Windows cambia sus actualizaciones para prevenir problemas y fallos

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  • Microsoft implementa cambios para evitar que actualizaciones causen errores críticos en el sistema.
  • Los usuarios podrán tener mayor control sobre qué actualizaciones instalar y cuándo.
  • Los cambios afectarán tanto a Windows 10 como a Windows 11, mejorando la seguridad y estabilidad.
  • Microsoft limitará acceso a componentes críticos del sistema a terceros para evitar futuros incidentes graves.

Las actualizaciones de Windows son una parte fundamental del correcto funcionamiento de los equipos, pero durante mucho tiempo han sido una fuente de dolores de cabeza para los usuarios debido a los fallos que algunas de ellas provocaban. Microsoft está decidido a cambiar esto, introduciendo importantes modificaciones en la forma en que se gestionan las actualizaciones del sistema operativo y así evitar futuros problemas.

Microsoft ha decidido rediseñar el método en que se distribuyen las actualizaciones de Windows, evitando que provoquen problemas graves como los que hemos visto en años recientes. Estas medidas surgen después de varios incidentes, incluyendo un reciente caso que afectó a millones de usuarios en todo el mundo.

Windows cambios en actualizaciones

Actualizaciones menos invasivas y con mayor control para los usuarios

Uno de los principales cambios es que los usuarios tendrán un mayor control sobre qué actualizaciones se instalan y cuándo hacerlo. Esto significa que ya no será obligatorio instalar todas las actualizaciones inmediatamente al ser liberadas. Microsoft está aplicando esta opción tanto a las actualizaciones de calidad, que corrigen errores menores y mejoran la seguridad, como a las actualizaciones de características, que introducen nuevas funcionalidades y mayores cambios al sistema.

En lugar de obligar a que las actualizaciones se instalen inmediatamente, los usuarios podrán elegir aplazar ciertas actualizaciones por un periodo de tiempo, permitiendo que quienes prefieran esperar a que se confirmen estables lo puedan hacer sin que eso afecte la seguridad de sus dispositivos.

Nuevas medidas en actualizaciones para Windows

Además, Microsoft está mejorando el sistema de directivas de grupo, que permitirá a los administradores de TI y usuarios avanzados gestionar detalladamente cuáles actualizaciones se instalan y cuáles quedan en espera.

Reducir el impacto de errores en el sistema

Otro de los cambios importantes anunciados por Microsoft es la limitación del acceso al núcleo del sistema operativo para actualizaciones de terceros. Esta medida responde particularmente al incidente con CrowdStrike, una empresa dedicada a la ciberseguridad, que lanzó una actualización defectuosa para Windows 11 que dejó inoperativos a más de 8,5 millones de ordenadores en todo el mundo, afectando a grandes empresas y bancos.

La gravedad de este fallo y el revuelo causado por las enormes pérdidas económicas, estimadas en miles de millones de dólares, han forzado a Microsoft a tomar cartas en el asunto. Limitar el acceso de aplicaciones de terceros al kernel del sistema será una de las principales medidas que permitirá a Microsoft evitar que actualizaciones externas mal diseñadas tengan un impacto tan devastador.

Microsoft nuevas políticas para actualizaciones

Este tipo de acceso es lo que hace que una actualización defectuosa pueda desencadenar problemas tan graves como los pantallazos azules o la inoperabilidad del equipo, algo que Microsoft quiere prevenir a toda costa en el futuro.

Esto no significa que las aplicaciones de terceros dejarán de ser compatibles con Windows, sino que se revisarán qué partes del sistema pueden ver afectadas por cada actualización y se limitará el acceso a componentes sensibles, garantizando que no puedan interferir con las funciones más críticas del operativo.

Consecuencias que impulsan un cambio necesario

El famoso fallo de CrowdStrike, además de ser un desastre informático mundial, ha demostrado cuán frágil puede ser un sistema cuando no se gestionan adecuadamente las actualizaciones. Microsoft no quiere volver a vivir una situación similar y, por ello, se están planteando cambios significativos en las famosas actualizaciones de Windows.

Como bien ha señalado John Cable, vicepresidente de gestión de programas de servicio de Windows, la prioridad es ahora mejorar la fiabilidad y la seguridad para los usuarios. Esto conlleva la necesidad de introducir modificaciones radicales en algunos aspectos técnicos, como en los procesos de verificación previos al lanzamiento de nuevas actualizaciones.

Nuevo protocolo de seguridad en actualizaciones Windows

Por su parte, el impacto que tuvo el problema de CrowdStrike ha hecho que muchas empresas reconsideren sus estrategias de actualización, optando por postergar o revisar minuciosamente las actualizaciones de software antes de aplicarlas en equipos críticos.

También se está revisando cómo las actualizaciones afectarán a los diferentes canales de distribución de Windows, como el canal Insider, utilizado para probar versiones beta del sistema operativo antes de su lanzamiento al público en general. La idea es limitar aún más los riesgos de que builds de prueba causen problemas imprevistos en entornos de producción.

Si bien este tipo de incidentes puede parecer aislado, los riesgos asociados a las actualizaciones defectuosas han aumentado considerablemente con el crecimiento de la nube y la dependencia de la tecnología para prácticamente todas las actividades económicas. De ahí que Microsoft no esté dejando ningún cabo suelto en esta importante revisión del sistema de actualizaciones.

Este cambio en la política de actualizaciones promete mejorar significativamente la experiencia de los usuarios, dándoles más control sobre el proceso y asegurando que las actualizaciones sean más seguras y menos propensas a causar fallos críticos en los equipos.

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