Juegos de Call of Duty ordenados de peor a mejor

Última actualización: 02/12/2025
Autor: Isaac
  • Modern Warfare 2, Call of Duty 4 y Black Ops 2 se mantienen como los títulos mejor valorados de toda la saga, tanto por crítica como por los propios jugadores.
  • Las entregas peor recibidas, como Modern Warfare 3 de 2023, Vanguard o Black Ops Declassified, se critican sobre todo por campañas flojas, reciclaje y decisiones de diseño poco acertadas.
  • Las subsagas Modern Warfare y Black Ops cuentan con cronologías internas claras, ideales para jugar en orden sin necesidad de pasarse absolutamente todos los Call of Duty.
  • Warzone y los títulos puramente online han abierto una nueva etapa para la franquicia, manteniéndola vigente a través de un modelo free-to-play y temporadas continuas de contenido.

Juegos de Call of Duty ordenados de peor a mejor

Si hablamos de shooters bélicos en primera persona, Call of Duty es el nombre que se nos viene a todos a la cabeza. La saga de Activision lleva más de dos décadas marcando el ritmo del género, pasando de recrear la Segunda Guerra Mundial con un enfoque casi cinematográfico a meternos de lleno en guerras modernas, futuras y conflictos encubiertos dignos de las mejores películas de espías.

A lo largo de estos más de 20 años se han lanzado decenas de juegos, subsagas y spin-offs, con momentos brillantes y otros bastante discutibles. Aquí vas a encontrar un repaso amplio a la franquicia, con su contexto histórico, sus grandes revoluciones jugables, los mejores y peores títulos según la crítica, los distintos órdenes para jugar las campañas y un vistazo a las subsagas clave como Modern Warfare y Black Ops, sin dejar de lado Warzone ni los títulos puramente online.

Más de 20 años de guerra: cómo nació y creció Call of Duty

Call of Duty empezó como una respuesta directa al éxito de Medal of Honor. A principios de los 2000, Electronic Arts lo estaba petando con Medal of Honor: Allied Assault, impulsado por Steven Spielberg. Parte del equipo responsable de ese juego, capitaneado por Vince Zampella, decidió abandonar EA y fundar Infinity Ward, estudio que llegó a un acuerdo con Activision para crear un FPS bélico con el motor IdTech 3 que pudiera competir de tú a tú con la saga de EA.

El resultado fue el primer Call of Duty, lanzado en octubre de 2003 exclusivamente para PC. Lejos de ser un simple “mata-mata”, introdujo ideas muy avanzadas para la época: órdenes a compañeros, gestión del estado psicológico de las unidades, uso de botiquines para curarse y una campaña centrada en los frentes británico, soviético y estadounidense de la Segunda Guerra Mundial. Esa mezcla de realismo, ritmo y puesta en escena fue lo que enganchó a millones de jugadores, marcando un hito en la historia del videojuego.

Pese a que hoy asociamos Call of Duty sobre todo a consolas, sus raíces son totalmente de PC. De hecho, este primer título no tuvo un lanzamiento nativo en consolas modernas hasta 2009, cuando se reeditó en PS3 y Xbox 360 como complemento de Modern Warfare 2. Antes, lo que hubo en consolas fueron versiones alternativas como Finest Hour o Big Red One, enfocadas a aprovechar el tirón de la marca en sistemas domésticos.

Del éxito del juego de 2003 nacieron dos secuelas directas: Call of Duty 2 y Call of Duty 3. La segunda parte debutó en PC y tuvo una versión específica para consolas, mientras que el tercero apostó claramente por dar el salto a Xbox 360, donde su multijugador vivió su mejor momento. Estas entregas mantenían el foco en la Segunda Guerra Mundial, afinando la fórmula pero sin romperla todavía.

El gran giro de guion llegó en 2007 con Call of Duty 4: Modern Warfare. Infinity Ward decidió abandonar la Segunda Guerra Mundial para apostar por un conflicto moderno y, con ello, redefinió por completo el género. Modern Warfare no solo estrenó un multijugador online adictivo y profundamente influyente, sino que también ofreció una campaña cinematográfica, con personajes como Soap MacTavish o el Capitán Price, que se han convertido en iconos de los videojuegos.

Saga Call of Duty Modern Warfare y Black Ops

Modern Warfare fue tan grande que acabó convirtiéndose en una subsaga propia dentro de Call of Duty. A la entrega de 2007 le siguieron Modern Warfare 2 (con la polémica misión «Nada de ruso») y Modern Warfare 3 (con escenas tan potentes como la destrucción de la Torre Eiffel), formando una trilogía clásica. Años más tarde, entre 2019 y 2023, se estrenaría una nueva trilogía moderna con reboot de personajes y acontecimientos, demostrando que la fórmula aún tenía cuerda para rato.

Mientras tanto, Treyarch tomaba el relevo con Call of Duty: World at War en 2008, volviendo a la Segunda Guerra Mundial pero con un tono mucho más crudo y brutal. Además, esta entrega introdujo una de las grandes señas de identidad actuales de la saga: el modo Zombies, un cooperativo por rondas con botín, armas locas y una progresión tremendamente adictiva que ha llegado hasta Black Ops 6.

World at War fue también la antesala de otra subsaga mítica: Black Ops. Con personajes como Frank Woods o Alex Mason, Treyarch se alejó de la guerra mundial clásica para centrarse en la Guerra Fría, Vietnam o la Guerra del Golfo, combinando operaciones encubiertas, conspiraciones y un tono más paranoico y oscuro que el de Modern Warfare.

Con el paso de los años, Call of Duty se ha ido expandiendo con más entregas y también con títulos centrados casi exclusivamente en el online. El ejemplo más claro es Warzone, el battle royale gratuito que debutó en 2020, en plena pandemia de COVID-19, y que se convirtió rápidamente en uno de los juegos más jugados del mundo gracias a su integración con las entregas anuales.

En total, la franquicia suma 32 juegos (sin contar remasterizaciones, recopilatorios ni ports), de los que 21 son entregas principales. A todo esto hay que añadir varios proyectos cancelados, ideas que nunca llegaron a ver la luz pero que muestran hasta qué punto Activision ha exprimido la marca. Muchos de estos títulos son accesibles hoy en PC, PS5, PS4, Xbox Series X|S y Xbox One gracias a la retrocompatibilidad, aunque si quieres revisitar algunas entregas muy antiguas te tocará rescatar la PS2, la primera Xbox o la GameCube.

Ranking general: los Call of Duty de mejor a peor (campaña y multijugador)

Todos los juegos de Call of Duty

A la hora de ordenar la saga de mejor a peor, la mayoría de medios especializados se centran en los títulos principales, dejando fuera spin-offs como Finest Hour, Big Red One o versiones portátiles, así como expansiones, remasterizaciones puras y juegos centrados en el multijugador como Warzone. El foco está en las entregas anuales grandes, valorando su campaña, su multijugador y el apartado técnico.

  Erosion, el nuevo roguelike de mundo abierto con viajes en el tiempo

Un patrón que se repite casi siempre es que Call of Duty 4: Modern Warfare se coloca en el primer puesto o disputa el trono con Modern Warfare 2. Para muchos, el Modern Warfare original es el juego que lo cambió todo, comparable al impacto que tuvieron en su día Resident Evil 4 o Super Mario 64 en sus respectivas sagas. Su guion, la variedad de situaciones, el ritmo y la selección de mapas y armas del multijugador lo mantienen fresco incluso hoy, algo que se ha podido comprobar con su versión remasterizada.

Modern Warfare 2 (2009) suele ocupar la segunda posición en estas listas. No solo perfeccionó el sistema de progresión y rachas del multijugador, sino que llevó la campaña a un nuevo nivel de espectacularidad, con momentos tan impactantes como la ya mencionada «Nada de ruso». Además, añadió Operaciones Especiales como modo cooperativo, que muchos recuerdan con cariño por lo rejugables y desafiantes que eran.

En el podio casi siempre entra también el primer Black Ops, que dejó atrás la Segunda Guerra Mundial para meterse de lleno en el marco de la Guerra Fría y Vietnam. Su campaña, centrada en la mente de Alex Mason y en los famosos “números”, está considerada una de las mejores de la franquicia, y a nivel multijugador supuso una evolución clara respecto a World at War, con armas, rachas y mapas muy bien diseñados. Además, consolidó el modo Zombies con varios mapas memorables llenos de secretos.

Justo detrás suelen aparecer otros títulos muy queridos como World at War y el Call of Duty original. El primero por su tono bélico descarnado en el frente del Pacífico y el soviético, y por ser la cuna del modo Zombies; el segundo, por atreverse a dar un enfoque más táctico y de escuadrón dentro de la Segunda Guerra Mundial, huyendo del típico héroe solitario que arrasa con todo.

En el extremo opuesto de la tabla, hay bastante consenso al señalar Call of Duty: Modern Warfare 3 (2023) como la entrega más floja de la saga principal. Su campaña dura apenas unas cuatro horas, con misiones recicladas y una resolución argumental muy pobre, y aunque el multijugador cumple, no está a la altura de lo que se espera de un cierre de trilogía moderna.

Otros títulos que suelen aparecer entre los menos valorados son Vanguard, Ghosts e Infinite Warfare. Vanguard intentó volver a la Segunda Guerra Mundial sin aportar demasiado, con un multijugador irregular y uno de los modos Zombies peor recibidos de la historia de la franquicia. Ghosts se recuerda por un multijugador muy criticado (mapas enormes, time-to-kill bajísimo y una plaga de camperos) y por dejar su campaña en un cliffhanger que nunca se resolvió. Infinite Warfare, por su parte, pagó el agotamiento de los jetpacks y el futurismo, debutando con uno de los tráilers con más dislikes de la historia de YouTube, aunque con el tiempo su campaña espacial y su modo Zombies han ido ganando cierto reconocimiento.

Aun así, casi todos los analistas coinciden en que “no hay juegos realmente malos” dentro de la saga principal. La mayoría de entregas son, como mínimo, sólidas, y aunque algunas decepcionen por comparación con los picos de calidad de la franquicia, siguen siendo shooters muy por encima de la media del mercado.

Los Call of Duty según Metacritic: de peor a mejor

Si nos vamos a Metacritic y tomamos las notas medias como referencia, obtenemos un retrato bastante claro de qué juegos gustaron más y cuáles se estrellaron. El ranking incluye tanto entregas principales como versiones portátiles y spin-offs, lo que ayuda a entender la percepción global de la marca.

En el fondo absoluto del listado aparece Call of Duty: Black Ops Declassified (PS Vita) con un 33, un experimento fallido que intentó llevar la experiencia COD a la portátil de Sony con resultados desastrosos: controles incómodos, contenido escaso y un multijugador muy limitado. Justo por encima se sitúa Modern Warfare 3 (2023) con un 56, reflejando la decepción general con su campaña y la sensación de producto apresurado.

También aparecen en la parte baja otros títulos menores o adaptaciones como Roads to Victory (PSP), Modern Warfare Mobilized (DS) o Black Ops DS, junto a entregas principales cuestionadas como Vanguard (73) o Infinite Warfare (77). Ghosts (78) y WWII (79) se quedan en una zona templada, considerados juegos correctos pero lejos de los grandes hitos de la saga.

La zona media-alta del ranking está poblada por títulos muy queridos pero con cierta división de opiniones: Black Ops 3 (81), Advanced Warfare (83), Black Ops 2 (83), Black Ops 4 (83) o World at War (84). Son juegos que, en general, han dejado buen sabor de boca pero que arrastran polémicas puntuales (futurismo excesivo, decisiones de monetización, ausencia de campaña en BO4, etc.).

Las notas más altas se las llevan los orígenes de la franquicia y el dúo Modern Warfare 1-2. El primer Call of Duty alcanza un 91, Call of Duty 2 sube hasta el 89, Modern Warfare 3 (2011) se queda en 88, y Modern Warfare 2 y Call of Duty 4: Modern Warfare se encaraman al 94, compartiendo el podio como los títulos mejor valorados de toda la saga según la crítica internacional.

El criterio de Vandal: los mejores y peores COD analizados por el medio

Si miramos las notas de Vandal, uno de los medios especializados más importantes en España, el retrato es parecido aunque con matices interesantes. De nuevo, Black Ops Declassified se lleva el farolillo rojo con un 4,9, seguido por Modern Warfare 3 (2023) con un 6,8, confirmando que esa entrega moderna es una de las más flojas para la prensa española.

En la parte media baja encontramos juegos como Vanguard, Black Ops Cold War, Call of Duty 3, WWII, Infinite Warfare o Ghosts, todos ellos moviéndose entre el 8 y el 8,2. Son títulos que se salvan por la calidad base de la fórmula COD, pero que no destacan especialmente ni en campaña ni en multijugador, ya sea por diseño de mapas, contenido de lanzamiento limitado o decisiones cuestionables.

La zona noble del ranking de Vandal la ocupan los grandes clásicos y alguna sorpresa. World at War, Call of Duty 2, La Gran Ofensiva y el primer Call of Duty alcanzan el 9, compartiendo espacio con Black Ops 2 y Modern Warfare 3 (2011). Un escalón por encima están Black Ops y Call of Duty 4: Modern Warfare con un 9,5, mientras que el techo lo marca Modern Warfare 2 con un 9,7, considerado por el medio como la cumbre de la saga.

  Qué se sabe de Cyberpunk 2: desarrollo, historia, motor y online

Vandal también ofrece un top personal, ordenado de mejor a peor, que pone a Black Ops 2 en el primer puesto, seguido de Black Ops, Black Ops 3, Modern Warfare 3 (2011) y Advanced Warfare. Les siguen Modern Warfare 2, World at War, COD 4, Black Ops Cold War, Modern Warfare (2019), World War II, Black Ops 4, Infinite Warfare, Modern Warfare 2 (2022), Ghosts, Modern Warfare 3 (2023) y, cerrando, Vanguard. Es un orden donde pesa mucho la calidad del multijugador tradicional y el cariño por la subsaga Black Ops.

Top 10 de Call of Duty de peor a mejor (visión gamer)

Más allá de las notas de prensa, muchos artículos recogen rankings “a pie de calle” basados en la opinión de jugadores veteranos. Uno de estos tops resume en diez puestos un punto de vista bastante representativo de la comunidad, combinando nostalgia, multijugador y campaña.

En la parte baja de ese top aparecen Call of Duty: Ghosts y Advanced Warfare. Ghosts se considera una entrega olvidable, con una campaña que termina en un cliffhanger frustrante y un online que no terminó de cuajar, pese a introducir mecánicas como el deslizamiento o la inclinación al asomarse. Advanced Warfare, por su parte, apostó de lleno por los exoesqueletos y una ambientación futurista en 2054 con la corporación Atlas como villana, pero muchos jugadores lo sintieron demasiado parecido a otros shooters de la época como Titanfall o Halo, con una campaña correcta pero poco memorable y un multijugador frenético pero desequilibrado.

Por encima de ellos se sitúa Modern Warfare 3 (2011). Es uno de los juegos más vendidos de la saga y cierra la trilogía original de Modern Warfare, pero también se le critica por ser excesivamente continuista respecto a MW2: campaña espectacular pero corta y guiada, multijugador divertidísimo pero muy similar al anterior, y un modo Supervivencia que no logró sustituir el carisma del modo Zombies.

World at War ocupa un lugar destacado por ser el único juego de ese ranking ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Su campaña, centrada en los últimos compases del conflicto en el frente del Pacífico y el frente oriental, es dura y directa, y su multijugador, aunque quizá menos refinado que el de MW2, fue muy entretenido. La gran estrella, eso sí, fue el primer modo Zombies, con un mapa que se haría legendario y un bucle jugable que atrapó a toda la comunidad.

Entre los títulos modernos recientes se rescata Modern Warfare 2 (2022), el remake/reboot de la trilogía moderna. Su campaña continúa la historia del Modern Warfare de 2019, persiguiendo a Hassan Zyani y una amenaza de misiles balísticos, con giros de guion que encantaron a muchos fans. A nivel técnico, luce espectacular y el multijugador es profundo, aunque su ritmo más lento y el fuerte skill-based matchmaking dividieron a la comunidad.

Modern Warfare (2019) también aparece alto en estos tops. Supuso el relanzamiento de la marca con un motor gráfico nuevo e hiperrealista, una campaña cruda centrada en personajes como Alex, Kyle y Farah, y un multijugador que, pese a problemas de diseño de mapas y exceso de camperos, marcó el inicio de la era Warzone y del sistema de temporadas gratuitas sin DLC de mapas de pago.

Cuando se mira hacia atrás, Call of Duty 4: Modern Warfare siempre tiene un hueco privilegiado. Fue el primer salto serio a la guerra moderna, estableciendo la estructura fundamental de la saga: progresión de armas, rachas de bajas, prestigios… Su campaña, ambientada en una crisis internacional con Rusia en 2011, incluye momentos icónicos y giros como la traición del General Shepherd, que dejarían huella en la secuela.

En la zona alta del ranking aparecen Black Ops, Warzone, Black Ops 2, Black Ops 6 y los Modern Warfare clásicos. Black Ops brilla por su trama de conspiraciones durante la Guerra Fría, sus misiones encubiertas y un modo Zombies que se convirtió en religión para muchos jugadores. Warzone, por otro lado, reinventó la saga al abrazar el modelo free-to-play con un battle royale enorme, donde la estrategia y la gestión del círculo y el gulag son clave para llegar vivos al final.

Black Ops 2, eso sí, suele considerarse uno de los puntos más altos de toda la franquicia. Su campaña dividida entre los años 80 y 2025, con decisiones que ramifican la historia, y un multijugador prácticamente redondo en mapas, armas y ritmo lo han convertido en un clásico moderno. Black Ops 6, pese a ser reciente, también se cuela en los tops por recuperar sensaciones más clásicas en el online y por una campaña ambientada en los 90, con Frank Woods y compañía moviéndose en un mundo de operaciones encubiertas y traiciones políticas.

El primer puesto de muchos tops sigue siendo para Modern Warfare 2 (2009). Junta la mejor versión del multijugador clásico con una campaña que va a más, un villano memorable como Makarov y momentos tan controvertidos y potentes como «Nada de ruso», que puso a los jugadores frente a un dilema ético muy incómodo y abrió el debate sobre los límites de la representación de la violencia en los videojuegos.

Modern Warfare, de peor a mejor dentro de su propia saga

Si nos centramos solo en la subsaga Modern Warfare y ordenamos sus entregas según Metacritic, también vemos una clara jerarquía. En la parte baja se sitúan las entregas del reboot moderno: Modern Warfare 3 (2023) es el peor valorado, acusado de ser un “DLC caro” con una campaña corta y olvidable; Modern Warfare 2 (2022) le sigue, con buenas ideas pero sin alcanzar el impacto de su antecesor de 2019.

El Modern Warfare (2019) base se coloca en un término medio alto, siendo reconocido por devolver a la franquicia a un tono más sobrio y táctico y por su potente campaña. Modern Warfare Remastered, por su parte, se valora como una excelente forma de rescatar el clásico de 2007 con gráficos modernizados sin perder su esencia jugable.

En la parte alta de esta clasificación interna aparecen los tres Modern Warfare originales. Modern Warfare 3 (2011) cierra la trilogía con un 88 de Metacritic, muy por encima de su homólogo de 2023, consolidando lo que muchos consideran una de las mejores trilogías FPS jamás hechas. Modern Warfare 2 (2009) y Call of Duty 4: Modern Warfare comparten el podio con notas sobresalientes, siendo vistos como el estándar de oro de la saga.

Black Ops, del peor al mejor según la crítica

La subsaga Black Ops también tiene su propio ranking de peor a mejor en función de la nota media en Metacritic. Abajo del todo se sitúa Black Ops 4, penalizado por renunciar al modo campaña para centrarse en el multijugador y en el battle royale Blackout, algo que sentó muy mal entre los fans más tradicionales pese a que la jugabilidad fuera sólida.

  Modo Big Picture de Steam: Qué es y cómo aprovecharlo al máximo

Justo por encima está Black Ops Cold War, que mejora algunas cosas de BO4 pero arrastra un gameplay irregular y un fuerte skill-based matchmaking que hizo que muchos jugadores abandonasen el online a los pocos meses. Su ambientación en los años 80 y su campaña de espionaje resultan interesantes, pero no fueron suficientes para elevarlo a la altura de los grandes.

El primer Black Ops mantiene un aura de título mítico y figura en la mitad-alta de la tabla, con una nota sólida y mucho cariño por parte de la comunidad gracias a su campaña memorable y a un Zombies que consolidó la fórmula. Black Ops 3, continuista pero muy pulido, también goza de buena reputación por su multijugador frenético y su enfoque en los especialistas.

En los primeros puestos de la saga Black Ops destacan Black Ops 2 y Black Ops 6. El segundo es visto como un soplo de aire fresco tras años complicados para la franquicia, volviendo a un estilo más reconocible, con una campaña noventera muy cuidada y un online que recupera la chispa de antaño. Black Ops 2, mientras tanto, sigue siendo el gran referente: narrativa ramificada, villano carismático como Raúl Menéndez, presencia de personajes icónicos como Mason o Woods y uno de los mejores multijugadores que ha tenido la saga.

Órdenes recomendados para jugar la saga: lanzamientos, cronologías y subsagas

Con tantos juegos, es normal que a quien llega nuevo a la franquicia le entren dudas sobre por dónde empezar. El orden de lanzamiento completo puede hacerse muy cuesta arriba, pero hay varias formas lógicas de adentrarse en el universo Call of Duty sin volverse loco.

Una opción es seguir el orden de salida de las entregas principales, saltando remasters, recopilatorios, spin-offs y títulos únicamente online. Esto permite ver claramente cómo evoluciona la jugabilidad, los gráficos y el planteamiento de las campañas, desde la Segunda Guerra Mundial inicial hasta los conflictos modernos y futuros más recientes.

Otra posibilidad es agrupar los juegos por temática histórica. En la Segunda Guerra Mundial encontramos siete títulos principales, sin contar spin-offs de consolas: la trilogía original de Call of Duty, World at War, WWII, Vanguard y Roads to Victory (en PSP). No hay una cronología estricta que te obligue a jugarlos en cierto orden, pero tiene sentido empezar por la trilogía clásica y Roads to Victory, dejar World at War y su “secuela espiritual” para más adelante y, si quieres, acabar con WWII y Vanguard, que no guardan una relación argumental fuerte con los anteriores.

La subsaga Modern Warfare sí que sigue un orden cronológico muy claro que coincide con el de lanzamiento. Puedes jugar primero la trilogía original (COD4, MW2 y MW3 de 2011) y luego saltar al reboot moderno: Modern Warfare (2019), Modern Warfare 2 (2022) y Modern Warfare 3 (2023). Entre medias hay otros tres juegos con ambientación contemporánea que, aunque no pertenecen directamente a Modern Warfare, encajan bien como “complementos”: Ghosts, Advanced Warfare e Infinite Warfare, todos ellos disponibles en PS4, Xbox One y PC.

Black Ops también tiene su propia línea temporal interna, desde la Guerra Fría hasta futuros lejanos. El orden propuesto suele ser: Black Ops, Black Ops 2, Black Ops 3, Black Ops 4, Black Ops Cold War y Black Ops 6. También existe Black Ops Declassified para PS Vita, que se sitúa entre la primera y la segunda entrega pero sin un peso argumental realmente importante en el conjunto.

Por último, si ya te has pasado todas las campañas y lo que buscas es acción puramente online, tienes a tu disposición varios títulos centrados en el multijugador. Warzone y Warzone 2 son la referencia en battle royale para PC, PlayStation y Xbox, integrados con las entregas anuales y actualizados de forma constante. En móviles, COD Mobile y Warzone Mobile permiten disfrutar de la esencia de la saga en cualquier parte, aunque devoren la batería del dispositivo.

El presente y futuro de Call of Duty

Tras el buen rendimiento de Black Ops 6 y el éxito sostenido de Warzone, Call of Duty sigue siendo una de las marcas más potentes del sector. Las filtraciones apuntan a que Treyarch ya está trabajando en una nueva entrega que actuaría como semi-secuela de Black Ops 2, mientras que Infinity Ward y Sledgehammer tendrían reservados los lanzamientos de los años siguientes.

Al otro lado del ring, EA prepara un regreso fuerte de Battlefield para intentar reeditar la rivalidad de la era PS3-Xbox 360, aunque eso suponga pausar otras licencias como Need for Speed o Burnout. En paralelo, la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft deja en el aire cómo evolucionará la saga en los próximos años: integración con Game Pass, cambios en el modelo de negocio, posibles variaciones en la cadencia anual…

Mientras tanto, la franquicia sigue siendo un referente absoluto para entender los shooters en primera persona de las últimas dos décadas. Sus mejores entregas (COD4, MW2, Black Ops, Black Ops 2, World at War…) se estudian como ejemplos de cómo combinar campañas intensas con multijugadores robustos, y hasta sus tropiezos sirven para ver qué ocurre cuando se fuerza demasiado la fórmula o se desprecia lo que la comunidad lleva años pidiendo.

Si te apetece meterte en Call of Duty hoy en día lo tienes más fácil que nunca: las consolas actuales y el PC te dan acceso a casi todas las entregas importantes gracias a la retrocompatibilidad y a las plataformas digitales, y Warzone ofrece una puerta de entrada gratuita para ir cogiéndole el punto a la jugabilidad. A partir de ahí, ya es cuestión de que elijas si prefieres empezar por los orígenes de la Segunda Guerra Mundial, por el impacto de Modern Warfare, por el tono conspiranoico de Black Ops o por el caos controlado del battle royale.

La Historia Del Videojuego: Una Comunidad En Evolución
Artículo relacionado:
La Historia Del Videojuego: Una Comunidad En Evolución