- Las máquinas virtuales oficiales de Microsoft permiten usar Windows 11 sin necesidad de descargar una ISO manualmente y están listas para usar en varios programas de virtualización.
- La virtualización es útil para probar sistemas, realizar experimentos o trabajar en entornos seguros sin alterar el sistema principal, y es accesible incluso para principiantes.
- Activar opciones como TPM 2.0, arranque seguro y asignar recursos adecuados garantiza que la máquina virtual funcione correctamente y cumpla los requisitos de Windows 11.
Crear una máquina virtual con Windows 11 sin tener que descargar una ISO es algo que cada vez más usuarios buscan, ya sea por comodidad, por evitar pasos engorrosos, o simplemente para experimentar y aprender sin arriesgar la instalación principal del sistema operativo. En este artículo te vamos a contar, de manera clara y con un enfoque práctico, todas las formas de virtualizar Windows 11 aprovechando las herramientas y recursos que Microsoft y otros desarrolladores ponen a tu disposición, todo ello sin tener que andar descargando imágenes ISO y complicándonos la vida más de la cuenta.
A lo largo de los siguientes apartados vamos a repasar qué son exactamente las máquinas virtuales, por qué son útiles para probar sistemas operativos como Windows 11, qué opciones tienes para tener una VM ya configurada y lista para usar, y qué debes tener en cuenta para elegir la mejor solución según tu PC. Y, por supuesto, no faltarán apartados prácticos para quienes quieren ir más allá y crear máquinas virtuales personalizadas en entornos como Hyper-V, VirtualBox o incluso Proxmox VE. Así tendrás todas las claves a mano para conseguir una máquina virtual de Windows 11 sin complicaciones y aprovechar todas sus ventajas.
¿Qué es una máquina virtual y por qué es útil con Windows 11?
Una máquina virtual es, dicho de manera sencilla, un ordenador emulado mediante software que te permite ejecutar un sistema operativo dentro de otro, de forma completamente aislada. Es como tener un «PC dentro de tu PC». Esto te brinda la posibilidad de probar Windows 11 (u otros sistemas) sin tener que formatear, particionar ni alterar tu equipo principal. Además, puedes asignar recursos como memoria RAM, procesador o disco según lo que tu ordenador pueda soportar.
¿Para qué sirven? Pues las aplicaciones son muchas: probar nuevas versiones de sistemas operativos sin riesgo, experimentar con programas o configuraciones, hacer pruebas de seguridad, usar aplicaciones antiguas que no funcionan en tu sistema actual, incluso aislar entornos de trabajo o desarrollo. Y si metes la pata, con restaurar la máquina virtual es suficiente, evitando así problemas mayores en tu equipo real.
En el contexto de Windows 11, las máquinas virtuales han cobrado especial relevancia por los requisitos elevados de hardware (TPM 2.0, arranque seguro, etc.) y por la posibilidad de acceder a versiones de evaluación que Microsoft pone a disposición de desarrolladores… ¡pero que cualquiera puede descargar!
Opciones para tener una máquina virtual de Windows 11 sin descargar una ISO
Si quieres usar Windows 11 en una máquina virtual sin tener que buscar y descargar la imagen ISO manualmente, tu mejor alternativa la ofrece el propio Microsoft. Desde hace ya un tiempo, pone a disposición de cualquier usuario máquinas virtuales ya preparadas, listas para utilizar en las principales plataformas de virtualización: Hyper-V, VirtualBox, VMware y Parallels.
Estas máquinas virtuales de prueba incluyen Windows 11 Enterprise y suelen venir acompañadas de herramientas para desarrollo (como Visual Studio, SDKs, subsistema de Linux Ubuntu, etc.), pero se pueden usar perfectamente como sistemas de prueba genéricos. La descarga está abierta al público y no exige registro ni cuenta de Microsoft, lo que facilita mucho las cosas.
- Ventajas principales: tienes el sistema listo en pocos minutos, sin pasos de instalación ni descargas adicionales de ISO.
- Periodo de uso: suelen ser versiones de evaluación con una caducidad de unos 3 meses, aunque puedes renovar descargando la última versión publicada.
- Tamaño: ocupan alrededor de 20 GB una vez descargadas y descomprimidas.
- Compatibilidad: funcionan con las principales soluciones de virtualización.
- Restauración fácil: si algo va mal, basta con restaurar la máquina virtual y listo.
Estas máquinas virtuales también están pensadas para ir probando las actualizaciones periódicas de Windows 11 sin poner en riesgo tu instalación principal.
¿Cómo descargar y usar estas máquinas virtuales oficiales?
Para hacerte con una máquina virtual oficial de Windows 11 lista para usar, solo tienes que entrar en el Centro de desarrollo de Windows y elegir tu solución de virtualización preferida (VirtualBox, VMWare, Parallels o Hyper-V). Una vez seleccionada y descargada la versión correspondiente, obtendrás un archivo comprimido que ronda los 20 GB, que solo tienes que descomprimir.
Después, abre tu aplicación de virtualización favorita y busca la opción de importar máquina virtual preexistente o similar. Localiza la carpeta descomprimida y sigue los pasos del asistente. En apenas unos minutos tendrás Windows 11 listo para arrancar en tu máquina virtual, sin más complicaciones.
Una vez importada, puedes iniciar la máquina virtual, ajustar si quieres el idioma, comprobar las actualizaciones, crear un punto de restauración y usarla como cualquier PC virtualizado. Incluso puedes iniciar sesión con tu cuenta de Microsoft y sincronizar archivos mediante OneDrive, todo ello sin alterar nada en tu equipo principal.
Soluciones de virtualización compatibles y cuál elegir
Si no tienes claro por dónde empezar, te hacemos un resumen de las soluciones de virtualización más utilizadas, sus ventajas y en qué sistemas operativos puedes usarlas:
- VirtualBox: gratuita y multiplataforma (Windows, Mac y Linux). Muy fácil de usar e ideal para principiantes y usuarios intermedios.
- VMWare Workstation Player: tiene una versión gratuita para uso personal, disponible en Windows y Linux.
- Parallels: de pago, especialmente popular en Mac.
- Hyper-V: viene integrado en versiones Pro, Enterprise y Education de Windows. Es muy potente pero su interfaz puede resultar menos amigable para novatos.
Máquinas virtuales personalizadas: crear tu propia VM de Windows 11
¿Prefieres montar tu propia máquina virtual desde cero y tener más control sobre la instalación? Si quieres crear una VM personalizada, puedes hacerlo fácilmente con herramientas como Hyper-V, VirtualBox, VMWare o Proxmox VE. Aquí tienes las claves para hacerlo correctamente y evitar los típicos problemas de compatibilidad (TPM, arranque seguro, etc.).
Crear una máquina virtual con Hyper-V
Hyper-V es la solución de virtualización integrada en Windows, pero solo está disponible en ediciones Pro, Enterprise y Education. Puedes crear máquinas virtuales usando su asistente gráfico o mediante comandos de PowerShell para usuarios avanzados. .
- Puedes utilizar discos duros virtuales ya existentes o crear nuevos.
- Configura memoria RAM asignada, generación de la VM (1 para VHD, 2 para VHDX), dispositivos de arranque y switches de red virtuales.
- El asistente te guiará por opciones como nombre de la máquina, ubicación, tipo de arranque y disco, memoria, red, etc.
- Al final, podrás revisar el resumen antes de lanzar la VM.
Una vez creada, puedes arrancar la máquina virtual y conectar con ella usando la Conexión de Máquina Virtual (VMConnect) de Hyper-V.
Crear una máquina virtual con VirtualBox o VMWare
En el caso de VirtualBox, el proceso es muy intuitivo. El programa incluye un asistente paso a paso que te guía para asignar nombre, sistema operativo, memoria, procesadores y disco virtual. Si dispones de una imagen de Windows 11 (por ejemplo, la de evaluación de Microsoft), puedes indicarla directamente, y VirtualBox detectará automáticamente el sistema operativo. También puedes consultar .
VirtualBox 7.0 y versiones recientes ya permiten emular TPM 2.0 y habilitar arranque seguro, lo cual es imprescindible por los requisitos de Windows 11. Esto evita tener que recurrir a trucos o hacks, y te facilita montar la VM como si fuera un PC compatible real.
En VMWare, el proceso es similar: crea una nueva VM, selecciona el archivo de disco virtual suministrado o bien una ISO legítima, asigna recursos y sigue el asistente.
Crear una máquina virtual en Proxmox VE
En entornos avanzados como Proxmox VE (especialmente útil en servidores), puedes crear tu VM asignando recursos y activando el chip TPM virtual, lo cual es esencial para instalar Windows 11 sin problemas. También puedes gestionar la virtualización anidada en Hyper-V y Proxmox para potenciar tus entornos virtuales.
En Proxmox VE y otros entornos, es importante establecer el orden de arranque correcto y, durante la instalación, incluir los controladores VirtIO como una segunda unidad de CD virtual, facilitando así que Windows 11 reconozca el hardware virtualizado correctamente.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.