- Windows 12 no llegará en 2025 y Microsoft centrará su desarrollo en Windows 11 25H2.
- Windows 12 apunta a requerir hardware más avanzado, sobre todo para funciones de IA local.
- Se prevén dos niveles de requisitos: uno básico y otro recomendado para IA.
- Microsoft podría abrir la puerta a GPUs con núcleos de IA, beneficiando al sector gaming.
La llegada de Windows 12 ha sido uno de los temas más comentados entre usuarios y entusiastas de la tecnología durante el último año. Sin embargo, las últimas confirmaciones oficiales de Microsoft han disipado los rumores: no habrá lanzamiento de Windows 12 en 2025. La compañía ha optado por continuar fortaleciendo Windows 11, especialmente con la próxima versión 25H2. Este movimiento evidencia la intención de priorizar la estabilidad y la mejora incremental sobre un salto generacional inmediato.
La estrategia de Microsoft se centra en ofrecer actualizaciones acumulativas y mantener una transición suave entre versiones. De este modo, las nuevas características se irán introduciendo de forma gradual en Windows 11 antes de pensar en un lanzamiento definitivo de su sucesor. Esta aproximación, ya vista con la versión 24H2, permite a más usuarios mantener sus equipos actualizados y seguros sin grandes interrupciones y sin necesidad de reinstalar desde cero.
Por qué Windows 12 será más exigente que su predecesor
Una de las principales novedades que traerá Windows 12, una vez confirmado su desarrollo, será la integración profunda de inteligencia artificial en local. Esta apuesta por funciones avanzadas –que permiten desde asistentes inteligentes hasta herramientas automáticas de productividad– viene acompañada de mayores exigencias de hardware. Muchos equipos que hoy funcionan con Windows 11 podrían no ser compatibles, especialmente si desean aprovechar todo el potencial de la IA.
Para adaptarse a diferentes perfiles de usuario, Microsoft estudia dos niveles de requisitos técnicos para Windows 12. La versión básica, pensada para quienes no necesitan la IA avanzada, permitiría seguir utilizando ordenadores con características similares o ligeramente superiores a las de Windows 11. Pero la experiencia completa, con IA integrada y funciones Copilot+ offline, exigiría componentes más modernos.
Requisitos mínimos y recomendados: qué necesitarás para dar el salto
Siguiendo la línea de las filtraciones y estimaciones recopiladas, estos serían los requisitos esperados en ambas versiones:
Requisitos mínimos (sin IA local):
- Procesador de 64 bits con doble núcleo a 2 GHz
- 8 GB de RAM
- Almacenamiento de 64 GB (preferiblemente SSD)
- Chip TPM 2.0 o equivalente (Intel PTT / AMD fTPM)
- Gráfica compatible con DirectX 12
Requisitos recomendados (con IA local – Copilot+):
- CPU con NPU de al menos 40 TOPs
- 16 GB de RAM como mínimo (24 o 32 GB para un rendimiento óptimo)
- SSD/UFS de 512 GB de capacidad
- TPM 2.0 o equivalente
- GPU compatible con DirectX 12
La principal diferencia frente a Windows 11 está en el aumento de RAM requerida y la necesidad de un procesador con NPU dedicada para quienes busquen sacar partido a la inteligencia artificial en local. Además, el almacenamiento mínimo también se incrementa para garantizar espacio suficiente a las nuevas funciones y bases de datos gestionadas por la IA.
¿Qué ocurre si tu PC no cumple los requisitos?
Como ya sucedió con Windows 11, es posible que aparezcan métodos alternativos para instalar Windows 12 en equipos no oficialmente compatibles. Sin embargo, Microsoft advierte de los riesgos asociados: sin soporte oficial, sin actualizaciones de seguridad y con posibles fallos de rendimiento. Instalar el sistema operativo en estos casos solo es recomendable para usuarios avanzados y con espíritu experimentador.
En equipos que no cumplen con los nuevos requisitos de IA, es probable que las funciones avanzadas permanezcan desactivadas. El sistema se limitaría a ejecutar su versión más ligera y tradicional, buscando así no dejar atrás a quienes no tienen acceso a hardware de última generación.
CorePC y la modularidad: personalización y eficiencia
Detrás de este enfoque se encuentra la arquitectura CorePC, una manera de organizar Windows partiendo de un núcleo común sobre el que se pueden añadir módulos según las prestaciones o el tipo de dispositivo. Esta estructura permitirá a Microsoft desplegar distintas versiones de Windows 12 adaptadas tanto a portátiles básicos como a PC para gaming o entornos de trabajo profesionales, siempre optimizando recursos en función de la configuración elegida.
Uno de los debates más notables es el soporte de la inteligencia artificial en tarjetas gráficas modernas con núcleos dedicados (Tensor Cores), habituales en modelos como las RTX de NVIDIA. Aunque por ahora Microsoft limita el uso de IA local a las NPUs de CPU, algunos expertos apuntan que la apertura hacia GPUs supondría una auténtica democratización de la inteligencia artificial, favoreciendo especialmente a los jugadores y usuarios avanzados que ya cuentan con hardware preparado para estas cargas de trabajo.
La decisión final dependerá de los avances de Microsoft y la presión de la comunidad, pero está claro que la modularidad y la personalización serán dos ejes clave del futuro Windows 12.
El panorama para Windows 12 está marcado por la combinación de tecnología punta y adaptación para diferentes usuarios. A medida que Microsoft va perfilando su estrategia, se confirma que la compañía prefiere un despliegue progresivo de mejoras y la consolidación de Windows 11 como base estable y funcional, antes de afrontar el lanzamiento del siguiente gran sistema operativo. Así, quienes estén pensando en renovar sus equipos tendrán tiempo para prepararse y decidir cuándo y cómo dar el salto a la nueva generación.
Redactor apasionado del mundo de los bytes y la tecnología en general. Me encanta compartir mis conocimientos a través de la escritura, y eso es lo que haré en este blog, mostrarte todo lo más interesante sobre gadgets, software, hardware, tendencias tecnológicas, y más. Mi objetivo es ayudarte a navegar por el mundo digital de forma sencilla y entretenida.