Intel se lanza a la carrera de la caché 3D V-Cache, pero enfocado en servidores

Intel ha dado el salto para integrarse en la tendencia de las memorias apiladas en 3D, aunque su enfoque inicial no es el mercado de consumo, sino el sector profesional. La tecnología 3D V-Cache, conocida principalmente gracias a AMD, ha sido clave para mejorar el rendimiento de sus procesadores Ryzen en el ámbito de los videojuegos y otras aplicaciones. Sin embargo, Intel ha decidido seguir un camino distinto, apostando por implementar memoria caché apilada 3D en sus procesadores Xeon, destinados a servidores y estaciones de trabajo.

Desde hace tiempo, se especulaba que Intel buscaría implementar una solución similar para competir con los procesadores Ryzen de AMD, pero parece que su estrategia prioriza al sector empresarial por encima del consumo doméstico. Si bien AMD ha expandido su 3D V-Cache a productos orientados al gaming, Intel ha dejado claro que sus próximos avances en este campo estarán reservados para cargas de trabajo más específicas, como las que se manejan en soluciones de alto rendimiento para centros de datos.

Procesadores Xeon con 3D V-Cache: la apuesta de Intel para 2025

Recientemente, Intel ha confirmado a través de Florian Maislinger, su gerente de comunicaciones tecnológicas, que su próxima generación de procesadores Xeon Clearwater Forest contará con esta tecnología de caché apilada en 3D. Esta incorporación estará disponible a partir de 2025 y se espera que aporte grandes beneficios en cargas de trabajo técnicas como simulaciones científicas, análisis de datos y otras tareas donde la memoria caché es crucial para el rendimiento.

Como han detallado los representantes de la marca, estos nuevos procesadores estarán diseñados para competir con los EPYC Genoa-X y Turin-X de AMD, que ya han demostrado ser altamente eficientes en este tipo de aplicaciones empresariales. Al igual que AMD, Intel busca mejorar el rendimiento mediante una optimización de la memoria caché L3, un componente clave en tareas repetitivas y cálculos masivos donde reducir el acceso a la RAM implica un incremento notable en la velocidad de procesamiento.

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¿Por qué Intel no planea 3D V-Cache en el mercado de consumo?

Si bien AMD ha conseguido un gran éxito con sus procesadores Ryzen 7 9800X3D y su 3D V-Cache, Intel parece tener una visión diferente del mercado de consumo. Según Maislinger, el gaming y el segmento de los procesadores de alto rendimiento en consumo doméstico no son una prioridad para la empresa en este momento. Aunque es innegable que esta tecnología tiene un impacto positivo en los juegos al aumentar drásticamente la cantidad de datos accesibles rápidamente desde la CPU, Intel prefiere enfocarse en sectores que ofrezcan un mayor potencial de crecimiento, como el de los servidores y los centros de datos.

Esto no implica que Intel esté completamente fuera del mercado gaming o que no vea el valor en la tecnología de caché apilada en 3D para estos fines. Simplemente, su estrategia actual busca priorizar las aplicaciones empresariales, donde la demanda de mejoras en la capacidad de procesamiento es aún mayor. Según sus declaraciones, es probable que esta tecnología tarde varios años en llegar a los procesadores de consumo, posiblemente hasta 2025 o incluso más tarde.

Además, Intel considera que el mercado de servidores y centros de datos ofrece un retorno económico mayor frente al mercado gaming, que califican como de nicho comparado con el volumen de negocio que generan sus procesadores Xeon en entornos empresariales. Por este motivo, su apuesta por implementar 3D V-Cache se centrará primero en esos sectores.

Innovaciones en el diseño de procesadores con 3D V-Cache

El uso de tecnología de memoria apilada en 3D por parte de Intel tiene varias implicaciones técnicas. En el caso de los procesadores Xeon, la idea pasa por tener un diseño modular en el que cada Base Tile (la parte del procesador que hospeda los núcleos principales) estará conectado directamente con una caché apilada, lo que formará un “bloque” de memoria de alto rendimiento integrado en toda la arquitectura del chip.

Este enfoque ya lo hemos visto implementado por AMD en su serie Ryzen 7 9800X3D, donde la memoria apilada 3D V-Cache está situada directamente sobre el CCD (die central de la CPU), mejorando así la capacidad de resolver tareas específicas que dependen mucho de tener los datos almacenados lo más cerca posible de los núcleos de computación.

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Intel espera que este diseño le permita cerrar la brecha con AMD en términos de rendimiento en tareas sensibles a la caché. No obstante, su principal apuesta está en mejorar la eficiencia de estos procesadores para aplicaciones críticas, como análisis de IA, simulaciones científicas y servidores de datos masivos.

La gestión de la caché en los sistemas de Intel no será exactamente igual que en los Ryzen de AMD, pero tendrá un enfoque similar en términos de concepto. La clave para Intel es que el sistema Forevos Direct 3D vinculará los distintos mosaicos de CPU y caché, lo cual proporcionará una enorme capacidad de procesamiento a estos chips, especialmente en escenarios de uso intensivo.

Aunque el enfoque de AMD con su 3D V-Cache ha demostrado ser eficaz en el ámbito de los videojuegos, el mercado empresarial es mucho más amplio y representa un área donde Intel tiene grandes oportunidades de crecimiento.

La carrera por implementar tecnologías avanzadas en la arquitectura de las CPUs sigue avanzando, pero cada empresa sigue una estrategia diferente. Mientras AMD domina el terreno del gaming, Intel parece haber decidido priorizar el mercado profesional con soluciones que, aunque no se verán en los escritorios de los usuarios domésticos a corto plazo, tendrán un impacto significativo en los servidores y centros de datos del futuro.