Cómo acceder y usar Grokipedia: guía y claves

Última actualización: 29/10/2025
Autor: Isaac
  • Grokipedia nace como enciclopedia de IA y código abierto con unas 885.000 entradas.
  • Acceso en grokipedia.com sin registro; inglés por ahora y sin edición comunitaria.
  • Verificación automatizada por Grok con dudas sobre transparencia y posibles sesgos.
  • Grandes diferencias con Wikipedia: apertura comunitaria vs. generación y control por IA.

Guía para acceder y usar Grokipedia

Elon Musk ha puesto sobre la mesa una apuesta ambiciosa: levantar una enciclopedia impulsada por IA capaz de competir con Wikipedia. Esa plataforma se llama Grokipedia y la impulsa xAI, su compañía de inteligencia artificial, con la promesa de ser más precisa, menos sesgada y gratuita para todo el mundo.

La versión inicial 0.1 ya está accesible en la web oficial, con un volumen de artículos que ronda las 885.000 entradas generadas automáticamente y con una declaración de intenciones rotunda: el propio Musk asegura que esta primera entrega ya mejora a Wikipedia y que la 1.0 será “diez veces mejor”. El lanzamiento se produjo en la madrugada del 28 de octubre de 2025 (hora peninsular), en un debut que ha venido acompañado de elogios, dudas y una buena dosis de polémica.

Qué es Grokipedia y por qué nace

Grokipedia es una enciclopedia en línea creada por xAI que busca reorganizar el conocimiento con ayuda de su modelo de lenguaje Grok. Según Musk, aspira a “la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”, un lema que enmarca su objetivo de erigirse en alternativa a una Wikipedia que él critica por supuestos sesgos ideológicos. La interfaz es sobria y funcional: una gran barra de búsqueda en portada —muy al estilo Google— permite ir directo al contenido.

En esta etapa temprana, el sitio muestra cifras cercanas a 885.200–885.279 artículos, según distintas referencias de los medios que lo han probado el día del lanzamiento. El diseño de las páginas recuerda al de Wikipedia, con títulos, secciones, referencias y un índice lateral para facilitar la navegación por apartados; por ahora, eso sí, el contenido aparece sin imágenes y con un estilo minimalista centrado en el texto.

La razón de ser del proyecto pasa por corregir lo que Musk considera un problema de sesgo y falta de objetividad en la web. Para ello, xAI explica que los artículos están generados y “verificados” por Grok, su IA. Además, Musk ha subrayado que Grokipedia es de código abierto y que cualquiera puede usar su software sin coste, algo que ha difundido en su cuenta de X (antes Twitter).

El nacimiento de Grokipedia también responde a una estrategia más amplia de Musk: reducir la dependencia de Wikipedia como fuente de entrenamiento. La compañía planea apoyarse sobre todo en contenidos de X y otras bases de datos de la propia red, lo que promete actualizaciones rápidas, pero abre interrogantes sobre fiabilidad y filtros algorítmicos.

Cómo acceder a grokipedia.com y usar la enciclopedia

Entrar es tan sencillo como escribir la dirección oficial: grokipedia.com. No hace falta registro para consultar el contenido; basta con usar la barra de búsqueda y explorar los resultados. Las páginas muestran una introducción del tema, apartados temáticos y un panel lateral que resume el esquema del artículo para saltar a la sección que te interesa.

Por ahora, la plataforma está disponible en inglés. Aun así, puedes leer en español con la traducción automática de navegadores como Google Chrome o Microsoft Edge. Esta solución es suficiente para entender el contenido, a la espera de que Grokipedia incorpore más idiomas de forma nativa.

Si quieres guardar tu historial y acceder más rápido a lo que consultaste, puedes crear cuenta o iniciar sesión con correo electrónico, X, Google o Apple. De momento, la ventaja principal de registrarte es esa: conservar tus búsquedas para volver a ellas en un clic. No hay funcionalidades de edición comunitaria, y tampoco un historial de cambios visible como en Wikipedia.

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Quien haya usado Wikipedia reconocerá el planteamiento: Grokipedia cita varias fuentes al final de cada artículo y organiza el contenido de forma ordenada. La diferencia es que aquí todo lo redacta y mantiene una IA. De hecho, cada entrada puede mostrar notas de “verificación” recientes por parte de Grok, un detalle que sugiere un mecanismo de actualización automatizado en segundo plano.

Hay dos detalles más a tener en cuenta: algunos medios que lo han probado señalan que, de inicio, no hay imágenes en los artículos; y en la página principal se permite ajustar un “modo de color” para personalizar la apariencia, lo que remata ese enfoque funcional y sin florituras que domina en la versión 0.1.

Cómo se genera y “verifica” el contenido

La promesa clave de Grokipedia es su “fact-checking” interno: Grok, el modelo de lenguaje de xAI, no solo redacta sino que también comprueba lo que publica. Aquí aparece la primera gran pregunta: un LLM trabaja con patrones estadísticos de texto, no con “verdad” en sentido estricto, por lo que la verificación automatizada requiere criterios, fuentes y métodos claros.

Cuando una página indica que ha sido “verificada por Grok” hace unas horas, ¿frente a qué corpus se contrasta? La plataforma no ha detallado con precisión ese proceso. Sabemos, eso sí, que xAI quiere apoyarse menos en Wikipedia y más en contenidos de X y otros repositorios propios, lo que implica velocidad de actualización pero también riesgo de refuerzo de sesgos del entorno del que bebe.

Además, como muestran numerosos casos con modelos generativos, las alucinaciones de la IA son un fenómeno real: frases plausibles pero incorrectas que la máquina “inventa”. De ahí que editores y expertos adviertan de la necesidad de transparencia para entender cómo se decide qué es cierto, qué fuente prevalece y en qué condiciones se corrigen errores.

En positivo, Grokipedia aporta una cadencia de actualización que puede ser útil en temas dinámicos, y cada artículo incluye referencias externas. Ese anclaje a fuentes es esencial para auditar lo que se publica, sobre todo si el objetivo es combatir el sesgo percibido y ganar confianza pública.

Diferencias clave con Wikipedia

Wikipedia es una enciclopedia comunitaria y multilingüe donde miles de voluntarios escriben, editan y revisan de forma transparente. Su trazabilidad es extrema: puedes ver quién cambió qué, cuándo y por qué. Desde Wikimedia se insiste en que el proyecto es independiente, sostenido por donaciones y con políticas y debates públicos que cualquiera puede consultar.

Grokipedia, en cambio, se apoya casi por completo en IA para generar los textos. Los usuarios no pueden editar las entradas directamente, ni disponen de un historial de versiones abierto al estilo de Wikipedia. La apuesta pasa por un sistema automatizado que pretende verificar en tiempo real, con código abierto y acceso gratuito, pero cuya toma de decisiones editoriales queda encapsulada en el modelo.

La propia Fundación Wikimedia, a través de portavoces como Lauren Dickinson o Franziska Heine, ha respondido a los mensajes de Musk defendiendo el enfoque comunitario y la transparencia radical de Wikipedia. La idea que trasladan es clara: incluso si existen alternativas, el conocimiento libre y verificable necesita comunidad y supervisión humana, y no han visto pruebas concluyentes de un sesgo sistémico de izquierdas como se le achaca.

En Wikipedia también hay automatización, pero bajo controles: se estima que operan alrededor de 400 bots con tareas acotadas y supervisadas por editores, un planteamiento muy distinto al de una redacción casi íntegra por IA tal y como propone Grokipedia.

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¿De dónde salen los textos? Adaptaciones, licencias y el debate ético

Otro punto sensible del arranque ha sido la procedencia del contenido. Numerosos artículos de Grokipedia parecen adaptar —y en algunos casos reproducir casi literalmente— páginas de Wikipedia, como han señalado usuarios con comparativas en temas técnicos (por ejemplo, productos como MacBook Air o Lincoln Mark VIII). En el pie de las páginas se reconoce la licencia Creative Commons cuando procede.

Legalmente, esa reutilización es viable si se respeta la licencia CC BY-SA 4.0 (atribución y compartir igual). La controversia no es tanto jurídica como ética: ¿es suficiente con el aviso legal si la “nueva” enciclopedia se limita a reembalar contenido ajeno con un verificador algorítmico? Para algunos críticos, en su versión 0.1 Grokipedia se parece más a un “mirror” automatizado que a una alternativa con procesos propios y apertura real a la comunidad.

Desde Wikimedia han lanzado dardos en esa dirección con frases muy comentadas del tipo “hasta Grokipedia necesita a Wikipedia para existir”, una forma de recordar que la cadena de valor del conocimiento que consume la IA se sustenta, precisamente, en el trabajo humano colaborativo.

Sesgo y ejemplos que encienden el debate

La discusión sobre sesgos no es teórica: ya hay ejemplos señalados en el debut de Grokipedia. En su tratamiento del cambio climático, informaciones recogidas por medios indican que la plataforma plantea dudas sobre el consenso científico y acusa de alarmismo a entidades como Greenpeace, una narrativa que contrasta con el enfoque de consenso descrito en Wikipedia.

En la cobertura de movimientos sociales, se ha destacado el caso de Black Lives Matter: Grokipedia subraya en su resumen que sus protestas “movilizaron a millones” y menciona disturbios, costes aseguradores y decenas de muertes, para después citar cifras de ACLED (con el 93% de protestas pacíficas) y cuestionarlas por “infravalorar a los alborotadores”. Esta selección y orden de los datos alimenta la crítica de que la narrativa enciclopédica está moldeada ideológicamente.

También se han analizado artículos de figuras mediáticas como Tucker Carlson, donde se pone énfasis en su papel “exponiendo sesgos sistémicos” del periodismo. En alguna pieza se cita un artículo de Newsweek que recoge esa idea atribuida al propio Carlson, lo que ha llevado a editores y observadores a exigir criterios de citación más robustos y diversidad de fuentes.

En paralelo, voces alineadas con la derecha han recibido con agrado la llegada de Grokipedia. El ideólogo ruso Aleksandr Duguin, por ejemplo, celebró que el artículo sobre él fuese “neutral y justo” en la nueva plataforma, en contraste con lo que considera un tratamiento “difamatorio” en Wikipedia. Estos casos ilustran cómo la percepción de neutralidad cambia según el prisma ideológico del lector.

Lo que dicen los medios y la comunidad

Medios europeos y tecnológicos que probaron el servicio el día del lanzamiento describen una experiencia muy similar a la de Wikipedia: hay índice lateral, referencias al final y un cuadro de búsqueda prominente. Euronews destacó la ausencia de imágenes por el momento y el parecido visual con Wikipedia, mientras que otras cabeceras subrayaron que el número de artículos se situaba en torno a los 885.200.

Desde Wikimedia Deutschland, su directora general Franziska Heine remarcó que Wikipedia no pertenece a ninguna empresa, que es independiente y se sustenta en miles de voluntarios, con un sistema “radicalmente transparente” en el que cualquiera puede entender de dónde procede el conocimiento y qué ediciones se han realizado.

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En el terreno de la crítica política, también se ha recordado que figuras y fiscales afines al Partido Republicano de EE. UU. han presionado a Wikipedia con investigaciones y requerimientos sobre su estatus y prácticas, alegando “manipulación” y “propaganda”. En ese marco, Musk y sus seguidores ubican a Grokipedia como contrapeso ideológico, aunque la plataforma aún no ha explicado con detalle su método editorial.

Un apunte curioso de la cobertura: alguna pieza de terceros que repasaba Grokipedia intercaló módulos de publicidad (por ejemplo, de un exchange de criptomonedas) y descargos de responsabilidad financieros ajenos al proyecto. No es algo propio de Grokipedia, pero conviene distinguir el análisis periodístico del funcionamiento real de la enciclopedia.

Ventajas, límites y recomendaciones de uso

Si miramos lo positivo, Grokipedia ofrece rapidez para crear y actualizar textos, amplitud temática desde el minuto uno y un enfoque abierto (software reutilizable, acceso gratuito) que puede animar a desarrolladores y medios a experimentar. Para el usuario, la experiencia de consulta es directa: buscas y lees, sin pasos intermedios ni muros de pago.

Su principal límite, hoy, está en la opacidad del proceso editorial y en la imposibilidad de edición comunitaria. Sin mecanismos públicos de deliberación y control de versiones, la confianza depende de lo que haga —o deje de hacer— el verificador algorítmico. Además, la dependencia de fuentes del entorno de X puede introducir sesgos de selección, ruido y agendas del momento.

¿Cómo sacarle partido minimizando riesgos? Conviene tratar Grokipedia como fuente complementaria y no como árbitro único. Cruza datos relevantes con otras referencias independientes, presta atención a las citas que incluye cada artículo y revisa si ha habido actualizaciones recientes que corrijan o amplíen el contenido. Así ganarás contexto sin comulgar con narrativas cerradas.

Unos consejos prácticos para el día a día: verifica hechos clave en organismos o publicaciones especializadas, usa la búsqueda para obtener panoramas rápidos y vuelve de vez en cuando a las entradas que te importan, porque la plataforma se actualiza de forma automática. Y si te registras, aprovecha el historial guardado para recuperar consultas al instante.

Lo que viene: promesas y retos de la versión 1.0

Musk ha asegurado que la versión 1.0 será “10 veces mejor” que la 0.1, un listón altísimo que abre expectativas sobre nuevas funciones, idiomas adicionales y capacidades de edición o revisión que hoy no están disponibles. Si Grokipedia quiere disputar espacio a Wikipedia, tarde o temprano tendrá que abordar la transparencia, explicar su fact-checking y dar margen a la comunidad para intervenir.

Hasta entonces, tenemos una enciclopedia veloz, de código abierto, con una base de cientos de miles de artículos y una IA que escribe y se corrige a sí misma. Es un experimento de gran calado en la “curaduría” del conocimiento, pero también un recordatorio de que la objetividad no nace de un algoritmo por arte de magia: requiere procedimientos públicos, diversidad de fuentes y una vigilancia cívica constante.

La carrera por reimaginar el conocimiento en internet está servida: Grokipedia acelera gracias a la IA, Wikipedia resiste con comunidad y transparencia, y los usuarios tenemos más responsabilidad que nunca para contrastar, exigir explicaciones y quedarnos con lo mejor de ambos mundos sin tragarnos lo peor.

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