Galaxy Z TriFold: el triple plegable de Samsung que quiere unir móvil, tablet y portátil

Última actualización: 02/12/2025
Autor: Isaac
  • Galaxy Z TriFold se despliega dos veces hasta una pantalla Dynamic AMOLED 2X de 10 pulgadas y mantiene un panel externo de 6,5 pulgadas.
  • Incluye Snapdragon 8 Elite para Galaxy, 16 GB de RAM, hasta 1 TB de almacenamiento y batería de 5.600 mAh con carga rápida de 45 W.
  • Estrena bisagras de doble riel, chasis reforzado con titanio y Advanced Armor Aluminum, IP48 y diseño tipo tríptico con pliegue hacia dentro.
  • Se lanza primero en Corea el 12 de diciembre y después llegará a otros mercados globales, con previsiones de precios por encima de los 2.000 euros.

Galaxy Z TriFold plegable

Samsung ha hecho oficial el Galaxy Z TriFold, su primer móvil triple plegable, un dispositivo que se abre en tres secciones y quiere ocupar el hueco que hay entre el smartphone tradicional, la tablet y el portátil ligero. Con una pantalla externa de 6,5 pulgadas y un panel interior de 10 pulgadas, llega para explorar un formato todavía muy minoritario, pero con aspiraciones de marcar tendencia en la gama alta.

Lejos de ser un simple experimento, el Galaxy Z TriFold reúne hardware de primer nivel, nuevas bisagras y un fuerte componente de inteligencia artificial sobre One UI 8 basado en Android 16. Samsung busca demostrar que, tras una década de plegables, puede ir un paso más allá en productividad móvil sin renunciar a la portabilidad ni a un diseño razonablemente manejable.

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Un diseño tipo tríptico que protege la pantalla y apuesta por la delgadez

Diseño Galaxy Z TriFold

La seña de identidad del Galaxy Z TriFold es su formato de libro con doble bisagra y pliegue hacia dentro. Los dos paneles laterales se cierran sobre el central como si fuera un tríptico, de modo que la pantalla flexible principal queda completamente resguardada cuando el móvil está plegado. Es una estrategia distinta a la de otros competidores que optan por paneles siempre expuestos, y que aquí prioriza la protección frente a golpes y arañazos del día a día.

Cuando está cerrado, el TriFold se usa como un teléfono más, apoyándose en su pantalla de cubierta de 6,5 pulgadas Full HD+, con relación de aspecto 21:9, brillo máximo de hasta 2.600 nits y tasa de refresco adaptativa de 120 Hz. Es, en la práctica, el panel con el que se resuelven la mayoría de tareas cotidianas: mensajería, redes sociales, llamadas o consultas rápidas en el navegador.

El salto llega al abrir las dos bisagras. Desplegado por completo, aparece un panel Dynamic AMOLED 2X de 10 pulgadas con resolución 2.160 x 1.584 píxeles, frecuencia de hasta 120 Hz y brillo máximo de 1.600 nits. Sobre la mesa, se acerca más a una tablet de tamaño estándar que a un móvil grande, y está pensado tanto para consumir contenido multimedia como para trabajar con varias apps en paralelo.

Todo esto se integra en un cuerpo que, pese a su complejidad, presume de cifras llamativas: el Galaxy Z TriFold alcanza un grosor mínimo de 3,9 mm cuando está desplegado (al nivel de tablets muy finas) y se sitúa en 12,9 mm al plegarse, con un peso de 309 gramos. Es más voluminoso que un smartphone normal, pero se mantiene en márgenes que permiten llevarlo en un bolsillo amplio o en un bolso sin demasiadas complicaciones.

Para soportar este diseño, Samsung recurre a dos bisagras de distinto tamaño con estructura de doble riel, agrupadas bajo la denominación Armor FlexHinge. Trabajan en conjunto para repartir esfuerzos, suavizar el movimiento y mantener estables los tres paneles pese a las diferencias de peso y componentes en cada sección. La geometría permite, además, que las pantallas encajen con muy poco espacio entre ellas, reduciendo el grosor del dispositivo una vez cerrado.

Materiales reforzados, IP48 y controles de calidad más exigentes

Detalles Galaxy Z TriFold

El TriFold llega con una construcción pensada para disipar las dudas sobre la durabilidad, uno de los puntos sensibles en cualquier plegable, y más aún en un dispositivo que se abre dos veces. El chasis combina titanio en la carcasa de la bisagra con Advanced Armor Aluminum en el marco, una aleación de alta resistencia que añade rigidez sin disparar el peso ni el grosor.

En la parte trasera, Samsung recurre a un panel de polímero reforzado con fibra de vidrio cerámica para mantener el diseño fino, a la vez que controla mejor la aparición de grietas por torsión o impactos. En el frontal, la pantalla de cubierta se protege con cristal Corning de última generación, mientras que el panel flexible interior añade una capa de protección reforzada que absorbe mejor los golpes y mejora la resistencia frente a un uso intensivo de apertura y cierre.

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El dispositivo cuenta con certificación IP48, lo que implica protección frente al polvo y resistencia a salpicaduras y exposiciones moderadas al agua, un punto que hasta hace poco era impensable en formatos tan complejos. Aunque no está pensado para inmersiones prolongadas, ofrece un plus de tranquilidad frente a lluvia o accidentes puntuales sobre la mesa de trabajo.

Más allá de los materiales, Samsung pone el foco en los procesos de control de calidad que acompañan a cada unidad. El fabricante emplea escaneos por TC sobre las placas de circuito impresas flexibles para comprobar que se ajustan al diseño previsto, y utiliza sistemas de escaneado láser para verificar la posición exacta de los componentes internos respecto a la pantalla. El objetivo es que la superficie visible sea lo más uniforme posible y minimizar defectos en la zona de pliegue.

Como extra de seguridad, el mecanismo de plegado se apoya en una alarma automática que detecta un cierre incorrecto. Si el sistema nota una resistencia anómala o un pliegue fuera de los parámetros normales, lanza avisos en pantalla y vibraciones para evitar que el usuario fuerce la bisagra y termine dañando el panel flexible, un detalle que intenta reducir errores humanos en el uso diario.

Pantallas Dynamic AMOLED 2X pensadas para multitarea y contenido

Las dos pantallas del Galaxy Z TriFold comparten tecnología Dynamic AMOLED 2X y un volumen de color del 100 % en la gama DCI‑P3, lo que se traduce en colores intensos y estables incluso a diferentes niveles de brillo. La frecuencia de actualización adaptativa de hasta 120 Hz se aplica tanto al panel exterior como al interior, de modo que la experiencia de desplazamiento y animaciones es fluida en cualquier modo de uso.

La pantalla interior de 10 pulgadas, con densidad de 269 píxeles por pulgada, está optimizada para visualización inmersiva de vídeo, juegos y lectura prolongada. Funciones como Vision Booster ajustan contraste y saturación en función de la luz ambiente para mantener la visibilidad al aire libre sin quemar las zonas claras ni perder detalle en sombras. Al reproducir contenido en plataformas de vídeo, la mínima marca de pliegue intenta pasar lo más desapercibida posible.

En el panel de cubierta, los 422 píxeles por pulgada y el brillo máximo de 2.600 nits permiten un uso cómodo incluso bajo sol directo. A efectos prácticos, esta pantalla se comporta como la de un gama alta tradicional, con negros profundos y reflejos controlados, y evita que el usuario tenga que abrir el dispositivo para tareas rápidas, algo clave para no estar plegando y desplegando de forma innecesaria.

Todo este conjunto está pensado para aprovechar al máximo la multitarea. El TriFold puede mostrar tres aplicaciones en paralelo en orientación vertical, ajustando el tamaño de cada ventana según las necesidades. También admite configuraciones de multiventana más complejas, en las que se pueden superponer apps flotantes, arrastrar y soltar contenido entre ellas o fijar combinaciones de trabajo frecuentes.

Aplicaciones propias como Mis archivos o Samsung Health han sido adaptadas a esta diagonal y muestran vistas específicas en la pantalla grande. En productividad, la idea es que se puedan revisar documentos, hojas de cálculo y correos electrónicos a la vez, con la barra de tareas situada en una esquina de la pantalla para recuperar al instante las aplicaciones usadas recientemente.

Hardware de gama alta: Snapdragon 8 Elite, 16 GB de RAM y hasta 1 TB

Por dentro, el Galaxy Z TriFold monta la plataforma móvil Snapdragon 8 Elite para Galaxy, fabricada en 3 nm y optimizada en colaboración con Qualcomm para mejorar tanto el rendimiento como la eficiencia energética. Es el mismo nivel de chip que se espera en los buques insignia de la familia Galaxy S, por lo que no se queda corto en tareas exigentes ni en cargas de trabajo de inteligencia artificial.

El apartado de memoria se resuelve con 16 GB de RAM y opciones de 512 GB o 1 TB de almacenamiento interno. No hay ranura microSD, algo habitual en la gama alta de Samsung, pero las capacidades de fábrica son amplias para quien combine apps pesadas, vídeo en alta resolución y juegos. El espacio real disponible varía según el software preinstalado y la región.

La conectividad está a la altura de un modelo de referencia: 5G, Wi‑Fi 7, Bluetooth 5.4, NFC y USB‑C. A esto se suman un lector de huellas capacitivo integrado en el lateral y un completo surtido de sensores: acelerómetro, giroscopio, barómetro, sensor geomagnético, sensor Hall, de proximidad y de luz ambiental, entre otros. La configuración apunta claramente a un uso intensivo en movilidad, incluyendo navegación, realidad aumentada ligera o monitorización de salud a través de accesorios.

En el terreno del software, el TriFold llega con Android 16 y la capa One UI 8, que introduce cambios específicos para pantallas grandes y formatos con varios pliegues. Entre ellos, una gestión más avanzada de ventanas, opciones mejoradas de arrastrar y soltar y accesos directos adaptados a la diagonal de 10 pulgadas, de forma que la interfaz resulte cómoda tanto en posición horizontal como vertical.

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Batería de 5.600 mAh en tres celdas y carga rápida de 45 W

Dar vida a un dispositivo con tres paneles y procesador de gama alta exige una batería a la altura. Samsung opta por un sistema de tres celdas que suma 5.600 mAh de capacidad típica, repartidas por los distintos módulos del chasis para equilibrar peso y temperatura. Según las especificaciones, la capacidad nominal se queda ligeramente por debajo (5.437 mAh), algo habitual al tener en cuenta márgenes de seguridad.

La carga rápida por cable alcanza 45 W con el estándar Super Fast Charging 2.0, con el que se puede recuperar aproximadamente el 50 % de la batería en unos 30 minutos empleando un cargador compatible y cable USB‑C de 3A. También se admite carga inalámbrica rápida de hasta 15 W y función Wireless PowerShare para recargar otros dispositivos, como auriculares o relojes, utilizando el TriFold como base.

En la práctica, la combinación de tres celdas y gestión térmica distribuida debería permitir una jornada completa de uso mixto, alternando pantalla externa e interna, sin necesidad de estar pendiente del enchufe. Como siempre, la autonomía real dependerá del tipo de tareas, el brillo de pantalla y el uso de funciones de IA o conexión 5G, pero sobre el papel se sitúa por encima de muchos plegables anteriores de la marca.

La propia estructura de la batería ayuda también a que el dispositivo no se sienta descompensado en la mano al abrirlo. Al repartir las celdas entre las tres secciones, el peso queda mejor distribuido cuando se usa a modo de tablet, lo que reduce la sensación de “lado pesado” que sí aparece en algunos plegables con un solo módulo de batería dominante.

Sistema de cámaras de 200 MP y dos selfies de 10 MP

El apartado fotográfico del Galaxy Z TriFold se sitúa en la línea de los modelos Ultra de Samsung. En la trasera encontramos tres cámaras principales: un gran angular de 200 megapíxeles con apertura f/1.7, enfoque automático Quad Pixel y estabilización óptica; un ultra gran angular de 12 megapíxeles f/2.2 con campo de visión de 120 grados; y un teleobjetivo de 10 megapíxeles f/2.4 con OIS, zoom óptico 3x y zoom digital hasta 30x apoyado en IA.

El sensor de 200 MP permite activar un zoom de calidad óptica 2x gracias al recorte sobre la matriz, de forma que se consiguen acercamientos adicionales sin depender exclusivamente del telefoto. Por encima de 3x entra en juego la combinación de zoom digital y procesamiento computacional, con la consiguiente pérdida gradual de detalle, algo que Samsung ya advierte en sus notas técnicas.

En el frontal, el TriFold integra dos cámaras de 10 megapíxeles, una en la pantalla de cubierta y otra en la interior, ambas con apertura f/2.2. De esta forma, las videollamadas y selfies pueden hacerse tanto con el móvil cerrado como abierto, adaptándose al contexto. En ciertas situaciones, es posible utilizar la cámara principal para selfies aprovechando la pantalla externa como visor, una ventaja típica de los plegables que aquí se mantiene.

El conjunto de cámaras se beneficia de las funciones de Galaxy AI centradas en fotografía, como el Asistente fotográfico, la Edición generativa o la opción de Boceto a imagen. Estas herramientas permiten retocar imágenes, completar fondos o transformar trazos rápidos en ilustraciones más elaboradas, algo que cobra sentido adicional cuando se dispone de una pantalla de 10 pulgadas para comparar el antes y el después en paralelo.

En vídeo, el hardware y el procesador están preparados para grabación en alta resolución con estabilización avanzada, aunque los modos concretos y las tasas de fotogramas dependerán de la configuración final para cada región. En cualquier caso, la intención de Samsung es que el TriFold no suponga un paso atrás respecto a sus gamas más altas en fotografía, pese a la complejidad añadida del formato.

Galaxy AI, Gemini y DeX independiente: el triple plegable como estación de trabajo

Una de las apuestas más fuertes del Galaxy Z TriFold es la integración de Galaxy AI con la pantalla de 10 pulgadas. El dispositivo está pensado para que la inteligencia artificial acompañe de forma continua: desde la redacción y resumen de textos largos hasta la traducción en tiempo real de páginas web o contenidos en apps compatibles.

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Funciones como Asistente de navegación en Samsung Internet permiten generar resúmenes de artículos complejos o traducirlos sobre la marcha, algo útil cuando se trabaja con varias fuentes abiertas en paralelo. En productividad, la IA también se aplica a la gestión del correo electrónico, a la toma de notas o a la organización de documentos en la app de archivos.

Gemini Live, la experiencia conversacional de Google, llega al TriFold con capacidades multimodales: entiende lo que el usuario ve, dice y hace. Es posible formular preguntas por voz o por escrito sobre lo que aparece en pantalla, mostrar una habitación con la cámara o compartir una página web de compras, y recibir sugerencias de diseño, comparativas de productos o información contextual sin cambiar de aplicación.

Para reforzar este enfoque, Samsung incluye seis meses de acceso a Google AI Pro y 2 TB de almacenamiento en la nube para quienes compren el Galaxy Z TriFold, según la información oficial. Es una forma de incentivar el uso intensivo de las funciones de IA y de facilitar copias de seguridad y sincronización de archivos entre dispositivos, algo particularmente relevante para profesionales que vivan entre móvil, tablet y ordenador.

En el terreno más clásico de la productividad, el TriFold estrena Samsung DeX independiente en el propio teléfono. Desde el panel de ajustes rápidos, se puede activar un entorno de escritorio completo directamente en la pantalla de 10 pulgadas, con hasta cuatro espacios de trabajo y cinco aplicaciones por cada uno. Quien lo necesite puede además conectar un monitor externo en modo extendido, utilizar ratón y teclado Bluetooth y manejarse como si estuviera ante un PC básico.

Precio, disponibilidad y expectativas para Europa

Samsung ha fijado la primera fecha de salida del Galaxy Z TriFold en Corea del Sur para el 12 de diciembre. A partir de ahí, el dispositivo llegará progresivamente a otros mercados como China, Taiwán, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. En todos estos países, la venta se hará inicialmente a través de canales de Samsung y tiendas seleccionadas, con unidades de exposición para que los clientes puedan probar el formato antes de decidirse.

En cuanto al precio, las cifras oficiales completas todavía no se han detallado para Europa, pero los indicios apuntan a que superará la barrera de los 2.000 euros. Filtraciones procedentes de Corea hablan de un coste en torno a los 3,6 millones de wones, que al cambio aproximado se sitúa ligeramente por encima de los 2.100 euros, aunque es previsible que los importes finales en la eurozona sean algo superiores por impuestos y adaptación a cada mercado.

Algunos informes adelantados situaban un posible rango de entre 2.300 y 2.500 euros para mercados occidentales, con la idea de colocarlo por debajo de ciertos rivales directos, como el Huawei Mate XT, pero aun así muy por encima de los Galaxy Z Fold tradicionales. En cualquier caso, se trata de un dispositivo claramente orientado a un público de nicho, más cercano al usuario profesional o entusiasta que a la gama alta masiva.

Por ahora, Samsung ha confirmado que el TriFold se ofrecerá en acabado Crafted Black y que la producción inicial será limitada, con una tirada corta para medir la respuesta del mercado antes de ampliar stock. También se ha anunciado una ventaja específica: un descuento único del 50 % en la reparación de pantalla para los compradores del modelo, un gesto con el que la marca intenta rebajar la preocupación por el coste de arreglar un panel triple en caso de accidente.

En el caso de España y otros países europeos, la hoja de ruta apunta a una llegada ya entrado 2026, siguiendo a Estados Unidos y otros mercados prioritarios. La compañía no ha dado fechas concretas ni precios locales, pero el perfil del producto sugiere un lanzamiento muy controlado, probablemente a través de la tienda oficial y de unos pocos distribuidores especializados.

Con este triple plegable, Samsung se posiciona como uno de los pocos fabricantes dispuestos a explorar formatos radicalmente distintos en plena madurez del mercado de los smartphones. El Galaxy Z TriFold combina pantallas grandes, bisagras avanzadas, potencia de gama alta e integración profunda de IA en un único dispositivo que no aspira a convencer a todo el mundo, sino a quienes realmente vean sentido en sustituir móvil y tablet por un solo aparato capaz de adaptarse a cada momento.