Linux 6.18: todas las novedades del nuevo kernel

Última actualización: 01/12/2025
Autor: Isaac
  • Linux 6.18 introduce grandes mejoras en memoria, redes y sistemas de archivos, con funciones como sheaves, nueva swap table y dm-pcache.
  • El kernel refuerza virtualización, seguridad y soporte de arquitecturas emergentes, preparando el terreno para un ciclo LTS prolongado.
  • Hay un claro salto en compatibilidad de hardware moderno: consolas PC, portátiles gaming, Apple Silicon, GPUs, NPUs y dispositivos hápticos.
  • Las versiones candidatas -rc han pulido drivers y subsistemas clave, dando lugar a un núcleo más estable para entornos de escritorio y servidor.

Novedades Linux 6.18

Linux 6.18 llega con mucha más miga de la que parece a primera vista. No es solo otra versión del kernel: hablamos de un ciclo muy cuidado en rendimiento, memoria, redes, seguridad y soporte de hardware, con todas las papeletas para convertirse en la próxima rama LTS que marcará el ritmo de las distribuciones durante años.

El desarrollo de Linux 6.18 ha sido especialmente intenso y estratégico: se han introducido funciones nuevas profundas (como las sheaves en el gestor de memoria, el nuevo modelo de swap o el objetivo dm-pcache) y, al mismo tiempo, se ha mimado al máximo la estabilidad en las versiones candidatas -rc, puliendo regresiones en memoria virtual, sistemas de ficheros, redes y GPU. Todo ello encaja con un contexto curioso: cada vez más usuarios cansados de Windows 11, auge de la IA y más miradas puestas que nunca en Linux como alternativa.

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Núcleo Linux 6.18: por qué esta versión importa tanto

Linus Torvalds ha bendecido Linux 6.18 como una versión grande, cargada de cambios. Desde las primeras release candidates se veía venir un ciclo muy activo y, según el propio Linus, la prioridad de las últimas semanas ha sido bajar el ruido: menos experimentos y más correcciones finas para dejar el árbol estable y listo para un lanzamiento largo.

Todo apunta a que Linux 6.18 será el kernel LTS de referencia para 2025, con soporte extendido a largo plazo. Eso explica por qué se han cuidado tanto subsistemas clave como memoria, redes, drivers de GPU, seguridad (SELinux, BPF, XFRM) y arquitecturas emergentes como loongarch o RISC-V. La idea es que este núcleo pueda servir de base sólida para distribuciones enterprise, escritorios generalistas y entornos cloud y de virtualización.

Las fases -rc han sido especialmente reveladoras de la estrategia del ciclo. En 6.18-rc6 saltó una regresión en memoria virtual que obligó a corregir sobre la marcha un fallo tardío; el arreglo fue simple, pero recordó que cualquier descuido a estas alturas puede suponer una semana de retraso. 6.18-rc7 aterrizó con menos ruido y muchos ajustes pequeños a drivers, redes y seguridad, reforzando la impresión de que el lanzamiento estable estaba prácticamente hecho.

También las -rc intermedias, como 6.18-rc3, han servido para apuntalar subsistemas delicados. En ese corte semanal, el protagonismo se lo llevó SMB Direct (RDMA), con una buena tanda de parches en cliente y servidor para gestionar mejor créditos, colas y estados de desconexión, además de correcciones en XFS, io_uring, DRM, Rust Binder, redes y block layer. No son cambios vistosos para el usuario final, pero marcan la diferencia en centros de datos y entornos de alto rendimiento.

En paralelo, la comunidad del kernel se ha movido con un ojo puesto en el clima del ecosistema: cada vez más usuarios cansados de Windows 11, mucha curiosidad por Linux para juegos y desarrollo, y un boom de cargas de trabajo de IA. De ahí que este release combine un fuerte impulso a la compatibilidad con hardware moderno (portátiles gaming, consolas PC, Apple Silicon, NPUs, GPUs) con mejoras en virtualización, seguridad y rendimiento.

Mejoras de memoria y rendimiento: sheaves, swap y más

Kernel Linux 6.18 caracteristicas

Uno de los grandes protagonistas de Linux 6.18 es el nuevo mecanismo de “sheaves” en el asignador SLUB. Esta función introduce cachés de objetos pequeños por CPU, reduciendo drásticamente la contención entre núcleos cuando se asigna y libera memoria. En la práctica, esto acelera muchísimo las rutas calientes ligadas a RCU y otras estructuras que se crean y destruyen constantemente.

El resultado de las sheaves es una multitarea más ágil y menos bloqueos internos del kernel. En servidores con muchas CPUs, cargas con intensivo uso de estructuras pequeñas (descriptores, inodos en memoria, estructuras de redes, etc.) salen especialmente beneficiadas. Para el usuario final se traduce en menos latencias y una mejor respuesta bajo presión.

Linux 6.18 también da un paso importante en el subsistema de swap con la primera fase de la nueva “swap table”, una abstracción pensada para mejorar cómo se gestiona la caché de la memoria de intercambio. Según los desarrolladores, en ciertos escenarios se han visto mejoras de entre el 5% y el 20% en rendimiento, además de un comportamiento mucho más estable cuando el sistema entra en presión de memoria seria.

Otro ladrillo clave es la introducción de memdesc_flags_t, estrechamente ligado a struct page. Este cambio forma parte de un plan a medio plazo para adelgazarel tamaño de struct page y hacer más flexible la gestión de memoria. De momento es un paso intermedio, pero sienta las bases para futuras optimizaciones sin romper compatibilidad de forma brusca.

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En el terreno x86 también se han aplicado pequeñas optimizaciones de gestión de memoria, complementadas con mejoras en la contabilización de páginas reservadas (memblock), en el manejo de páginas HIGHMEM dentro de mempool y en detalles de temporizadores y ticks que evitan condiciones de carrera con punteros nulos durante el apagado de timers. Todo esto suma para que el kernel se comporte de forma más predecible en sistemas con mucha memoria y muchas CPUs.

Sistemas de archivos, almacenamiento y dm-pcache

El área de almacenamiento y sistemas de archivos recibe un buen empujón en Linux 6.18. Uno de los cambios estrella es el nuevo objetivo device-mapper dm-pcache, que permite usar memoria persistente (por ejemplo, dispositivos CXL o DAX) como caché ultrarrápida delante de discos o SSD más lentos. Esto abre la puerta a arquitecturas de almacenamiento híbrido muy flexibles sin tener que reescribir aplicaciones.

En sistemas de archivos hay varias piezas clave que cambian las reglas del juego en la práctica. OverlayFS gana soporte para case folding, algo importante si necesitas compatibilidad con sistemas que no distinguen entre mayúsculas y minúsculas. FUSE ahora gestiona copias de rangos grandes de forma más eficiente, y XFS limpia opciones de montaje obsoletas, a la vez que activa de serie el fsck online, integrando mejor la comprobación y reparación en caliente.

EXT4 sigue con su proceso de modernización en 6.18: añade soporte para IDs de usuario y grupo de 32 bits (imprescindible en entornos con muchísimos usuarios o UID/GID altos) e incorpora una nueva interfaz ioctl para gestionar el superbloque de forma más directa, mejorando herramientas de administración y depuración.

Hay más ajustes en otros sistemas de ficheros y en la VFS: se fuerza a que sb_min_blocksize() se trate como __must_check en vfat, exfat, isofs y XFS para evitar ignorar errores silenciosamente, se corrige una lectura fuera de límites en XFS al reparar enlaces simbólicos y se asegura que efivarfs se “congele” antes de hibernar o suspender, evitando corrupción de datos en firmware.

Un punto polémico es la retirada definitiva de Bcachefs de esta rama. Aunque hubo bastante ruido cuando se integró inicialmente como sistema de archivos “prometedor”, la decisión para 6.18 ha sido apartarlo, al menos de momento. El resto de sistemas como Btrfs o EROFS reciben parches de robustez: correcciones en verificación de referencias, send/receive y endurecimiento ante imágenes maliciosas que puedan provocar bucles o corrupción.

Redes: TCP, UDP, MPTCP y SMB Direct más finos

El stack de red de Linux 6.18 también viene fuerte, tanto en nuevas funciones como en pulido fino. En TCP destaca el soporte inicial para Accurate ECN (Explicit Congestion Notification), una mejora que permite medir la congestión con mucha más precisión. Esto ayuda a exprimir el ancho de banda sin ir a ciegas y sin generar las típicas montañas rusas de latencia y pérdidas.

En UDP se ha reescrito el camino de recepción pensando en sistemas NUMA. El objetivo es reducir la contención entre CPUs y mejorar el rendimiento cuando hay muchas colas y muchos núcleos recibiendo paquetes. Además, se incrementa el búfer de recepción por defecto hasta los 4 MB y se integran mejoras previas de “buffer sharing”, lo que en pruebas internas ha llegado a suponer subidas de rendimiento del 40‑50% en cargas de red pesadas.

Multpath TCP (MPTCP) recibe otra tanda de correcciones importantes: se ajustan condiciones de carrera en temporizadores y trabajos diferidos, se afinan los ACK en escenarios de fallback a TCP clásico, se retrasa el retorno al modo tradicional en presencia de paquetes desordenados y se separa la lógica de cierre rápido de la ruta TCP normal. Todo está pensado para que las sesiones multipath sean más estables y predecibles.

En los candidatos -rc3 y siguientes se ha trabajado a fondo en redes de alto rendimiento y RDMA. SMB Direct reestructura la gestión de créditos de lectura/escritura, afina las colas de envío y vaciado y garantiza que los estados de desconexión despierten todos los hilos implicados. mlx5/mlx5e, phylink, DSA, veth y otros drivers corrigen fugas, desreferencias nulas y problemas de alineamiento de estadísticas, todo ello con la vista puesta en no fastidiar entornos con mucho tráfico.

Otras piezas sueltas de red completan el cuadro: L2TP corrige el reseteo del buffer de control, virtio-net inicializa correctamente campos hash, bonding ajusta su lista de interfaces esclavas en modo broadcast, y se evita que HSR pueda montar interfaces cruzadas entre distintos netns. Son detalles, sí, pero un detalle mal resuelto en red se traduce en caídas y latencias que luego cuesta mucho diagnosticar.

Virtualización, KVM y soporte para más vCPU e hipervisores

Linux 6.18 pone muchísimo énfasis en virtualización, donde el kernel juega en casa. La combinación de KVM, mejoras específicas para AMD e Intel, y detección de nuevos hipervisores hace de este release una pieza muy atractiva para entornos cloud y on‑premise.

En KVM x86 llega el soporte para CET (Control-flow Enforcement Technology) tanto en procesadores AMD como Intel, reforzando las protecciones contra ataques que intentan secuestrar el flujo de ejecución. También se activa AMD Secure AVIC, mejorando la gestión de interrupciones virtuales en plataformas EPYC, y se refuerza el manejo de más de 255 vCPU en servidores grandes.

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Se mejora también la integración con Microsoft Hyper‑V: Kexec y Kdump funcionan mejor bajo este hipervisor, se afinan las máquinas virtuales confidenciales en Azure y se corrigen varios detalles de compatibilidad. Se añade, además, detección formal del hipervisor FreeBSD Bhyve para ajustar el comportamiento invitado cuando Linux corre encima de él.

En arm64, KVM recibe correcciones en el cálculo y activación de trampas FGT, evitando activar bits antes de acabar de configurar el resto, y se asegura que ciertos registros de identificación solo se inicialicen una vez por máquina virtual. En SVM (AMD) se evitan actualizaciones de intercepts de MSR de LBR innecesarias, recortando ruido y posibles bugs.

Por último, el ecosistema VFIO se amplía con soporte para plataformas de nueva hornada, incluyendo el soporte para NVIDIA GB300 dentro de NVGRACE VFIO, lo que facilita la virtualización de este hardware en entornos de cómputo intensivo y centros de datos que apuestan por GPU y NPU a gran escala.

CPU, arquitecturas y hardware emergente

En la parte de arquitecturas, Linux 6.18 es de esos lanzamientos que se notan en el largo plazo. RISC‑V gana madurez con soporte para extensiones de proveedor MIPS y la corrección del vendor ID de MIPS en el ecosistema, que ahora se alinea a 0x127 tanto en kernel como en QEMU. También se añaden definiciones de CSR mejor alineadas y se marcan bits máximos de memoria física (MAX_POSSIBLE_PHYSMEM_BITS) para mejorar zsmalloc.

LoongArch (Loongson) recibe ajustes profundos en el parseo de nodos NUMA, en la presentación ordenada de CPU en /proc/cpuinfo, en el enmascaramiento de interrupciones durante kexec/kdump y en la desactivación de la trampolín BPF para trazas en funciones de módulos donde puede ser problemática. Además, su motor de seguridad amplía soporte a RNG, TPM2 y aceleración criptográfica.

En MIPS se corrigen problemas que podían llegar a provocar segmentation faults aleatorios, se ajusta la plataforma Malta (MMIO SOC‑it con !EVA), se evita desactivar TLB en momentos delicados de la inicialización y se arreglan errores en árboles de dispositivo de algunos SoC concretos.

ARM64 ve una auténtica lluvia de mejoras en DTS y SoC. Rockchip gana ajustes de tablas OPP, alimentación de PCIe y USB en placas BigTreeTech; Orange Pi 5 corrige voltajes; Raspberry Pi 5 (BCM2712) alinea alias ethernet0; en NXP/imx se solucionan problemas de MSI y se pule la conmutación OTG; y NVIDIA Tegra marca ciertos PHY como fuentes de wake en Jetson Xavier NX, mejorando el comportamiento en suspensión.

Apple Silicon sigue siendo un objetivo prioritario. Gracias al trabajo de Asahi Linux, se integran árboles de dispositivo más completos para Apple M2 Pro, Max y Ultra, lo que significa mejor soporte de CPU, GPU, energía y periféricos. También se han añadido drivers EDAC nuevos para plataformas Intel, AMD y ARM, preparativos para Zen 6, parches para Bulldozer, cambios en Intel FRED y soporte de energía deslizante para Panther Lake.

Gráficos, GPU, NPUs y pantallas

El stack gráfico y DRM es otra de las áreas donde Linux 6.18 no se queda corto. Para empezar, Nouveau pasa a utilizar por defecto el firmware GSP en GPUs NVIDIA Turing y Ampere, lo que acerca el driver libre a un control más fino de gestión de energía y funcionalidad en estas generaciones, útil en entornos con CUDA.

AMDGPU y DRM/AMD corrigen múltiples detalles de display y rendimiento: gating de relojes, conversión de unidades de ancho de banda (pbn→kbps), reintentos y tiempos de lectura DPCD, ajustes en suspensión y chequeos adicionales para resets de VCN en entornos SR‑IOV. Todo está pensado para que no se queden colgadas colas de vídeo ni se produzcan cuelgues extraños al usar GPU compartida.

Del lado Intel, el controlador i915 y el nuevo driver Xe siguen evolucionando. Se carga firmware DMC 30.02 para Xe3_LPD, se afinan las detecciones de phy, se separan identificadores PCI de subplataformas y se añade manejo correcto de interrupciones MSI‑X. En el área de display aparece soporte para pantallas Intel “Wildcat Lake”, un punto relevante para portátiles y equipos de nueva generación.

Las GPUs ARM Mali reciben cariño doble: Panthor y Tyr. Panthor amplía su compatibilidad con GPUs G710, G510, G310 y series Gx15/Gx20/Gx25, mientras que Tyr entra como nuevo controlador escrito en Rust para Mali con vocación de llegar a reemplazar a Panthor en el futuro, ofreciendo una base más segura y mantenible.

Más allá de GPU, se suma un nuevo controlador “Rocket” para NPUs en SoC Rockchip recientes, reforzando el soporte de aceleradores de IA en Linux. Y, como guinda, se mejora el “modo pánico” de DRM con logo y código QR para depuración, evitando solapes, divisiones por cero y fugas de memoria al pintar en modos de 24 bits.

Soporte de hardware: consolas PC, portátiles y periféricos

Si usas Linux para jugar o en portátiles modernos, 6.18 te interesa y mucho. Se incorporan nuevos drivers HWMON para GPD Win 4 y Win Max 2, dando control fino de ventiladores y sensores. ASUS ROG Ally y Lenovo Legion Go 2 reciben correcciones para NVMe, interrupciones y otros detalles que, en la práctica, marcan la diferencia entre un sistema estable y uno que se cuelga al salir de un juego.

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Los mandos y dispositivos de entrada también salen ganando. El jack de audio del DualSense por fin funciona correctamente en Linux, se afinan drivers HID para ratones y teclados (incluyendo modelos SONiX y ELECOM), se corrigen fugas de memoria en controladores como playstation, uclogic, ntrig o pidff, y se ajustan teclas especiales en equipos como Lenovo Yoga Slim 7x o portátiles HONOR.

Se añade soporte inicial para touchpads hápticos y se amplía la compatibilidad con portátiles Snapdragon X Elite, abriendo el abanico para equipos ARM de alto rendimiento centrados en eficiencia energética. Alienware y Dell G cuentan con un nuevo controlador que controla ventiladores y RGB, junto con perfiles térmicos mejorados; HP Omen, Victus y placas Asus recientes también reciben ajustes en módulos WMI y gestión de eventos.

En tarjetas de red, almacenamiento, paneles y dispositivos de audio hay un goteo de mejoras: desde nuevos ID en drivers USB y PCI, hasta mejores perfiles PTP en controladores de red como ice, mlx5 o enetc. En conjunto, el kernel reconoce y maneja cada vez mejor el hardware que se está vendiendo hoy, sin necesidad de esperar años a que llegue tu dispositivo a la rama estable.

Seguridad, BPF, SELinux y criptografía

La seguridad es otro de los pilares de Linux 6.18, con cambios que tocan desde BPF hasta el subsistema XFRM. Una de las novedades más visibles es la posibilidad de cargar programas BPF firmados, lo que permite verificar su integridad y encajarlos mejor en políticas de seguridad estrictas tanto en entornos servidor como en despliegues sensibles.

SELinux vive una pequeña refactorización interna que, aunque invisible para el usuario, es muy relevante. La estructura task_security_struct pasa a llamarse cred_security_struct y se estandariza el alias crsec, mientras que la caché de decisiones de acceso se vincula por tarea. El objetivo es facilitar el razonamiento del código y reducir confusiones que podían derivar en errores sutiles.

En XFRM, el subsistema que gestiona IPsec y otras transformaciones de red, cae una batería de correcciones: mejor manejo de referencias de Security Associations en updates, borrado de túneles nunca añadidos, estados marcados como DEAD cuando fallan migraciones, limpieza del estado de dispositivos al fallar movimientos, mensajes EXTACK mejorados y caza de estados residuales al eliminar espacios de red. Menos rincones oscuros, menos sorpresas.

También hay decisiones difíciles, como la desactivación de TPM Bus Encryption al considerarse defectuosa y con impacto negativo en rendimiento. Se prefiere ser conservador y no ofrecer una “falsa sensación” de seguridad que, en la práctica, penaliza sin aportar demasiado.

En paralelo, el kernel pule mitigaciones para nuevas superficies de ataque como VMSCAPE, actualiza los controles de vectores de ataque en x86 y refuerza las dependencias de ciertas primitivas criptográficas, como Poly1305, cuando se combinan con herramientas como KMSAN. Todo ello va en línea con el esfuerzo continuo por mantener el kernel duro frente a amenazas modernas.

Herramientas, io_uring, Rust Binder y calidad del código

Linux 6.18 no solo introduce funciones: también pule mucho la “fontanería” interna. io_uring recibe varias correcciones en rutas de espera (io_waitid_prep()), anotaciones de bloqueo, auto‑commit de buffers para comandos multishot y la contabilidad de CPU del hilo sqpoll, de forma que getrusage() se gestione mejor y no infle métricas de manera engañosa.

Rust Binder, el esfuerzo por portar Binder a Rust, avanza con pasos cortos pero firmes. Se eliminan warnings sobre mapeos huérfanos, se ajusta el manejo de notificaciones de congelación de procesos, se evita borrar listeners aún en uso y se corrigen detalles de reporte cuando un proceso está realmente congelado. Objtool reconoce nuevas funciones Rust como ‘noreturn’ y se limpian avisos de clippy, lo que ayuda a mantener el árbol limpio y compilable en más configuraciones.

En memoria, slab y DAMON también hay trabajo fino. Se corrigen carreras con estructuras obj_exts, se bloquea el consumo de páginas envenenadas al dividir THP, se recontabilizan correctamente mapeos en mremap() y se cierran fugas en filtros de DAMON. Hugetlbfs mueve aserciones para no dispararse antes de tiempo en rutas de retorno temprano.

El resultado general es un kernel más coherente internamente, con menos aristas en herramientas y subsistemas avanzados. Para la mayoría de usuarios esto se traducirá en menos bugs raros, menos “kernel panic” inexplicables y una experiencia más sólida tanto en escritorio como en servidores y contenedores.

Mirando el conjunto de cambios —memoria más afinada, redes más listas, sistemas de archivos reforzados, mejor virtualización y un soporte de hardware mucho más amplio— Linux 6.18 se perfila como un núcleo muy completo y maduro, preparado para servir de base tanto a distribuciones de escritorio y gaming como a ofertas enterprise y cloud, y con todo para convertirse en la próxima LTS a la que migrar con relativa tranquilidad cuando las distros empiecen a adoptarla.