- Fast Boot acelera el arranque pero puede impedir acceder a la BIOS y causar problemas con actualizaciones o hardware.
- Se puede desactivar sin la BIOS usando SHIFT al apagar o comandos como shutdown /r /fw /t 0 en Windows.
- Deshabilitar Fast Boot es recomendable en sistemas con cifrado, multi-boot o para solucionar errores persistentes.
¿Tu ordenador no te permite entrar en la BIOS para desactivar el Fast Boot y necesitas una solución sencilla? Es una situación más común de lo que parece, especialmente en equipos modernos que priorizan el arranque ultrarrápido por encima de todo. Si alguna vez has querido modificar el arranque rápido pero no puedes acceder a la BIOS o UEFI, aquí encontrarás toda la información y alternativas recopiladas de las mejores fuentes, explicadas paso a paso y con trucos adicionales para usuarios de cualquier nivel.
En esta guía te vamos a contar en detalle qué es exactamente Fast Boot, sus ventajas e inconvenientes, cuándo puede ser recomendable desactivarlo y, sobre todo, cómo puedes hacerlo incluso si no puedes entrar a la BIOS. Además, te enseñaremos qué implicaciones tiene en diferentes escenarios y placas, y cómo se relaciona con otros sistemas de arranque de Windows.
¿Qué es Fast Boot y cómo afecta al arranque de tu PC?
Fast Boot, o arranque rápido, es una función que viene integrada en Windows (desde la versión 8) y que también se encuentra gestionada desde la BIOS/UEFI de la mayoría de los ordenadores modernos. Su objetivo principal es reducir el tiempo que tarda el sistema operativo en arrancar, fusionando características del arranque en frío y de la hibernación.
Este método de arranque funciona guardando una imagen del estado actual del sistema operativo (kernel y drivers) en un archivo especial antes de apagar el equipo. Cuando lo vuelves a encender, en lugar de cargarlo todo desde cero, simplemente restaura ese archivo, acelerando todo el proceso.
Sin embargo, este proceso no apaga completamente la RAM ni todos los dispositivos. Algunas aplicaciones pueden quedar en un estado no completamente reiniciado, lo que puede provocar ciertos problemas de compatibilidad o incluso de seguridad en situaciones muy concretas.
Ventajas y desventajas de Fast Boot
Fast Boot ofrece ventajas claras en términos de rapidez y eficiencia energética. Idealmente, si sueles encender y apagar el ordenador varias veces al día, notarás que el equipo está preparado para trabajar en cuestión de segundos.
Por otro lado, la principal desventaja es que impide un apagado completo del sistema. Esto puede afectar a actualizaciones críticas, cambios de hardware, instalaciones de firmware, e incluso puede causar problemas en equipos con cifrado de disco como Bitlocker y otros sistemas de protección.
Algunas situaciones en las que te puede interesar desactivar Fast Boot:
- Actualización de la BIOS o UEFI.
- Cambios importantes en el hardware instalado.
- Problemas para acceder al menú de la BIOS/UEFI.
- Errores persistentes que solo desaparecen con un apagado real.
- Uso de discos cifrados o doble sistema operativo.
Mitos y realidades sobre la velocidad de Fast Boot
¿De verdad merece la pena tener el arranque rápido en 2024? Muchos creen que con la llegada de los discos SSD, que ya ofrecen tiempos de arranque bajísimos (menos de 10 segundos en muchos casos), Fast Boot apenas aporta diferencia real.
En equipos con discos mecánicos (HDD), el impacto de Fast Boot sí puede ser notable. Pero si tienes un SSD, la ventaja puede ser de apenas un par de segundos y, según expertos en hardware y seguridad, incluso puede ser contraproducente en ciertos casos.
La función Fast Boot mantiene el kernel de Windows y algunos controladores en un estado intermedio, por lo que no libera completamente la memoria RAM al apagar el PC. Esto significa que, si has tenido problemas de rendimiento, errores inesperados o necesitas un entorno limpio tras el reinicio, Fast Boot puede dificultar el diagnóstico y la solución de errores.
¿Es peligroso o recomendable el Fast Boot en portátiles y sobremesas?
El arranque rápido no es peligroso en sí, pero tiene efectos secundarios según el uso. Si tu portátil o sobremesa está cifrado, o si dependes de un antivirus o software que requiere reinicios completos, puedes verte con problemas.
Algunos sistemas de cifrado necesitan apagar y limpiar completamente la sesión anterior, algo que Fast Boot impide al conservar información en el archivo de hibernación. Además, para actualizar correctamente drivers críticos, BIOS, o instalar firmwares, a menudo es necesario deshabilitar Fast Boot.
Para usuarios que usan principalmente el equipo para tareas cotidianas (navegar, ofimática, multimedia), no suele haber problema en dejar Fast Boot activado. Pero si eres técnico, utilizas sistemas de seguridad avanzados o necesitas hacer mantenimiento frecuente, conviene saber cómo desactivarlo.
¿Por qué a veces Fast Boot impide entrar en la BIOS?
Uno de los mayores dolores de cabeza es cuando el propio Fast Boot acelera tanto el arranque que la ventana para pulsar la tecla de acceso a la BIOS (F2, Supr, Esc… según la placa base) desaparece. En estos casos, no puedes modificar los ajustes ni cambiar el modo de arranque fácilmente, lo que te deja «atrapado» en Windows.
Esto ocurre porque Fast Boot omite partes iniciales del POST (Power-On Self-Test) y reduce a mínimos el chequeo del hardware y la espera para teclas de acceso. En ordenadores portátiles de Asus, Lenovo, Dell o marcas similares, esto es cada vez más frecuente.
Trucos y pasos para desactivar Fast Boot sin entrar en la BIOS
Si no puedes acceder al menú de la BIOS, existen métodos alternativos para forzar un apagado completo desde el propio Windows y así deshabilitar Fast Boot temporalmente. Aquí tienes las opciones más fiables, extraídas de la experiencia de otros usuarios y los propios tutoriales oficiales:
- Apagado completo usando la tecla SHIFT:
Haz clic en el botón de apagado como siempre, pero mantén pulsada la tecla SHIFT mientras seleccionas «Apagar». No sueltes SHIFT hasta que el equipo se apague por completo. Así indicas a Windows que realice un apagado total, no uno rápido. - Comando de apagado avanzado:
Abre el menú de inicio, escribe «cmd» y haz clic derecho para abrir como administrador. Luego ejecuta el comando shutdown /s /f /t 0. Esto forzará un apagado completo. - Reinicio con acceso forzado a la UEFI:
Pulsa Windows + X, selecciona Windows Terminal (Administrador) o PowerShell. Escribe shutdown /r /fw /t 0 y presiona Enter. El equipo se reiniciará y esta vez Windows pedirá acceder a la UEFI antes de arrancar. Así puedes desactivar Fast Boot directamente desde el menú.
Estos métodos funcionan en casi cualquier equipo moderno y te permiten evitar el bloqueo que genera Fast Boot en el acceso a la BIOS. Si tras varios intentos sigues sin poder entrar, considera quitar la batería (en portátiles antiguos), desconectar el equipo de la corriente durante varios minutos, o usar el botón de reset físico (si está disponible).
Cómo comprobar si Fast Boot está activo en tu equipo
Para saber si tienes el arranque rápido habilitado en Windows:
- Abre el Panel de Control y ve a Opciones de Energía.
- Haz clic en Elegir el comportamiento de los botones de Inicio/Apagado.
- Pulsa en Cambiar la configuración actualmente no disponible.
- Busca la opción Activar inicio rápido (recomendado). Si está marcada, Fast Boot está activo.
Para desactivarlo de forma permanente:
- Desmarca la casilla «Activar inicio rápido» y guarda los cambios.
- Reinicia el equipo. El próximo apagado será real y limpio.
Importante: En algunos casos, especialmente si se ha realizado una actualización del sistema, puede que esta opción aparezca deshabilitada. Para activarla, asegúrate primero de que la hibernación esté habilitada con el comando powercfg /hibernate on desde la línea de comandos con privilegios de administrador.
Pasos avanzados: Desactivar Fast Boot desde la BIOS/UEFI (si puedes acceder)
- Reinicia el PC y, durante el encendido, pulsa la tecla de acceso a la BIOS que corresponda (F2, Del, Esc, F12, según fabricante).
- Entra en el modo avanzado (en portátiles Asus, normalmente pulsando F7 o usando el ratón si está soportado).
- Ve a la pestaña Boot y selecciona Fast Boot.
- Cambia la opción a Disabled.
- Guarda los cambios y sal (normalmente F10 y confirmación con «Yes» o «OK»).
En el modo Legacy, el proceso es similar pero solo usando el teclado. Consulta el manual de tu placa base si la estructura es diferente.
¿Cómo puedo entrar a la BIOS si Fast Boot lo impide?
En caso de que la función Fast Boot bloquee totalmente el acceso, utiliza el reinicio especial de Windows:
- Abre el menú inicio y ve a Configuración > Actualización y seguridad > Recuperación.
- En Inicio avanzado, pulsa Reiniciar ahora.
- En el menú azul, selecciona Solucionar problemas > Opciones avanzadas > Configuración de firmware UEFI.
- Reinicia y deberías acceder directamente al menú de la BIOS/UEFI.
Este método es especialmente útil en portátiles modernos donde no se muestra el mensaje de acceso a la BIOS.
¿Qué sucede si desactivo Fast Boot? ¿Puedo volver a activarlo?
Desactivar Fast Boot no daña el ordenador ni el sistema operativo. Simplemente hará que el apagado sea completo cada vez y el arranque tarde unos segundos más en cargar. Esto es beneficioso en casos de mantenimiento, reparación de errores recurrentes, o instalaciones que requieren apagados limpios.
Para volver a activarlo, repite el proceso anterior y marca la casilla Activar inicio rápido desde las opciones de energía, o cámbialo desde la BIOS/UEFI si ya tienes acceso. Recuerda que en equipos con SSD la diferencia de tiempo apenas es apreciable, pero si usas un HDD tradicional, el impacto será mayor.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.