- La interfaz CNVi vincula el rendimiento del Wi‑Fi 6 con CPU y chipset; driver y chipset deben ir alineados.
- Ajustes avanzados del adaptador (anchos de canal, banda preferida, energía) impactan velocidad y estabilidad.
- Comandos netsh y reinstalar controladores solucionan regresiones tras actualizaciones en Windows 11.
- Medir con tests, ping y repetir condiciones confirma mejoras reales y evita falsas conclusiones.
Si tu Wi‑Fi 6 va a trompicones en Windows 11 o la velocidad es ridículamente baja, no eres el único. En muchos equipos aparece un patrón curioso: descargas lentas pero subidas normales, la banda de 2,4 GHz se impone aunque fuerces 5 GHz, o todo va bien en otros dispositivos de casa menos en el PC con Windows. Vamos a desgranar qué ocurre y cómo solucionarlo con pasos claros y ajustes avanzados.
En este artículo encontrarás desde comprobaciones rápidas hasta configuraciones finas del adaptador Intel AX201 o AX210, recomendaciones sobre drivers y chipset, soluciones con comandos de red y los ajustes del router y la red doméstica que más influyen. La idea es que salgas con un Wi‑Fi estable y rápido, y con criterio para medir si realmente has mejorado.
Por qué puede ir mal: síntomas y pistas clave
Hay escenarios reales que se repiten: un PC con Windows 11 que apenas pasa de 2 Mbps en descarga pese a tener fibra de 1 Gbps, mientras el iPhone o un Mac al lado alcanzan de 150 a 450 Mbps. Incluso forzando la conexión a 5 GHz el rendimiento sigue siendo pobre, y por Ethernet en ese mismo equipo también se nota capado. Estos indicios apuntan a una causa de software o de controlador en Windows más que a un fallo del router.
Otro patrón común es que la tarjeta se aferra a 2,4 GHz por ver esa señal más fuerte, aunque 5 GHz esté disponible y libre. El band steering del router y la configuración de banda preferida del cliente influyen mucho aquí; si la lógica no acompaña, el cliente puede quedarse en la banda incorrecta.
También hay casos en los que WSL o una distro Linux en el mismo equipo va como un tiro mientras Windows 11 no. Esa comparación refuerza la hipótesis de un problema en la pila de red de Windows o en el driver del adaptador, no en el hardware o en la red física.
Cuidado con los CNVi: relación entre la NIC Wi‑Fi 6 y el chipset
Los adaptadores como Intel Wi‑Fi 6 AX201 usan interfaz CNVi; en la práctica, comparten responsabilidades con la CPU y el chipset. Esto significa que el rendimiento final depende tanto del driver de la NIC como del controlador del chipset/CPU. Si hay un desfase notable entre versiones o una actualización trae regresión, pueden aparecer inestabilidades o caídas de velocidad.
En entornos CNVi conviene tratar tarjeta y plataforma como un conjunto: mantén drivers de NIC y chipset en versiones compatibles y evita grandes saltos entre fechas de publicación. Si un controlador reciente va peor, prueba una versión anterior y observa cambios. Esta estrategia es especialmente útil con ciertas ramas de drivers de Intel que, para algunos equipos, rinden mejor en builds previas.
Un apunte importante: al buscar controladores, acude a fuentes oficiales del fabricante de tu placa base o a la web de Intel. Desconfía de portales con instaladores dudosos que mezclan drivers con programas potencialmente no deseados; investiga bien antes de descargar nada.
Comprobaciones rápidas antes de meterte en faena
Antes de tocar configuraciones avanzadas, hay básicos que despejan dudas. Reinicia el router y deja que permanezca apagado unos 20 segundos para limpiar estados. Si el equipo lleva días sin reiniciarse, un reinicio del PC elimina procesos atascados y restablece la pila de red.
Si usas VPN, prueba sin ella. Las VPN gratuitas o servidores congestionados reducen el throughput notablemente. Cambiar de servidor o desconectar la VPN puede resolver media diagnosis de golpe.
Drivers, versiones y lo que debes mirar primero
En el Administrador de dispositivos, abre las propiedades del adaptador Wi‑Fi y revisa la pestaña Controlador. Fíjate en la fecha y versión; por ejemplo, en AX210 hemos visto referencias a la 22.160.0.4 como versión instalada en equipos que iban correctamente. No des por buena la actualización automática de Windows, porque suele ir varios pasos por detrás.
La vía recomendable es conseguir el paquete más reciente desde la web de Intel o del fabricante de tu placa/base. Actualizar arregla fallos, cierra brechas de seguridad y optimiza el rendimiento. En ocasiones también habilita opciones nuevas en el panel de avanzadas del adaptador, lo que ayuda a afinar.
¿Y si tras actualizar va peor? No es raro que una rama concreta dé problemas en ciertos chipsets. Volver a un driver anterior puede ser lo acertado, especialmente en CNVi. Mantén a mano varios instaladores por si necesitas iterar.
Ajustes avanzados del adaptador Wi‑Fi 6/6E en Windows 11
En Propiedades del adaptador, pestaña Avanzado, hay parámetros que marcan la diferencia. Configúralos con criterio y, sobre todo, prueba cambios de uno en uno para medir impacto.
Selección de banda y anchos de canal
- Agresividad de itinerancia: si te mueves por una red mallada y el equipo tarda en saltar de punto de acceso, sube el nivel a Alto o Máximo. Si estás fijo y sólo tienes un router, dejarlo en Medio suele ser suficiente.
- Ancho de canal en 2,4 GHz: en entornos saturados usar 20 MHz reduce interferencias; en condiciones limpias, Automático puede habilitar 40 MHz y ganar algo de caudal. Prueba primero Automático y cae a 20 MHz si ves inestabilidad o latencia.
- Ancho de canal en 5 GHz: evita forzar 20 MHz. Lo normal es trabajar con 80 MHz y, si tu router lo soporta, 160 MHz. Deja Automático en la mayoría de casos para aprovechar lo que dé el punto de acceso.
- Ancho de canal en 6 GHz: los routers Wi‑Fi 6E suelen operar a 160 MHz; aquí Automático es la elección lógica. Activa además la opción de banda ultraalta para asegurar compatibilidad con 6 GHz.
- Banda preferida: si tu entorno tiene band steering, puedes orientar al cliente hacia 5 GHz por equilibrio entre alcance y velocidad. En hogares sin saturación, 6 GHz ofrece menor ruido si tus dispositivos y router lo admiten.
Rendimiento, ahorro y latencia
- Potencia de transmisión: al máximo para priorizar cobertura y velocidad. En equipos delicados con calor o consumo puedes probar un paso menos, pero el mejor rendimiento llega con potencia alta.
- Modo de ahorro de energía MIMO: la opción sin SMPS desactiva el ahorro para exprimir throughput; en portátiles, SMPS automático o dinámico reduce consumo con impacto mínimo en redes poco cargadas. Si sufres cortes, prueba sin SMPS.
- Protección de modo mixto y RTS/CTS: déjalo por defecto; evita colisiones cuando conviven dispositivos de distintas generaciones. En redes con muchos clientes antiguos, esta protección suma estabilidad.
- U‑APSD o WMM‑PS: pensado para ahorrar en escenarios de tráfico sensible a latencia como VoIP; puedes activarlo si usas mucho llamadas o juegos en portátil, aunque no es crítico para velocidad pico.
- Descargas ARP/NS para WoWLAN y fusión de paquetes: ahorran energía al gestionar tráfico de mantenimiento. No van a disparar la velocidad, pero ayudan en portátiles a mantener el equilibrio entre batería y conectividad.
Modos inalámbricos y compatibilidad
Modo 802.11a/b/g en 2,4 GHz: restringir a lo mínimo compatible evita negociaciones raras; normal elegir doble banda a/b/g. En 5 GHz, selecciona 802.11ax, que mantiene compatibilidad con n/ac y maximiza prestaciones.
Intolerancia a 40 MHz: si activas esta bandera, te quedas en 20 MHz en 2,4 GHz. A menos que tengas conflictos severos con vecinos, mejor desactivada para permitir 40 MHz cuando el entorno lo permita.
Administración de energía del adaptador y del sistema
En la pestaña Administración de energía del adaptador, quita la casilla que permite que el equipo apague el dispositivo para ahorrar. También es aconsejable desactivar que el dispositivo reactive el equipo si no lo necesitas, y prescindir del Magic Packet salvo que uses Wake‑on‑LAN.
En las opciones avanzadas de energía de Windows, pon la configuración inalámbrica en rendimiento máximo en todos los planes (equilibrado, alto rendimiento, economizador). Evitar que el sistema baje la potencia de radio reduce microcortes y picos de latencia.
Soluciones dentro de Windows 11: de lo básico a lo profundo
Solucionador de problemas: en Configuración, sección Sistema, entra en Solucionar problemas y ejecuta el de Adaptador de red y el de Conexiones a Internet. Toma nota de cualquier mensaje; aunque no arregle, orienta.
Restablecer pila TCP/IP y DNS: abre Símbolo del sistema como administrador y ejecuta, uno a uno, estos comandos. Reinicia al finalizar:
netsh int ip reset
netsh advfirewall reset
netsh winsock reset
ipconfig /flushdns
ipconfig /release
ipconfig /renew
ipconfig /registerdns
Reinstalar el adaptador: en el Administrador de dispositivos, en Adaptadores de red, desinstala tu Wi‑Fi y marca intentar quitar el controlador. Tras reiniciar, Windows instalará uno genérico; si no, instala el que descargaste previamente desde el fabricante. Este paso es mano de santo cuando la conexión empeoró tras una actualización.
Probar controladores anteriores: en Actualizar controlador, elige buscar en el equipo y después permitir elegir de una lista, y prueba entradas previas compatibles. Reinicia y evalúa. Con CNVi no es raro que una versión anterior vaya más fina.
Windows Update y actualizaciones opcionales: además de parches de seguridad, revisa la sección de actualizaciones opcionales, que a menudo incluye drivers de red y chipset. Mantener el sistema al día evita incompatibilidades sutiles.
Router, malla y bandas: ajustes que sí importan
Band steering y SSID: si el cliente se queda en 2,4 GHz constantemente, divide SSID por banda para elegir manualmente 5 GHz, o configura en el adaptador la banda preferida. En mallas Google/Nest, revisar esta lógica marca diferencia.
Canales y DFS: en 5 GHz, evita canales muy congestionados; según tu región, los canales DFS suelen estar más libres. En 6 GHz, aprovecha los 160 MHz si no tienes interferencias ni restricciones locales.
Actualiza el firmware del router: bugs en QoS para juegos y videollamadas, Smart Connect o band steering pueden capar la velocidad de ciertos clientes. Un firmware reciente soluciona problemas conocidos y mejora compatibilidad con Wi‑Fi 6/6E.
Cuando la descarga es lenta y la subida va bien
Ese desequilibrio suele indicar problemas de negociación, offloads del driver, QoS mal aplicado o saturación de la banda descendente por colisiones. En el adaptador de red, prueba a desactivar temporalmente funciones como Large Send Offload, TCP Checksum Offload o autotuning para ver si cambia. No es universal, pero en algunos controladores arregla cuellos raros en descarga.
Si el problema se reproduce idéntico en Wi‑Fi y en Ethernet en el mismo PC, pero otros dispositivos van perfectos, el culpable rara vez es el router. La pila de red o el filtro de algún software en Windows 11 (por ejemplo, una suite de seguridad) puede estar interfiriendo. Desactiva antivirus de terceros para probar o utiliza el arranque limpio.
Restaurar tras una actualización que rompió la red
Cuando el fallo aparece justo después de una actualización, hay dos vías: desinstalar esa actualización concreta o reinstalar el adaptador como se indicó. En casos tercos, un restablecimiento de red desde Configuración limpia perfiles y vuelve a valores por defecto de la pila de red.
Si no tienes conexión en ese PC para bajar drivers, usa otro equipo, descarga el paquete y pásalo por USB. Ten a mano el modelo exacto de tu placa o del portátil para localizar el driver correcto en la web del fabricante.
Medir bien la mejora: velocidad, estabilidad y consumo
Haz un test de velocidad antes de tocar nada y repítelo después en las mismas condiciones: misma habitación, misma banda y mismo servidor si es posible. Repite varias veces para evitar falsos positivos o picos momentáneos, o simula condiciones de red lentas para comparar resultados controlados.
Para estabilidad, monitoriza latencia con ping a un objetivo estable (por ejemplo, el gateway del router y un servidor público) durante varios minutos. PingPlotter ayuda a visualizar jitter y cortes; si no, el comando ping es suficiente para ver tendencias; también puedes usar LatencyMon para diagnosticar la latencia en Windows.
Si has modificado políticas de ahorro, observa el impacto en batería con el Administrador de tareas o herramientas del sistema. Desactivar ahorros suele mejorar rendimiento a costa de subir un poco el consumo, especialmente en portátiles.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.