- GTA ha pasado de sencillos juegos en 2D a enormes mundos abiertos 3D que han definido el género sandbox moderno.
- Las entregas de la era PS2 (GTA III, Vice City y San Andreas) marcaron un antes y un después en escala, personalidad y opciones jugables.
- Con GTA IV y GTA V la saga dio un salto en realismo, narrativa adulta y juego online persistente gracias a GTA Online.
- Los rankings varían, pero GTA IV, San Andreas y GTA V se repiten siempre en los primeros puestos como cimas de la franquicia.
Hablar de los juegos de Grand Theft Auto es meterse de lleno en una de las sagas más influyentes de la historia del videojuego. Desde aquel primer experimento con vista cenital en los 90 hasta los mastodónticos mundos abiertos actuales, cada entrega ha ido puliendo una fórmula basada en la libertad total, el crimen y las ciudades vivas que reaccionan a lo que haces.
Recomendar un solo título de GTA es casi imposible porque, siendo sinceros, si pasamos por alto lo puramente visual, prácticamente todos tienen algo imprescindible. Ordenarlos de peor a mejor es un marrón importante, pero no es una misión imposible. A lo largo de más de una docena de juegos principales, spin-offs y expansiones, Rockstar ha afinado un estilo que mezcla sátira, acción desenfrenada, conducción y una sorprendente carga narrativa adulta.
Cómo hemos ordenado los juegos de Grand Theft Auto
Antes de meternos en harina con el ranking, conviene dejar claro de qué estamos hablando exactamente cuando decimos “juegos Grand Theft Auto ordenados de peor a mejor”. En este repaso se tienen en cuenta las entregas principales, los spin-off portátiles y las expansiones de gran calibre, pero no recopilatorios ni remasterizaciones.
Para colocar cada título en la lista se ha cruzado la información de varios portales y reportajes especializados que analizan la saga desde diferentes ángulos: rankings subjetivos, clasificaciones por impacto, análisis de jugabilidad y listados según la nota media de Metacritic. También se tienen presentes factores como innovación, legado, calidad del mundo abierto, narrativa, recepción de la crítica y respuesta del público.
No es una ciencia exacta, está claro. Hay listados que colocan a San Andreas por encima de todo y otros que coronan a GTA V, mientras que Metacritic, por ejemplo, da la primera plaza a GTA IV con un 98. Aquí se integra todo ese material para construir una visión global de la saga y explicar por qué cada juego ocupa el lugar que ocupa cuando ponemos todos los datos sobre la mesa.

Las raíces de la saga: la era 2D y las expansiones
Antes del salto al 3D y de que el sandbox se convirtiera en “el género GTA”, la franquicia se forjó con títulos vistos desde arriba, mundos de aspecto sencillo y una libertad que por entonces resultaba auténticamente revolucionaria. Aunque hoy se vean viejos, su importancia histórica es enorme.
Grand Theft Auto (1997)
El primer Grand Theft Auto fue la chispa que lo encendió todo. Técnicamente es un juego 2D con vista cenital, sprites pequeños y ciudades esquemáticas, pero en su momento ofrecía algo que casi nadie se atrevía a plantear: moverte libremente por tres urbes inspiradas en Nueva York, Miami y California (Liberty City, Vice City y San Andreas) mientras atracabas bancos, robabas coches y sembrabas el caos por puntos.
El desarrollo se concibió inicialmente como un juego de carreras llamado Race’n’Chase, pero el equipo pronto vio que lo realmente divertido era escapar de la policía, atropellar peatones y aceptar encargos criminales desde cabinas telefónicas. Esa mezcla de mundo abierto, estructura por misiones y humor negro fue una bocanada de aire fresco en 1997 y sentó las bases del sandbox moderno.
Hoy sus controles se sienten toscos y el sistema de puntuación ha quedado desfasado, pero sigue siendo históricamente clave. Es el origen de elementos ya icónicos: las emisoras de radio, el tono gamberro, la progresión libre de encargos y las tres grandes ciudades que luego reaparecerían una y otra vez.
GTA 2 (1999)
Solo dos años después llegó GTA 2, una secuela que apostó por la continuidad más que por la revolución. Mantiene la vista cenital y un aspecto muy similar al original, aunque con una estética retro-futurista y una ciudad completamente ficticia llamada Anywhere City, lejos de los reflejos directos de urbes reales.
En lo jugable introdujo conceptos interesantes, como el indicador de respeto hacia distintas bandas que determinaba qué misiones estaban disponibles, y un entorno algo más reactivo, con peatones y delincuentes que podían meterse en líos con la policía sin que tú intervinieses. Aun así, muchos rankings coinciden en que no supo diferenciarse lo suficiente de su predecesor y que su violencia más gratuita quedaba un poco forzada.
Por legado, se suele colocar ligeramente por encima o por debajo del primer GTA según el criterio que se priorice. Hay webs que penalizan su falta de innovación y lo sitúan por debajo del original y otras que valoran esas pequeñas mejoras de diseño. En conjunto, ambos forman la piedra angular del sandbox clásico, aunque hoy sean más curiosidades históricas que juegos recomendables para empezar la saga.
GTA London 1969 y 1961
Entre medias aparecieron las expansiones GTA London 1969 y GTA London 1961, que son un caso especial dentro de la serie. Usan la misma base técnica que el primer juego, pero trasladan la acción a una ciudad real: Londres, con barrios reconocibles y guiños muy claros a la cultura británica de los años 60.
Su gran atractivo era precisamente ese cambio de aires: conducir por la izquierda, localizar zonas emblemáticas como el Big Ben o Camden y disfrutar de un trabajo de ambientación muy cuidado, sobre todo en la banda sonora, que llegó a ser premiada con un BAFTA y marcó el camino del peso que tendrían las músicas licenciadas en la saga.
En términos de mecánicas eran continuistas, casi como un gran pack de misiones y vehículos para el primer GTA. Por eso muchos listados los colocan en posiciones bajas del ranking: no revolucionan la fórmula, pero resultan entretenidos y, sobre todo, curiosos por atreverse con una ciudad real en lugar de una parodia estadounidense.
La etapa portátil y los experimentos top-down modernos
Con el éxito de las entregas de sobremesa, Rockstar intentó llevar la experiencia GTA a consolas portátiles. Aquí se concentran algunos de los juegos menos redondos de la saga, pero también experimentos muy interesantes que demuestran que el formato mundo abierto criminal podía adaptarse a pantallas pequeñas.
GTA Advance (2004)
Grand Theft Auto Advance fue el intento de llevar la franquicia a Game Boy Advance con un juego propio. Recuperaba la vista cenital y reutilizaba la configuración de Liberty City de GTA III, pero las limitaciones de hardware pasaron factura: gráficos muy justos, ausencia de cinemáticas y diálogos recortados hicieron que la experiencia pareciera un paso atrás.
A nivel de mecánicas conseguía replicar razonablemente la estructura de misiones, robos de vehículos y caos urbano, pero el control, especialmente al volante, resultaba un auténtico suplicio por culpa de la cámara tan cercana y ciertos problemas de manejo. Muchos rankings coinciden en situarlo en el último puesto porque, aunque se le reconoce mérito por intentarlo en una portátil 2D, ni innova ni está a la altura del resto de la saga.
GTA Liberty City Stories (2005)
Un año después, Rockstar dio un giro de enfoque y lanzó GTA: Liberty City Stories para PSP, después adaptado a PS2 y otros sistemas. En lugar de reconstruir desde cero, reutilizó el mapa de GTA III y lo convirtió en una precuela directa ambientada unos años antes, con Toni Cipriani como protagonista en lugar de Claude.
El juego supuso el debut oficial de la saga en una portátil con entornos 3D muy cercanos a las entregas de PS2. Se ajustó el diseño de la ciudad a las capacidades de PSP, se pulieron cámaras, se añadieron motos y se introdujo la posibilidad de cambiar de ropa, acercándolo a los estándares de Vice City y San Andreas. Como gran novedad incluyó además un multijugador Ad-Hoc con varios modos para partidas locales entre amigos.
Aun con todo, la mayoría de análisis coinciden en que, aunque sólido, no aportaba grandes novedades a la fórmula y se dejaba notar como “versión portátil” recortada. Por eso suele aparecer en la zona media-baja de los rankings, por delante de GTA Advance y los 2D clásicos, pero lejos de las entregas principales.
GTA Vice City Stories (2006)
GTA: Vice City Stories repitió la jugada al año siguiente, también en PSP y luego en PS2, pero esta vez con mucho más mimo. De nuevo se trata de una precuela, ahora de Vice City, ambientada dos años antes de los acontecimientos del juego original y protagonizada por Victor Vance.
Rockstar aprovechó la experiencia de Liberty City Stories para ofrecer mejoras técnicas (distancia de dibujado, animaciones, rendimiento) y, sobre todo, un sistema de construcción de imperio criminal que combinaba la compra de propiedades de Vice City con las guerras de bandas de San Andreas. Gestionar negocios ilegales, protegerlos y expandir tu red añadía una capa estratégica muy bien recibida.
Además de eso, se recuperó el multijugador, se incorporaron nuevas emisoras de radio y actividades y se pulió el diseño de misiones. Muchos rankings lo sitúan por encima de Liberty City Stories y bastante mejor valorado dentro del bloque portátil, aunque sigue considerándose un complemento interesante más que un “peso pesado” de la franquicia.
GTA Chinatown Wars (2009)
Con Grand Theft Auto: Chinatown Wars, Rockstar decidió arriesgar de verdad. Publicado inicialmente para Nintendo DS y después para PSP y móviles, recuperaba una cámara elevada tipo isométrica, pero con un estilo visual cel shading de aire cómic y un nivel de detalle urbano sorprendente para una portátil.
La ciudad de Liberty City aquí se siente viva: hay carreras ilegales espontáneas, persecuciones ajenas a ti y peatones con comportamientos variados. El juego integra minijuegos específicos para la pantalla táctil de DS (como forzar cerraduras con el stylus), un controvertido sistema de tráfico de drogas que obliga a vigilar precios y rutas para maximizar beneficios y una conducción que, pese al cambio de perspectiva, está muy bien conseguida.
La crítica lo recibió con los brazos abiertos, valorando lo bien que condensaba la esencia GTA en una portátil y lo fresco de su planteamiento.
La crítica lo recibió con los brazos abiertos, valorando lo bien que condensaba la esencia GTA en una portátil y lo fresco de su planteamiento. En rankings generales se suele colocar en mitad de tabla, por encima de los spin-off portátiles clásicos y muy cerca de algunos títulos mayores, y en Metacritic llega a rozar notas de sobresaliente alto, confirmándolo como uno de los experimentos más peculiares y queridos de la saga.
El gran salto: del 2D al 3D y la revolución del sandbox
El verdadero terremoto de la franquicia llegó cuando dejó atrás definitivamente la vista cenital y se lanzó al 3D con una cámara en tercera persona. A partir de aquí, GTA no solo cambió su propia historia, sino también la del videojuego moderno, definiendo el estándar del mundo abierto contemporáneo.
Grand Theft Auto III (2001)
GTA III es el punto de inflexión. Inspirándose en parte en juegos como Driver pero yendo mucho más lejos, Rockstar convirtió a Liberty City en un entorno tridimensional en el que, por primera vez, podías recorrer una ciudad entera a pie o en coche con una cámara sobre el hombro del protagonista.
Su historia sigue siendo relativamente sencilla y el protagonista, Claude, es mudo, pero la sensación de estar dentro de una urbe viva, con tráfico, peatones, emisoras de radio variadas y misiones de crimen organizado a gran escala, fue un antes y un después. Muchos lo describen como el molde de los mundos abiertos modernos, pese a sus limitaciones: no había aviones ni motos, no se podía nadar y algunos sistemas se notan primitivos con el paso del tiempo.
Aun así, la libertad que ofrecía en 2001 era apabullante. Misiones de robo, persecuciones, guerras entre bandas y un humor negrísimo con crítica social se combinaron para crear un fenómeno que prácticamente inventó el “sandbox” tal y como lo entendemos hoy. No es raro verlo muy arriba en los rankings históricos y compartiendo altísimas notas en Metacritic junto a entregas más recientes.
Grand Theft Auto: Vice City (2002)
Apenas un año después, y lejos de numerar una cuarta entrega, Rockstar se fue a los 80 con GTA: Vice City. El cambio no fue tanto técnico como de identidad y ambientación: la Miami ochentera en la que se inspira el juego rebosa neones, colores pastel, trajes blancos y una banda sonora repleta de clásicos de la época que se convirtieron en parte inseparable de la experiencia.
La historia, inspirada sin disimulo en “El Precio del Poder” (Scarface) y en series como Corrupción en Miami, presentó por fin a un protagonista con carisma y voz propia, Tommy Vercetti, interpretado por Ray Liotta. Se añadieron motos, nuevas armas, la posibilidad de saltar desde vehículos en marcha, agacharse para cubrirse y, sobre todo, el sistema de propiedades e imperio criminal que te permitía ir tomando control de negocios por la ciudad.
Muchos jugadores lo recuerdan como el GTA con más personalidad de todos: su estética, sus personajes y su música han envejecido sorprendentemente bien. Técnicamente no supuso una revolución sobre GTA III, pero a nivel de ambientación y narrativa fue un salto enorme que colocó a la saga en la élite de la industria.
Grand Theft Auto: San Andreas (2004)
Con GTA: San Andreas, Rockstar echó la puerta abajo. El mapa ya no era solo una ciudad, sino todo un estado ficticio con tres grandes urbes (Los Santos, San Fierro y Las Venturas), pueblos, bosques, desiertos y montañas. El mundo era descomunal para la época y estaba atestado de actividades: gimnasios, restaurantes, casinos, escuelas de conducción, pruebas de tiro, carreras, coleccionables y mucho más.
La historia de Carl “CJ” Johnson y su regreso a Grove Street mezclaba guerras de bandas, corrupción policial, mafias y política con un tono que alternaba seriedad y humor sin perder el equilibrio. Además, San Andreas integró mecánicas de rol: podías engordar, ponerte cachas, mejorar tu resistencia, tu habilidad con las armas o tu sex appeal, y todo ello influía en cómo se relacionaba el mundo contigo.
El nivel de personalización era brutal: ropa, peinados, tatuajes, coches modificables… La libertad de hacer “tu propia vida” en ese mapa gigantesco convirtió al juego en un fenómeno, especialmente en PS2, donde acabó siendo su título más vendido. No extraña que muchos lo consideren aún hoy el mejor GTA de la historia, o al menos el más influyente de la era PS2.
La era HD: realismo, narrativa madura y mundos más vivos
Con la llegada de PS3, Xbox 360 y después la generación posterior, la saga dio otro salto: mejoró drásticamente el apartado gráfico, apostó por historias más complejas y personajes mejor escritos y comenzó a experimentar con un multijugador online permanente que ha acabado marcando toda una década.
Grand Theft Auto IV y Episodes from Liberty City (2008-2009)
GTA IV supuso el salto de la saga a la alta definición. Liberty City volvió a reinventarse con un grado de detalle y un realismo que entonces dejaban la boca abierta. Calles abarrotadas, físicas avanzadas, ciclos de día y noche más creíbles y una sensación de estar en una ciudad contemporánea real llevaron el listón técnico a otro nivel.
Pero su apuesta principal fue narrativa. La historia de Niko Bellic, un inmigrante del este de Europa que llega persiguiendo el sueño americano y acaba atrapado en una espiral de violencia y desengaño, es una de las más serias y adultas de la franquicia. El juego explora temas como la inmigración, el trauma de la guerra, la corrupción y la hipocresía del sistema con una sobriedad que sorprendió a muchos.
En lo jugable, se revisó desde cero el sistema de disparos y coberturas, se mejoró la conducción (más pesada y realista, con detractores y defensores) y se añadieron nuevas actividades y relaciones sociales a través del móvil e Internet. El multijugador online permitía hasta 16 jugadores en un mismo mundo abierto con modos competitivos y libres.
A esta base se sumaron las expansiones The Lost and Damned y The Ballad of Gay Tony, agrupadas como Episodes from Liberty City, que contaban dos historias paralelas desde la perspectiva de un motero y de un guardaespaldas de la noche neoyorquina. Estas campañas adicionales reforzaron la ambición narrativa del proyecto, entrecruzando tramas y personajes en una Liberty City compartida.
Todo esto hizo que muchos medios lo colocaran en la cima: en Metacritic, GTA IV alcanza un 98, la nota más alta de la saga, y en más de un ranking aparece como el mejor GTA jamás hecho. Otros listados lo sitúan algo más abajo por su tono más sobrio y un mundo abierto percibido como menos “juguetón” que el de San Andreas, pero nadie discute su impacto.
Grand Theft Auto V y GTA Online (2013 en adelante)

Cuando GTA V llegó en 2013, Rockstar ya jugaba en otra liga. El juego nos devolvía a San Andreas, pero esta vez centrado en un gigantesco condado de Los Santos y alrededores que, a nivel de escala y densidad, dejaba en bragas a todo lo visto hasta entonces. Cada barrio, montaña, autopista o playa se sentía único, y la sensación de que siempre está pasando algo a tu alrededor se convirtió en marca de la casa.
La gran novedad fue el sistema de tres protagonistas jugables: Michael, Franklin y Trevor. Podías cambiar entre ellos casi en cualquier momento, ver qué estaban haciendo por su cuenta y afrontar misiones que entrelazaban sus vidas de formas muy distintas. Esta estructura dio mucho juego narrativo, aportó ritmo y permitió explorar varios puntos de vista sobre la misma trama criminal.
La campaña principal se apoyaba en golpes espectaculares, misiones variadas y un tono que mezclaba sátira salvaje del capitalismo y la cultura estadounidense con momentos de humor negro y escenas de acción hollywoodiense. A nivel gráfico y de diseño de mundo, el juego supuso un nuevo techo: animaciones detalladas, iluminación cuidada, cientos de actividades secundarias, un tráfico creíble y una IA más elaborada.
Sin embargo, el verdadero terremoto de largo recorrido ha sido GTA Online, el modo multijugador que se lanzó junto al juego y que con el tiempo se ha convertido prácticamente en un título independiente. Aquí puedes construir tu propio personaje, comprar pisos, negocios, vehículos, participar en golpes cooperativos, carreras, guerras de bandas, modos competitivos y, cómo no, adentrarte en servidores de roleplay donde la comunidad interpreta todo tipo de personajes.
Rockstar ha mantenido vivo GTA Online con actualizaciones y expansiones gratuitas constantes, añadiendo nuevos golpes, vehículos, armas, propiedades y modos durante años. Eso ha permitido que GTA V se mantenga mes tras mes entre los juegos más vendidos del mundo, superando ampliamente los 160 millones de copias. Muchos lo sitúan como el GTA más completo y pulido de todos, y en casi cualquier ranking aparece en el podio.
Rankings, Metacritic y el eterno debate: ¿cuál es el mejor GTA?
Con todo este recorrido, es lógico que haya una guerra eterna por ver cuál es el mejor juego de GTA. Las listas difieren según el criterio: hay páginas que valoran más la innovación, otras el volumen de contenido, otras la narrativa y algunas se apoyan estrictamente en la media de notas.
Si miramos a Metacritic (dejando fuera expansiones, remasterizaciones y el primer juego, que no tiene nota), el ranking aproximado de los GTA principales queda así: GTA IV en primera posición con 98, seguido muy de cerca por GTA V y GTA III empatados en 97, y un poco más abajo San Andreas y Vice City con 95. Justo detrás se sitúan Chinatown Wars, Liberty City Stories, Vice City Stories y, cerrando la lista, GTA II.
Otros artículos y reportajes, en cambio, elaboran listados totalmente subjetivos. Algunos consideran que el punto álgido es San Andreas por su ambición y todo lo que introdujo; otros señalan GTA V como el techo absoluto porque lo hace todo bien: historia, mundo abierto, variedad de misiones y un online descomunal; y no faltan quienes ponen a GTA IV en lo más alto por su narrativa madura y la fuerza de Niko Bellic como protagonista.
También hay clasificaciones que incluyen a GTA VI en el primer puesto de forma hipotética, basándose en las expectativas y el potencial de las nuevas consolas, aunque el juego todavía no ha salido. A día de hoy se sabe que Rockstar trabaja en él y que ya ha confirmado oficialmente su desarrollo, pero sin fecha de lanzamiento cerrada, lo único que se puede hacer es especular con que elevará de nuevo el listón de los mundos abiertos.
Más allá de la posición exacta de cada título, todos estos rankings dejan clara una idea: con cada entrega grande, Rockstar ha buscado superarse a sí misma. Desde los experimentos cenitales hasta las ciudades en alta definición donde puedes vivir casi otra vida, la franquicia ha ido marcando tendencia y, a día de hoy, cualquier aspirante a “mejor juego de la historia” sabe que, tarde o temprano, tendrá que medirse con GTA.
Mirando el conjunto de la saga, se ve cómo Grand Theft Auto ha pasado de ser un pequeño juego gamberro con coches vistos desde arriba a convertirse en una referencia absoluta del entretenimiento interactivo. Entre ciudades memorables como Liberty City, Vice City o San Andreas, personajes ya icónicos, bandas sonoras inolvidables y una libertad que pocos han igualado, es lógico que los debates sobre cuál es el mejor GTA sigan vivos… al menos hasta que el próximo capítulo vuelva a poner patas arriba todo lo que creíamos saber sobre los mundos abiertos.
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