación es fácil topar con cortes, desconexiones y velocidades irregulares.
Solución de problemas frecuentes
¿El disco no aparece? Verifica el cable, prueba otro puerto USB y confirma el sistema de archivos. Si estás en Chromecast, asegúrate de que el hub está alimentado. A veces el problema es tan simple como que la unidad no recibe suficiente energía para arrancar.
¿El televisor marca ‘archivo no compatible’? Instala Kodi o VLC en Android TV/Google TV, que amplían mucho el soporte. Si sigue fallando, puedes remuxear o convertir el vídeo, revisar el códec de audio o probar otros subtítulos en formato SRT o similares.
¿Notas tirones o buffering? En reproducción local desde USB no debería ocurrir, pero si accedes por red, conecta por cable Ethernet mediante un hub, acércate al router o usa la banda de 5 GHz. Evita hubs de baja calidad que limitan el ancho de banda cuando conectas varias cosas a la vez.
¿Temes corrupción de datos? Desmonta la unidad desde el sistema antes de desconectarla, usa carcasas fiables y evita cortar la alimentación de golpe. Si necesitas recuperar datos, consulta cómo recuperar archivos de disco duro dañado. Con discos de 3,5 pulgadas, la recomendación es siempre con fuente propia para que no dependan del puerto del televisor.
Dar una segunda vida a tu HDD o SSD es una idea redonda: con una carcasa adecuada, un formateo a exFAT o NTFS y un par de ajustes en Android TV o Chromecast, tendrás almacenamiento extra para instalar apps, centro multimedia con Kodi o VLC, opción de grabar la tele y un equipo menos acumulando polvo; si además añades un hub con Ethernet y alimentación estable, el conjunto rinde como un reproductor serio, sin líos y con tu biblioteca siempre a mano.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.