- Existen alternativas sólidas y en muchos casos europeas para casi todos los servicios clave de Google, desde el buscador hasta Maps, Drive, Chrome o Gmail.
- La mayoría de sustitutos priorizan la privacidad, el cifrado y el cumplimiento del RGPD frente al modelo de negocio publicitario y de perfilado masivo de Google.
- Desgooglear tu vida no exige hacerlo todo de golpe: empezar por buscador, navegador, correo y mapas ya reduce de forma notable los datos que entregas a Google.

Si te paras un segundo a pensarlo, Google se ha colado en casi cada rincón de tu vida digital: buscas con su motor, miras rutas en Maps, mandas correos con Gmail, ves vídeos en YouTube, guardas archivos en Drive… y la lista sigue. Es cómodo, rápido y casi siempre gratuito, pero a cambio estás entregando una cantidad brutal de datos personales sin apenas darte cuenta.
En los últimos años ha crecido un movimiento entero alrededor de la idea de “desgooglear” el día a día: dejar de depender tanto de los servicios de Google y migrar, poco a poco, a herramientas más privadas, europeas o al menos menos invasivas. No se trata de convertirse en un ermitaño digital, sino de entender las alternativas que existen y elegir conscientemente dónde quieres seguir con Google y dónde prefieres cortar el cordón.
Qué significa realmente “desgooglear” tu vida
Cuando se habla de de-Googling no es solo cambiar el buscador y listo; implica sustituir progresivamente cada servicio clave de Google por opciones equivalentes que respeten más tu privacidad, que estén bajo leyes europeas o que simplemente no se financien exprimiendo tus datos.
La realidad es que el modelo de negocio principal de Google es la publicidad ultra segmentada. Para que funcione, necesita saber quién eres, qué haces, qué te interesa, dónde estás, qué compras, con quién hablas y qué ves. Toda esa información se genera a partir de productos “gratuitos” como Search, Chrome, Android, Gmail, Google Maps o YouTube.
Este modelo encaja de lleno en lo que muchos llaman capitalismo de vigilancia: recibes un servicio pulido y fácil de usar, pero tu contraprestación no es dinero, son tus datos personales y tus hábitos digitales. El problema no es solo la publicidad, sino el nivel de perfilado, la opacidad sobre cómo se usan esos datos y el enorme poder que acumula una sola compañía.
No todo el mundo quiere o puede irse de Google de un día para otro, y es normal. Por eso tiene sentido empezar por los servicios más fáciles de sustituir (buscador, navegador, correo alternativo, mapas, etc.) e ir avanzando cuando te sientas cómodo. Cada pequeño cambio ya reduce el volumen de datos que Google acumula sobre ti.
Un repaso rápido a la historia y el alcance de Google
Para entender por qué cuesta tanto salir del ecosistema de Google, ayuda ver cómo ha crecido. Lo que empezó como un buscador en 1998 se ha convertido en una constelación de productos que cubren casi todo: búsqueda, vídeo, correo, mapas, móvil, publicidad, IA…
A grandes rasgos, esta es la cronología de sus hitos más importantes y de los servicios que hoy intentamos sustituir:
- 1998: se funda Google como motor de búsqueda.
- 2001: llega la búsqueda de imágenes.
- 2004: lanzamiento de Gmail.
- 2005: aparecen Google Maps.
- 2006: nacen Google Docs, Sheets, Calendar y Translate; compran YouTube.
- 2007-2008: lanzamiento de Android, Chrome y el primer móvil Android.
- 2010-2015: salen Google Authenticator, Drive y el gestor de contraseñas.
- 2016-2017: llegan los Pixel y Google Meet.
- 2023-2024: BARD / Gemini y la integración de IA en Google Workspace.
En paralelo, Google ha ido encadenando demandas, multas y polémicas de privacidad: filtraciones de contraseñas de Gmail, el fiasco de Google+, conflictos por Street View, denuncia por recopilar datos de menores en YouTube, pleitos antimonopolio por su dominio en búsqueda y publicidad o el reciente caso del “modo incógnito” de Chrome, que ha terminado con la destrucción de enormes volúmenes de datos obtenidos sin consentimiento claro.
Todo esto deja claro que la prioridad de la compañía no es tu privacidad, sino el negocio. Y al mismo tiempo explica por qué tanta gente está buscando alternativas más alineadas con el RGPD, con modelos de pago transparente o con organizaciones sin ánimo de lucro detrás.
Por qué deberías plantearte vivir con menos Google
Más allá de las modas, hay varios motivos de peso para dar el paso y empezar a reducir tu dependencia de Google, incluso aunque no quieras romper por completo con él.
Para empezar, Google se ha convertido en una máquina de vigilancia potentísima. Sabe dónde estás (historial de ubicaciones de Maps), qué correos mandas, qué citas tienes en Calendar, qué vídeos ves, qué webs visitas con Chrome, qué instalas desde Play Store… Y todo eso se almacena, se cruza y se perfila.
Al estar radicada en Estados Unidos, Google está sujeta a leyes como la FISA §702, que permite a agencias de inteligencia exigir datos de usuarios sin una orden judicial tradicional. En la práctica, esto significa que tus datos pueden terminar en manos de terceros sin que seas consciente y sin tener apenas margen de maniobra.
A esto se suma algo más sutil: el poder de influencia que ejercen sus algoritmos. Tanto en Search como en YouTube, los contenidos que ves no son neutrales. Se ajustan a tu perfil y tienden a reforzar tus sesgos, construyendo cámaras de eco donde cuesta ver opiniones distintas. Esto tiene consecuencias políticas, sociales y personales.
Por último, tus datos ya se están utilizando para entrenar modelos de IA como Gemini. Aunque Google habla de “datos públicos”, ya hay pruebas de que información sacada de cuentas de Gmail ha acabado en respuestas del chatbot. Si ese uso te incomoda, puedes aprender a eliminar los resúmenes con IA de tus búsquedas o, como alternativa más radical, dejar de centralizar tu vida digital en Google.
No todo el mundo quiere o puede irse de Google de un día para otro, y es normal. Por eso tiene sentido empezar por los servicios más fáciles de sustituir (buscador, navegador, correo alternativo, mapas, etc.) e ir avanzando cuando te sientas cómodo. Cada pequeño cambio ya reduce el volumen de datos que Google acumula sobre ti.
Alternativas al buscador de Google
Cambiar el buscador es probablemente el primer paso más sencillo para empezar a desgooglearte. No requiere crear cuentas nuevas ni mover datos, solo modificar una opción en tu navegador y acostumbrarte a una interfaz distinta.
Hoy tienes un buen abanico de motores de búsqueda centrados en la privacidad, muchos de ellos europeos, que ya ofrecen resultados más que decentes:
- DuckDuckGo: rastrea la web usando en buena parte el índice de Bing y algunas fuentes propias, pero no construye perfiles individuales. Los anuncios (si los activas) se basan en lo que buscas, no en quién eres.
- Startpage (Países Bajos): se define como “Google, pero sin rastreo”. Paga a Google por acceder a sus resultados, pero limpia la consulta de datos personales antes de enviarla y no guarda tu IP ni tu historial.
- Qwant (Francia): mezcla índice propio con Bing, no usa cookies de seguimiento y ofrece incluso una versión para niños. Todo bajo la legislación de la UE.
- Ecosia (Alemania): combina resultados de Google o Bing y destina gran parte de sus beneficios a plantar árboles. Mantiene un nivel razonable de privacidad y añade ese plus ecológico.
- MetaGer (Alemania): proyecto sin ánimo de lucro y código abierto que actúa como metabuscador y permite realizar consultas de forma anónima a través de un proxy propio.
- Mojeek (Reino Unido): uno de los pocos que mantiene un índice 100 % propio, sin basarse en Google ni Bing. Muy interesante si quieres diversificar completamente tus fuentes.
- Brave Search: ligado al navegador Brave, combina índice propio con otras fuentes y presume de no rastrear tus búsquedas. Orientado también a integrar resultados con IA.
En el extremo opuesto, si lo que buscas es potencia bruta de IA, Perplexity.ai se ha posicionado como una alternativa a la búsqueda tradicional, generando respuestas sintéticas con referencias, aunque aquí ya entras en otro tipo de modelo (y de problemas de privacidad) que conviene revisar con calma.
Correo y calendario: sustitutos de Gmail y Google Calendar
Abandonar Gmail impresiona al principio porque suele ser la puerta de entrada al resto del ecosistema de Google, sobre todo si usas Android. Pero es uno de los movimientos con mayor impacto positivo en tu privacidad.
Hoy en Europa hay varios proveedores que ofrecen correo cifrado, sin publicidad y bajo leyes estrictas como el RGPD. Además, muchos integran también calendario y contactos, lo que hace más fácil reemplazar también Google Calendar.
Entre las opciones más sólidas destacan:
- Proton Mail / Proton Calendar (Suiza): cifrado de extremo a extremo, código cliente abierto, servidores en Suiza y plan gratuito funcional. Su calendario también cifra títulos, descripciones y participantes.
- Tuta Mail y Tuta Calendar (Alemania): antes Tutanota, cifra correos, asuntos, contactos y eventos de calendario. No muestra anuncios ni analiza tus mensajes, y funciona alimentado con energías renovables.
- Mailbox.org (Alemania): orientado a usuarios avanzados y empresas pequeñas. Por apenas un euro al mes tienes correo, calendario, contactos y herramientas ofimáticas online, todo bajo estándares de privacidad europeos.
- Posteo (Alemania): servicio de pago muy barato, sin publicidad y con opción de pago anónimo. Integra correo, contactos y calendario cifrados, y opera al 100 % con energías renovables.
- Runbox (Noruega): otro proveedor muy centrado en privacidad y sostenibilidad, dentro del Espacio Económico Europeo, con planes para usuarios avanzados que quieren usar su propio dominio.
Fuera del eje central Europa-Suiza, también vale la pena mencionar Mailfence (Bélgica), muy orientado a la privacidad con soporte de OpenPGP, y las suites de iCloud Mail / Calendar o Outlook.com + Outlook Calendar, que sin ser perfectas en privacidad, son menos intrusivas que Gmail y encajan bien en ecosistemas Apple o Microsoft.
Alternativas a Google Chrome: navegadores más privados
Una primera familia son los navegadores basados en Chromium (el proyecto abierto sobre el que se construye Chrome), pero con capas extra de privacidad:
- Brave: bloquea de serie rastreadores y anuncios invasivos, incorpora funciones como navegación privada con Tor y tiene su propio motor de búsqueda. Ideal si no quieres renunciar a compatibilidad con las webs modernas, y puedes complementarlo con extensiones como Ghostery Dawn.
- Vivaldi (Noruega): muy potente para usuarios avanzados, con personalización casi total, pestañas apiladas y vistas divididas. No vende tus datos y ofrece sincronización cifrada entre dispositivos.
- Microsoft Edge: pese a venir de otro gigante, suele ser más contenido en rastreo que Chrome si se configura bien, y rinde muy rápido. Aun así, no es la mejor opción si tu prioridad absoluta es la privacidad.
Y luego están los navegadores que no dependen de Chromium:
- Mozilla Firefox: junto con su ecosistema (Thunderbird, Lightning Calendar, etc.), sigue siendo la gran alternativa libre y multiplaforma. Configurado con bloqueadores como uBlock Origin y algunas opciones de endurecimiento, ofrece un nivel de privacidad muy alto.
- Mullvad Browser (Suecia): desarrollado con el equipo de Tor, pero sin usar la red Tor por defecto. Minimiza la huella digital del navegador para que sea muy difícil identificarte solo por tu configuración.
- Tor Browser: si necesitas anonimato serio, es la referencia. Todo tu tráfico se enruta por la red Tor y el navegador viene endurecido, a costa de sacrificar bastante velocidad.
- Safari: en el ecosistema Apple, no depende de Chromium y está muy optimizado en batería y rendimiento. Con las protecciones de rastreo activadas, es una opción razonable.
En Android, si quieres alejarte tanto de Chrome como de la propia Google, merece la pena mirar Fennec (derivado de Firefox), Privacy Browser o el propio Brave, disponibles a través de F-Droid o tiendas alternativas.
Alternativas a Google Maps y Waze
Google Maps, combinado con el historial de ubicaciones, es una mina de oro de datos. Registra dónde vives, dónde trabajas, a qué hora te mueves, qué tiendas frecuentas y hasta tus viajes de hace años. Por eso, sustituirlo por algo menos intrusivo tiene mucho sentido.
La piedra angular aquí es OpenStreetMap, un enorme mapa colaborativo mundial, de código abierto, que muchas aplicaciones utilizan como base, y si necesitas organizar viajes también existen alternativas a Google Trips para viajes. Sobre él se construyen varias opciones muy dignas:
- OsmAnd: app para Android e iOS que te permite descargar mapas y usarlos totalmente offline. Ideal para senderismo, ciclismo o para ahorrar datos y no depender de la conexión.
- Organic Maps: similar a OsmAnd pero más ligera y centrada en rutas a pie y al aire libre. No rastrea y se financia mediante donaciones.
- Magic Earth (Países Bajos): aprovecha OSM y ofrece navegación giro a giro, vista 3D y tráfico en muchas zonas, cuidando bastante tu privacidad.
- Here WeGo: heredero de los mapas de Nokia. Muy maduro en ciudades europeas, con rutas en coche, transporte público y mapas offline. No es perfecto a nivel de privacidad, pero no llega al nivel intrusivo de Google.
Si estás en el ecosistema Apple, Apple Maps ha mejorado muchísimo y ya puede reemplazar a Google Maps en el día a día, aunque aún arrastra errores puntuales y algo menos de información sobre negocios en algunas zonas.
Almacenamiento en la nube: alternativas a Google Drive y Google Fotos
Drive y Google Fotos son comodísimos, pero no olvides que Google tiene la llave de todo lo que subes. Puede analizarlo, extraer metadatos, hacer reconocimiento de imágenes y usarlo para mejorar sus algoritmos.
Si quieres mantener la comodidad de la nube pero ganar privacidad, hay soluciones europeas muy interesantes: por ejemplo, si dependes de Drive para pequeñas tareas, también puedes consultar cómo rotar PDFs en Google Drive antes de migrar tus documentos a otra plataforma.
- Internxt (España): almacenamiento cifrado, de código abierto, con servidores en la UE y planes de pago únicos vitalicios. Muy centrado en que solo tú tengas acceso real a tus archivos.
- pCloud (Suiza / UE): ofrece cifrado del lado del cliente (en su opción Crypto), planes de pago mensual o de por vida y aplicaciones para todas las plataformas. Muy popular entre usuarios que quieren dejar Dropbox y Drive.
- Filen (Alemania): 10 GB gratis de inicio, cifrado de extremo a extremo y apps muy pulidas para escritorio y móvil. Una de las alternativas jóvenes con más tracción.
- Koofr (Eslovenia) y Jottacloud (Noruega): ambas con servidores en Europa, buen equilibrio entre precio y prestaciones y orientadas tanto a copias de seguridad personales como a pequeños negocios.
- Tresorit (origen suizo): muy orientado a empresa, con cifrado de extremo a extremo y un historial impecable de seguridad. Perfecto si necesitas cumplir requisitos legales estrictos.
Para fotos en concreto, además de las opciones de almacenamiento general, puedes mirar Piwigo (autohospedado o en la nube), Flickr o incluso Amazon Fotos si ya pagas Prime y tu prioridad no es tanto la privacidad absoluta como dejar de depender de Google.
Herramientas de productividad: alternativas a Google Docs, Sheets, Slides y Meet
Google Workspace (antes G Suite) ha cambiado la forma en que trabajamos colaborativamente, pero a cambio Google tiene acceso técnico a todos esos documentos, incluso si luego promete no mirarlos “a mano”. Para muchos profesionales y empresas, esto ya chirría.
En la parte ofimática y de colaboración online, tienes varias vías, y si necesitas entender mejor el control de versiones en Google Docs antes de migrar, hay guías prácticas al respecto:
- OnlyOffice (Letonia): suite de documentos, hojas y presentaciones compatible con formatos de Microsoft, que puedes usar en la nube o instalar en tu propio servidor, sola o integrada en plataformas como Nextcloud.
- CryptPad (Francia): documentos, hojas, formularios, pizarras y más con cifrado de extremo a extremo y política de “conocimiento cero”. El servicio no puede ver el contenido de lo que creas. Tiene plan gratuito limitado.
- LibreOffice: alternativa de escritorio clásica a Office y Docs. No es colaborativa en tiempo real por sí sola, pero hay proyectos para integrarla en entornos web como Collabora Online.
- Zoho Docs o Microsoft Office Online: no son europeos y no son perfectos en privacidad, pero permiten salir de Google sin perder colaboración en tiempo real, algo que algunas empresas valoran como paso intermedio.
Para videollamadas, en lugar de Google Meet puedes optar por:
- Jitsi Meet: plataforma de videoconferencia de código abierto que puedes usar en servidores públicos o instalar en tu propia infraestructura. Muy flexible si tienes un mínimo de conocimientos técnicos.
- Wire: mensajería y videollamadas con cifrado de extremo a extremo y enfoque empresarial. Ideal para reuniones de trabajo con requisitos de confidencialidad.
- Signal: aunque es más conocido como mensajero privado, también soporta videollamadas individuales y grupales cifradas.
- Whereby (Noruega) y Digital Samba (España): soluciones comerciales europeas para videollamadas y webinars, muy usadas en educación y empresas que quieren evitar Zoom y Google.
Gestores de contraseñas y autenticación: más allá de Google Password Manager y Authenticator
Guardar tus claves en el gestor de contraseñas de Google o usar Google Authenticator significa que el núcleo de tu seguridad online depende de una misma empresa. Mejor diversificar.
En gestores de contraseñas, alternativas muy recomendables son:
- Bitwarden: código abierto, cifrado de extremo a extremo, con planes gratuitos muy completos y opción de montar tu propio servidor.
- KeePassXC: almacena tus contraseñas en un archivo cifrado local, sin sincronización automática. Perfecto si prefieres un enfoque 100 % offline.
- 1Password: no es europeo, pero su enfoque en familias y equipos y su trayectoria de seguridad lo convierten en una alternativa sólida si estás dispuesto a pagar.
En autenticación de dos factores (2FA) tipo TOTP, para reemplazar Google Authenticator, puedes usar:
- FreeOTP: app ligera, de código abierto y sin rastreo, disponible en Android e iOS.
- Aegis Authenticator: solo Android, de código abierto y con opción de cifrar y exportar tus tokens, lo que facilita las copias de seguridad.
- Muchos gestores de contraseñas (Bitwarden, 1Password, KeePass con plugins) también integran soporte para códigos 2FA, simplificando bastante el flujo.
Traducción, vídeo y otros servicios donde Google domina
Más allá de los grandes bloques, hay otros productos de Google que usamos constantemente y para los que también existen sustitutos bastante convincentes.
En traducción, por ejemplo, el reinado de Google Translate se ve seriamente amenazado por varias alternativas europeas:
- DeepL (Alemania): probablemente el traductor automático con mejor calidad para muchos idiomas europeos. Ofrece versión gratuita en web y apps de escritorio y móvil, con planes de pago para uso profesional.
- Reverso (Francia): combina traducción con diccionario contextual, sinónimos y revisión gramatical, muy útil para escribir correctamente en otros idiomas.
- LibreTranslate: motor de traducción de código abierto que puedes instalar en tu propio servidor si quieres máximo control.
- eTranslation (Comisión Europea): servicio gratuito pensado para administraciones, ciudadanos y pymes de la UE, con soporte fuerte en idiomas oficiales europeos.
En vídeo, sustituir completamente YouTube es, hoy por hoy, casi imposible porque no hay otra plataforma con tanto contenido. Pero sí puedes minimizar el rastreo:
- Usa frontends como Invidious, NewPipe o Grayjay para ver vídeos de YouTube sin anuncios, sin cookies y con menos telemetría. NewPipe, por ejemplo, guarda tu historial solo en local.
- Da una oportunidad a plataformas alternativas como Vimeo, Dailymotion o el ecosistema descentralizado de PeerTube cuando puedas elegir dónde ver o subir contenidos.
- Para directos, existen proyectos como OwnCast, que te permiten montar tu propio “mini Twitch” en tu servidor.
En mensajería, en vez de depender tanto de servicios ligados al número de teléfono en manos de grandes tecnológicas, puedes probar:
- Threema (Suiza): no necesita número de móvil, casi no guarda metadatos y se financia con un pago único por licencia.
- Olvid y Skred (Francia): mensajeros centrados en anonimato y mínima recopilación de datos, con cifrado de extremo a extremo y sin vinculación obligatoria a tu identidad real.
Incluso en campos como las VPN o el análisis web hay alternativas europeas a los gigantes clásicos: Mullvad VPN, Proton VPN, OVPN, SEAL Metrics, Plausible, Simple Analytics o Matomo demuestran que es posible ofrecer servicios de red y métricas sin convertir a tus usuarios en un producto.
Teniendo todo este panorama sobre la mesa, se ve claro que no faltan sustitutos para prácticamente ningún producto de Google, lo que falta suele ser tiempo, ganas y una estrategia gradual. Empezar por cambiar buscador y navegador, probar un correo privado en paralelo a Gmail, instalar un par de apps de mapas basadas en OpenStreetMap y mover tus contraseñas a un gestor independiente ya reduce notablemente tu exposición sin volverte loco. A partir de ahí, puedes decidir hasta qué punto quieres seguir desenganchándote, pero al menos lo harás conociendo tus opciones y sin dar por hecho que “no hay alternativa”.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.