- Los temas agrupan fondo, colores, sonidos y cursor para una experiencia visual coherente.
- Desde Configuración puedes aplicar, descargar, guardar, compartir y eliminar temas fácilmente.
- La Microsoft Store es la fuente más segura; los temas de terceros requieren precaución.
- Accesibilidad con temas de contraste y filtros de color para una visualización más cómoda.
Personalizar el aspecto de Windows 11 es rápido y muy agradecido, y los temas son la forma más directa de cambiar en bloque el fondo de pantalla, los colores del sistema, los sonidos e incluso el puntero del ratón. En esta guía vas a aprender, paso a paso, a instalar nuevos temas, a aplicarlos y a combinarlos con tus preferencias para que tu escritorio quede justo como te gusta.
Además de aplicar los temas preinstalados, podrás descargar muchos más desde la Microsoft Store, guardarlos para reutilizarlos, exportarlos para compartirlos con otras personas y eliminarlos cuando ya no los necesites. También te contaremos cómo habilitar, con cautela, temas de terceros y qué opciones de accesibilidad ofrece Windows 11 para adaptar colores y contrastes.
Qué es exactamente un tema en Windows 11
Un tema de Windows es un paquete de personalización que agrupa varios elementos visuales y sonoros: fondos de escritorio, paleta de colores para ventanas y menús, conjunto de sonidos del sistema y configuración del cursor del mouse. Todo ello crea una identidad visual coherente que puede hacer que trabajar o jugar en tu PC resulte más agradable.
Windows 11 incluye varios temas predeterminados que se diferencian, sobre todo, por sus fondos e interacción con el modo claro u oscuro. Encontrarás variaciones para todos los gustos, y algunos incluyen colecciones de imágenes de escritorio que van rotando automáticamente.
Existe incluso un tema de contenido dinámico que descarga nuevos fondos con regularidad para que el escritorio siempre luzca diferente sin que tengas que configurar nada más. Si te gusta cambiar de fondo a menudo, te vendrá de perlas.
Cómo aplicar un tema en Windows 11
Aplicar un tema es un proceso muy sencillo que parte de la aplicación Configuración. Puedes abrirla pulsando la combinación de teclas Windows + I o haciendo clic en el botón Inicio y buscando Configuración.
En el panel lateral izquierdo entra en Personalización y, a continuación, elige la opción Temas para acceder a todas las opciones relacionadas con la apariencia del sistema.
En el apartado «Tema actual» podrás cambiar de tema con un solo clic sobre cualquiera de los que aparecen preinstalados. Verás que cambian de inmediato elementos como el fondo, la barra de tareas, los colores y, en función del tema, los sonidos y el cursor.
Si quieres ir pieza a pieza, también puedes personalizar cada componente (Fondo, Color, Sonidos y Cursor del mouse) de forma independiente y, si te convence la combinación, convertirla en tu propio tema guardado.
Descargar más temas desde la Microsoft Store
Cuando los temas predeterminados se te queden cortos, toca visitar la Microsoft Store. Desde Configuración > Personalización > Temas, pulsa en Examinar temas para abrir la tienda en la sección de temas.
La tienda muestra una galería con temas gratuitos y de pago, cada uno con su ficha, valoraciones y detalles. Desplázate hasta encontrar uno que encaje con tu estilo y haz clic en Obtener o en el botón de compra si es de pago.
Si no has iniciado sesión con tu cuenta de Microsoft, la tienda te pedirá las credenciales para asociar la descarga a tu biblioteca. Este paso es necesario para instalar y mantener tus temas sincronizados con tu cuenta.
Durante la descarga, verás el estado en el propio botón; al completarse, el botón cambiará a Abrir. Puedes pulsarlo para volver a Configuración, donde el tema aparecerá disponible para aplicarlo en un clic.
Personalizar un tema a tu gusto
La magia está en ajustar los detalles. Dentro de Configuración > Personalización > Temas encontrarás accesos a Fondo, Color, Sonidos y Cursor del mouse. Cada sección te deja afinar el tema a tu manera.
- Fondo: elige una imagen fija, una presentación con varias fotos o un color sólido. Si el tema incluye varios fondos, podrás decidir la frecuencia del cambio y su modo de ajuste en pantalla.
- Color: alterna entre modo claro y oscuro, o deja que Windows elija automáticamente. Ajusta el color de acento y decide dónde aplicarlo (barra de título, barra de tareas, etc.).
- Sonidos: cambia el esquema de sonidos del sistema o desactívalos si prefieres silencio. Algunos temas traen su propio conjunto para una experiencia más inmersiva.
- Cursor del mouse: selecciona estilos y tamaños distintos del puntero, algo útil tanto por estética como por accesibilidad si necesitas mayor visibilidad.
Guardar tu tema personalizado
Cuando des con la combinación perfecta, conviene guardarla para recuperarla en cualquier momento. Esto te evita tener que repetir ajustes si cambias de tema o de equipo.
- Abre Configuración > Personalización > Temas para ver el tema actual y las opciones de guardado.
- Pulsa Guardar, ponle un nombre reconocible y confirma. Tu nuevo tema quedará listado junto al resto.
Este guardado captura todos los cambios que hayas hecho en fondo, colores, sonidos y cursor. Si más adelante retocas algo, puedes volver a guardar con otro nombre para crear variantes.
Compartir un tema con otras personas
Compartir tu configuración es tan simple como exportar el tema. Windows empaqueta los elementos en un archivo .deskthemepack que cualquiera puede instalar con doble clic.
- En Configuración > Personalización > Temas, localiza el tema guardado que quieras compartir.
- Haz clic derecho sobre él y elige Guardar tema para compartir. Se generará un archivo con extensión .deskthemepack que podrás enviar por correo, subir a la nube o copiar en un USB.
Al abrir el .deskthemepack en otro PC con Windows, el tema se instalará automáticamente y quedará disponible para aplicarse desde la misma sección de Temas.
Eliminar temas que ya no usas
Si acumulas demasiados temas o quieres hacer limpieza, puedes borrar los que no utilices en unos segundos desde el mismo panel de configuración.
- Ve a Configuración > Personalización > Temas para ver el catálogo instalado.
- Haz clic derecho en el tema a eliminar y selecciona Eliminar. Desaparecerá de la lista y liberará espacio.
No es posible borrar el tema que está en uso, así que si quieres quitarlo primero aplica otro, y después vuelve a intentar eliminar el anterior.
Accesibilidad: temas de contraste y filtros de color
Windows 11 incluye potentes herramientas de accesibilidad para que todos puedan trabajar cómodamente, especialmente quienes tienen dificultades de visión o necesidades específicas.
Temas de contraste: combinaciones de alto contraste que realzan textos y elementos de interfaz. Puedes elegir entre varios estilos y personalizar colores para que encajen con tus preferencias o necesidades.
Filtros de color: transforman la paleta en pantalla para ayudar a distinguir elementos que solo difieren por color. Resultan útiles, por ejemplo, para daltonismo o sensibilidad a ciertos tonos.
Estas opciones se gestionan desde Configuración > Accesibilidad, y conviven sin problema con los temas de escritorio, por lo que puedes combinarlas hasta encontrar el equilibrio perfecto.
Más fuentes para descargar temas: opciones oficiales y de terceros
La vía recomendada y más segura para conseguir temas es la Microsoft Store, donde encontrarás un amplio abanico de contenidos gratuitos y otros de pago, con reseñas y actualizaciones periódicas.
También existen fuentes de terceros que ofrecen temas no oficiales, como DeviantArt, themepack.me o skinpacks.com. Aquí es donde entran los pros y los contras: la variedad es enorme, pero hay que extremar las precauciones para evitar contenidos de origen dudoso.
Para que Windows 11 acepte temas de terceros no firmados suele ser necesario usar herramientas como UltraUXThemePatcher, que modifica componentes del sistema para permitir su aplicación.
Tras instalar el parche, los temas personalizados suelen colocarse en la carpeta C:\Windows\Resources\Themes. Desde ahí, Windows los reconocerá y los mostrará en la sección de Temas para que puedas aplicarlos.
Pasos detallados: de cero a un escritorio con estilo
Si quieres una guía corta y directa, aquí tienes el recorrido completo para pasar de un Windows 11 recién instalado a un entorno totalmente personalizado con temas.
- Abrir Configuración: pulsa Windows + I o usa el menú Inicio.
- Ir a Personalización > Temas: verás el «Tema actual» y el resto de disponibles.
- Aplicar un tema preinstalado: haz clic sobre uno para activarlo al instante.
- Explorar más temas: pulsa Examinar temas para abrir la Microsoft Store.
- Descargar e instalar: inicia sesión si te lo pide, pulsa Obtener y espera a que el botón muestre Abrir.
- Aplicar el nuevo tema: vuelve a Configuración; el tema ya aparecerá listo para seleccionar.
- Ajustar detalles: entra en Fondo, Color, Sonidos y Cursor del mouse para afinar la estética.
- Guardar tu combinación: desde Temas, pulsa Guardar y ponle nombre.
- Compartir (opcional): clic derecho en tu tema guardado > Guardar tema para compartir (.deskthemepack).
- Eliminar los que sobran: clic derecho en el tema no deseado > Eliminar.
Si no encuentras algo, prueba a escribir «Temas y configuración relacionada» en el buscador del menú Inicio para ir directo al panel adecuado.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.