Saaki, el robot que humaniza la pediatría en Álava

Última actualización: 24/11/2025
Autor: Isaac
  • Proyecto de BioÁlava junto a OSI Álava (Osakidetza) y con el apoyo de Fundación Vital.
  • Piloto en el HUA Txagorritxu para menores de 4 a 13 años con estancias de al menos 3 días.
  • Humanoide Unitree Robotics G1 EDU: 130 cm, 35 kg, IA, sensores 3D y 2 horas de autonomía.
  • Objetivos: reducir ansiedad, medir impacto emocional y explorar usos futuros como rehabilitación y tareas básicas.

Robot humanoide para pediatría

En el Hospital Universitario de Álava, concretamente en Txagorritxu, comienza a tomar forma un proyecto que busca hacer más llevadera la estancia hospitalaria de los pacientes pediátricos. Se trata de Saaki, un humanoide diseñado para acompañar y distraer a los menores durante su ingreso.

Impulsado por BioÁlava en colaboración con la OSI Álava y con el respaldo de Fundación Vital, el programa pretende que la tecnología, aplicada con criterio, contribuya a reducir miedo, ansiedad e incertidumbre en los niños y niñas ingresados.

Qué es Saaki y para qué servirá

Saaki es un robot humanoide con proporciones similares a las de un menor de 9 a 11 años: mide 130 centímetros y pesa 35 kilos, cifras que favorecen una interacción cercana y nada intimidante con los pequeños pacientes.

El dispositivo se ha concebido para conversar con los niños, proponer juegos, contar historias o cantar canciones; incluso puede explicar procedimientos médicos de forma sencilla y adaptada a su edad, tanto en euskera como en castellano, con el objetivo de acompañar y distraer en momentos sensibles.

Además de la conversación, el robot puede dinamizar pequeñas actividades como bailes o ejercicios suaves, siempre con la supervisión de personal y el consentimiento de los tutores legales, reforzando así una presencia que nunca sustituye a los profesionales, sino que los complementa.

Dónde y cuándo empezará a trabajar

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La primera fase de implantación se realizará en la zona de Pediatría del HUA Txagorritxu (Gasteiz), con previsión de arranque entre mediados de diciembre y enero, y con pacientes seleccionados de entre 4 y 13 años que cumplan criterios clínicos.

En esta etapa inicial se priorizarán menores con una estancia prevista de al menos tres días y sin riesgos infecciosos asociados, para facilitar sesiones de interacción durante tres jornadas consecutivas y evaluar si su presencia mejora el estado emocional y es bien aceptada por familias y menores.

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Tecnología y capacidades del humanoide

Saaki se basa en la plataforma Unitree Robotics G1 EDU, un sistema dotado de inteligencia artificial y sensores 3D que permiten movimientos fluidos y capacidades comunicativas avanzadas, orientadas a una relación natural y adaptada a cada paciente.

Dispone de aproximadamente dos horas de autonomía; es capaz de moverse esquivando obstáculos, aunque su uso en el hospital exige que esté siempre bajo supervisión de una persona para garantizar la seguridad y el buen desarrollo de las actividades.

Entre sus funciones previstas figuran preguntas sencillas sobre el estado de ánimo, juegos guiados, chistes, cuentos, canciones y explicaciones básicas de procedimientos, todo ello con un enfoque lúdico y educativo que busca normalizar el entorno hospitalario.

Objetivos y evaluación del impacto

El propósito del proyecto es comprobar si la compañía de Saaki ayuda a disminuir el estrés, el miedo y la incertidumbre durante el ingreso, y si contribuye a una mejor adaptación del menor al entorno sanitario mediante aprendizaje a través del juego y apoyo emocional.

El equipo de BioÁlava medirá el impacto emocional de las intervenciones y recabará la valoración de familias y profesionales, con la idea de perfeccionar protocolos y determinar en qué situaciones el robot resulta más útil y aceptado.

Quién impulsa la iniciativa y el significado del nombre

El proyecto lo lidera el Instituto de Investigación Sanitaria BioÁlava, en colaboración con la OSI Álava (Osakidetza) y con el apoyo de Fundación Vital. En la presentación, a cargo del coordinador de Innovación de BioÁlava, Juan Fernández, y con asistencia del consejero de Salud, se destacó que esta tecnología amplía y no sustituye los servicios actuales.

El nombre Saaki procede de la palabra japonesa «saki» y se vincula a los kanji «saku» (florecer) y «ki» (esperanza); además, la doble «a» alude a «adimen artifiziala» (inteligencia artificial, en euskera), reforzando el enfoque de innovación con dimensión humana.

Mirando al futuro: posibles usos y extensión

Más allá de Pediatría, sus promotores plantean explorar líneas en rehabilitación pediátrica, educación sanitaria o terapia motriz; también se valora si podría tener un papel en tareas muy básicas y repetitivas en entornos quirúrgicos o de laboratorio, siempre tras evaluación específica.

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Si los resultados son positivos, la experiencia podría extenderse a otros hospitales del País Vasco, e incluso estudiarse su utilidad en el acompañamiento de personas mayores en situaciones concretas, con el foco siempre en la humanización de la atención.

Con la vista puesta en su debut en Txagorritxu, Saaki aspira a convertirse en un «nuevo compañero» para los pequeños ingresados, aportando conversación, juego y explicación sencilla de procedimientos; bajo supervisión, con consentimiento familiar y evaluaciones constantes, el proyecto quiere demostrar hasta qué punto la tecnología puede acompañar y calmar en el hospital sin perder de vista lo esencial: el bienestar emocional de la infancia.