Cómo reiniciar un iPhone: guía completa para todos los modelos

Si tu móvil de Apple empieza a ir lento, las apps se quedan colgadas o la pantalla se queda congelada, saber cómo reiniciar un iPhone correctamente puede ahorrarte muchos disgustos y visitas innecesarias al servicio técnico. No hace falta ser un experto: con un par de combinaciones de botones puedes dejar el teléfono como nuevo en pocos segundos.

A lo largo de esta guía vamos a ver todas las formas de reiniciar un iPhone: desde el apagado y encendido tradicional (reinicio suave) hasta el famoso “reinicio forzado”, además del restablecimiento de fábrica para casos serios y algunos trucos para optimizar el rendimiento. Verás que el procedimiento cambia ligeramente según el modelo, así que te iré explicando qué hacer en cada caso para que no te pierdas.

Reinicio suave: apagar y encender el iPhone con los botones

El reinicio más básico consiste simplemente en apagar el iPhone con el control deslizante y volver a encenderlo con el botón lateral o superior. Es el método recomendado cuando el teléfono responde, aunque vaya algo lento o se comporte raro.

En los modelos más recientes con Face ID (sin botón de inicio físico), como los iPhone X, 11, 12, 13 o 14, debes mantener pulsados uno de los botones de volumen y el botón lateral hasta que en la pantalla aparezca el control deslizante de apagado. En ese momento puedes soltar los botones.

Cuando veas el mensaje para apagar, simplemente arrastra el deslizador de izquierda a derecha y espera alrededor de 30 segundos a que el dispositivo se apague por completo. Si todo va bien, la pantalla quedará en negro y no responderá a toques ni botones.

Para volver a encender el iPhone, solo tienes que mantener presionado el botón lateral (en el lado derecho) hasta que veas aparecer el logotipo de Apple en el centro de la pantalla. Suelta el botón cuando salga la manzana y espera unos segundos a que el sistema termine de arrancar.

En los modelos que disponen de botón de inicio pero con el botón de encendido en el lateral, el procedimiento es muy parecido: basta con dejar pulsado el botón lateral hasta que aparezca el control deslizante, deslizar para apagar, esperar medio minuto y luego volver a mantener pulsado el botón lateral hasta que veas el logo de Apple.

Si tienes un iPhone más antiguo donde el botón de encendido está en la parte superior (por ejemplo, ciertos modelos SE o generaciones previas), el proceso es el mismo, pero usando el botón superior en lugar del lateral: mantén pulsado hasta que veas el control deslizante, apaga y, cuando quieras encenderlo, mantén pulsado de nuevo el botón superior hasta que aparezca la manzana.

Este tipo de reinicio suave es ideal para resolver pequeños fallos de software, cierres de apps o comportamientos extraños sin arriesgar datos, ya que iOS cierra los procesos con seguridad antes de apagarse.

Diferencias entre reinicio, reinicio forzado y restablecimiento

A menudo se mezclan términos como reinicio, reinicio forzado, soft reset y hard reset, y eso genera bastante confusión. Conviene aclararlos para saber qué estás haciendo en cada caso y qué consecuencias tiene.

Cuando hablamos de reiniciar (o reinicio simple), nos referimos al acto de apagar y encender de nuevo el dispositivo. Puede hacerse desde los ajustes, con los botones físicos y el deslizador, o incluso como reinicio forzado si el teléfono no responde, pero en todos los casos el objetivo es el mismo: cerrar iOS y volverlo a arrancar.

Mucha gente diferencia entre reinicio “normal” y reinicio forzado, pero en realidad el resultado final es similar: el sistema se apaga y se vuelve a encender. Lo que cambia es la forma de llegar hasta ahí. En el reinicio suave el iPhone colabora, muestra el deslizador y cierra las apps con orden; en el forzado se fuerza el apagado aunque haya procesos que no respondan.

En terminología anglosajona, un soft reset suele referirse a este reinicio del que estamos hablando, normalmente ejecutado a través de combinaciones de botones cuando el dispositivo va mal pero aún responde. Es una maniobra segura que no borra datos, no toca la memoria interna ni la configuración.

El hard reset o restablecimiento de fábrica es otra historia: implica borrar todo el contenido del teléfono y devolverlo al estado original de cuando salió de la caja. Esto elimina apps, fotos, contactos, ajustes y, en muchos casos, incluso vuelve a una configuración de sistema más limpia. Es un proceso mucho más invasivo, que conviene reservar para problemas graves o cuando vas a vender o regalar el dispositivo.

También se usa a veces la expresión “reinicio duro” o “reinicio forzado” para hablar del apagado brusco mediante una combinación rápida de botones. En este contexto, no es un restablecimiento de fábrica, sino un reinicio del sistema sin que este tenga tiempo de cerrar todos los procesos con calma, por lo que podrían perderse datos locales de alguna app que estuviera trabajando en ese momento.

Cómo hacer un reinicio suave paso a paso

El reinicio suave, también llamado reinicio normal, es la forma más habitual y recomendada de apagar y encender el iPhone sin forzarlo. Sirve para instalar actualizaciones, mejorar la estabilidad y refrescar el sistema de forma periódica.

En los modelos con Face ID (sin botón de inicio físico), puedes reiniciarlo suavemente en tres pasos muy sencillos: presiona y mantén un botón de volumen y el botón lateral hasta que aparezca un aviso para apagar, desliza el control de apagado y, después, vuelve a mantener pulsado el botón lateral hasta que aparezca el logo de Apple.

En iPhone con botón de inicio físico, como algunos SE y generaciones anteriores, el proceso es prácticamente idéntico, pero usando el botón lateral o el botón superior según el modelo. Mantén pulsado hasta que veas el deslizador, apaga, espera unos segundos y enciende manteniendo ese mismo botón.

Tras el reinicio suave, el teléfono debería volver a responder con normalidad en cuestión de unos segundos o un par de minutos si tiene muchos datos y apps. Es una buena práctica realizar este tipo de reinicio de vez en cuando, por ejemplo, una vez por semana, para cerrar procesos en segundo plano y dar un respiro a la memoria.

Reinicio forzado cuando el iPhone no responde

Si el iPhone se queda congelado, no responde al tacto, no puedes apagarlo con el deslizador o se queda clavado en alguna pantalla, toca recurrir al reinicio forzado o reinicio duro. El procedimiento cambia según el modelo, así que fíjate bien en cuál tienes.

En todos los casos, esta maniobra obliga al sistema a apagarse de golpe y a volver a arrancar sin cerrar procesos con calma, por lo que existe un cierto riesgo de perder cambios no guardados en alguna app. Sin embargo, suele ser la única salida cuando la pantalla no reacciona.

Reinicio forzado en iPhone X y posteriores (con Face ID)

En los iPhone más modernos, como los iPhone X, Xs, Xr, 11, 12, 13 y 14 (incluyendo sus variantes Pro, Max y Mini), Apple eliminó el botón de inicio físico, así que el reinicio forzado se hace con una secuencia rápida de botones.

Para forzar el reinicio en estos modelos, primero tienes que pulsar y soltar rápidamente el botón de subir volumen. Justo después, pulsa y suelta rápido el botón de bajar volumen. Finalmente, mantén presionado el botón lateral de bloqueo sin soltarlo.

Debes seguir presionando el botón lateral aunque veas aparecer el deslizador de apagado; no lo uses. Mantén el botón hasta que aparezca el logotipo de Apple en la pantalla. En cuanto veas la manzana, suelta el botón lateral y espera a que el iPhone complete el arranque.

Este procedimiento también es válido para modelos como el iPhone SE 2020 y los iPhone 8 y 8 Plus, que, aunque tienen botón de inicio, comparten el mismo sistema de reinicio forzado que los dispositivos posteriores.

Reinicio forzado en iPhone SE 2020, iPhone 8 y 8 Plus

Los iPhone SE 2020 y los iPhone 8/8 Plus son un punto intermedio: conservan el botón de inicio, pero Apple decidió unificar el reinicio forzado con los modelos posteriores. Así, la combinación es idéntica a la de los terminales con Face ID.

Tendrás que pulsar rápidamente el botón de subir volumen y soltar, luego pulsar y soltar el botón de bajar volumen, y a continuación mantener pulsado el botón lateral de bloqueo hasta que salga el logotipo de Apple. Es importante que los toques de volumen sean breves, casi como clics.

Una vez aparezca la manzana, suelta el botón lateral y deja que el teléfono se reinicie. Este tipo de reinicio no borra información, aunque, como ocurre con cualquier reinicio forzado, podrías perder datos de una aplicación que estuviera trabajando activamente justo en ese momento.

Reinicio forzado en iPhone 7 y iPhone 7 Plus

Para forzar el reinicio, mantén presionado el botón de volumen abajo sin soltarlo y, a la vez, mantén presionado el botón lateral de bloqueo. Debes tener ambos botones pulsados al mismo tiempo durante varios segundos.

Cuando veas que aparece el logotipo de Apple en la pantalla, suelta los dos botones y espera a que el sistema termine de arrancar. El teléfono se apagará y se encenderá de forma automática sin que tengas que hacer nada más.

Reinicio forzado en iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus y iPhone SE (2016)

En los modelos más veteranos como los iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus y SE de 2016 sigue existiendo un botón de inicio físico que se utiliza junto con el de encendido para forzar el reinicio.

Para realizarlo, mantén presionado el botón de bloqueo (lateral o superior, según el modelo) sin soltarlo y, al mismo tiempo, mantén presionado el botón de inicio. Deja ambos botones pulsados durante unos segundos hasta que aparezca el logo de Apple en la pantalla.

En cuanto veas la manzana, puedes soltar los dos botones y dejar que el sistema se reinicie. Pasados unos instantes, volverás a ver la pantalla de bloqueo o de inicio, y deberías poder usar el iPhone con normalidad.

Ten en cuenta que en algunos modelos SE antiguos el botón de bloqueo se encuentra en la parte superior, no en el lateral derecho como en los iPhone posteriores. Es un detalle importante para no confundirte al buscar los controles.

Cuándo conviene reiniciar, forzar el reinicio o restablecer el iPhone

No todas las situaciones requieren la misma “intensidad” de intervención. Saber cuándo basta con un reinicio suave y cuándo tiene sentido forzar el reinicio o dar el salto a un restablecimiento de fábrica te ahorrará pérdidas de tiempo y posibles sustos.

Un reinicio suave es ideal cuando notas que el iPhone va más lento de lo habitual, las animaciones se arrastran, una app no responde del todo bien o tras instalar alguna actualización importante. También es recomendable hacerlo de manera preventiva cada cierto tiempo para refrescar el sistema.

El reinicio forzado entra en juego si el iPhone se queda completamente bloqueado, la pantalla no responde a los toques, no puedes apagarlo con el deslizador o se queda clavado en el logotipo de Apple o en otra pantalla concreta. En estas circunstancias, un reinicio normal suele ser imposible.

Si después de un reinicio suave o forzado el iPhone sigue sin funcionar como debería, se vuelve a quedar congelado con frecuencia o no termina de encender, deberías plantearte revisar las indicaciones oficiales de Apple para dispositivos que no se encienden o están bloqueados, o acudir a un servicio técnico autorizado.

El restablecimiento de fábrica se reserva para casos más serios: problemas de software persistentes, errores de red que no se solucionan, sospecha de malware muy difícil de eliminar o cuando piensas vender o regalar el iPhone y quieres borrar todos tus datos personales de raíz.

Qué es un restablecimiento de fábrica y cuándo hacerlo

El restablecimiento de fábrica devuelve el iPhone a un estado muy parecido al del primer día. Se borran tus fotos, aplicaciones, cuentas, configuraciones, archivos y, en general, toda la información personal almacenada en la memoria interna del dispositivo.

Cuando realizas este proceso, el sistema operativo vuelve a los parámetros originales y se eliminan ajustes que hayas ido cambiando con el tiempo. Esto puede arreglar problemas de software profundos, errores de configuración o incluso ayudar a eliminar malware persistente como spyware o keyloggers que se resisten a otras soluciones.

También es fundamental hacer un restablecimiento de fábrica si vas a vender, regalar o reciclar tu iPhone. De este modo, te aseguras de que nadie pueda acceder a tus correos, fotos, mensajes, redes sociales ni a ninguna otra cuenta aunque tenga el dispositivo físicamente en sus manos.

Recuerda que la eliminación es permanente, así que es vital hacer una copia de seguridad antes. Si no, podrías perder para siempre tus selfies, vídeos, chats, contactos, notas y datos de aplicaciones que solo estén guardados localmente.

Cómo hacer copia de seguridad antes de restablecer el iPhone

Antes de restaurar a valores de fábrica, conviene dejar todo a buen recaudo. iOS ofrece varias formas de hacer backup de tu iPhone, siendo iCloud una de las más cómodas porque no necesitas ordenador.

Para hacer una copia de seguridad en iCloud, entra en la aplicación Ajustes del iPhone y toca sobre tu nombre o tu cuenta en la parte superior. Una vez dentro, selecciona la opción iCloud para ver todos los servicios en la nube asociados.

Desplázate hacia abajo hasta localizar la sección de Copia de seguridad en iCloud y entra. Asegúrate de que el interruptor de copia de seguridad está activado y, si quieres hacer un backup en ese momento, toca en “Hacer copia de seguridad ahora”. El proceso puede tardar más o menos según el tamaño de tus datos y la velocidad de la conexión.

Es recomendable que durante la copia de seguridad estés conectado a una red Wi‑Fi para no consumir datos móviles de tu tarifa y evitar cargos adicionales. Si vas a usar una red Wi‑Fi pública, conviene extremar la seguridad y no introducir contraseñas ni información sensible mientras se realiza el proceso.

Cuando la copia termine correctamente, tendrás una versión reciente de tus datos guardada en la nube. Así, al configurar el iPhone después del restablecimiento de fábrica, podrás restaurar esa copia y recuperar tus fotos, contactos, apps y la mayoría de ajustes importantes.

Cómo restablecer un iPhone a valores de fábrica en iOS 16

En los iPhone relativamente recientes (XR, 11, 12, 13, 14 y modelos similares), lo más probable es que estén funcionando con iOS 16 o una versión equivalente. El procedimiento para restablecerlos de fábrica es bastante sencillo desde los propios ajustes del sistema.

Para empezar, abre la app de Ajustes y entra en el apartado General. Aquí encontrarás diferentes opciones relacionadas con el comportamiento del sistema, almacenamiento, actualizaciones, etcétera.

Desplázate hacia la parte inferior y toca en la opción “Transferir o restablecer iPhone”. Esta sección reúne tanto las opciones para preparar el móvil para cambiar de dispositivo como las de borrado completo.

Dentro de este menú, pulsa en “Borrar todo el contenido y ajustes”. El sistema te pedirá que introduzcas tu código de acceso y, en muchos casos, también la contraseña de tu Apple ID para confirmar que eres el propietario legítimo del dispositivo.

Una vez confirmes, el iPhone comenzará el proceso de borrado de datos y restauración de los ajustes de fábrica. Puede tardar unos minutos, durante los cuales verás la barra de progreso en pantalla. Al terminar, el móvil se reiniciará y mostrará el asistente de configuración como si lo acabaras de estrenar.

Este procedimiento es compatible con dispositivos como iPhone XR, 11, 12 y 13, siempre que se hayan actualizado a la versión de iOS mencionada o posterior. Después del borrado podrás restaurar la copia de seguridad que hayas creado previamente en iCloud o mediante un ordenador.

Restablecer el iPhone si has olvidado el código de acceso

Si te has quedado sin poder entrar en tu iPhone porque no recuerdas el código de desbloqueo o el dispositivo se ha bloqueado por introducir varias veces un código erróneo, vas a necesitar un ordenador para restaurarlo mediante el modo recuperación.

En este caso puedes utilizar tanto un Mac como un PC con Windows 10 o superior, siempre que tengas instalado iTunes en el ordenador con Windows. También necesitarás un cable compatible para conectar el iPhone a la máquina.

El primer paso es conectar el iPhone al ordenador con el cable. A continuación, apaga el teléfono. Después tendrás que ponerlo en modo de recuperación: la combinación exacta de botones dependerá del modelo, pero en general implica mantener pulsado el botón lateral o el botón de inicio mientras conectas o enciendes el dispositivo hasta ver la pantalla de modo recuperación.

Cuando el ordenador detecte el iPhone en este modo, ábrelo en Finder (en Mac) o en iTunes (en Windows). Aparecerá un mensaje emergente indicando que hay un problema con el dispositivo y ofreciéndote opciones para actualizarlo o restaurarlo.

Debes elegir la opción “Restaurar”. El ordenador descargará e instalará el software necesario y borrará el contenido del dispositivo, devolviéndolo a los valores predeterminados de fábrica. El proceso puede tardar un buen rato, sobre todo si hay que descargar la versión de iOS completa.

Cuando finalice la restauración, podrás configurar el iPhone desde cero o recuperar una copia de seguridad anterior. Si no dispones de un Mac ni de un PC con Windows 10 o superior, lo más práctico es acudir a un Proveedor de Servicios Autorizado de Apple para que te ayuden a completar este procedimiento de forma segura.

Reinicios, seguridad y buenas prácticas para tu iPhone

Un restablecimiento de fábrica puede ser mano de santo para problemas que no se solucionan ni con reinicios suaves ni con reinicios forzados, pero no conviene abusar de él porque implica borrar todo y volver a configurar el dispositivo desde cero.

Si notas cuelgues frecuentes, conexiones de red inestables o sospechas que tu iPhone puede estar infectado con algún tipo de malware, un restablecimiento de fábrica puede ayudarte a eliminar software malicioso que se haya colado en el sistema y no pueda eliminarse de otra forma.

Eso sí, debes asegurarte de que no estás incluyendo el problema en la copia de seguridad. Si el malware o la configuración corrupta se restaura junto con tus datos, es posible que el fallo reaparezca incluso después del borrado.

La mejor medicina es siempre la prevención: utiliza contraseñas robustas y diferentes para tus cuentas, activa la autenticación en dos pasos o multifactor siempre que sea posible y sospecha de correos o mensajes que te pidan datos personales mediante enlaces extraños.

Evita descargar archivos desde webs de dudosa reputación, no compartas tu información privada en plataformas inseguras y, si usas con frecuencia redes Wi‑Fi públicas, intenta limitar al máximo las operaciones sensibles mientras estás conectado en esas redes (como compras, trámites bancarios o cambios de contraseña).