- Los principales chatbots (Copilot, ChatGPT y Gemini) permiten generar enlaces únicos para compartir conversaciones completas.
- En ChatGPT y Gemini, quien recibe el enlace puede continuar la conversación desde el punto en que se generó la URL.
- Es fundamental revisar el contenido antes de compartirlo y gestionar o eliminar los enlaces creados para proteger la privacidad.
- Los chats compartidos pueden aprovecharse para colaborar, documentar procesos, analizar respuestas y mejorar el uso de la IA.
Las conversaciones con IA se han convertido en parte del día a día: preguntamos dudas, generamos textos, pedimos código o incluso preparamos trabajos y proyectos completos. Lo que quizá no tienes tan controlado es que puedes compartir esos chats con un simple enlace, sin necesidad de hacer capturas de pantalla eternas ni copiar y pegar media conversación.
En esta guía vas a ver, paso a paso, cómo compartir conversaciones con enlaces en los principales chatbots: Copilot, ChatGPT y Gemini. Además, repasaremos para qué sirve realmente esta función, qué precauciones de privacidad deberías tener y algunas ideas prácticas para sacarle partido tanto a nivel personal como profesional.
Cómo compartir un chat de IA en los principales chatbots
Los grandes servicios de IA conversacional han entendido que los usuarios necesitan compartir fácilmente los resultados de sus chats. Por eso, Copilot, ChatGPT y Gemini han incorporado sistemas muy similares: eliges la conversación, pulsas en compartir y obtienes una URL única que puedes enviar por correo, WhatsApp, Slack o donde te dé la gana.
En todos los casos, el resultado es un enlace público a una “instantánea” de tu conversación. Dependiendo del chatbot, esa persona solo podrá leer el contenido o también tendrá la opción de seguir hablando con la IA a partir de ese punto, como si retomara el chat en tu lugar.
Compartir conversaciones en Copilot
La interfaz de Copilot (el chatbot de Microsoft) puede resultar un poco caótica al principio, porque no muestra el historial de chats de forma tan visible como otros servicios. No tienes una columna lateral permanente con todas las conversaciones, así que tienes que dar algún rodeo para localizar y compartir tus chats antiguos.
Una vez entras en Copilot, lo primero es tocar el icono de la aplicación que aparece en la parte inferior de la pantalla (normalmente, en la barra inferior). Esto te lleva a la vista principal del servicio, desde donde ya puedes acceder al resto de opciones.
En esa vista aparece el icono del reloj con una flecha, que es precisamente el acceso al historial. Basta con pulsarlo para abrir la lista de todas las conversaciones que has tenido con Copilot hasta el momento.
Al desplegar el historial, verás un listado con todos tus chats anteriores. Desde aquí puedes revisarlos, reutilizar respuestas o recuperar prompts interesantes que hayas usado. Y es justo en esta pantalla donde Copilot muestra el botón para compartir cada conversación.
Cuando selecciones el chat que quieras, solo tienes que pulsar en la opción correspondiente y hacer clic en “Crear y copiar el vínculo”. Copilot generará una URL única y la copiará automáticamente en el portapapeles para que la pegues donde prefieras.
Si pegas ese enlace en un navegador, cualquier persona podrá ver la conversación completa, incluso aunque no haya iniciado sesión en Copilot. Eso sí, lo que se muestra es solo el contenido del chat; no podrán seguir hablando en ese mismo hilo, ni modificar nada, ni interactuar con la IA desde ahí.
Esta función está pensada, sobre todo, para compartir el resultado de tus consultas (un texto, un esquema, una explicación técnica…) sin necesidad de dar acceso a tu cuenta, ni a tu historial completo, ni a datos personales.
Cómo compartir un chat en ChatGPT con enlaces
En ChatGPT, la cosa es más directa. La herramienta incluye de forma nativa los llamados “enlaces compartidos”, que no solo permiten enseñar la conversación a otra persona, sino que pueden dejar que esa persona continúe el chat con la IA como si lo hubiese empezado ella.
Para compartir, solo necesitas abrir la conversación que te interese en el panel lateral (la lista de chats que aparece a la izquierda en la versión web). Dentro del propio chat, encontrarás la opción “Compartir” (o un icono asociado), que es la puerta de entrada a la función de enlaces compartidos.
Al pulsar en “Compartir”, se abre una ventana emergente donde ves una vista previa de la conversación que estás a punto de publicar. Desde ahí puedes comprobar que todo está correcto antes de generar la URL pública, por si quieres borrar o modificar algo en el chat original antes de enseñarlo.
Dentro de esa ventana también puedes elegir si el enlace mostrará la conversación asociada a tu nombre o de manera anónima. Es decir, puedes compartirla como “TúNombre” o como un usuario sin identificar, algo bastante útil si no quieres que tu identidad quede ligada al contenido del chat.
Una vez confirmes que todo está bien, ChatGPT crea un enlace único que puedes copiar y mandar por el canal que prefieras. Cualquiera que tenga esa URL podrá acceder a la conversación completa hasta el punto en que se generó el enlace.
La parte interesante es que, al abrir el enlace, la otra persona puede hacer preguntas de seguimiento y continuar a partir de lo que ya has hablado tú con la IA. Es como si cogiera tu conversación y empezara un nuevo hilo a partir de ella, con todo el contexto ya cargado.
OpenAI describe este sistema como una “instantánea” del chat: el enlace captura el estado de la conversación en ese momento. Si quien recibe el enlace sigue haciendo preguntas, esas nuevas interacciones no aparecerán en tu historial, sino que se crean en paralelo en su propia cuenta.
Aunque la compañía aclara que los enlaces compartidos no están pensados para aparecer en resultados públicos de búsqueda (Google, Bing, etc.), existe la opción de hacerlo más visible. En algunos casos, ChatGPT permite marcar la casilla “Hacer que este chat se pueda descubrir”, lo que abre la puerta a que el contenido llegue a indexarse y aparezca en buscadores.
Todo lo que se muestre en un enlace compartido puede ser visto por cualquiera que tenga esa URL, así que conviene no incluir datos delicados. Si quieres controlar qué enlaces tienes activos, puedes ir a la configuración de ChatGPT: en el apartado de Gestión de datos, encontrarás la sección “Enlaces compartidos”.
Desde ahí es posible ver todos los enlaces que has generado, borrar sólo uno (con el icono de la papelera) o eliminar todos a la vez usando el menú de tres puntos. No hay permisos avanzados ni caducidad automática: o el enlace existe y funciona, o lo eliminas y deja de estar disponible.
Gemini: compartir y seguir la conversación
Gemini, el chatbot de Google, también incorpora una opción nativa para compartir una conversación mediante enlace. El funcionamiento es muy sencillo y se integra directamente en la interfaz de respuesta del modelo.
Cuando Gemini te devuelve una respuesta, debajo del texto generado aparece el botón de compartir. Al hacer clic sobre él, se despliega la opción “Compartir conversación”, que inicia el proceso de creación de la URL pública.
Tras confirmar, Gemini genera un enlace que muestra una vista muy similar a la de ChatGPT o Copilot, con el intercambio de mensajes entre tú y la IA ordenados en modo lectura. De nuevo, no es necesario recurrir a capturas de pantalla ni copiar mensajes sueltos.
La diferencia interesante es que, si la persona que abre el enlace inicia sesión con su cuenta de Google, verá la opción “Continuar con esta conversación”. Al pulsarla, el chat se vincula a su propia cuenta y puede seguir hablando con Gemini desde el punto exacto que tú dejaste.
Esto convierte los enlaces de Gemini en una especie de plantillas de conversación reutilizables: tú haces el trabajo inicial (prompt, contexto, ejemplos, etc.) y otra persona puede retomarlo sin tener que empezar de cero ni reconstruir la misma secuencia de mensajes.
Compartir conversaciones con ChatGPT sin cuenta y con extensiones
Antes de que los enlaces compartidos fueran una función oficial dentro de ChatGPT, muchos usuarios tiraban de soluciones alternativas para compartir sus conversaciones. De hecho, todavía hoy siguen siendo útiles en algunos escenarios concretos, sobre todo si no quieres registrarte en OpenAI.
Una de las primeras opciones populares fueron las extensiones para navegadores como Chrome y Edge. Estas extensiones se integran en la interfaz de ChatGPT y permiten generar una URL con el contenido del chat con un solo clic, aunque la propia plataforma no ofreciera la función oficialmente.
Entre ellas destacó ShareGPT (o ShareGTP en algunas referencias), una extensión de Chrome pensada específicamente para crear enlaces públicos de conversaciones de ChatGPT. Tras instalarla, se añadía un botón extra en la pantalla del chat que permitía publicar la conversación en un servicio intermedio y obtener la URL.
Otra alternativa, especialmente para quienes usan el ecosistema de Microsoft, ha sido el chat de Bing integrado en Microsoft Edge. Este chat, basado también en modelos de OpenAI, ofrecía ya de forma temprana la posibilidad de compartir resultados de las consultas mediante enlaces, aprovechando la integración nativa en el navegador.
La ventaja del chat de Bing es que no exige instalar nada y viene embebido en Edge, así que basta con abrir el lateral del navegador, formular la pregunta y después usar las herramientas de compartir que la propia interfaz ofrece para mandar el contenido a otras personas.
Opciones de privacidad y control de datos en ChatGPT
El auge de estas funciones ha hecho que mucha gente se pregunte qué pasa con toda esa información que dejamos en manos de la IA. OpenAI ha ido respondiendo con nuevas opciones para limitar la recolección y el uso de datos de las conversaciones, especialmente pensando en usuarios preocupados por la privacidad.
Entre esas novedades está la posibilidad de desactivar la recopilación de datos para entrenamiento. Si activas esta opción, los mensajes que intercambias con ChatGPT dejarán de usarse para mejorar los modelos, algo que muchos valoran cuando trabajan con información sensible o documentos internos.
Además, la compañía está desarrollando modalidades específicas para organizaciones, como una suscripción empresarial orientada a empresas que necesitan garantías extra: controles de acceso, cumplimiento normativo, almacenamiento aislado, etc. En estos planes, el uso de conversaciones compartidas suele estar más regulado y adaptado al entorno corporativo.
Incluso con estas protecciones, hay que tener presente que cualquier enlace compartido expone todo el historial de ese chat hasta el momento en que se genera la URL. No hay filtros automáticos: si hay datos personales, confidenciales o de terceros, se verán tal cual. Por eso es clave revisar el contenido antes de publicarlo.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.