- microSD Express usa PCIe y NVMe para multiplicar el rendimiento frente a UHS‑I, con picos de hasta 985 MB/s en formato micro.
- La Switch 2 exige microSD Express para evitar cuellos de botella y acercar la expansión al rendimiento del almacenamiento UFS interno.
- Precios y oferta: hoy una 256 GB Express ronda 60 dólares, frente a 20‑30 euros de UHS‑I; la disponibilidad crecerá con más modelos de Lexar, SanDisk y otros.

Si te preguntas qué son las tarjetas microSD Express y por qué están en boca de todo el mundo, especialmente entre quienes van a dar el salto a Switch 2, aquí tienes la explicación completa. Estamos ante una evolución enorme del almacenamiento externo en formato micro, que cambia por completo el rendimiento que cabe esperar de una tarjeta diminuta. Y sí, hay impacto directo en tiempos de carga, compatibilidad, precios y disponibilidad.
La decisión de Nintendo de permitir la ampliación de su nueva consola únicamente con microSD Express ha encendido el debate. No podrás reutilizar tu microSD UHS-I de la Switch original, por muy rápida y fiable que sea, y eso tiene motivos técnicos de peso. A cambio, llegan cifras de transferencia que, sin alcanzar las de un SSD interno, pegan un salto que en juegos complejos se nota, y mucho.
Qué son exactamente las tarjetas microSD Express
MicroSD Express es la adaptación al formato micro de SD Express, el estándar que la SD Association presentó públicamente en Barcelona durante el MWC de 2019. Su gran diferencia frente a las microSD tradicionales es que no se conforma con la interfaz UHS clásica: se apoya en PCIe 3.1 y el protocolo NVMe 1.3, la misma dupla que usan los SSD modernos del PC. Para lograrlo, este formato añade una segunda fila de pines en la tarjeta, sin aumentar el tamaño.
Ese cambio de autobús de datos supone un antes y un después en rendimiento. En tarjetas SD Express de tamaño completo se alcanzan velocidades teóricas de hasta 3.940 MB/s según la especificación SD 8.0. En el mundo micro, las cifras tope son inferiores por limitaciones físicas, pero siguen siendo espectaculares. La SD Association habla de picos de 985 MB/s para microSD Express, que ya es varias veces más rápido que las UHS-I más veloces.
Otra ventaja no tan vistosa es el consumo. El propio material técnico de la Asociación explica que este estándar puede ofrecer un menor gasto energético por operación en dispositivos como móviles o cámaras, algo que siempre suma en autonomía. Además, microSD Express llega en tres variantes de capacidad: microSDHC Express, microSDXC Express y microSDUC Express, cubriendo desde tamaños modestos hasta enormes.
PCIe, NVMe y los carriles: por qué influyen en la velocidad

Para entender por qué no todas las microSD Express rinden igual, conviene asimilar dos conceptos del mundo de los ordenadores. PCIe es la carretera por la que viajan los datos entre la CPU y los periféricos, y está organizada por versiones y por carriles. Cuantos más carriles se permiten y cuanto más moderna sea la versión de PCIe, mayor es el ancho de banda disponible.
En un dispositivo concreto, el fabricante decide qué versión de PCIe habilita (por ejemplo, 3.0 o 4.0) y cuántos carriles dedica a cada periférico. Hay un número limitado de carriles que repartir, porque también los quieren la GPU, el Wi‑Fi o el SSD interno. De esa combinación sale el techo real. En teoría, y dependiendo del bus, el total puede oscilar entre unos 985 MB/s y cerca de 3.940 MB/s, aunque en microSD rara vez se toca ese último extremo.
Incluso si el bus permite mucho, una microSD Express no igualará a un SSD interno por una razón arquitectónica. En una tarjeta micro hay menos chips NAND trabajando en paralelo, así que se pierde parte del entrelazado que dispara el rendimiento en un SSD. Es una limitación física del factor de forma, y no tiene solución mágica.
Velocidades teóricas y velocidades del mundo real
Las cifras reales que anuncian los fabricantes ayudan a aterrizar expectativas. SanDisk comercializa una microSD Express que declara hasta 880 MB/s en lectura y 650 MB/s en escritura. Son números muy altos para este formato, aunque por debajo de lo que verías en un SSD NVMe interno tope de gama.
¿Qué tal queda eso frente a una microSD UHS-I habitual en consolas, móviles y cámaras? La interfaz UHS-I se queda en 104 MB/s máximos a nivel de bus, y aunque algunas tarjetas UHS-I premium baten registros en lectura secuencial publicitada, el techo práctico en escritura sostenida es mucho menor que en Express. Dicho de otro modo, el salto es de varias veces en ancho de banda.
Incluso en el peor escenario compatible, la diferencia frente a cualquier microSD UHS‑I de tu vieja Switch es enorme. SD Express no hará que la tarjeta externa parezca un SSD interno, pero sí recorta cuellos de botella y acerca mucho más la experiencia al almacenamiento principal del sistema, especialmente en cargas largas o streaming de texturas pesadas.
Clases de velocidad: C, U, V… y el nuevo indicador de Express
El mundo microSD ha pasado por distintas formas de etiquetar rendimiento. Primero llegaron las Speed Class con una C; después las UHS Speed Class, con U1 o U3; y más tarde la Video Speed Class, con la V seguida de un número. Todas indican mínimos de escritura sostenida: C10 equivale a 10 MB/s, U3 a 30 MB/s, y así sucesivamente en la familia V.
Con microSD Express entra un sello nuevo. El símbolo es una EX o E estilizada, a veces acompañada de una cifra. Esa marca también remite a mínimos sostenidos en escritura, con rangos oficiales entre 150 y 600 MB/s. Como siempre, hay fabricantes que publican picos mayores, pero la realidad dependerá de la controladora del dispositivo lector y de la propia tarjeta.
Si miramos hacia atrás, el viaje ha sido largo: las primeras SD iban a 12,5 MB/s, luego llegó la alta velocidad de 25 MB/s, y con UHS III se pisaron los 312 MB/s. La llegada de SD Express multiplica esos valores, y en su versión micro se queda con el trozo más goloso de esa mejora sin alcanzar el techo de la tarjeta de tamaño completo.
Switch 2 y el requisito de microSD Express
Nintendo ha indicado que su nueva consola solo acepta expansión con microSD Express. Esto significa que no podrás usar la tarjeta de tu Switch original y seguir jugando sin más. Puede resultar un fastidio si ya tenías varias microSD, pero la decisión está alineada con la ambición técnica del sistema.
Las razones son claras. La Switch 2 promete juegos más complejos y pesados, como Cyberpunk 2077 en Switch 2, algunos de ellos procedentes de plataformas que exigen anchos de banda de almacenamiento altos. Para poner contexto, Sony pide 5.500 MB/s de lectura como mínimo para el SSD de PlayStation 5. Aunque la Switch 2 no imite esa cifra, está claro que una microSD UHS-I se quedaría corta en situaciones donde el juego carga muchos datos en tiempo real.
Además, Nintendo ha actualizado el almacenamiento interno del sistema, abandonando eMMC para pasar a UFS. Las demos tempranas apuntan a mejoras fuertes en tiempos de carga: hay quien ha medido cerca de un 35 por ciento menos en viajes rápidos, según Polygon, y hasta tres veces menos en la carga inicial, según mediciones de Digital Foundry. Parte del mérito será del almacenamiento; parte, de una CPU y una GPU más potentes que descomprimen datos con más alegría.
Si el interno sube de nivel, la expansión debe acompañar. Imponer microSD Express evita que los futuros juegos se vean lastrados por tarjetas lentas, y da margen a que los desarrollos que tiran de streaming de contenido tiren de la externa sin penalización dramática.
Compatibilidad y retrocompatibilidad: lo que debes saber
En el papel, microSD Express es retrocompatible con el ecosistema anterior: las tarjetas Express pueden operar en modo UHS-I en equipos antiguos que no soportan PCIe, a costa de perder velocidad. Pero ojo, la retrocompatibilidad estándar no implica que un producto concreto acepte cualquier tarjeta.
En el caso de Switch 2, Nintendo restringe la expansión a microSD Express por diseño. Es una limitación elegida por el fabricante del host, no por imposibilidad técnica del estándar. Así que tenlo en cuenta: incluso si tu microSD UHS-I es de gama alta, la consola no permitirá usarla para instalar juegos y datos.
Para rematar el contexto, esta evolución puede leerse como respuesta a alternativas que llegaron por su cuenta. Huawei impulsó las NM Cards con un formato aún más pequeño, y SD Express en sus dos sabores, SD y microSD, refuerza el valor de seguir en el estándar SD con un salto fuerte en rendimiento y eficiencia.
Velocidades, cuellos de botella y límites físicos
Conviene recordar que no todo es el bus. El rendimiento depende también de la controladora de la tarjeta, del número de chips NAND y de su calidad, además del firmware. En microSD hay menos canales en paralelo que en un SSD M.2 para PC, de modo que el entrelazado de escrituras y lecturas no escala tanto.
Por eso verás diferencias marcadas entre modelos incluso dentro de microSD Express. La cifra realista más repetida ronda 800-900 MB/s en lectura para gamas altas, muy lejos del techo teórico de una SD de tamaño completo con PCIe más carriles. Es normal, y aun así el salto frente a UHS-I es abismal.
Capacidades y disponibilidad en el mercado
La oferta todavía es corta, aunque el panorama promete cambiar rápido. Lexar tiene microSD Express en 256 GB, 512 GB y 1 TB, con esta última en torno a 199 dólares. Esa terna cubre los tamaños que más interesan a una consola moderna, donde los juegos se comen decenas de gigas.
SanDisk, por su parte, lista en su web un modelo microSD Express con capacidad máxima de 256 GB. La previsión razonable es que, coincidiendo con el despegue de Switch 2, lleguen más variantes de 512 GB y 1 TB de otros fabricantes. Se ha mencionado a Samsung como actor probable, de la mano de su experiencia en NAND y controladoras.
Precios: cuánto cuesta el salto a Express
El impacto en la cartera es real. Una microSD UHS-I de calidad y 256 GB se compra por unos 20 dólares en muchos comercios de confianza. En España es habitual ver una SanDisk Extreme 256 GB por 25‑30 euros, con velocidades sostenidas muy decentes para foto, vídeo y móviles.
En Express, el precio sube. Una microSD Express de 256 GB ronda los 60 dólares. A igualdad de capacidad, hablamos de cerca del triple de precio respecto a UHS‑I. Y si comparamos con el mundo SSD, por esa cantidad encuentras internos de 1 TB de marcas reconocidas, con cuatro veces más espacio.
Los precios deberían bajar con el tiempo. El tirón de Switch 2 empujará la producción, y con ella llegará más competencia y mejor equilibrio de oferta. Pero en el lanzamiento la percepción de sobrecoste es inevitable, y se suma a otros incrementos: la consola cuesta entre 100 y 150 dólares más que la anterior, los mandos suben unos 10 dólares y una base de carga de repuesto puede estar en 50 dólares, por no hablar de juegos de primera mano 10‑20 dólares más caros.
Comparativa rápida entre una UHS-I popular y una microSD Express
Para aterrizar números, nada como una tabla con parámetros clave de dos tarjetas de 256 GB, una UHS‑I conocida y una Express. Las diferencias en lectura, latencia, interfaz y precio permiten ver de un vistazo por qué Express cambia las reglas del juego en consolas y cámaras exigentes.
| Característica | UHS‑I 256 GB tipo SanDisk Extreme | microSD Express 256 GB |
|---|---|---|
| Velocidad de lectura | Hasta 190 MB/s | Hasta 985 MB/s |
| Interfaz | UHS‑I | PCIe + NVMe en modo SD Express |
| Latencia | Media | Muy baja |
| Compatibilidad | Prácticamente universal | Solo en hosts con soporte SD Express |
| Precio medio | 25‑30 euros | Alrededor de 60 euros |
Incluso con esa contundencia, hay matices. La escritura sostenida manda en uso real, y aquí Express vuelve a ganar: los rangos oficiales de su sello E/EX van de 150 a 600 MB/s como mínimo, frente a los 10‑30 MB/s base de U1/U3, y las cifras de 650 MB/s de escritura publicitadas por algunos modelos de Express refuerzan ese salto.
Cómo afectan estas velocidades a los juegos
Los títulos modernos hacen streaming constante de texturas y datos de mundo, y eso penaliza cualquier cuello de botella en el almacenamiento. Una tarjeta lenta se traduce en popping, tardanzas y tirones cuando el motor no recibe a tiempo lo que necesita. En un extremo, PS5 soluciona esto con un SSD interno rapidísimo y exige 5.500 MB/s para expansiones compatibles.
Switch 2 no sube tanto la vara, pero al integrar UFS interno más rápido y pedir microSD Express para expansión, reduce los tiempos de carga y amortigua la carga del streaming. Si instalas un juego en Express, lo normal es que los menús entren antes, los viajes rápidos sean más ágiles y las escenas transcurran sin toses por falta de ancho de banda.
Consejos de compra y buenas prácticas
Si te toca comprar, prioriza marcas reconocidas como Samsung, SanDisk o Lexar. Desconfía de marcas blancas y chollos imposibles en marketplaces, porque el almacenamiento falsificado abunda y es un quebradero de cabeza. Mejor pagar un poco más por fiabilidad y garantía que arriesgar tus partidas y fotos.
Piensa en tu uso real. Para Switch 2, 256‑512 GB será el punto dulce a corto plazo, con 1 TB como opción premium cuando bajen precios. Revisa que el host soporte SD Express, actualiza firmware si procede y evita llenar la tarjeta al 100 por cien, porque el rendimiento y la vida útil agradecen mantener algo de espacio libre.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.
