Cómo interpretar las edades recomendadas de los videojuegos

Última actualización: 09/09/2025
Autor: Isaac
  • Las etiquetas PEGI (3, 7, 12, 16 y 18) indican idoneidad del contenido, no dificultad.
  • Los descriptores (violencia, sexo, drogas, miedo, azar, online, compras) explican el porqué.
  • Decide combinando PEGI y madurez del menor; revisa discrepancias entre tiendas.
  • Existe respaldo legal y verificación independiente; usa recursos como IS4K y Common Sense.

Guía de edades recomendadas de videojuegos

Elegir el juego adecuado para menores puede parecer sencillo hasta que aparecen dudas: ¿es solo una recomendación, qué hay del chat online o de las compras dentro del juego? Comprender bien las edades PEGI y sus avisos es clave para acertar y evitar sorpresas desagradables en casa.

Aunque hay títulos con estética infantil, su contenido puede no serlo en absoluto. La clasificación por edades no mide la dificultad, sino la idoneidad del contenido, y se apoya en descriptores que explican por qué un juego encaja en una franja u otra. En las siguientes líneas te contamos, con todo detalle, cómo interpretar esas etiquetas y tomar decisiones informadas.

Edades PEGI: qué significa cada etiqueta

En Europa, el sistema PEGI orienta a familias y tutores desde 2003. Sus rangos de edad (3, 7, 12, 16 y 18) indican a partir de qué momento el contenido se considera adecuado, con independencia de que el juego sea más o menos complejo de manejar.

Edades PEGI y significados

PEGI 3

Esta etiqueta señala que el contenido es apto para todos los públicos. No deben aparecer imágenes ni sonidos que asusten a los más pequeños, y si hay violencia será mínima, en tono cómico y claramente irreal. Tampoco se permite el lenguaje malsonante.

PEGI 7

Incluye juegos que podrían ser PEGI 3, pero con escenas o sonidos que pueden inquietar a niños pequeños. La violencia permitida es muy suave, implícita o sin detalles realistas, y nunca pretende ser verosímil.

PEGI 12

En esta franja ya puede aparecer violencia un poco más explícita contra personajes fantásticos, o violencia no realista contra figuras humanas. Se toleran insinuaciones o posturas de carácter sexual y un lenguaje soez de baja intensidad, además de referencias a juegos de azar simulados.

PEGI 16

Cuando la violencia o la actividad sexual alcanzan un nivel similar al del mundo real, el juego salta a esta categoría. El lenguaje puede ser más duro y se permiten referencias al consumo de tabaco, alcohol o drogas ilegales, así como la representación de conductas delictivas con mayor crudeza.

PEGI 18

Reservado a adultos. Aquí se contemplan escenas de violencia brutal o injustificada, ataques a personajes indefensos y sexualidad explícita. Pueden aparecer además representaciones glamurizadas del uso de drogas u otros contenidos severamente inapropiados para menores.

PEGI con recomendación de guía parental

Más allá de los números, existe un aviso de guía parental introducido por PEGI para tiendas que usan IARC. Se utiliza en aplicaciones que no son videojuegos (como redes sociales) con contenidos muy variados o generados por usuarios, por ejemplo, servicios como Facebook, X o YouTube.

Descriptores de contenido: cómo leer los iconos

Junto al número de edad verás pictogramas que detallan por qué se ha otorgado esa clasificación. Estos descriptores ayudan a entender el tipo de contenido sensible del juego, y pueden aparecer en combinación.

Descriptores de contenido PEGI

  • Violencia: indica que hay actos violentos. En PEGI 7 se limita a formas no realistas o poco detalladas; en PEGI 12 puede darse en contextos de fantasía o contra humanos de manera irreal; a partir de PEGI 16 y 18 la representación es cada vez más realista.
  • Lenguaje soez: señala la presencia de lenguaje ofensivo. En PEGI 12 es leve; en PEGI 16 y 18 puede incluir insultos de carácter sexual o blasfemias más fuertes.
  • Miedo o terror: en PEGI 7 aparece como miedo cuando incluye sonidos o imágenes que pueden asustar; en franjas superiores puede adoptar la forma de terror moderado (PEGI 12) o escenas intensas y continuas (PEGI 16), incluso imágenes perturbadoras sin violencia.
  • Juegos de azar: alude a simulaciones de apuestas propias de casinos o salas de juego. Estos contenidos no figuran en PEGI 3 ni 7; solo aparecen en 12, 16 o 18.
  • Sexo: si aparece con PEGI 12, puede referirse a insinuaciones o posturas; con PEGI 16 hablamos de desnudos eróticos o relaciones no explícitas; con PEGI 18 implica actividad sexual explícita. La simple desnudez no sexual no exige, por sí sola, una edad concreta.
  • Drogas: menciona referencias a drogas ilegales, alcohol o tabaco. Siempre va asociado a PEGI 16 o PEGI 18 por la sensibilidad del tema.
  • Discriminación: solo en juegos PEGI 18. Indica representaciones que podrían incitar al odio por motivos étnicos, religiosos, nacionalistas u otros, y pueden contravenir leyes penales.
  • Compras en el juego: el título ofrece adquisición de bienes o servicios digitales por dinero real (por ejemplo, niveles extra, cosméticos, monedas virtuales o suscripciones). A veces se añade un aviso extra si incluye artículos pagados al azar (cajas de botín o sobres), donde no conoces exactamente el contenido antes de pagar. Este aviso se muestra debajo o junto a la edad y los descriptores.
  • Conexión online: alerta de que el juego permite conectarse a internet, por ejemplo para chatear o jugar con desconocidos. Conviene activar controles parentales cuando se usa juego online con menores.
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Cómo elegir videojuegos para niños: criterios prácticos

Las etiquetas por edad son un punto de partida, pero no la única variable. Conviene revisar no solo la cifra PEGI, sino también los descriptores y la madurez del menor para valorar si está preparado.

Consejos para elegir videojuegos según la edad

  • Revisa la clasificación de edad del juego en su carátula o ficha digital.
  • Lee por qué tiene esa edad consultando los descriptores de contenido.
  • Ten en cuenta la madurez y el desarrollo emocional del menor.

Puede haber discrepancias entre plataformas y editoras. Por ejemplo, un mismo título puede figurar como 10+ en una tienda móvil, 7 según PEGI y 13+ según su desarrolladora. Ante diferencias, prima analizar los motivos y el tipo de contenido frente a quedarte solo con un número.

Recuerda que PEGI no habla de dificultad. Un juego PEGI 3 puede ser complicado de dominar a esa edad, pero su contenido es apto a nivel temático. La etiqueta sirve para valorar sensibilidad, no habilidad.

Este sistema está respaldado por instituciones europeas y usado de forma mayoritaria por la industria. La etiqueta PEGI se ve en la parte delantera y trasera de las cajas y en las fichas digitales, y conviene consultarla siempre antes de comprar o descargar.

Información adicional: pictogramas, PEGI Online y cambios de diseño

Además de las edades, PEGI incorpora pictogramas que explican el motivo del rango. Entre ellos están violencia, lenguaje soez, discriminación, drogas, miedo, juegos de azar, juego en línea con otras personas y sexo; también el de compras en el juego cuando aplique. Saber qué significa cada icono simplifica mucho la elección de títulos para peques.

PEGI Online y pictogramas

Con el auge del juego conectado llegó PEGI Online, que establece obligaciones para servicios en línea: mantener sitios web sin contenido ilegal u ofensivo, eliminar enlaces indeseables y proteger a los menores y su privacidad. Además, en algunos países se añadió un breve aviso al consumidor junto a los pictogramas para hacerlos más claros.

En 2009 se renovó la imagen pública de PEGI inspirándose en los colores del semáforo (verde, naranja y rojo) para agrupar las edades 3, 7, 12, 16 y 18. Se eliminó el signo + junto a los números y se añadió la descripción bajo cada pictograma para facilitar su comprensión. Aquel mismo impulso reforzó el control de los juegos para las franjas 3 y 7.

Otra novedad de aquel periodo fue PEGI OK para el llamado casual gaming, pensado para juegos de bajo coste descargables si la plataforma que los distribuye cumple con garantías de seguridad. Paralelamente, se constituyó un comité técnico para asesorar en criterios, consumo y protección de la infancia.

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Los datos de ventas en España de 2008 muestran que más del 70% del top 50 estaba en el tramo verde (3 y 7), mientras que el 16% cayó en la franja roja (18). Estos porcentajes evidencian que la mayoría de superventas eran aptos para menores, al menos por contenido.

En esa actualización se comunicó también que los sellos de edad van acompañados de términos pictográficos y que existe la posibilidad de ampliar la información con descripciones para tutores, adoptadas ya en el Reino Unido como aviso al consumidor.

Como nota institucional, Nintendo of Europe SE es miembro de ISFE (la Federación Europea de Software Interactivo), lo que refleja la adopción amplia del sistema. El ecosistema PEGI cuenta con el apoyo de los grandes fabricantes y editores de Europa.

En la documentación de aquella época se ofrecieron contactos del gabinete de prensa de aDeSe, enlaces a su web y teléfono corporativo para ampliar información. Se difundió incluso una nota de prensa descargable que detallaba todos estos cambios visuales y operativos.

Otros sistemas de clasificación fuera de Europa

Fuera de la UE, cada región usa su propio método. Un repaso a PEGI y ESRB muestra que en América el estándar es ESRB, surgido en 1994 tras la polémica de Mortal Kombat. ESRB etiqueta por edades (Everyone, 10+, Teen 13+, Mature 17+ y Adults Only), y dispone de descriptores muy específicos como sangre, mutilaciones, alcohol, humor escatológico o desnudez sexual.

Aspectos legales y cómo se asigna la edad

El videojuego combina software y obra audiovisual, y eso tiene implicaciones legales. Sus elementos están protegidos por derechos de autor, y como producto de consumo debe cumplir con la normativa de información al cliente.

En Europa, la protección de menores en contenidos audiovisuales se aborda en textos como la Recomendación 2006/952/CE y la Directiva 2010/13/UE, además de una resolución del Consejo de 2002 que promovió la autorregulación. De este marco nace PEGI como vía armonizada para informar en el etiquetado en países adheridos.

En España, la Ley General de Comunicación Audiovisual obliga a avisar de contenidos potencialmente perjudiciales para menores, y el Real Decreto 410/2002 establece criterios de señalización televisiva. Aunque no hay una ley única sobre videojuegos, la práctica y la normativa de consumo exigen etiquetado claro, y PEGI es el instrumento idóneo para ello. Además, la Resolución del ICAA de 2010 fija criterios para clasificar obras audiovisuales, con paralelismos útiles para el sector.

En la práctica, aunque PEGI sea un sistema de autorregulación, su adopción es prácticamente obligada: grandes plataformas como Sony, Microsoft o Nintendo requieren la clasificación para publicar. Así se garantiza un estándar común en Europa.

El proceso funciona así: el editor completa un cuestionario detallando el contenido; con esas respuestas se propone una edad provisional; luego, un organismo que aplica PEGI (como NICAM) revisa el juego de forma independiente y valida o ajusta la calificación; finalmente, se emite la licencia para usar iconos y etiquetas en la carátula y ficha digital.

Para productos digitales en tiendas y móviles se usa IARC, la coalición internacional de clasificación de edades a la que pertenece PEGI. El mecanismo es equivalente y automatiza la publicación multi-región manteniendo coherencia entre mercados.

Las etiquetas numéricas se asignan teniendo en cuenta violencia, lenguaje, drogas, sexo y otras variables, y se muestran con códigos de color. Los descriptores de contenido no implican por sí mismos una edad concreta: por ejemplo, el icono de sexo puede acompañar a PEGI 12 si son solo insinuaciones, y solo llevar a PEGI 18 cuando hay actividad explícita.

En 2007 se lanzó PEGI Online, en 2015 se extendió a móviles y tabletas, y en 2018 se incorporaron obligaciones de información sobre compras internas. Algunas controversias han surgido con las cajas de botín, presentes incluso en títulos PEGI 3, lo que refuerza la importancia de leer siempre los avisos de compras aleatorias.

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Videojuegos y menores: datos y recursos útiles

El videojuego es la primera opción de ocio audiovisual y cultural en España y mueve cifras millonarias. Según datos del sector, la facturación en 2019 superó los 1.400 millones de euros, con una base de jugadores amplia y diversa.

Casi una quinta parte de quienes juegan son niños de entre 5 y 14 años. Muchos títulos mezclan fantasía y humor con acciones que pueden ser delicadas para estas edades. No todo lo que parece infantil lo es por contenido, y conviene no bajar la guardia.

Un análisis de uso realizado en España señala que el 80% de los juegos más populares entre menores contiene alguna forma de violencia. Esto no implica que sean inadecuados per se, pero sí exige una supervisión informada por parte de las familias.

Para orientarte, tienes recursos como IS4K (Internet Segura for Kids), del INCIBE, con guías, buenas prácticas y una línea de ayuda en el 017. Recomiendan fomentar el pensamiento crítico, entrenar habilidades sociales y ofrecer juegos de calidad adecuados a la edad, además de usar controles parentales.

Common Sense Media es otra referencia: una entidad independiente sin ánimo de lucro que analiza películas, apps, webs y videojuegos con filtros por edad y temática, publica guías extensas de fenómenos como Roblox y Fortnite, y ofrece foros para familias.

El papel de las familias: más allá de la etiqueta

La teoría se conoce, pero en la práctica muchas veces no se revisa la clasificación. Un estudio con adolescentes reveló que la gran mayoría decía que sus padres no miraban las etiquetas, y aún hoy vemos casos como el de Fortnite, ampliamente jugado por menores de 12 pese a su PEGI 12.

Además, cada menor madura a su ritmo. Un PEGI 12 puede incluir insinuaciones sexuales que no todos están listos para procesar. Es responsabilidad de los adultos valorar si su hijo está preparado para ciertos contenidos, conociendo de antemano qué ofrece ese juego.

Lo más eficaz es interesarse de verdad por lo que juegan: sentarse a su lado, probar juntos, comentar lo que ocurre en pantalla. Jugar con ellos fortalece el diálogo familiar y te da contexto real para decidir y aplicar límites cuando sea necesario.

La propia industria respalda estas herramientas: Nintendo of Europe SE es parte de la ISFE, y la calificación la gestiona PEGI S.A., una entidad sin ánimo de lucro que aplica un código de conducta común y verificaciones independientes para proteger a los menores y dar información clara al consumidor.

En España, la comunicación institucional y sectorial ha sido constante. Hubo, por ejemplo, una comunicación destacada en 2009 en la que la patronal del sector difundió cambios de diseño, obligaciones online y estadísticas por franjas. A efectos prácticos, hoy puedes reconocer en segundos la edad y el porqué del aviso en cualquier carátula.

Recuerda tres ideas simples: mira la edad, entiende los descriptores y piensa en la madurez concreta del menor. Con esa combinación, y apoyándote en recursos como IS4K y Common Sense Media, acertar es mucho más fácil y los peques pueden disfrutar del juego de forma segura.

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