Comprobar la RAM con mdsched.exe en Windows: guía completa

Última actualización: 30/09/2025
Autor: Isaac
  • Diagnostica la RAM con mdsched.exe y consulta los eventos 1101 y 1201 en el Visor.
  • Amplía el análisis con MemTest, MemTest86 y AIDA64 para detectar fallos esquivos.
  • Aísla el problema por módulos y ranuras y ajusta BIOS si hay inestabilidad.

Diagnóstico de memoria RAM en Windows

Cuando el ordenador empieza a dar guerra con cuelgues aleatorios, pantallazos azules o una lentitud que no te explicas, una de las sospechas habituales recae sobre la RAM. Comprobar la memoria con la herramienta mdsched.exe de Windows es un primer paso rápido y fiable para descartar fallos que afecten a la estabilidad del sistema.

En las siguientes líneas vas a encontrar una guía completa, de principio a fin, para detectar síntomas, ejecutar la prueba nativa de Microsoft, leer los resultados en el Visor de eventos y, si lo necesitas, pasar a tests más exhaustivos con utilidades de terceros como MemTest, MemTest86 o AIDA64. También verás qué hacer cuando aparecen errores y cómo identificar el módulo problemático sin volverte loco.

Cuándo sospechar que la RAM está fallando

Antes de medir y diagnosticar, conviene reconocer las señales. Muchos problemas de RAM se manifiestan como fallos del sistema que podrían confundirte con errores de disco o del propio Windows.

  • Pitidos al arrancar: algunos equipos emiten códigos acústicos (o se apoyan en LEDs de placa) que delatan errores de hardware.
  • Arranques eternos, incluso con SSD NVMe, y rendimiento que decae cuanto más tiempo llevas con el PC encendido.
  • BSOD o pantallazos azules al abrir programas o juegos; códigos como MEMORY_MANAGEMENT suelen apuntar a la memoria.
  • Archivos que se abren corruptos o inaccesibles: puede estar fallando la lectura en RAM, no el disco.
  • Menos RAM reconocida en Configuración > Acerca de de Windows (por ejemplo, tienes 16 GB y ves 8 GB).

Ojo, que no todos los síntomas implican un módulo roto. La falta de memoria también provoca bloqueos y errores si el sistema se queda corto de recursos, sobre todo en equipos con 8 GB o menos y cargas pesadas.

Antes de cualquier test de software, merece la pena hacer dos comprobaciones básicas. Reasienta los módulos de RAM y cambia de ranura para descartar un mal contacto o un zócalo de la placa base en mal estado, y comprueba también el consumo de RAM en tiempo real.

Cómo usar Diagnóstico de memoria de Windows (mdsched.exe)

Windows 10 y 11 incluyen un verificador nativo llamado Diagnóstico de memoria de Windows. Se ejecuta antes de que el sistema cargue, por lo que puede analizar la RAM con la mínima interferencia de procesos.

Abre la herramienta de cualquiera de estas formas: pulsa Windows + R, escribe mdsched.exe y confirma, o busca Diagnóstico de memoria de Windows desde el menú Inicio. También puedes encontrarla en Herramientas de Windows dentro del listado de utilidades del sistema.

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Se abrirá una ventana con dos opciones. La recomendada es Reiniciar ahora y comprobar si existen problemas. Si no puedes parar lo que estás haciendo, elige ejecutar el análisis en el próximo arranque.

Al reiniciar, verás una pantalla azul de pruebas. Pulsa F1 para abrir las opciones avanzadas y elegir el tipo de test, la gestión de la caché y el número de repeticiones.

Modos de análisis y opciones avanzadas

La herramienta ofrece tres perfiles de profundidad, y conviene saber qué hace cada uno. Cuanto más largo es el test, más exhaustivo será el análisis y mejor capacidad de detección de errores intermitentes.

  • Básico: incluye MATS+, INVC y SCHCKR con caché activada; es el más rápido para una criba inicial.
  • Estándar: añade LRAND, Stride6, CHCKR3, WMATS+ y WINVC; equilibrio entre tiempo e intensidad.
  • Extendido: incorpora Stride38, WSCHCKR, WStride6, CHCKR4, WCHCKR3, ERAND y CHCKR8, con la caché desactivada; es el más a fondo y puede tardar horas.

Además del modo, puedes ajustar la caché a Predeterminado, Activado o Desactivado. Desactivar la caché fuerza accesos a memoria más directos, útiles para destapar errores que el caché enmascara.

Por último, es posible definir el número de pasadas. Puedes repetir la batería de pruebas hasta 99 veces; si introduces 0, la ejecución es indefinida hasta que la canceles manualmente.

En la pantalla principal verás progreso, porcentaje global, número de pruebas y errores detectados en tiempo real. Al terminar, el equipo se reinicia solo y Windows vuelve a cargar como siempre.

Herramienta mdsched.exe en Windows

Ver los resultados en el Visor de eventos

Tras el reinicio, puede aparecer una notificación informando del resultado, pero no siempre te dará todo el detalle. El informe completo está en el Visor de eventos, dentro de los registros del sistema.

Para abrirlo, pulsa Windows + R, escribe eventvwr.msc y acepta, o busca Visor de eventos desde el menú Inicio. En el panel izquierdo entra en Registros de Windows y elige Sistema.

En el panel derecho, usa la opción Filtrar registro actual. En Orígenes de eventos escribe MemoryDiagnostics-Results y aplica el filtro para ver solo las entradas relevantes.

Te interesan especialmente los eventos con ID 1101 y 1201, que resumen el resultado de la última ejecución del diagnóstico. Haz doble clic en el evento para ver si se detectaron errores y, en su caso, cuántos y en qué fase.

Si el visor no muestra problemas pero las sospechas persisten, no te quedes ahí. Algunos fallos intermitentes requieren pruebas más largas y agresivas que el verificador de Microsoft no cubre con tanta profundidad; consulta nuestra guía para diagnosticar fallos de hardware.

Si el visor no muestra problemas pero las sospechas persisten, no te quedes ahí. Algunos fallos intermitentes requieren pruebas más largas y agresivas que el verificador de Microsoft no cubre con tanta profundidad.

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Pruebas avanzadas con utilidades de terceros

Cuando necesitas ir un paso más allá, tienes varias opciones. MemTest, MemTest86 y AIDA64 son tres herramientas populares para estresar la memoria con patrones y metodologías distintas; también hay guías específicas para test de memoria en macOS si trabajas en Apple.

MemTest para Windows

MemTest es un clásico en entorno Windows. La versión básica es gratuita y suficiente para detectar errores evidentes; la edición Pro añade funciones por un precio muy contenido (aproximadamente 5 dólares).

Su uso es sencillo: ejecutas la aplicación, indicas la cantidad de RAM a probar y lanzas el test. Es ideal para pasar varias horas de verificación mientras trabajas con el equipo con cierta normalidad, aunque lo más recomendable es cerrar programas pesados.

MemTest86 arrancable desde USB

MemTest86 es un estándar de facto para pruebas fuera del sistema operativo. Se ejecuta desde un USB o CD de arranque, con varias pasadas y patrones que descubren fallos esquivos.

Versiones y licencias: hay ediciones gratuitas y de pago. En el rango comercial encontrarás versiones avanzadas con licencias que pueden llegar a precios altos para uso profesional, mientras la gratuita cubre las necesidades de la mayoría de usuarios domésticos.

Pasos básicos para usarlo: descarga la imagen desde su web oficial, crea el USB con una herramienta como Rufus, arranca el PC desde ese medio y deja que ejecute su batería completa de tests. El tiempo de ejecución variará en función de la cantidad y velocidad de la RAM.

Si MemTest86 encuentra errores, anótalos. Los fallos repetidos en las mismas direcciones o patrones suelen apuntar a módulos defectuosos o a parámetros de memoria demasiado agresivos en BIOS.

AIDA64 y su prueba de memoria

AIDA64 es una suite de diagnóstico y benchmarking muy completa. Incluye tests de memoria y caché que, aunque orientados al rendimiento, pueden ayudar a descubrir inestabilidades bajo carga sostenida.

Para lanzar su prueba, instala la aplicación, entra en la sección de Benchmark y ejecuta los tests de memoria. Además de comprobar la estabilidad, obtendrás tasas de lectura, escritura y latencia para comparar si tu equipo rinde como debería.

Consejos prácticos para acotar el problema

Cuando hay errores, no te precipites comprando sin más. Localiza el módulo defectuoso y comprueba compatibilidades antes de sustituir.

  • Prueba módulo a módulo: apaga el equipo, deja un solo stick, alterna ranuras y repite las pruebas.
  • Revisa la BIOS: desactiva perfiles XMP/EXPO y vuelve a parámetros JEDEC para ver si los errores desaparecen. También puedes ajustar la memoria para la iGPU.
  • Actualiza BIOS/UEFI: versiones nuevas mejoran compatibilidad y correcciones de IMC (controlador de memoria).
  • Verifica que Windows reconozca toda la memoria: si faltan GB, puede ser un módulo, un zócalo o una limitación de firmware.
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Si todo apunta a la RAM, valora la antigüedad de tu plataforma. En equipos viejos encontrar módulos compatibles puede ser complicado, y a veces compensa actualizar conjunto placa, CPU y RAM.

Cuando la RAM es insuficiente para tus tareas (edición, VM, juegos modernos), no es un fallo de hardware, pero sí una limitación. Aumentar capacidad puede eliminar cuelgues y BSOD por falta de recursos, mejorando la experiencia sin más misterio.

Errores detectados: qué hacer a continuación

Si el diagnóstico, ya sea con mdsched.exe o con herramientas de terceros, confirma problemas, hay varias rutas. La más directa es sustituir el módulo afectado por otro compatible con tu placa base.

Antes de comprar, revisa la garantía. Si los módulos están en garantía, tramita RMA con el fabricante, adjuntando capturas o informes de MemTest86 u otras pruebas como evidencia.

Si decides apurar, puedes intentar afinar timings y frecuencias a la baja. Ajustar relojes y latencias puede estabilizar memorias que van demasiado justas, pero es un proceso avanzado y no siempre resuelve un defecto físico.

Comprueba también el asiento físico de los módulos. Basta con que una pestaña no encaje bien para provocar errores intermitentes. Limpia contactos con cuidado si fuera necesario.

En escenarios con errores aislados que aparecen tras horas de uso, prioriza pruebas extendidas. Ejecuta el modo extendido de mdsched.exe y varias pasadas de MemTest86 para elevar la probabilidad de detección.

Errores que no son culpa de la RAM

Por último, no pierdas de vista otros componentes. Un Overclock inestable de CPU, una fuente deficiente o una placa con VRM al límite pueden provocar síntomas parecidos.

Actualiza controladores, revisa temperaturas y pasa pruebas de estrés de CPU y GPU. Descartar el resto del sistema evita falsos positivos y te da un diagnóstico más sólido.

En discos, errores de lectura o archivos corruptos pueden engañar. Si los SMART del SSD muestran problemas, quizá el cuello de botella no esté en la RAM sino en el almacenamiento.

Ya tienes un procedimiento completo: reconocer señales, probar con mdsched.exe, leer informes en el Visor de eventos, reforzar con MemTest86 o AIDA64 si persisten las dudas y actuar en consecuencia. Una vez contrastado que la RAM está bien, podrás centrarte en otras causas sin perder tiempo ni dinero.

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