- La caché de iconos es una base de datos que Windows usa para mostrar iconos rápido y puede corromperse, causando iconos en blanco o erróneos.
- Windows permite reconstruir esta caché con herramientas internas como ie4uinit, CMD, PowerShell y el comprobador de archivos de sistema SFC.
- Problemas recurrentes suelen deberse a limpiadores agresivos, sincronización en la nube o malware, por lo que conviene revisar software y seguridad.
- Además de reparar, es posible personalizar iconos descargando packs externos y cambiándolos manualmente en los accesos directos.
Si de repente empiezas a ver iconos en blanco, pixelados o directamente desaparecidos en el escritorio, el menú Inicio o la barra de tareas, casi seguro que el problema está en la caché de iconos de Windows. No es un fallo raro: con el uso, cambios de software o pequeños errores internos, esa base de datos que guarda qué icono corresponde a cada archivo se puede corromper y dejar todo hecho un caos.
La parte buena es que, si sabes cómo hacerlo, reiniciar o reconstruir la caché de iconos en Windows suele ser un proceso rápido y bastante seguro. A lo largo de esta guía vas a ver todas las formas posibles de hacerlo en Windows 11, 10 y versiones anteriores, tanto con herramientas internas (comandos, Registro, PowerShell) como con programas externos, y también qué hacer si el problema se repite una y otra vez.
Qué es la caché de iconos y por qué se estropea
Windows no carga los iconos cada vez que abre una carpeta, porque sería un desperdicio de recursos y el sistema iría mucho más lento; en su lugar usa una caché de iconos (IconCache), una base de datos donde asocia cada archivo, acceso directo o programa con la imagen del icono que debe mostrar.
Esta caché se guarda en uno o varios archivos del perfil de usuario, como IconCache.db o iconcache_XX.db, y también se apoya en claves del Registro (por ejemplo, en HKEY_CLASSES_ROOT) y en componentes como IconHandler o ShellExperienceHost para decidir qué icono enseñar en cada caso.
Cuando algo falla en esa cadena (un programa que hace cambios extraños, una limpieza agresiva con utilidades tipo «optimización», apagados bruscos, malware o simplemente errores de Windows), la base de datos puede corromperse y dejar de mostrar correctamente los iconos: ves cuadros blancos, iconos genéricos, miniaturas raras o directamente nada.
En la mayoría de los casos basta con borrar y regenerar la caché de iconos para que todo vuelva a su sitio, pero hay situaciones en las que toca ir un poco más allá y revisar el Registro, comprobar archivos de sistema o incluso restaurar el sistema a un punto anterior.
Reiniciar la caché de iconos con ie4uinit en Windows 10 y Windows 11
En Windows 10 y Windows 11 dispones de una forma muy rápida de reconstruir la caché de iconos con un simple comando usando la herramienta interna ie4uinit.exe, sin necesidad de reiniciar el PC.
Este ejecutable se encarga de refrescar asociaciones y cachés relacionadas con iconos y miniaturas, y con el parámetro adecuado provoca que se borre y regenere toda la caché, haciendo que desaparezcan temporalmente todos los iconos del escritorio y del Explorador para volver a aparecer correctamente unos segundos después.
Para usarlo en Windows 10 u 11, abre la ventana «Ejecutar» con Windows + R (o busca «ejecutar» en el menú Inicio), escribe el comando:
ie4uinit.exe -show
y pulsa Intro. Verás cómo los iconos parpadean o desaparecen un instante y vuelven a mostrarse ya bien asociados. No necesitas abrir el Administrador de tareas ni cerrar el Explorador manualmente, el sistema se encarga de todo en segundo plano.
Reiniciar la caché de iconos con ie4uinit en versiones antiguas de Windows
Si sigues utilizando versiones anteriores del sistema, como Windows 8, Windows 7 o incluso XP, también puedes aprovechar ie4uinit, pero el parámetro cambia en algunas versiones y, en otras, es mejor ir a métodos más manuales.
En Windows 8 (y variantes 8.1) el comportamiento es similar al de 10 y 11: puedes abrir «Ejecutar» con Windows + R y lanzar ie4uinit.exe -show para que el sistema reconstruya los archivos de caché de iconos ubicados, por ejemplo, en:
%userprofile%\AppData\Local\Microsoft\Windows\Explorer\iconcache_XX.db
En Windows 7 la sintaxis difiere ligeramente; aquí el comando recomendado es:
ie4uinit.exe -ClearIconCache
Con ese parámetro, Windows 7 borra el archivo de caché IconCache.db (en la ruta %userprofile%\AppData\Local\IconCache.db, que está oculto) y lo vuelve a crear cuando se reinicia el Explorador o el propio sistema.
En todo caso, si por la razón que sea ie4uinit no hace efecto o no está disponible, siempre puedes recurrir al método clásico de eliminar IconCache.db a mano desde CMD o PowerShell, como veremos a continuación.
Reconstruir la base de datos de iconos desde CMD
Otra forma muy fiable de solucionar problemas con los iconos pasa por borrar directamente el archivo IconCache.db desde la consola y obligar así a Windows a recrearlo desde cero en el siguiente inicio del Explorador.
Este procedimiento es válida en Windows 10, 11 e incluso versiones más antiguas, cambiando solo algunas rutas. Es importante ejecutarlo con permisos de administrador para no encontrarte con errores de acceso denegado al borrar archivos del perfil.
Pasos generales son:
- Abrir una ventana de Símbolo del sistema (CMD) como administrador. Puedes buscar «cmd» en el menú Inicio, hacer clic derecho y elegir «Ejecutar como administrador».
- Cerrar el Explorador de Windows con el comando:
taskkill /IM explorer.exe /F - Cambiar al directorio donde se guarda la caché de iconos:
CD /d %userprofile%\AppData\Local - Eliminar el archivo de caché de iconos:
DEL IconCache.db /a - Abrir el Administrador de tareas con Ctrl + Shift + Esc, ir a «Archivo > Ejecutar nueva tarea», escribir explorer.exe y aceptar para que se cargue de nuevo el Explorador y se regenere la caché.
Durante unos segundos te quedarás sin escritorio, barra de tareas ni ventanas de carpetas, porque el proceso explorer.exe se habrá cerrado a la fuerza. Es totalmente normal y, siempre que lances de nuevo el Explorador, el sistema volverá a la normalidad.
Es recomendable que antes de usar taskkill para cerrar explorer.exe guardes cualquier documento o trabajo que tengas abierto, ya que algunos programas pueden cerrarse de forma abrupta y perderse los cambios no guardados.
Métodos específicos para Windows Vista y Windows XP
En sistemas antiguos como Windows Vista y Windows XP la caché de iconos también se guarda en IconCache.db, pero las rutas cambian ligeramente y los comandos para eliminar el archivo son un poco diferentes.
En Windows Vista, lo habitual es seguir este orden:
- Pulsar Windows + R, escribir cmd y, en lugar de pulsar Aceptar, usar Ctrl + Mayús + Intro para abrir la consola con permisos de administrador.
- Ejecutar estos comandos:
taskkill /IM explorer.exe /F
attrib -H "%userprofile%\AppData\Local\IconCache.db"
DEL "%userprofile%\AppData\Local\IconCache.db"
explorer.exe
La primera línea mata el proceso explorer.exe, la segunda quita el atributo de archivo oculto a IconCache.db, la tercera borra el archivo y la cuarta vuelve a lanzar el Explorador. Después es buena idea reiniciar el equipo para que todo quede bien reconstruido.
En Windows XP la idea es la misma, pero la ruta del archivo cambia, normalmente hacia algo como:
C:\Documents and Settings\Tu-Usuario\Configuración local\Datos de programa\IconCache.db
Los comandos típicos serían:
taskkill /IM explorer.exe /F
attrib -H "%userprofile%\Configuración local\Datos de programa\IconCache.db"
DEL "%userprofile%\Configuración local\Datos de programa\IconCache.db"
explorer.exe
Tras reiniciar, deberías ver un nuevo IconCache.db creado automáticamente en esa ruta. Si no aparece, lo más probable es que tengas el Explorador configurado para no mostrar archivos ocultos.
Automatizar el reinicio de la caché de iconos con accesos directos y scripts
Si te pasa a menudo que los iconos se dañan o desaparecen, no es muy cómodo repetir a mano todos los pasos cada vez. Por suerte, Windows permite dejar listo el proceso con uno o dos clics mediante accesos directos o scripts por lotes.
La primera opción es crear un acceso directo al comando ie4uinit. El ejecutable se puede ejecutar incluso con doble clic, pero sin parámetros no hace nada, así que lo ideal es:
- Crear un nuevo acceso directo en el escritorio.
- En el campo de ubicación del elemento, escribir
ie4uinit.exe -show(oie4uinit.exe -ClearIconCacheen Windows 7). - Ponerle un nombre descriptivo, como «Reiniciar caché de iconos».
A partir de ahí, cada vez que hagas doble clic en ese acceso directo, el sistema forzará una limpieza automática de la caché sin tener que abrir CMD ni recordar comandos.
La segunda opción es crear un script .bat que ejecute en orden los comandos necesarios desde CMD (cerrar explorer, borrar IconCache.db y volver a lanzar el Explorador). Solo tienes que abrir el Bloc de notas, escribir las instrucciones vistas antes, guardar el archivo con extensión .bat y ejecutarlo con permisos de administrador cuando lo necesites.
En algunos casos, después de ejecutar ese script será necesario lanzar explorer.exe a mano desde el Administrador de tareas si no lo incluye, así que conviene dejarlo todo bien scriptado para que el proceso sea lo más automático posible.
Reparar iconos dañados tocando el Registro y con PowerShell
Cuando la simple reconstrucción de la caché no soluciona el problema, puede que haya algún fallo más profundo en las asociaciones del sistema, especialmente en las claves donde Windows guarda qué icono corresponde a cada extensión de archivo.
Una parte importante de esta lógica vive en el Registro de Windows, dentro de HKEY_CLASSES_ROOT, donde se almacenan tanto las extensiones (.exe, .lnk, etc.) como los CLSID de los controladores de iconos, como la subclave IconHandler.
Para revisar esta configuración, puedes abrir el Editor del Registro (teclea regedit en «Ejecutar» con Windows + R) y navegar hasta:
HKEY_CLASSES_ROOT\lnkfile\shellex\IconHandler, donde el valor (Default) debería apuntar a un identificador de clase válido, por ejemplo{00021401-0000-0000-C000-000000000046}.- Después, ir a
HKEY_CLASSES_ROOT\CLSID\{00021401-0000-0000-C000-000000000046}y comprobar que su valor (Default) es algo tipo Shortcut. - Por último, en
HKEY_CLASSES_ROOT\CLSID\{00021401-0000-0000-C000-000000000046}\InProcServer32asegurarte de que el valor (Default) apunta a un archivo válido, como C:\Windows\System32\windows.storage.dll.
Si alguna de estas claves está vacía, modificada por software de terceros o no coincide con lo esperado, es posible que los iconos de accesos directos no se muestren correctamente aun habiendo limpiado la caché. En ese caso, toca corregir esos valores o restaurarlos desde una copia de seguridad del Registro.
Otro paso avanzado consiste en volver a registrar ShellExperienceHost, un componente que se encarga de parte de la interfaz moderna de Windows (incluyendo iconos y área de notificación). Para hacerlo para todos los usuarios, abre PowerShell como administrador y ejecuta:
Get-AppXPackage -AllUsers | Where-Object {$_.InstallLocation -like "*ShellExperienceHost*"} | Foreach {Add-AppxPackage -DisableDevelopmentMode -Register "$($_.InstallLocation)\AppXManifest.xml"}
Después conviene reiniciar el equipo para que el sistema cargue de nuevo los componentes de la shell con la configuración correcta y, si el problema venía de ahí, los iconos deberían volver a su estado normal.
Cambiar iconos concretos de forma manual
Hay ocasiones en las que el fallo no está en toda la caché, sino en uno o dos iconos muy concretos, generalmente de un programa específico o de un acceso directo que se ha quedado con un icono genérico.
En ese caso no merece la pena liarse a borrar la caché completa; es más rápido editar a mano el icono del acceso directo afectado y asignarle de nuevo uno correcto desde su ejecutable o desde una librería del sistema.
El proceso es sencillo: localiza el acceso directo problemático, haz clic derecho, entra en «Propiedades» y ve a la pestaña «Acceso directo». Desde ahí pulsa en el botón «Cambiar icono…» y se abrirá una ventana con los iconos disponibles.
Puedes usar el icono que trae integrado el ejecutable original del programa, buscar iconos en los ficheros del sistema (DLL que contienen iconos) o incluso usar imágenes como iconos personalizados. El proceso te permite seleccionar un .ico o una imagen compatible y aplicarla al acceso directo.
Al aplicar los cambios, el icono que antes aparecía en blanco o con un símbolo raro debería cambiar al nuevo diseño elegido y mantenerse estable, salvo que exista un problema de fondo con la caché o con los archivos del propio programa.
Qué hacer si la caché de iconos se daña con mucha frecuencia
Que la caché de iconos se corrompa alguna vez entra dentro de lo normal, pero si te ves reconstruyéndola cada dos por tres, algo más está pasando debajo y conviene investigarlo para no estar siempre apagando fuegos.
Una posible causa es que tengas instalado algún programa que interfiera con los iconos o la caché, ya sea por cómo gestiona sus accesos directos o porque manipula entradas del Registro relacionadas con iconos y extensiones. También es bastante habitual que el problema venga de utilidades de limpieza o «optimización» que borran de forma agresiva las cachés del sistema.
Por otro lado, no se puede descartar la presencia de malware o software sospechoso que esté modificando archivos o claves de sistema, afectando como efecto colateral a la visualización de iconos en el escritorio, la barra de tareas o el menú Inicio.
Como medidas generales, merece la pena mantener Windows actualizado, evitar apagados forzados (cortar la corriente, mantener pulsado el botón de encendido) y tener cuidado con la cantidad de programas que instalas «para probar», ya que con el tiempo el Registro se llena de entradas inútiles que pueden ralentizar o complicar el funcionamiento del sistema.
Antes de plantearte soluciones drásticas como un formateo completo del equipo o una reinstalación desde cero, prueba a aplicar todas las técnicas anteriores y observa si el problema se estabiliza. Solo cuando la situación sea realmente insostenible puede compensar empezar desde cero.
Revisar la configuración de los programas de limpieza
Si eres de los que usan herramientas tipo CCleaner, Glary, etc., es muy probable que alguna de sus opciones esté borrando la caché de iconos con demasiada alegría cada vez que lanzas una limpieza.
Para evitarlo, entra en la configuración de tu programa de limpieza favorito y busca opciones relacionadas con «Icon Cache», «caché de iconos», «caché del sistema» o similares. Desactiva cualquier casilla que haga referencia a borrar esa caché de forma automática.
También es importante revisar si tienes tareas programadas de limpieza (diarias, semanales, al iniciar el equipo, etc.) que incluyan esta opción de forma silenciosa. Si es así, desmarca la parte de caché de iconos o directamente desactiva esa tarea si no es necesaria.
Con esto lograrás que tu propia herramienta de mantenimiento no sea la que provoca el problema que después tienes que estar corrigiendo reconstruyendo la caché una y otra vez.
Desactivar temporalmente la sincronización en la nube
Servicios de almacenamiento en la nube como OneDrive, Google Drive o Dropbox integran sus propios iconos de estado sobre las carpetas y archivos sincronizados, y a veces esa integración puede causar conflictos visuales o problemas con la caché.
Como prueba, puedes desactivar temporalmente la sincronización: en OneDrive, por ejemplo, haz clic derecho en su icono en el área de notificación, entra en «Configuración» y desmarca la opción «Iniciar OneDrive automáticamente al iniciar sesión en Windows» o pausa la sincronización.
En Google Drive y Dropbox encontrarás opciones similares para pausar o detener la sincronización desde sus menús. Una vez desactivadas, reinicia el sistema y observa durante unos días si los problemas de iconos se reducen o desaparecen.
Si notas que al reactivar uno de estos servicios vuelven los fallos, es bastante probable que ese cliente de sincronización sea el responsable de corromper con frecuencia la caché de iconos, y quizá te convenga revisar su configuración o probar una versión más reciente.
Analizar el sistema con Microsoft Defender
El malware también puede alterar archivos de sistema, claves del Registro o componentes de la shell, generando todo tipo de efectos secundarios, entre ellos problemas al mostrar iconos.
Para descartarlo, abre «Seguridad de Windows» desde el menú Inicio y entra en el apartado «Protección contra virus y amenazas». Dentro, ve a «Opciones de examen» y selecciona «Examen completo de Microsoft Defender».
Este análisis puede alargarse fácilmente hasta las tres horas, sobre todo si tienes muchos archivos, pero es importante dejarlo terminar y seguir las acciones de limpieza o cuarentena que indique en caso de encontrar amenazas.
Después de limpiar lo que encuentre y reiniciar el equipo, comprueba si la estabilidad de los iconos mejora. Si el origen era un malware que estaba modificando la caché u otros componentes, debería notarse bastante.
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