Cómo usar Dynamic View de Gemini y sacar partido a la IA visual

Última actualización: 27/11/2025
Autor: Isaac
  • Dynamic View de Gemini transforma respuestas en experiencias visuales e interactivas para entender mejor conceptos complejos.
  • La Vista Dinámica y el diseño visual se despliegan de forma gradual y aún no están disponibles en la app móvil de Gemini.
  • Las respuestas se organizan en pestañas, tarjetas e imágenes con acceso sencillo a las fuentes visuales originales.
  • La nueva ola de IA combina vistas dinámicas y diálogos guiados para ofrecer resultados más útiles y personalizados.

Dynamic View de Gemini

Dynamic View de Gemini está marcando un antes y un después en la forma en la que interactuamos con los chatbots de inteligencia artificial. Ya no se trata solo de leer respuestas en texto: ahora puedes ver simulaciones, comparaciones visuales, imágenes y elementos interactivos que hacen que conceptos complejos se vuelvan mucho más fáciles de digerir. Es, en cierto modo, llevar la típica conversación con la IA al terreno de lo visual y lo casi “jugable”.

Esta nueva forma de responder no ha llegado a todo el mundo a la vez, ni funciona igual en todos los dispositivos, pero cuando Dynamic View se activa en tu cuenta notas enseguida el cambio de experiencia. En lugar de limitarse a párrafos y ecuaciones, Gemini puede montar para ti una especie de miniaplicación interactiva en tiempo real: eliges opciones, cambias parámetros y ves lo que pasa al instante, como si fuese una pequeña herramienta a medida basada en tu pregunta.

Qué es Dynamic View de Gemini y en qué se diferencia del modo texto

Cuando hablamos de Dynamic View (Vista Dinámica) nos referimos a un modo de respuesta de Gemini en el que el contenido se presenta de manera visual, interactiva y multimedia, en lugar de quedarse en un bloque de texto convencional. Google lo ha diseñado para que, a partir de cualquier prompt, el modelo pueda generar:

  • Simulaciones y herramientas interactivas (por ejemplo, modelos que se pueden manipular o animaciones controlables).
  • Resúmenes visuales con bloques, tarjetas, paneles y explicaciones paso a paso.
  • Contenido multimedia integrado, como imágenes de apoyo o comparaciones en paralelo.

Según ha explicado Google, esta opción permite que sus modelos de IA construyan experiencias inmersivas en tiempo real a partir de cualquier petición. Eso quiere decir que, si preguntas por un tema complicado, en lugar de soltarte una ristra de fórmulas, es capaz de montar una especie de “escena” interactiva: sliders para cambiar valores, botones para alternar vistas, pasos que se van desplegando, etc.

La diferencia con el Gemini clásico es clara: en el modo convencional obtienes texto estructurado, quizá con algún cuadro o tabla, mientras que con Dynamic View entras en un formato mucho más visual. Es parecido al salto de leer un artículo largo a ver una explicación con gráficos animados y controles para experimentar por tu cuenta.

Esta aproximación hace que la IA sea más accesible para quienes se pierden con las fórmulas o los textos densos. En vez de obligarte a imaginar lo que está pasando, te lo enseña en pantalla, con elementos que puedes mover o cambiar para comprender mejor la idea.

Cómo funciona Dynamic View en la práctica: el ejemplo del problema de los tres cuerpos

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Uno de los mejores ejemplos para entender qué ofrece Dynamic View lo encontramos al preguntar a Gemini por el famoso problema de los tres cuerpos, un clásico de la física y la mecánica celeste. Se trata de calcular el movimiento de tres cuerpos que se atraen gravitatoriamente entre sí (por ejemplo, estrellas o planetas). Es un sistema tremendamente complejo y caótico.

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Si haces esa pregunta a la versión de Gemini que responde solo con texto, lo habitual es que te devuelva una explicación bien organizada pero cargada de fórmulas y términos técnicos. Para alguien sin base en física, eso puede impresionar… y bloquear. Ves ecuaciones diferenciales, expresiones matemáticas y definiciones de caos dinámico que no terminan de aterrizar.

En cambio, al lanzar exactamente la misma pregunta, pero con Dynamic View activado, la IA construye una simulación visual interactiva que puedes manipular. En esa experiencia, puedes:

  • Cambiar entre distintos modos de simulación (por ejemplo, ver el sistema con dos cuerpos y luego con tres).
  • Ajustar la velocidad para observar cómo evolucionan las órbitas más despacio o más rápido.
  • Ver explicaciones cortas junto a la animación, que aclaran qué está pasando en cada caso.

Primero, Gemini te enseña un escenario sencillo con dos cuerpos, como la Tierra y la Luna, mostrando órbitas estables y relativamente previsibles. Luego, cuando añades un tercer cuerpo, aparece el caos: las trayectorias cambian de forma drástica ante pequeñas variaciones en las condiciones iniciales, lo que suele describirse como efecto mariposa.

Gracias a esta demostración, se entiende por qué los sistemas estelares triples tienden a ser inestables y resultan tan difíciles de predecir. Donde las fórmulas dejaban la sensación de algo lejano y críptico, la simulación hace que el concepto “haga clic” en la cabeza del usuario. La diferencia entre leer y ver es abismal.

Esa experiencia deja claro hacia dónde se dirige el mundo de los chatbots: las conversaciones van camino de ser mucho más visuales, interactivas y casi lúdicas. Cambias un parámetro, ves cómo se altera la simulación y, de paso, fijas mucho mejor el concepto en tu memoria. Es una forma de aprendizaje que engancha, porque sientes que estás “jugando” con la idea en lugar de memorizando teoría.

Usar el diseño visual y la Vista Dinámica en Gemini: qué necesitas

Para poder disfrutar de todo esto, es importante entender que el diseño visual y la Vista Dinámica se están desplegando de forma gradual. No todos los usuarios tienen las mismas opciones al mismo tiempo, y Google está usando esta fase como banco de pruebas para pulir la experiencia.

En la práctica, esto significa que puede que en tu cuenta veas solo el diseño visual, solo Dynamic View, o distintas variaciones de la misma idea. Google lo explica de forma explícita: estas funciones se están lanzando poco a poco y, como parte de esa experimentación, es posible que tengas acceso a una u otra modalidad, pero no necesariamente a todas.

Además, hay una limitación clave: la Vista Dinámica todavía no está disponible en la app móvil de Gemini. Es decir, si abres Gemini desde tu móvil, es probable que solo puedas usar el modo texto (o un diseño más básico) y que las experiencias dinámicas se limiten, por ahora, a la versión web o a determinadas implementaciones en navegadores.

Por tanto, para aprovechar al máximo el modo visual y la Vista Dinámica, conviene usar Gemini en un dispositivo de escritorio o portátil con navegador actualizado y tener paciencia mientras Google completa el despliegue. No es raro que la función aparezca y desaparezca a lo largo de las semanas en función de los experimentos en curso.

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Cómo se organiza la información: pestañas, tarjetas e imágenes

Una de las señas de identidad del diseño visual de Gemini es que organiza la información en bloques y pestañas, en lugar de presentarla como un único texto lineal. Esto hace que las respuestas sean más fáciles de explorar: eliges qué parte quieres ver en cada momento y no te enfrentas a una “pared” de contenido.

Cuando Gemini decide usar este formato, puede mostrarte varias pestañas en la parte superior de la respuesta, cada una dedicada a un aspecto del tema: definición, ejemplos, contexto histórico, pasos, etc. Tú solo tienes que ir pulsándolas para acceder a la sección que te interese sin perderte.

Este tipo de estructura es particularmente útil cuando el contenido es muy denso, porque te permite ir a lo que necesitas de forma rápida y sin agobios. Si solo te interesa un resumen, te quedas en la primera pestaña; si quieres profundizar, avanzas por las demás. Es una respuesta mucho más modular.

Junto a este sistema por pestañas, el diseño visual también incorpora tarjetas, listas enriquecidas y pequeños bloques de información con énfasis visual. De este modo, lo más importante queda destacado y no se pierde entre párrafos interminables.

En cuanto a las imágenes, Gemini puede mostrar recursos visuales de apoyo cuya procedencia, cuando está disponible, se indica en la parte superior derecha de la propia imagen. En muchos casos, verás un enlace o un icono que permite abrir la fuente original.

Si quieres consultar la página de origen de una imagen, puedes pulsar la opción de “Ampliar” para abrirla en una nueva pestaña de tu navegador. Desde ahí tendrás acceso al contexto completo: artículo, sitio web, autor, etc. Es una forma cómoda de verificar la procedencia del contenido visual y profundizar si algo te llama la atención.

Aplicaciones prácticas de Dynamic View: de las probabilidades a la moda

Las posibilidades de la Vista Dinámica no se quedan en los ejemplos de física. Google ha dejado claro que este enfoque sirve para un abanico de usos casi ilimitado, porque cualquier prompt se puede transformar en una experiencia visual e interactiva si el modelo lo considera apropiado.

Por ejemplo, al estudiar teoría de probabilidades, Gemini puede mostrar simulaciones de lanzamientos de dados, ruletas o procesos aleatorios que se repiten muchas veces en pantalla. Así ves, literalmente, cómo las frecuencias relativas convergen hacia los valores teóricos a medida que aumenta el número de pruebas.

En terrenos mucho más cotidianos, como la moda, Dynamic View puede organizar recomendaciones de ropa en forma de combinaciones, paneles comparativos o propuestas de estilo. En vez de darte una lista seca de prendas, te enseña posibles “looks”, contrastes de colores y sugerencias adaptadas a distintas ocasiones.

También puede usarse para recordar detalles de series o películas: si preguntas por el final de una ficción como “How I Met Your Mother”, Gemini puede devolverte un resumen visual, mostrando líneas temporales simplificadas, personajes clave y giros principales de la trama sin que tengas que leer una sinopsis textual interminable.

Por ir un paso más allá, hay quien se ha animado a pedirle explicaciones de películas especialmente enrevesadas, como “Tenet”. Gemini ha llegado a generar esquemas visuales detallados para intentar desmenuzar la estructura temporal de la película, con gráficos que cruzan personajes, líneas de tiempo y eventos. Aunque ni siquiera así todo el mundo termina de entenderla, la herramienta muestra hasta qué punto puede adaptarse a contenidos muy complejos.

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Eso sí, este tipo de respuestas tarda unos segundos más en generarse que las puramente textuales. No es algo para impacientes, pero cuando la experiencia termina de cargarse, lo habitual es que la espera merezca la pena: la combinación de interactividad y contenido visual convierte la información en algo mucho más atractivo y fácil de retener.

El papel del prompt en la era de las vistas dinámicas

Durante mucho tiempo se ha repetido que la calidad del prompt lo es todo: si no formulas bien la pregunta, no obtienes buenas respuestas. Con la llegada de vistas dinámicas e interfaces más conversacionales, esa presión sobre el usuario se está relajando de forma notable.

En escenarios como Dynamic View o el modo de Investigación de compras, el prompt inicial es solo el punto de partida. Si tu petición es vaga o poco precisa, el propio sistema se encargará de preguntarte, aclarar dudas y rellenar los huecos que falten. La conversación se convierte en un proceso iterativo mucho más natural.

Esto hace que los modelos de IA sean más accesibles para quienes no quieren o no saben redactar prompts muy elaborados. Incluso si tu primera instrucción es bastante genérica, el asistente puede ir guiándote con preguntas sencillas hasta construir una imagen clara de lo que realmente buscas.

Además, al incorporar componentes visuales, las aclaraciones se pueden hacer no solo con palabras, sino también con ejemplos gráficos. En lugar de preguntarte “¿prefieres este estilo o este otro?” de forma textual, el sistema podría mostrarte dos conjuntos de opciones visuales para que elijas, haciendo todo mucho más intuitivo.

Todo esto apunta al inicio de una nueva etapa para los chatbots de IA: modelos más curiosos, más preguntones y mucho más centrados en generar respuestas útiles, visuales, interactivas y entretenidas. Ya no se conforman con contestar lo que les pides; intentan entenderte mejor para devolverte algo que realmente encaje con lo que tenías en mente.

Vista desde fuera, esta evolución puede parecer simplemente una mejora estética, pero en realidad supone un cambio profundo en la forma en la que nos relacionamos con la tecnología. La IA deja de ser un “motor de texto” y pasa a ser un generador de experiencias completas, en las que ver, tocar (de forma digital) y experimentar se vuelven tan importantes como leer.

Con funciones como Dynamic View de Gemini, el diseño visual por pestañas, las simulaciones en tiempo real y los modos interactivos de otros asistentes, estamos entrando de lleno en una etapa en la que aprender, investigar o comprar con ayuda de la IA se vuelve más claro, más atractivo y, por qué no decirlo, bastante más divertido que quedarse delante de un simple bloque de texto estático.

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