Todos los géneros de videojuegos: guía completa con ejemplos

Última actualización: 09/09/2025
Autor: Isaac
  • Panorama completo de géneros y subgéneros, con diferencias y solapes clave.
  • Ejemplos representativos por categoría: sandbox, RTS, shooters, MOBA, RPG y más.
  • Listados de variantes modernas: battle royale, roguelike/roguelite, tower defense, sigilo.

Tipos de videojuegos

Los géneros de videojuegos han pasado de definiciones rígidas a un ecosistema vivo donde todo se cruza, se mezcla y evoluciona. Hoy conviven grandes familias, subgéneros y mezclas inesperadas que nacen cuando los estudios prueban fórmulas nuevas o combinan mecánicas ya conocidas.

Esa metamorfosis constante es fruto de tendencias, tecnología y creatividad, pero también de las preferencias de la comunidad. Por eso verás superposiciones entre estilos, híbridos y etiquetas que cambian con el tiempo. En esta guía reunimos los géneros y subgéneros clave, cómo encajan entre sí y ejemplos para orientarte, con guiños a escenas locales como la peruana, donde varios formatos gozan de una afición creciente.

Historia rápida del videojuego y el nacimiento de los géneros

Antes de existieran consolas, mandos o tiendas digitales, la computación servía para cálculos e investigación. El giro hacia el entretenimiento llegó cuando científicos empezaron a experimentar con interactividad en pantalla, abriendo sin saberlo la puerta a un medio totalmente nuevo.

Ese camino arranca en los años 50 del siglo XX, con prototipos que buscaban más curiosear que vender. El gran hito llegó en 1958 con Tennis for Two, del físico William Higinbotham, un experimento que simulaba un partido de tenis en una pantalla rudimentaria usando controles físicos.

Pocos años después, 1972 vio el lanzamiento de Pong en recreativas y la explosión popular del formato. Desde ahí, la industria no paró de crecer, y con ella las etiquetas para agrupar juegos por objetivos, mecánicas o sensaciones. Nacieron así los géneros, una manera práctica de entender qué se hace en un juego y cómo.

Qué es un género de videojuego (y por qué se solapan tanto)

Un género define la categoría que agrupa títulos con metas y estilos de juego similares: lo que el jugador debe hacer y la forma de lograrlo. Acción trepidante, resolución de rompecabezas, estrategia pausada o exploración narrativa son ejes clásicos que orientan expectativas.

Con el tiempo han florecido subgéneros y combinaciones: hay RPG tácticos, shooters con elementos de supervivencia, aventuras con puzzles… y, cada vez más, juegos que mutan durante su vida útil con nuevo contenido, complicando aún más las etiquetas tradicionales.

Los tres gigantes del gaming

Sony

Desde la primera PlayStation en los 90, Sony se ha ganado su lugar con consolas potentes y exclusivos de impacto. Universos como God of War o The Last of Us han marcado época, a la vez que la marca ha cuidado la estética y el envoltorio de su hardware.

Microsoft

Xbox aterrizó en 2001 y cambió las reglas con servicios como Game Pass. La apuesta por suscripción y la compra de estudios como Bethesda o Activision Blizzard reforzaron su catálogo, con una visión centrada en ecosistema y accesibilidad.

Nintendo

Creatividad a raudales y una identidad inconfundible. De Mario, Zelda o Pokémon a Switch como híbrido portátil-sobremesa, Nintendo prioriza diseño y diversión por encima de la potencia bruta y, casi siempre, marca tendencia en lugar de seguirla.

Las 10 grandes familias de géneros más presentes hoy

1) Sandbox (mundo abierto)

El término sandbox sugiere libertad y juego no lineal: objetivos flexibles, elección del jugador y mundos abiertos donde experimentar. No se trata de “vencer al jefe y listo”, sino de abordar tareas de múltiples maneras, a menudo con sistemas emergentes que sorprenden.

Su historia viene de lejos: Elite (1984) ya mezclaba comercio, combate y exploración con generación procedural. Con el tiempo, sagas como Minecraft, Grand Theft Auto o The Sims popularizaron el enfoque, y en la escena peruana el gusto por experiencias abiertas ha crecido mucho.

  • Ejemplos: Minecraft, Grand Theft Auto, The Sims.

2) Estrategia en tiempo real (RTS)

El término se popularizó con Dune II de Westwood, pero el estilo ya existía. La clave está en competir simultáneamente, gestionar recursos y controlar el mapa en tiempo real, normalmente desde una vista cenital.

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Además del RTS clásico, hay estrategia por turnos (TBS) como Civilization y propuestas mixtas como Total War que combinan capas tácticas y estratégicas. En países como Perú, el nicho RTS mantiene una base fiel, con comunidades activas tanto casuales como competitivas.

  • Ejemplos RTS: Warcraft, Age of Empires, Command & Conquer.

3) Shooters (FPS y TPS)

Los juegos de disparos se dividen, grosso modo, por perspectiva: FPS simula lo que ve tu personaje, mientras TPS muestra al personaje en pantalla. Muchos títulos permiten alternar vista, y los battle royale suelen integrarse en uno de los dos enfoques.

Series como Half-Life, Call of Duty o DOOM definen el FPS, mientras Gears of War o The Division son referentes en TPS. Ejemplos como Fortnite o PUBG popularizaron el battle royale y la competición a gran escala.

Para juego online rápido, la comunidad suele optimizar red y periféricos. En Perú es habitual invertir en accesorios gamer para reducir latencia y mejorar precisión, algo clave en partidas competitivas.

  • Ejemplos FPS/TPS: Halo (FPS), Gears of War (TPS), DOOM (FPS).

4) MOBA (arena de batalla multijugador en línea)

Emparentados con RTS en vista y gestión de mapa, en MOBA controlas un solo héroe y la cooperación en equipo es el centro. Las partidas enfrentan a dos bandos humanos y la victoria se logra cumpliendo condiciones concretas en tiempo real.

La escena competitiva es enorme. Dota 2 y League of Legends dominan el panorama eSports, con comunidades muy activas y ligas tanto globales como locales (incluida una base de fans notable en Perú).

  • Ejemplos MOBA: Dota 2, League of Legends, Smite.

5) RPG y derivados (ARPG, CRPG, MMORPG, TRPG, roguelike, roguelite)

La esencia del rol es encarnar un personaje y hacerlo progresar con experiencia, equipo o habilidades. Del RPG han nacido múltiples ramas con énfasis distintos, desde la acción directa hasta el cálculo táctico por turnos.

ARPG: combates ágiles con sistemas de progreso profundos; un ejemplo contemporáneo es The Witcher 3. CRPG: etiqueta habitual para RPG occidentales de PC como los primeros Fallout. MMORPG: mundos persistentes con miles de jugadores (pensemos en World of Warcraft, EVE Online o The Elder Scrolls Online).

TRPG (RPG táctico): batallas por turnos con foco en posicionamiento y decisiones a corto plazo, como XCOM. Roguelike: generación procedural, muerte permanente y, tradicionalmente, enfoque por turnos; en variantes modernas destacan The Binding of Isaac o Spelunky. Roguelite: flexibiliza alguna regla (por ejemplo, progresos meta) como en Rogue Legacy.

  • Ejemplos RPG: Skyrim, The Witcher 3 (ARPG), Fallout 4.

6) Simulación y deportes

Con cada salto técnico, los simuladores y los juegos deportivos ganan fidelidad e inmersión. De conducir a gestionar una ciudad, de pilotar a emular carreras profesionales, el abanico es amplísimo.

En deportes, las licencias oficiales y modos competitivos han sido clave. FIFA (ahora EA Sports FC), NBA 2K o Forza muestran el nivel de detalle. En Perú, el fútbol arrastra multitudes, y el juego de clubes con amigos es un clásico de fin de semana.

La simulación también incluye entornos sandbox y experiencias en VR. Títulos como Minecraft o The Sims encajan en esta sensibilidad por construir y recrear sistemas que reaccionan a nuestras decisiones.

  • Ejemplos simulación/deportes: Forza Motorsport, FIFA, NBA 2K.

7) Puzzles y juegos de fiesta

Aquí manda la mecánica: reglas claras, ingenio y momentos para compartir. Los party games buscan risas en grupo y los puzzles afinan la lógica, con propuestas que van de lo minimalista a lo narrativo.

Mario Party ha sido la referencia multijugador local por décadas. En Perú son muy habituales en reuniones con amigos y familia. En el lado puzzle, series como Tomb Raider integran acertijos en aventuras de acción.

  • Ejemplos: Jackbox Party Pack (fiesta), The Talos Principle (puzzle), Portal 2 (puzzle).
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8) Acción-aventura

Uno de los híbridos más duraderos: combina combate pulido y narrativa con exploración. De The Legend of Zelda a propuestas modernas, es un paraguas bajo el que caben muchos pesos pesados.

Assassin’s Creed nos ha llevado de la Revolución Industrial a la Grecia clásica, siempre con mundos envolventes. Otros nombres recientes que brillan: Star Wars Jedi: Fallen Order, Sekiro, la saga Arkham o Watch Dogs.

  • Ejemplos acción-aventura: Star Wars Jedi: Fallen Order, Sekiro: Shadows Die Twice, Assassin’s Creed.

9) Supervivencia y terror

Se pisan mucho y, de hecho, el survival horror es su intersección más famosa. La supervivencia gira en torno a gestionar recursos, fabricar y sobreponerse al entorno, con hambre, clima o enemigos apretando las tuercas.

Minecraft (en sus modos duros), Don’t Starve o The Long Dark exploran la lucha por seguir con vida. El terror, por su parte, va de lo psicológico a los sustos más directos: zombis, escenarios postapocalípticos o entidades implacables.

En el lado del miedo puro están Amnesia: The Dark Descent, Alien: Isolation o Blair Witch. Si mezclamos con supervivencia, Resident Evil o The Evil Within son referentes con tensión sostenida y gestión ajustada.

  • Ejemplos supervivencia/terror: The Long Dark, Don’t Starve, Resident Evil (survival horror).

10) Plataformas

El género que mejor conserva su esencia retro: correr, saltar y medir bien los tiempos mientras avanzas por niveles desafiantes. Empezó con desplazamiento lateral y hoy abarca perspectivas variadas.

Donkey Kong abrió camino y el testigo pasó a Super Mario Bros. y Sonic. Con Crash Bandicoot llegó una cámara frontal carismática y, en la era indie, hemos visto mezclas con puzzles y metroidvania modernos.

Títulos como Ori and the Blind Forest o Cuphead combinan arte y reto con precisión exquisita. Es un terreno fértil para estudios pequeños y grandes por igual, con comunidades muy leales.

  • Ejemplos plataformas: Cuphead, Crash Bandicoot, Ori and the Blind Forest.

Otros tipos y subgéneros que te conviene tener ubicados

  • Casual: partidas exprés, accesibles y sin exigencias altas. El boom móvil de la década de 2010 disparó su popularidad, perfectos para ratos cortos y desconexión rápida.
  • MMORPG y MMO: mundos persistentes con miles de jugadores (rol en los primeros, espectro más amplio en los segundos). Cooperación, clanes, raids y economía emergente son el pan de cada día.
  • Tower Defense: defender una estructura ante oleadas de enemigos, colocando unidades y optimizando rutas. Gestión de recursos y táctica para sobrevivir al incremento de dificultad.
  • Disparos y Guerra: los shooters ya los hemos visto; cuando el marco es bélico histórico o ficticio, la ambientación añade logística y narrativa de conflicto al tiroteo.
  • Aventura: experiencias narrativas que premian explorar, resolver y decidir. Desde el point-and-click clásico a aventuras modernas con elecciones morales.
  • Supervivencia: recolectar, fabricar y aguantar lo que el entorno y los enemigos te echan encima. La satisfacción de progresar a pulso es su gancho principal.
  • Match-3: alinear piezas iguales para despejar el tablero con reacciones en cadena. Reconocimiento de patrones y planificación mandan aquí.
  • Multijugador y PvP: competir o colaborar con otros en espacios compartidos. El multijugador vertebra temporadas, eventos y escena social; el PvP ajusta el reto en duelos o equipos.
  • Castillos: mezcla de construcción y defensa de tu fortaleza. Planificación de murallas, recursos y contramedidas ante asedios.
  • Medievales: viajes al pasado con caballeros, feudos y armas antiguas. Suelen cuidar la ambientación y la narrativa de época.
  • Solitaire: el clásico solitario digital en mil variantes, ideal para partidas tranquilas con reglas sencillas y mucha rejugabilidad.
  • Robots: futurismo, IA y mechas por todas partes. Exploran dilemas tecnológicos y potencia industrial en combate o gestión.
  • Miedo (horror): experiencias diseñadas para inquietar o asustar con psicología, atmósfera o sustos. Con el realismo gráfico actual, el techo de inmersión es altísimo.
  • Rogue-like y Roguelite: niveles generados proceduralmente y aprendizaje a base de intentos. La muerte permanente define el primero; el segundo suaviza esa dureza con progresos meta.
  • Battle Royale: decenas de jugadores en mapas que se encogen, loot inicial, tensión creciente y solo uno (o un escuadrón) en pie al final.
  • Survival Horror: cuando el miedo se une a la gestión de recursos y la fragilidad del protagonista. La sensación de vulnerabilidad es parte del encanto.
  • RPG táctico: batallas metódicas con casillas, turnos y sinergias de equipo. Exige pensar dos jugadas por delante y optimizar posiciones.
  • Mundo abierto: grandes mapas con objetivos repartidos, progresión de personaje y misiones secundarias. Libertad para hacer el contenido en el orden que prefieras.
  • Sandbox: hermano cercano del mundo abierto, pero con el énfasis puesto en sistemas y experimentación. Más herramientas, menos guionado y resultados emergentes.
  • Sigilo: evitar ser detectado con rutas, distracciones y gadgets. Planificación, paciencia y ejecución limpia son la clave.
  • Hack and Slash: acción directa, combos y hordas de enemigos, a veces con progresión de equipo. Ritmo alto y satisfacción inmediata al dominar el combate.
  • Plataformas y puzzles: saltos precisos más acertijos integrados en el entorno. Ideal para jugar en cooperativo o en sesiones de reto tranquilo.
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Géneros clásicos por mecánicas: lo que conviene tener claro

  • Acción: ritmo alto, reflejos y dominio del control, con curvas de dificultad que pueden picar. Enganchan al principio y, si no varían, pueden volverse repetitivos a largo plazo.
  • Aventura: explorar, superar peligros y tomar decisiones en mundos con historia. Suelen tener buen argumento y algunos finales alternativos para fomentar la rejugabilidad.
  • Arcade: sencillez, partidas cortas y rejugabilidad pura. Aprendes rápido, dominas con práctica y vuelves una y otra vez.
  • Deportes: simulan disciplinas reales como fútbol, tenis, boxeo o golf. Exigen precisión, dominio de mecánicas y brillan en multijugador local u online.
  • Estrategia: vencer pensando mejor que el rival, ya sea en tiempo real o por turnos. Curva de aprendizaje más alta, pero diversión duradera y mucha profundidad.
  • Simulación: reproducir sistemas o trabajos de la vida real (conducción, aviación, cirugía…). Van de lo ultra realista a lo accesible, pero siempre buscando coherencia interna.
  • Juegos de mesa (digitalizados): clásicos que pasan a pantalla con IA como rival si juegas solo. Mantienen el componente social, pero permiten practicar en solitario.
  • Juegos musicales: interactuar con melodías y ritmos, a veces con periféricos especializados. Ideales para jugar a tope con amigos y marcar récords.

Equipos y accesorios: exprime cada género

Para disfrutar al máximo, la comunidad invierte en el equipo adecuado: periféricos de precisión para FPS, audio envolvente para estrategia o aventuras, y redes optimizadas para competitivo online. Portátiles gaming de alto rendimiento o sobremesas potentes ayudan a cargar mundos abiertos, reducir tiempos de espera y mantener fps altos en cualquier género.

Al final, más allá de etiquetas y listas, lo que cuenta es encontrar la experiencia que te haga perder la noción del tiempo. Si te va planificar cada movimiento, la estrategia y el TRPG te esperan; si prefieres sensaciones fuertes, el terror o el battle royale pondrán tus nervios a prueba; y si sueñas con historias épicas, el RPG y la acción-aventura te van a tener con los mandos encendidos. Sea cual sea tu estilo, el catálogo actual ofrece variedad para aburrir… o mejor dicho, para no aburrirse nunca.