Qué es ReFS para Windows: características, límites y usos

Última actualización: 24/09/2025
Autor: Isaac
  • ReFS prioriza integridad y disponibilidad con reparaciones en línea y verificador proactivo.
  • Rinde especialmente bien en virtualización: clonación de bloques, VDL y niveles con S2D.
  • Escala a decenas de petabytes; comparte funciones con NTFS, pero carece de cuotas, ODX y compresión.
  • Úsalo en S2D, repos de VM y backups; mantén NTFS para sistema, EFS en cliente y compatibilidad heredada.

Sistema de archivos ReFS para Windows

Para quienes gestionan datos en Windows, ReFS (Resilient File System) es el nombre que aparece cada vez que hablamos de integridad, escalabilidad y alta disponibilidad. Nació con la idea de afrontar de forma moderna los retos de hoy: más volumen de información, más virtualización y menos tolerancia a caídas.

En esta guía te explicamos a fondo qué es ReFS, cómo funciona, en qué supera a NTFS, qué limitaciones tiene todavía, y en qué escenarios conviene desplegarlo. Verás además por qué brilla en virtualización y copias de seguridad, cómo se integra con Storage Spaces y qué diferencias clave debes tener claras antes de elegir entre ReFS y NTFS.

Qué es ReFS y objetivos de diseño

ReFS en Windows: conceptos básicos

ReFS es un sistema de archivos moderno creado por Microsoft con tres metas principales: maximizar la disponibilidad de los datos, escalar con eficacia y proteger contra la corrupción. Debutó en Windows Server 2012 y ha ido evolucionando con versiones 3.x en las ediciones posteriores de Windows Server y Windows 10/11 para entornos profesionales.

Su arquitectura se apoya en varias ideas clave: verificación continua de integridad, autorreparación cuando hay redundancia, mantenimiento en línea, y estructuras internas que facilitan la escalabilidad. ReFS está pensado para integrarse con Storage Spaces y Storage Spaces Direct, lo que le permite reparar automáticamente datos corruptos si existen copias alternativas dentro del pool.

A nivel interno, ReFS utiliza árboles B+ para metadatos y datos, tablas para organizar ambos (similar a una base de datos) y un asignador jerárquico que gestiona el espacio libre por tamaños de bloques. Los metadatos llevan sumas de verificación de 64 bits, y los datos de los archivos pueden protegerse opcionalmente con integrity streams (habilitando copy-on-write en datos). Esta combinación reduce la necesidad de ejecutar chkdsk y acelera las recuperaciones ante fallos.

En su evolución reciente, ReFS 3.4 (Windows Server 2019) mejoró mucho el rendimiento en casos de uso reales; ReFS 3.7 (Windows Server 2022) amplió compatibilidades como archivos de paginación, y Windows Server 2025 suma soporte de EFS (cifrado de sistema de archivos) sobre ReFS. También se incorporaron funciones como instantáneas a nivel de archivo (Windows Server 2022 y posteriores) y deduplicación desde Windows Server v1709.

Ventajas clave: resiliencia, rendimiento y escala

El diseño de ReFS gira en torno a tres pilares: resistencia a la corrupción, alto rendimiento en cargas exigentes y escalabilidad masiva con el menor impacto posible.

Resiliencia que evita tiempo de inactividad

ReFS incorpora secuencias de integridad (integrity streams) y sumas de comprobación en metadatos (y opcionalmente en datos) para detectar daños con fiabilidad. Si un bloque no cuadra, el sistema lo identifica de forma precisa y puede actuar sin desmontar el volumen.

Cuando se implementa junto a Storage Spaces (reflejo o paridad), ReFS puede reparar el daño automáticamente usando la copia buena de los datos. Las reparaciones son localizadas y en línea, de modo que el volumen sigue disponible y no se penaliza todo el sistema por un problema puntual.

Si no hay réplica para un bloque dañado, ReFS puede “salvar” el volumen retirando esa entrada del espacio de nombres, manteniendo el resto del sistema operativo y datos operativos mientras se gestiona la incidencia. Solo en casos excepcionales el volumen debe tratarse en modo sin conexión.

Además, existe un verificador proactivo (data integrity scrubber o “depurador”) que escanea periódicamente el volumen, detecta corrupción latente y dispara la reparación antes de que afecte a las aplicaciones. Este mantenimiento reduce la dependencia de tareas manuales y evita sorpresas.

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Rendimiento pensado para virtualización

ReFS aporta varias optimizaciones que brillan en entornos con máquinas virtuales y cargas sensibles al I/O:

  • Paridad acelerada por reflejo (mirror-accelerated parity): ReFS divide el volumen en niveles lógicos (tier de rendimiento y tier de capacidad). Escribe siempre en el nivel rápido y mueve en tiempo real los fragmentos grandes y fríos al nivel de capacidad. Ejemplos típicos: SSD reflejado + HDD de paridad, SSD reflejado + SSD de paridad, o SSD reflejado + HDD reflejado.
  • Lecturas optimizadas: en configuraciones híbridas (flash + HDD), la caché de Storage Spaces Direct acelera las lecturas y mitiga la fragmentación propia de cargas virtualizadas; en despliegues all-flash, las lecturas también se satisfacen desde el tier de rendimiento.
  • Clonación de bloques: acelera copias y fusiones de puntos de control en Hyper‑V al referenciar metadatos en lugar de mover datos físicamente.
  • VDL disperso (Valid Data Length): permite “poner a cero” archivos muy rápido, reduciendo la creación de VHD/VHDX fijos de minutos a segundos.
  • Tamaños de clúster flexibles de 4 KB a 64 KB: 4K suele ser la recomendación general; 64 KB encaja mejor en I/O secuencial de gran tamaño.

En Windows Server, la paridad acelerada por reflejo solo está admitida con Storage Spaces Direct. Microsoft recomienda usarla para archivado y backup; para workloads virtualizadas aleatorias y muy exigentes, suele preferirse el triple espejo por latencia y consistencia.

Escalabilidad sin sacrificar la disponibilidad

ReFS está diseñado para manejar volúmenes y archivos realmente grandes sin degradar el rendimiento en proporción a la escala. La documentación actual de Microsoft fija límites prácticos en 35 PB para tamaño de archivo y de volumen, con rutas de hasta 32.000 caracteres Unicode y nombres de archivo de 255 caracteres. En literatura técnica se han citado límites teóricos más altos con clústeres de 64KB, pero en la práctica debemos ceñirnos a las cifras documentadas por el fabricante.

Esta capacidad hace a ReFS muy atractivo para servidores de archivos con ficheros o conjuntos masivos, repositorios de VM o destinos de backup con gran retención. Todo ello, manteniendo las ventajas de integridad y mantenimiento en línea.

Implementaciones admitidas y escenarios de uso

Aunque NTFS sigue siendo el “comodín” generalista, Microsoft admite ReFS para escenarios donde se necesitan alta disponibilidad, resistencia o escala específica. Eso sí, el hardware debe estar en el Windows Server Catalog y cumplir requisitos de las aplicaciones.

Storage Spaces Direct (S2D)

Es el terreno natural de ReFS para cargas virtualizadas o almacenamiento en red. Con S2D obtienes mirror-accelerated parity, caché para lecturas en híbrido, clonación de bloques para .vhdx y ventajas de integridad (secuencias de integridad, reparaciones en línea, datos alternativos para reconstrucción) todo funcionando de forma coordinada.

Storage Spaces con cabinas SAS compartidas

Funciona muy bien para datos de archivo y documentos de usuarios. Se aprovechan integridad, reparaciones en línea, clonación de bloques y escalabilidad. Storage Spaces admite conexión directa no extraíble por SATA, SAS, NVMe o HBA (RAID en modo passthrough).

Discos básicos

Interesante cuando las aplicaciones ya implementan su propia resiliencia y disponibilidad por software. En este caso puedes usar secuencias de integridad, clonación de bloques y la gran escala de ReFS sin superponer capas redundantes.

Destino de copias de seguridad

Para repositorios de backup con aplicaciones y hardware que gestionan su propia alta disponibilidad, ReFS aporta integridad, clonación de bloques y escala. Si el entorno SAN requiere aprovisionamiento fino, TRIM/UNMAP u ODX, entonces es preferible NTFS en ese volumen por compatibilidad.

Comparativa ReFS vs NTFS: funciones y límites

Ambos comparten un gran número de capacidades, pero hay diferencias importantes que influyen en la elección para cada caso de uso.

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Límites (típicos documentados por Microsoft)

Característica ReFS NTFS
Longitud máxima del nombre de archivo 255 caracteres Unicode 255 caracteres Unicode
Longitud máxima de la ruta 32.000 caracteres Unicode 32.000 caracteres Unicode
Tamaño máximo de archivo 35 PB 256 TB
Tamaño máximo de volumen 35 PB 256 TB

Aunque a nivel teórico se han citado cifras mayores para ReFS con clústeres grandes, estos son los límites prácticos actuales que verás en la documentación y el soporte de Microsoft.

Funciones disponibles en ambos

ReFS y NTFS comparten: BitLocker, ACLs, USN Journal, notificaciones de cambio, enlaces simbólicos y puntos de unión, puntos de montaje y de reanálisis, instantáneas de volumen, identificadores de archivo, oplocks, archivos dispersos, secuencias con nombre, compatibilidad con CSV (con matices) y compatibilidad con archivos de paginación (en ReFS desde 3.7).

Notas relevantes: deduplicación en ReFS está disponible en Windows Server v1709 y posteriores; en CSV, con Storage Spaces/S2D/SAN, no se usa E/S directa; EFS sobre ReFS está soportado desde Windows Server 2025; y el aprovisionamiento fino y TRIM/UNMAP en ReFS se limitan a Storage Spaces.

Solo en ReFS

  • Clonación de bloques para acelerar copias y operaciones de VM.
  • VDL disperso para creación ultra rápida de archivos fijos (VHD/VHDX).
  • Paridad acelerada por reflejo con S2D para combinar rendimiento y capacidad.
  • Instantáneas a nivel de archivo (Windows Server 2022+).

No disponible en ReFS (o con restricciones)

  • Transacciones (TxF), identificadores de objeto y ODX.
  • Nombres cortos 8.3 (en general no; algunos escenarios se simulan con vínculos).
  • Cuotas de disco, compresión del sistema de archivos y, salvo Windows Server 2025, EFS.
  • Compatibilidad con soportes extraíbles y arranque del sistema (boot) no soportados de forma general.
  • Reducción de volumen no disponible.

Detalles internos de funcionamiento

ReFS almacena metadatos y datos en árboles B+ y organiza ambos en tablas. El espacio libre se gestiona por un asignador jerárquico que separa trozos grandes, medianos y pequeños para optimizar la asignación.

Los metadatos usan copy-on-write (asignación en escritura): los cambios se escriben en bloques nuevos y, solo cuando están confirmados, se “vinculan” como versión vigente. Si activas integrity streams en datos, esa política también aplica a los archivos, lo que minimiza el riesgo de corrupción ante cortes de energía o fallos a mitad de escritura.

Gracias a las sumas de comprobación independientes (64 bits) en metadatos y, si se habilita, en datos, el sistema puede detectar alteraciones y tomar acciones. Cuando hay Storage Spaces con espejo/paridad, ReFS repara en línea usando la copia buena; si no, retira del namespace el elemento corrupto y mantiene el volumen operativo.

El proceso de limpieza o “scrubbing” lee periódicamente todas las copias (espejos) y verifica checksums para sustituir las dañadas sin intervención. Todo esto reduce la necesidad de ejecutar herramientas tradicionales y evita periodos de inactividad prolongados por chequeos.

ReFS en virtualización y en copias de seguridad

En entornos con Hyper‑V, ReFS ha mostrado mejoras palpables: crear un VHDX fijo en NTFS podía tardar minutos; con VDL disperso, hablamos de segundos. Esto acelera despliegues, automatizaciones y escalados rápidos.

La clonación de bloques también marca diferencias. Al basarse en metadatos, operaciones como clonar VM, fusionar checkpoints o hacer “fulls sintéticos” en repositorios de backup se benefician de pointers en lugar de mover datos, reduciendo I/O, tiempo y desgaste de disco.

En escenarios reales, muchas soluciones de backup para virtualización generan copias sintéticas sin rehidratar datos, aprovechando la capacidad de ReFS para referenciar bloques existentes de forma eficiente. El resultado es menos tráfico, menos latencia y cadenas de backups más manejables.

Si combinas ReFS con Storage Spaces Direct y hardware adecuado (validado), obtienes un plano de datos que combina resiliencia, velocidad y capacidad, especialmente útil en clusters Hyper‑V con CSV.

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Buenas prácticas, limitaciones y compatibilidad

Antes de formatear un volumen en ReFS, conviene evaluar el caso de uso y tener presentes sus limitaciones actuales y recomendaciones.

  • Volumen de sistema/arranque: no es una opción general para boot en Windows; NTFS sigue siendo el camino estándar para la partición del SO.
  • Conversión in‑place de NTFS a ReFS: no soportada; hay que migrar datos.
  • Consumo de recursos: ReFS puede requerir más RAM/CPU y IOPS en matrices grandes que NTFS.
  • Instalación de aplicaciones: no suele recomendarse en volúmenes ReFS; no hay compresión del sistema de archivos y, salvo WS 2025, no hay EFS.
  • Short names 8.3, cuotas y ODX: ausentes; evalúa impacto en herramientas heredadas.
  • Soporte en Windows cliente: históricamente, en Windows 10 estuvo ligado a Storage Spaces; se han visto pruebas en Windows 11 con opciones de ReFS en instalaciones limpias, pero para producción conviene ceñirse a rutas soportadas por Microsoft.

En cuanto a versiones, a partir de Windows Server 2016 llegaron las ramas 3.x; ReFS 3.4 maduró en Windows Server 2019, y ReFS 3.7 (Windows Server 2022) añadió compatibilidad con pagefile y otras mejoras. La deduplicación de datos para ReFS aparece desde Windows Server v1709, y las instantáneas a nivel de archivo desde Windows Server 2022. EFS sobre ReFS aterriza en Windows Server 2025. Los hard links están soportados en ReFS a partir de la rama 3.5+ en escenarios concretos.

Tamaño de clúster y recomendaciones

El tamaño de clúster afecta a rendimiento y eficiencia del espacio. En ReFS puedes usar desde 4K a 64K; 4K suele ser la opción por defecto y recomendable para usos generales, mientras que 64K puede ir mejor en cargas con E/S secuencial grande (p. ej., ficheros muy voluminosos).

En NTFS, 4K también es lo habitual; a veces se usan clústeres de 64K para reducir fragmentación o superar ciertos límites con volúmenes muy grandes. Si vienes de NTFS y planeas mover un dataset a ReFS, prueba el tamaño de clúster en un entorno de preproducción con tu carga real.

ReFS frente a NTFS: cuándo elegir cada uno

Elige ReFS si necesitas integridad proactiva, reparaciones en línea, clonación de bloques, VDL disperso y mirror‑accelerated parity en S2D, o si tus volúmenes/archivos van a crecer mucho. Es especialmente buena elección para repositorios de VM y destinos de backup.

Elige NTFS si requieres funcionalidades como compresión de sistema de archivos, EFS (en clientes), transacciones, cuotas, ODX o compatibilidad amplia con aplicaciones heredadas y soportes extraíbles, y para la partición de sistema/arranque del SO.

En entornos mixtos, es habitual usar NTFS para el SO y ciertos datos, y ReFS para cargas virtualizadas, repositorios o archivado, beneficiándote de lo mejor de cada uno sin forzar reemplazos totales.

Si necesitas características SAN como ODX o dependes de aprovisionamiento fino/TRIM fuera de Storage Spaces, mantén esos volúmenes en NTFS. Cuando el objetivo es resiliencia y escala con S2D, ReFS cobra ventaja.

En última instancia, la decisión depende de tus requisitos de disponibilidad, seguridad, rendimiento y compatibilidad. Validar el hardware en Windows Server Catalog y probar la carga en laboratorio te ahorrará sorpresas.

ReFS se posiciona como una capa de almacenamiento robusta, ágil y preparada para grandes conjuntos de datos y virtualización, mientras que NTFS mantiene su papel como sistema versátil y ampliamente compatible. Al combinarlos con criterio, puedes obtener un equilibrio óptimo entre integridad, prestaciones y soporte en tus despliegues en Windows.